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La endemoniada de Santiago de José Raimundo Zisternas

Portada del libro
Portada del libro

Me llamó la atención el nombre del texto,  debido a que es homónimo de una novela que había leído anteriormente de Braulio Arenas. Tras leer las primeras páginas me di cuenta de que era muy distinta, ya que en la obra de Arenas, esta “endemoniada” es un personaje más bien ligado a lo onírico, a lo fantasmagórico. Un personaje literario.

La otra “endemoniada de Santiago” o Carmen Marín fue una joven de diecinueve años de edad, quien sufría extraños padecimientos inexplicables a simple vista. Fue revisada por distintos especialistas médicos y sometida a diversos tratamientos infructuosos. Este caso llevó a sacerdotes y a médicos a estudiar el extraño comportamiento de la muchacha durante el año 1857 en Santiago de Chile. Este libro consiste en los relatos  de quienes fueron testigos de los hechos, especialmente del presbítero José Raimundo Zisternas.

Al editor del libro le costó dos años de trabajo investigar y recopilar los antecedentes de este caso, con la finalidad de escribir una novela, sin embargo, optó por publicar íntegramente la crónica de Zisternas y las cartas de los doctores a quienes se les pedía la opinión profesional. Cada uno de los testigos declaró su apreciación al señor Arzobispo, formándose así el primer debate psiquiátrico registrado entre la ciencia y la fe.

Los testimonios son estremecedores, sobre todo cuando se leen cartas de los médicos que la examinan y que presencian los ataques y los delirios de Carmen Marín, declarándose incompetentes para emitir algún tipo de diagnóstico: “Empleando en ella un prolijo examen médico, observé cosas que me dejaron un vacío inexplicable. El sacerdote que la asistía me indicó si deseaba ver los efectos que producían en ella las oraciones de la Iglesia, a lo cual accedí, y entonces vi que en el transcurso  del rezo las convulsiones y síntomas enumerados se exasperaban al extremo de darse horribles golpes en el cráneo sin manifestar signos de sensibilidad; y cuya excitación se calmaba una vez que se concluía de recitarlas y al mandato del sacerdote en el nombre de Dios”. (Informe del doctor Eleodoro Fontecilla).

Carmen Marín desorientó a médicos y a sacerdotes, debido al impacto que produjo en aquellos que contemplaban sus síntomas: fuertes convulsiones, sonido estomacal y una extraña presencia en él que le provocaba una gran hinchazón del vientre, fuerza inusual, conocimiento de distintos idiomas, intolerancia a todo lo sacro, obediencia a las órdenes de los sacerdotes, entre otras cosas. Finalmente, se decidió practicarle un exorcismo.

Por otra parte, se pueden leer las conclusiones del doctor Manuel Antonio Carmona, quien consideró que Carmen Marín sufría de una “histeria convulsiva en tercer grado” y que cada uno de sus síntomas era perfectamente explicable bajo este diagnóstico.

La contratapa del libro dice que es el rescate de un documento aterrador, y creo que es cierto, pero no solamente por los signos demoníacos de la enferma, sino principalmente por el trato que tenían los enfermos mentales de aquella época, víctimas de una sociedad morbosa que hacía del horror un espectáculo (la joven tenía en ocasiones la habitación con más de cincuenta personas expectantes). Es más aterrador aún si pensamos que nuestra sociedad actual aún cercena a los enfermos mentales o que sufren algún tipo de patologías. De las cruces y exorcismos de los sacerdotes iracundos se les cedió el paso a los fármacos y manicomios de los psiquiatras.

Es un documento histórico recomendable, interesante de leer y bien construido.

 

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Larsson, I love you

Stieg Larsson y portada del libro
Stieg Larsson y portada del libro

Confieso que cuando comencé a leer este libro no le tenía nada de fe. Con sus más de 600 páginas, lo encontré largo y el nombre me pareció extraño. Sin embargo, la persona que me lo prestó en ese minuto me dijo que no me fiara de mi intuición, y que me dedicara a leerlo. Tenía toda la razón.

Stieg Larsson, su autor, es el responsable de mi adicción a esta historia y sus personajes. Admiro y destaco sus detalles y la forma como este novelista sueco unió las diferentes situaciones de forma paralela, sin perder la intensidad del relato.Los hombres que no amaban a las mujeres cuenta las vivencias del periodista Mikael Blomkvist, encargado de investigar y solucionar extrañas situaciones ocurridas dentro de una poderosa familia sueca. En el camino se une Lisbeth Salander, lejos mi protagonista favorito, intenso y enigmático personaje, clave en la historia y su desenlace.

Afiche publicitario de la película, con el personaje de Lisbet Salander
Afiche publicitario de la película, con el personaje de Lisbet Salander

En la novela Larsson aprovecha de hacer una fuerte crítica al modo en que la sociedad sueca, aparentemente ordenada y tolerante, trata a aquellos que no parecen encajar en sus normas. Entre esas, a Salander.

Por el bien de los adictos a este primer relato, Larsson continúa su historia en dos libros aún más intensos, siguiendo con su característico estilo y crítica social. Advierto que si la novela te agarra, vas a sufrir un poco al terminar el último libro (me pasó), pero tranquil@, según me han contado, Larsson antes de su muerte dejó escrita parte del cuarto libro, el cual se supone terminará de editar Eva Gabrielsson, su pareja durante más de 30 años.

Si además de la trilogía te gusta el cine, aprovecho de recomendarte las películas de las novelas, las cuales interpretan a la perfección cada uno de los personajes y las historias en general. Eso sí, no veas la versión americana: prefiere la sueca.

Los otros libros de la trilogía son:

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¿Es el libro un soporte de información y contenido?

Rescato este extracto de un artículo respecto a los soportes, el libro electrónico, los beneficios de la lectura y otros temas ad-hoc. Un aspecto más a considerar a la hora de hablar del libro electrónico y lo que supone como nuevo soporte de lectura e información.

Un libro no es un soporte

Entre el 2005 y el 2007 el arqueólogo David Elkington encontró en una gruta de Jordania un grupo de 70 libros con 15 hojas de hierro cada uno.
Entre el 2005 y el 2007 el arqueólogo David Elkington encontró en una gruta de Jordania un grupo de 70 libros con 15 hojas de hierro cada uno.

Es oportuno que distingamos entre lo que un libro es y lo diferenciemos de lo que significa simplemente un soporte.

Los libros han tenido a través de la historia distintos soportes, desde huesos hasta metales; desde las piedras al barro; desde la cera hasta los mosaicos; desde el papiro hasta el pergamino; desde la madera a la seda; desde el papel hasta el más reciente y asequible de la pantalla digital, el soporte llamado a protagonizar la más profunda revolución en el saber, la lectura y la cultura de todos los tiempos.

¿Qué es un libro? Es un escrito de cierta extensión apto para y cuyo propósito es, ser leído. La UNESCO ha establecido que, para ser llamado como tal, su tamaño tiene que superar las 49 páginas: 25 hojas mínimo. Menos de 49 le da al escrito categoría de folleto.

En muchos aspectos, el libro es el máximo logro de esa valiosa herramienta de cultura y civilización que es la escritura, el invento humano que nos sacó de la prehistoria y nos introdujo en la historia, y del que los primeros indicios conocidos nos remiten a los sumerios y demás pueblos de la Mesopotamia.

Los soportes indican las tecnologías y niveles de civilización que alcanzaron las distintas sociedades. No más.

Lo mismo el nivel de estilización de ese instrumento que es la escritura, originada en los pictogramas y glifos primitivos y que ha evolucionado y se ha perfeccionado con el paso de los siglos.

Distintos pueblos crearon mitos sobre el origen de la escritura. Los sumerios la atribuyeron a Enmerkar, rey de Uruk. Los aztecas al dios del viento Quetzalcóatl, la “serpiente emplumada”, inventor también de las artes. Y los mayas al dios del tiempo Itzamna. Los egipcios a Toth, el protector de los escribas y dios de las artes. Y los chinos a Chang Ji, enviado de Huang Di, el “dios amarillo”.

Valioso códice medieval que se encuentra en la catedral de León.
Valioso códice medieval que se encuentra en la catedral de León.

Hay quienes se enamoran de un soporte, idealizándolo. No creo que se produzcan libros más hermosos, trabajados con mayor primor y que reunieran mayores talentos que los manuscritos medievales. Eran tan apreciados que se daban como regalos reales.

Imagino lo traumatizado que quedaron  algunos privilegiados cuando aquellas joyas fueron sustituidas por las vulgares y visualmente desaliñadas hojas de imprenta. Sin embargo, unas décadas después los gabinetes de copistas eran cosa del pasado. La imprenta, la galaxia Gutenberg, los arrojó a la historia.

Ahora pasa lo mismo con los lectores digitales y la difusión digital del libro: las imprentas son cada vez más artefactos obsoletos. Lo mismo el libro impreso.

En mi personal opinión, yo soy un enamorado del contenido, no del soporte. Y en esa perspectiva es que valoro las inmensas posibilidades de democratizar el acceso al libro que proporciona la difusión digital de obras, ya que su multiplicación es de escasísimo costo y lo hace inmensamente asequible.

Yo, que acabo de pagar RD$2,250.00 por el tercer volumen de la trilogía de Vitali Shentalinski sobre los escritores represaliados por la KGB estalinista, libro que considero excesivamente costoso  y conste que es uno de tres tomos, no el precio de los tres. Creo que una copia digital contiene el mismo contenido y saldría por menos de diez dólares. Es de ese tipo de costo excesivo que los libros digitales están llamados a «salvarnos».

Artículo extraído del diario «El Librepensador»

Fuente original: artículo de Aquiles Julián, titulado: Los beneficios de la lectura, publicado el 17 de enero 2012.

Y tú: ¿Qué opinas al respecto? ¿Privilegias el soporte, el contenido o ambos?

cc: Blog The secret garden
cc: Blog The secret garden
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Estrategia Digital para Bibliotecas #1: Humanos, no máquinas!

Kindle de @aguayoki
¿Los e-books matarán la lectura como la conocemos? Imagen original del autor (cc).

Partamos con las presentaciones: les escribe Eduardo Aguayo, Periodista y Consultor en Experiencia de Usuario y Estrategia Digital. Hace unos días, tuve la oportunidad de conversar sobre lectura digital y medios sociales con los alumnos de uno de los talleres de Claudia Gilardoni; lamentablemente el tiempo se nos hizo poco y nos quedamos con muchos temas en el tintero. A forma de remedio, aquí comienzan una serie de participaciones sobre el tema, que además servirán para responder sus dudas, en la medida de lo posible.

Pero, ¿para qué limitarnos en el tema hablando sobre ebooks y medios sociales? Quizás sería mejor agrandarnos un poco, y conversar sobre estrategias digitales para la biblioteca. Sería sumamente interesante conocer la opinión de profesionales relacionado con la lectura y la educación respecto al uso de las tecnologías en este campo; probablemente todos podemos aprender un poco al intercambiar datos y experiencias, considerando qué sucede hoy en día con las redes sociales en internet y cómo abordan la lectura. Hay varios ejemplos, pero la mayoría se remite a una o dos cosas solamente: recomendaciones de libros y/o socialización de la lectura.

En toda comunidad de personas, ya estén reunidas físicamente o bien mediante sus computadores u otros dispositivos, la utilidad de un medio específico de comunicación sólo llega hasta donde sus usuarios lo permiten, y las acciones que realicen dependerán exclusivamente de ello; y justamente la permisividad de estas acciones -debo decirlo- se basará también en las capacidades sociales de cada uno, más allá de las herramientas comunicacionales que posea.

Y de ahí se desprende la pobreza en las acciones digitales para promover la lectura.

¿Muy enredado? Veamos un ejemplo.

Pensemos en «Pedro», una persona típica, con capacidades sociales estándar, esto es, se relaciona con sus compañeros de estudio o trabajo, y tiene amigos vinculados a su entorno, como vecinos de la infancia, antiguos compañeros, etc. Esta persona entonces, tiene a lo menos 3 ó 4 redes sociales que frecuenta habitualmente, con quienes comparte datos, comentarios de actualidad, recuerdos, etc. Sus interlocutores lo conocen según el aspecto que él entrega a cada una de estas redes, y el tipo de información que comparte.

¿Qué pasará cuando Pedro se enfrente a elementos externos a sus redes habituales, que intentan llegar a él para entregarle información ajena a la comunicación típica que sostiene? ¿Será natural que, de un día para otro, aparezcan nuevos amigos con el único afán de contarle sobre las ventajas del último jabón, zapatilla o laxante que hay en el mercado? Y más aún: ¿Se imaginan a un jabón siendo amigo de él en la vida real?

Quizás parezca un chiste, pero es lo que vemos día a día en los medios sociales a través de internet: herramientas, plataformas tecnológicas hechas para cobijar la interacción humana, y con ello, generar o reforzar los vínculos dentro de las redes de cada uno. Y eso porque a ratos se nos olvida que son humanos quienes están al otro lado de computador…

En fin, sobre eso y otras cosas hablaremos en esta columna. Veremos de qué forma podemos actuar al respecto, a fin de utilizar los medios digitales como una herramienta útil en nuestro quehacer. Y siempre sin olvidar lo más importante: el usuario.

Y ustedes, ¿qué diferencia ven entre sus interacciones en la vida real frente a las interacciones a través de la red?

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Video Inspiración: ¿Que sucede en una librería durante la noche?

Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería
Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería

Hace poco más de un año  Sean Ohlenkamp  -un director creativo canadiense– y su esposa crearon un maravilloso video de stop motion titulado «The joy of Books» (La alegría de los libros) el cual presenta la vida secreta que podría vivirse al interior de una librería, justo cuando sus dueños cierran la puerta, la cortina cae y todo queda en silencio.

¿Acaso usted se imagina que una librería es un lugar silencioso y  en perfecto orden? ¿acaso la vida se desarrolla sólo cuando los clientes pululan entre las estanterías y mesas abarratodas de novedades editoriales? ¿acaso habrá algo de magia?. Pues fíjese que sí, y ésta ha quedado documentado en este hermoso video: el mundo de maravillas y personajes escondidos sale de las estanterías y cobra vida en una vorágine de actividad. Libros, lápices, libretas y otros simpáticos seres buscan algo de diversión.

¿Quién podría juzgarlos? si los pobres han estado apretujados y escondidos todo el dia esperando por un ávido lector que quiera llevárselos a casa.

El Canadiense y productor de este video es, en efecto, dueño de una librería en Toronto llamada  Type Books. Para la realización del video fue necesario trabajar de noche en su tienda , y congregar a más de 20 colaboradores quienes debían dejar todo en perfecto orden para que el negocio siguiera vendiendo al día siguiente.  Fueron 4 noches completas de trabajo, pero todo ha rendido frutos pues en opinión de sus creadores este trabajo ha sido muy bien recibido en el medio editorial y librero. El video fue producido con la ayuda de la agencia Lowe Roche en la cual este librero-artista se desempeña. Multifacético el hombre, ¿no?

Ohlenkamp señala que le gustaría crear conciencia en las personas respecto a lo que pasa en una librería. De esa forma -agrega- «si por ejemplo un conductor va manejando y en medio del camino se topa con una librería cualquiera, quizás se acuerde  de este video y le den ganas de parar su auto y entrar,  a ver si puede experimentar algo de la magia que se aprecia en el video».

Agradecemos a los creativos y creadores  por «joyitas» como ésta.

¿Te interesó el tema? ¿Quieres saber más?  revisa una entrevista a Sean Ohlenkamp  (en inglés)

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La conducta lectora en el contexto escolar: formando docentes y encargados de biblioteca

Desarrollo de una de las clases
Desarrollo de una de las clases

Tras finalizar el  Taller de Capacitación «Metodología de Trabajo Aula Biblioteca para desarrollar conductas lectoras en los estudiantes secundarios», el equipo de Leamos Más reporteó algunas de las impresiones de los participantes. Aquí, una mirada a un proceso de aprendizaje que implicó  casi tres meses de trabajo.

 

Fueron más de 30 las personas que semana a semana se acercaron a la Sala de Literatura en la Biblioteca de Santiago para participar en el taller “Metodología de Trabajo Aula-Biblioteca para desarrollar conductas lectoras en los estudiantes secundarios”, que unió fomento lector, bibliotecas y profesores. ¿El fin? Compartir experiencias y aprender las nuevas tendencias de lectura a nivel mundial.

La actividad, desarrollada por la bibliotecóloga e investigadora Claudia Gilardoni en el marco del plan de difusión y retribución de su reciente pasantía en Finlandia -país líder en temas de fomento de la lectura de acuerdo a los últimos resultados de la prueba PISA- tenía por motivación presentar la experiencia de este país escandinavo, así como difundir y enseñar una forma práctica para trabajar la lectura con jóvenes, vinculando el quehacer de los profesores y el de los encargados de las bibliotecas CRA(Centro de Recursos de Aprendizaje).

El llamado a participar se realizó con ayuda del MINEDUC, y se hizo extensivo a  todos los colegios municipalizados y particulares subvencionados a través de la Biblioteca de Santiago, el  Consejo de la CulturaLeamos Más, siendo éste un  movimiento para el  fomento lector encabezado por Gilardoni. Para esta profesional la invitación tuvo una buena acogida: “Llegaron más de 80 interesados, de los que se seleccionaron 40. La idea era trabajar con un número de personas que permitiera desarrollar una metodología de fomento lector dirigida al segmento de los adolescentes. Y,  a través del aprendizaje de cada sesión, ir diseñando un proyecto lector que naciera de los mismos participantes, considerando su experiencia y conocimiento respecto al contexto y localidad de cada establecimiento. De esta forma se  pueden aunar los esfuerzos de los coordinadores y encargados CRA con los del quehacer del docente en el aula” dice.

En otra de las sesiones, trabajando en grupo
En otra de las clases, trabajando en grupo

La necesidad, comenta Gilardoni, surge de la precariedad de los proyectos  y planes de trabajo para fomentar la lectura de manera  concreta en las escuelas, sobretodo en el marco de las recientes políticas públicas que ponen énfasis en el diseño y aplicación de estrategias lectoras considerando intereses y aficiones particulares de cada persona, para individualizar las inquietudes y motivaciones que cada lector pueda tener. Por ello, el producto del taller, que duró alrededor de tres meses, fue un proyecto de fomento lector que cada uno de los 30 asistentes desarrolló clase a clase de manera grupal, de forma que después  pudieran replicar lo aprendido en sus propios establecimientos.

Algo que algunos ya han hecho, como la profesora de lenguaje Elizabeth Rojas del liceo Esteban Kemeny de Pedro Aguirre Cerda. “A veces uno no sabe lo que les gusta leer a los jóvenes, pero apliqué algunas cosas que aprendí acá y así me enteré que a los chicos les interesan los cómics japoneses, entonces hablé con la directora y trajimos unos ejemplares y fue un boom”, dice.

Así mismo, comenta que existe la necesidad de considerar más la biblioteca, sobre todo la de algunos de sus colegas: “Acá han llegado personas que trabajan en colegios donde no hay interés por la biblioteca, en que no se valoriza. Entonces, la idea de este proyecto que trabajamos junto a mis compañeros de grupo, es que se tome en cuenta el trabajo profesional  y que también se pueda mejorar la infraestructura, ya que es importante tener un buen lugar para leer”, dice.
Para la profesora de francés a cargo de la biblioteca del colegio Luis Vargas Salcedo de Cerrillos Javiera Bahamondes, los contenidos aprendidos permiten generar nuevas formas de acercar la lectura a los jóvenes. “Los contenidos teóricos son cosas que van motivando y permite sacar ideas para mejorar la labor de uno, por ejemplo, cómo motivar a los jóvenes para que se encanten con la lectura. Son pocos los espacios que tenemos los encargados de CRA para aprender nuevas estrategias porque la mayoría de los talleres se da para enseñanza básica. Algo vital pues yo estoy a cargo de la biblioteca de media”, finaliza.

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Profesores usan las redes sociales en forma inteligente para fomentar la lectura

Artículo extraído del blog español  TotemGuard: recursos TIC’s para profesores

cc: Público.es

«¿Te gustaría contagiar tu pasión por la lectura a tus alumnos? Añadir un aspecto social a la lectura podría ayudarles a desarrollar el gusto por leer. Del mismo modo que ocurre con un club de lectura, leer en compañía puede mejorar el entendimiento de lo que se lee y disfrutar más de un libro. Aunque las opiniones varían según los expertos, parece que los estudiantes de hoy en día sí leen, de hecho más que nunca, pero lo hacen a través de blogs, wikis y redes sociales.

Aprovechando este nuevo canal, algunos docentes han recurrido a las redes sociales dedicadas a los libros y a la literatura para seducir a sus alumnos en el gusto por esta actividad. Para engancharse a la lectura, el alumno debe gozar y entretenerse con un libro y todo indica que un libro compartido es mucho mejor libro.

 

Estas redes sociales dedicadas a la literatura y los libros permiten evaluar y comentar los libros que se están leyendo, compartir opiniones, darles una calificación, recibir recomendaciones para descubrir nuevos libros y conocer otros lectores con nuestros mismos gustos. Algunas de las redes sociales dedicadas a los libros más activas son:

  • Goodreads: El facebook de los amantes de los libros pero se encuentra exclusivamente en inglés. Destaca por sus más de cinco millones de usuarios y su gigantesca base de datos con obras de cualquier tema. Cuenta además con un diseño muy atractivo y multitud de opciones para ayudar al alumno a escoger su próximo libro. Un aplicación propia permite integrar Goodreads con el perfil del alumno en Facebook para que sus compañeros vean y comenten lo que se está leyendo.
  • aNobii: Una red social veterana que permite publicar tu colección de libros, mediante la url de la información de libro o de su ISBN. También se puede compartir la colección de libros en el blog del aula mediante un código y un widget que te proporciona.
  • Lecturalia: Una red social popular en España, que además de permitir valoraciones y referencias a todo tipo de libros, también te permite comprar directamente su versión digital. Muy completa en cuanto a las novedades literarias, con múltiples comentarios y reseñas hechas por la comunidad. Su base de seguidores en Twitter supera los 150.000.

    Sitio web de Lecturalia
    Sitio web de Lecturalia
  • Entrelectores:  Una red social de recomendación de libros que realizan los propios lectores. También tiene una base de seguidores muy importante en Twitter, más de 90.000 y pretende unir tanto a lectores como autores, librerías y editoriales.
  • Librofilia: Una red social más reciente pero con una gran comunidad en castellano. Como particularidad, esta red social usa un sistema basado en el karma para priorizar las aportaciones de los usuarios. El karma se calcula según el envío de libros, críticas, tiempo de conexión, etc. de cada uno. Además incorpora una navegación por categorías muy útil, como por ejemplo, Premio Planeta, libros que defraudan, más populares, etc.
  • LibraryThing: Una red social con una comunidad de más de un millón de apasionados por los libros y disponible en español, aunque la mayoría de comentarios están escritos en inglés. Sin embargo incluye una página interesante con estadísticas  como los 50 mejores autores valorados, los 25 libros más reseñados, libros gratuitos y más.
  • Què llegeixes?: Una red social consolidada, completamente en catalán, que consta con más de 10.000 usuarios. Consta de tres forums divididos por edades para que cada uno se encuentre con libros y lectores de su generación: Forum Llapis para alumnos de hasta 11 años, Forum Boli de 11 a 16 años y Forum Ploma de 17 años en adelante. También son muy interesantes sus concursos, premios y sección de juegos.
  • QueLibroLeo.com: Una red social de intercambio de opiniones literarias con más de 17.900 fans en su página de Facebook. Te anima a puntuar los libros que lees y encontrar otros lectores con gustos afines que te recomendarán las próximas lecturas. Además han creado unClub de lectura en Facebook en el que se elige entre todos un libro y se va analizando capítulo a capítulo. Los alumnos pueden dejar sus dudas, comentarios, interpretaciones, etc. Una propuesta muy interesante para el aula.
  • Libros.com: Una red social vallisoletana que ya cuenta con un catálogo de 250.000 títulos. Aparte de descubrir libros, organizar listas y realizar valoraciones, también puedes comprar libros al mejor precio. Hasta el 19 de diciembre, si te registras puedes ganar un iPad. También hay una lista de recomendación de libros para estas Navidades.
  • Shelfari: La red social de libros de Amazon que está disponible en inglés únicamente pero que ofrece una fácil navegación a través de las etiquetas que se usan para clasificar los libros. En España algunos centros educativos lo usan para crear y publicar una estantería virtual de libros en su blog de aula como el Biblioteca Escolar del IES de San Francisco de los Ríos en Córdoba. También permite crear un grupo alrededor de un libro favorito.
  • Dejaboo es una red social cultural en fase de prueba en donde se pueden intercambiar opiniones y reseñar libros y obras musicales. La web fomenta conectar con otros grupos con gustos afines según los comentarios que se publican.

    Logotipo de Bukear
    Logotipo de Bukear
  • Bukear: Una red social desarrollada en Argentina que nos dice que lo importante no es lo que lees, sino las sensaciones que te provocan esas lecturas y lo que piensas de lo que has leído. Esta red pretende iniciar un diálogo a partir de las preferencias de las lecturas (historia, ciencia ficción, novela, etc). Permite a la clase la posibilidad de tener una biblioteca online con todos los libros que se leen, y así recordar qué nos gusta más, qué no y qué autores nos dejan más interesados.
  • Sopa de libros: Una red social que al igual que las demás ofrece recomendaciones, votaciones, comentarios, críticas ylistas de libros a través de una web sencilla e intuitiva.
  • #Bookcamping: Una biblioteca abierta y colaborativa que nace a raiz del 15 de mayo. Con el hashtag en Twitter #YesWeRead pretenden crear una estantería virtual de libros, muchos de ellos relevantes con su movimiento. Seguramente una propuesta que seducirá a algunos alumnos de tu aula por su actualidad.

Otra interesante propuesta, en donde los alumnos pueden compartir una lectura, sería a través deGoogle Libros integrado con la red social Google+. Si los alumnos, por ejemplo, están leyendo Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, pueden pulsar el botón de “Compartir” desde la página de este libro dentro de Google Books, escribir su comentario y seleccionar el círculo de las personas con las que quieren compartir la lectura. El mismo Google Libros te incluye un enlace al libro y una descripción del mismo.

 

cc: Google books

Finalmente muchos  han optado por crear su propio club de lectura a través de un blog de aula. Puedeb ver algunos ejemplos como Club de Lectura IES GuadalquivirClub de lectura IES Extremadura (Montijo), Biblioteca IES Carolina y Biblioteca Escolar de IES de San Francisco de los Ríos» .

 

 

 

Fuente original: redes sociales para contagiar las ganas de leer en el aula

 

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