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Músicos pop escribiendo literatura infantil

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Portada del libro de Paul McCartney

En los últimos tiempos uno se ha acostumbrado a encontrar en los estantes de libros infantiles, libros escritos por famosos. Están allí y se venden miles de ejemplares. Lo que nos alegra es que muchas de las ganancias se donan a fundaciones y obras benéficas.
Lo han hecho la actriz Jamie Lee Curtis y le siguieron los pasos Kylie Minogue, John Travolta, Paul McCartney y hasta el maravilloso bailarín Baryshnikov. Pero no sólo los artistas escriben para niños, sino también el presidente Obama, la ex duquesa Sarah Ferguson y el propio Príncipe Carlos de Inglaterra. Muchas de estas historias fueron bien aceptadas por la crítica y el público. Otras fueron muy criticadas, ya sea por la calidad de la historia como por la vida privada de sus autores consideradas «poco ejemplares para los niños».

Los músicos pop como escritores de Literatura Infantil

Madonna comenzó a escribir cuentos infantiles por el deseo de compartir sus experiencias de vida con los más pequeños. Tomando como inspiración a sus hijos, la interprete de “Material girl” ya cuenta con 5 títulos de su autoría. “Las rosas inglesas”, “Las manzanas del señor Peabody”, “Yakov y los siete ladrones”, “Las aventuras de Abdi” y “Lotsa de Casha”.

Kylie Minogue se inspiró en su propia vida para crear el cuento infantil «Una princesa en el escenario». La historia habla del valor de la amistad, el trabajo en equipo y, sobre todo, de la autoconfianza.

El fenómeno no es sólo para cantantes anglo, ya que los hay latinos quienes también han dedicado su tiempo a escribir cuentos. Tal es el caso de Thalia, Ricky Martin, Gloria Stefan. Por ejemplo,  Shakira escribió «Dora la Exploradora en La aventura del Día Mundial de la Escuela» como una aventura más de la famosa Dora y su amigo “Botas”. En la historia se intenta resaltar la importancia que tiene la educación en los niños pequeños. De hecho, la editorial ofrecerá un porcentaje de las regalías a la Fundación Pies Descalzos, organización de la artista dedicada a la educación de la niñez.

También hay famosos que han sido editores, tema del que nos ocupamos hace un tiempo. Un ejemplo es Johnny Depp, quien además de declararse bibliófilo, tiene su propio sello literario, llamado Infinitum Nihil.

Canciones transformadas en cuentos

bruceHace menos de una semana se anunciaba el libro que el popular cantante norteamericano, Bruce Springsteen, publicó. Éste se titula  «Outlaw Pete» (Pete fuera de la ley) y  se basa en una de las canciones que el músico y compositor escribió el 2009. El libro, realizado con el ilustrador  Frank Caruso, quien señaló a los medios «la primera vez que escuché la canción el 2009, las ilustraciones que hay en este libro vinieron a mi cabeza». Y la fuente de inspiración para escribir esta historia, fue la madre de Bruce Springsteen, quien solía leerle cuando pequeño el cuento «El valiente vaquero Bill», sin duda muy en la línea del folklore norteamericano.

so_coverOtro músico que ha llevado su canción a un cuento es David Bowie. El tema «Space Oditty» fue llevado a formato comic en 1969. y se encuentra disponible -gratis- para su descarga. 

A pesar de que se trata de “triste historia” en la que un astronauta pierde contacto con la Tierra y se queda divagando eternamente en la infinidad del espacio exterior, la canción “Space Oddity” fue ha sido adaptada para un libro infantil por el ilustrador Andrew Kolb.

Kolb, ilustrador y diseñador canadiense, además de fanático de Bowie, decidió sumergirse en este track publicado en 1969 y sondear sus múltiples interpretaciones, metáforas y otros recursos que el buen Bowie utilizó al componerla. Sin embargo, y contrario a lo que muchos pensaríamos, adaptar “Space Oddity” a un cuento infantil ilustrado no fue tarea fácil: “Una cosa fue crear las imágenes que correspondieran con la letra de la canción y otra el hacerla funcionar como una historia visual”.

 

Si quieren disfrutar la versión animada de «Space Oddity», se las dejamos en este video

 

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Descubriendo una librería de tomo y lomo

Estudiantes de tercero medio del Centro Politécnico Particular de Conchalí visitan la librería Qué Leo en Providencia.


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Conversación con Juan Carlos Fau, dueño de Librería Qué Leo

El lunes 18 de agosto a las nueve de la mañana veintidós alumnos de tercero medio de las especialidades de Atención de párvulos, Secretariado, Geología, Electrónica y Contabilidad del Centro Politécnico Particular de Conchalí partían rumbo a la librería Qué Leo ubicada en Av. Pedro de Valdivia 40 en la comuna de Providencia. En ese lugar nos esperaba Claudia Gilardoni, bibliotecóloga, que contactó a Juan Carlos Fau, dueño de la librería, para que conversara con nosotros acerca del oficio del librero, de cómo nació su negocio, de cómo ordena sus libros, entre otros temas de interés de los alumnos.

 

La librería está organizada por secciones de acuerdo con los temas que pueden interesar a los clientes. En la entrada se ubican los libros más vendidos, las novedades y los best sellers que están dirigidos a los que no quieren dedicar mucho tiempo a escoger un libro. Más al interior, se encuentran secciones más específicas, tales como, literatura infantil, literatura juvenil, literatura vinculada al deporte y textos escolares. Al fondo, se encuentra el espacio destinado a las novelas gráficas para que sean revisadas con más calma y sin interrupciones. Lo interesante de esta librería es que está pensando para que los libreros puedan orientarte y recomendarte el tipo de libro que andas buscando y no te vayas con las manos vacías. Pero, si sólo quieres hojear un poco también respetan tu espacio sin exigirte que compres algo.

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Estudiantes de tercero medio recorriendo la librería

Uno de los aspectos que más llamó la atención de los estudiantes es la ambientación que combina lo clásico con lo moderno transformándolo en un lugar atractivo y acogedor. Queda abierta la posibilidad de que otros lectores conozcan este espacio destinado a la lectura y transiten por donde ellos y los libros sean los protagonistas.

 

CONVERSACIÓN CON JUAN CARLOS FAU (fragmento)

 

¿Cómo nace el logo de la librería? (Camila Aravena, III B)

No es nada muy original, está basado en un dibujo de Magritte y en realidad nosotros cambiamos algunos detalles. El más conocido es el que aparece con una manzana, pero aquí encontré este, miren (nos muestra un libro donde aparece la imagen de un hombre con sombrero de espalda).

¿Qué nos puede contar acerca del oficio del librero? (Gabriela Velasco, encargada de biblioteca)

Es la única pega en que mientras más viejo más conocimiento tienes. Al trabajr con libros la mente se amplía creando un mapa de la librería. Nosotros estamos todo el día ordenando libros y en la noche en tu casa, también. Es más, puede que el libro que buscaste todo el día lo encuentres en la noche. Un compañero después de tres días trabajando en esto me contó lo que le pasaba y yo le dije, yo también, uhh, hueón, pensé que me estaba volviendo loco. Soy normal, entonces.

La profesora nos contó algunas cosas suyas y una de ellas era que le gustaba mucho el cinismo, la ironía ¿Por qué le gusta tanto lo irónico? (Carla Cartes, III D)

Sí, el cínico o el irónico me gusta mucho, porque es un tipo que le ha dado tres vueltas a la idea, es decir, primero pensó en algo, luego se puso en el lugar del otro y después volvió a pensarlo antes de decirlo. Lo encuentro inteligente.

Para mí la tranquilidad es sentarme a leer un libro. Para otros, especialmente los jóvenes, es estar en facebook o twitter.

¿Qué opina Ud. del éxito del libro “Bajo la misma estrella”? (Karla Toro, III B)

“Bajo la misma estrella” es lo mismo que Ana Frank, ¿conocen la historia, cierto? Es sólo que cambiamos a los nazi por el cáncer, suena fuerte pero es la misma idea. O sea, los protagonistas se enamoran, luchan contra algo, saben que van a morir pero disfrutan la vida igual.

Ana Frank, ¿tenía pololo? (risas)

Sí (mirada con picardía). Es que ustedes no se imaginan lo que se puede hacer en un clóset o lo que se puede llegar a hacer.

Sí, sabemos (risas)

Leánlo.

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Pronto tendremos nueva Política del Libro

 

Convocada por la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional del Libro, Regina Rodríguez, la mesa pretende actualizar la política diseñada en 2006 y reemplazar el programa Lee Chile Lee.


Editores, escritores, bibliotecarios, profesores, especialistas en la promoción de lectura, en total alrededor de 80 personas, del sector público y privado, ligadas al mundo del libro ayer llegaron a la Biblioteca de Santiago para constituir la Mesa del Libro. Su objetivo es desarrollar en los próximos tres meses las bases para una nueva Política Nacional del Libro y la Lectura que se dará a conocer a inicios de 2015.

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Mesa Directiva  que presidió la reunión. Fotografía de Rodrigo Campusano, extraída del sitio web de Radio Bío Bío

Convocada por la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional del Libro, Regina Rodríguez, la mesa pretende actualizar la política diseñada en 2006 y reemplazar el programa Lee Chile Lee, impulsado por el ex ministro de Cultura Luciano Cruz-Coke. Ayer, en la primera reunión, un largo debate sobre los posibles lineamientos generales de una nueva política dio paso la formación de seis mesas de discusiones específicas: lectura, creación, industria, patrimonio, institucionalidad del libro, libro digital y lectura y educación.

Al hilo de la segunda Encuesta Nacional de Comportamiento Lector, que está aplicando actualmente el Consejo de la Cultura, la nueva política Libro y la Lectura que entregará la mesa será también el marco teórico de una nueva Campaña Nacional de Fomento Lector en 2015. Según le dijo la ministra de Cultura, Claudia Barattini, ésta se desarrollará coordinadamente con el Ministerio de Educación, la Dibam y entidades de la sociedad civil, y se convocará a personalidades públicas y líderes de opinión. “Aumentar la lectura y la comprensión lectora es una tarea-país”, dijo Barattini.

Ayer en la mesa participaron, entre otros, representantes de la Universidad de Chile, de la Cámara del Libro, de la Sociedad de Escritores, de Santiago en 100 Palabras, de Fundación La Fuente y Había Una Vez, de Editores de Chile, Memoria Chilena y de bibliotecas públicas, entre otros.

Artículo extraído del diario «La Tercera», publicado el 01 de Agosto 2014