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La lectura en el metro de Nueva York

Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto
Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto

Seguramente a usted -tal como a mí- le ha llamado la atención ver gente leyendo en el transporte público: el metro, los buses, las «micros» e incluso en los paraderos mientras esperan su bus de turno.

Es atractivo ver a alguien sumerjido en las páginas de un libro. ¿Qué trama le tiene tan absorto? ¿Será bueno el libro? ¿Por qué lo está leyendo?. Quizás esas preguntas se multiplican cuando la persona en cuestión va frente a nosotros en un carro del metro, y no tenemos más entretención que mirar en derredor. Es ahí cuando nuestros ojos tratan de captar desesperadamente, al menos, el título del libro. Como ven, somos varios los que hemos caído en la tentación de observar lectores. Pero hay algunos que han ido más allá en sus ganas de curiosear.

Ese es el caso que les presento ahora:  Ourit Ben-Haïm,  una marroquí avecindada en Nueva York, quién de tanto atisbar en las lecturas de otros, se tomó tan en serio su curiosidad, que armó un proyecto a partir de ello. La idea no es nueva, ya que en otros países la han desarrollado de diversas formas. Por ejemplo en España, funciona «Zaragoza Lee» liderada por un entusiasta quién, además de sacar algunas fotos, registra una ficha del libro, con reseña e incluso lugares donde se puede adquirir la obra en cuestión.  » En Buenos Aires la campaña «La gente, en el metro, lee» (organizada por una editorial) insta a los viajeros del metro a leer en el «subte».  Respecto a Chile, no hay mucha información de lecturas en el metro de Santiago. Aunque la revista Terminal tiene una sección completa para el tema, llamada «lecturas en tránsito» donde muestra las aficiones literarias de los capitalinos en el metro o en el Transantiago (serivicio público de buses). Personalmente me ha tocado ver a muchos lectores -de libro impreso y digital- viajeros en Santiago. Cuando puedo, los fotografío y dejo el registro en la cuenta instagran de Leamos Más.  Pero sin duda lo que les presento a continuación va más allá de lo que se ve comúnmente, ya que su creadora no está patrocinada por ninguna campaña institucional, y realiza un trabajo diario en los vericuetos del metro de Nueva York. Conozca su historia:

 


The Underground New York Public Library (traducido como «El subterráneo de la Biblioteca de Nueva York») retrata qué leen los usuarios del metro neoyorquino, y con ello, cómo son los usos y costumbres del lector de la ciudad que nunca duerme. A la calidad técnica de las imágenes se une un especial buen gusto tanto en elaboración del propio concepto del proyecto como en el diseño del sitio web. que reúne fotos de gente anónima que lee en los andenes o el interior de los vagones del metro neoyorkino.

Así luce el sitio web
Así luce el sitio web

The Underground New York Public Library partió el año 2008, y desde entonces publica cada día una nueva fotografía, en la que no solo vemos al lector en el metro, sino que se nos muestran qué título está leyendo (por si no lo conseguimos apreciar bien en la foto). Pero, además, UNYPL tiene una serie de eventos semanales, que vendrían a ser los “horarios” de la biblioteca: los martes, un libro en lengua no inglesa (del que se averigua el título traducido gracias a la comunidad de internautas de UNYPL); los viernes se cuelga una foto de la que Ben-Haïm no sabe el título del libro, haciendo una llamada a la colaboración de los lectores para averiguarlo, algo que casi siempre se logra; los sábados cierra y, los domingos, el lector fotografiado tiene siempre una Biblia en sus manos. El proyecto tiene, además, espacio en las redes sociales  (TumblrFacebookTwitter, Google+) para fomentar la difusión.

La gracia del trabajo de esta artista, es que sus fotografías son de muy buena calidad y tomadas con tal maestría (ya sea por el tipo de lector, por el entorno que le rodea en el vagón, por la expresión que tiene, etc.), que dan ganas de saber más detalles de esa persona, como por ejemplo ¿por qué le gusta leer? y ¿qué le motivo a escoger ese libro?. Creo que es de ese tipo de cuestionamientos de los que se vale esta artista para fotografiarlos en ese instante íntimo, en el que sólo cuenta el lector y su historia.

En el sitio tiene una sección de preguntas frecuentes, donde se cuentan una serie de detalles respecto al proyecto, como por ejemplo el hecho de tomar fotos sin el consentimiento de las personas, el tipo de equipo que Ourit Ben-Haïm usa, y unos cuantos detalles más. Hay, además, una breve sección de poesía y algunas cuentas tumbler  de fotógrafos y escritores a quienes Ben-Haïm sigue y recomienda. Por si alguien tiene dudas respecto a la verosimilitud de las fotografías, su autora explica en la web que algunas de ellas se toman sin que el lector lo perciba; otras no, pero en ningún caso se trata de simulaciones.

Sin duda la lectura en un metro tan famoso como el de Nueva York atrae el interés de muchos. Tanto así, que el New York Times le dedicó un reportaje completo titulado What Are You Reading on the Subway? The Results. (Qué estás leyendo en el metro? Los resultados») donde entrevistaron a más de 8.000 mil lectores. El resultado se puede ver en este artículo «Lecturas de Metro» , que el blog de Lecturalia publicó el año 2009.

 

El placer de observar a un lector

Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste
Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste

Porque nos gusta ver leer no solo a personas bellas, sino a toda clase de gente: mujeres y hombres, jóvenes y viejos, gordos y flacos, blancos y negros. Puede que Marilyn Monroe o Paul Newman sean sexies leyendo el Ulises o el New York Times, pero no necesitan de la lectura para serlo.

Lo que nos gusta de una persona que lee es verla sumida en un mundo extraño, que no tiene nada que ver con el entorno que la rodea, mundo del que apenas podemos obtener mínimos indicios a través de su cara, sus expresiones, sus microgestos. Es decir, la cara de un lector es una suerte de ventana al mundo creado por el libro. Mejor dicho: el mundo creado por la conexión entre el libro y él.

 

 

Fuente: Estandarte. Pasión por leer, pasión por escribir. Publicado en Agosto 2012.

 


¿Y a ustedes?  ¿Qué les llama la atención cuando ven a un lector en el metro o en el bus?.

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Cápsulas Lectoras Novedades

Créalo o no: los libros crecen en los árboles

cc: inhabit
cc: inhabit.com

En Berlín (Alemania) en plena calle Prenzlauer Berg se levantó este hermoso bosque, para solaz de los amantes de la lectura. El proyecto, titulado «Un Bosque de Libros» fue desarrollado por  BauFachFrau, como una iniciativa reconocida por los programas oficiales de la UNESCO «Educación para desarrollo sustentable». La idea era apropiarse del espacio urbano para instalar estos «dispensadores» para que la gente intercambie sus libros ya leídos, por otros de su interés. Algo así como un trueque de libros, pero sin ver ni conocer a la persona de quien se recibe el libro, ni tampoco a la siguiente que será su dueña. Este sistema se llama Bookcrossing y funciona en todo el mundo desde hace años. La versión chilena se llama «Libro Libre» y funciona bastante bien, con muchos puntos de liberación de libros en Santiago y regiones.

Los Berlineses quisieron innovar en el modo como se dejaban los libros, e idearon esta suerte de biblioteca-árbol que, además de ser muy original y llamativa, es ecológica al usar los troncos de árboles caídos, en vez de plástico, madera procesada u otro material.

Una tapa de plástico protege los libros
Una tapa de plástico protege los libros

Alemania es el segundo país que lleva la delantera en préstamos de bookcrossing (Estados Unidos ocupa el primer lugar) por lo que no es de extrañar que en las distintas ciudades ocupen diversos modos para llamar la atención de los usuarios. La forma como opera este bosque de libros requiere bastante preparación. Naturalmente se pensaría que los libros pueden quedar amarrados o colgando de las ramas, o bien acomodados en los espacios naturales  de los árboles. Pero al ir leyendo la forma como se fabrican estos puntos deliberación, me doy cuenta que se requiere bastante trabajo y reparación. se juntan 4 ó 5 árboles, en cada uno de los cuales hay  una columna con orificios de un tamaño considerable, para ir dejando los libros. Estos orificios cumplen el rol de las clásicas bandejas de las estanterías. Y, para completar el sistema tienen tapas de plástico lo cual protege los libros de las inclemencias del clima. Sin duda los vecinos del barrio, quienes han sido los usuarios más activos, son los más contentos.

 

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Columnas y artículos

Mis firmes propósitos de lectura para el 2013

Las listas de cosas por hacer/cumplir son una herramienta muy útil para organizar el tiempo
La lista de cosas por hacer/cumplir es una estrategia muy útil para organizar el tiempo


Siempre me ha gustado hacer listas, desde chica. Atesoraba libretas y lápices lindos con el sólo objetivo de usarlos para escribir un millón de cosas que hacer, música que escuchar, libros que leer. En fin… la lista de mis listas era contundente y apasionante.

Actualmente sigo siendo aficionada al arte de hacer listas. Y naturalmente las de fin de año no son la excepción. Mis propósitos para el futuro que se avecina son un ritual que cumplo sagradamente. Pero, cada vez hay menos tiempo, por eso los últimos años me he limitado sólo a las clásicas del año nuevo, consignando lo que anhelo que pase o lo que me gustaría hacer (clásico de una neurótica, lo admito). Sin embargo este año quise volver a otros temas y para ello escogí mis propósitos de lectura para el 2013.

La decisión no es trivial: la lectura acompaña mi desarrollo en todo sentido. Hay épocas en que he leído sólo material técnico y bibliografías de estudio, en otras -cuando era adolescente- muchos clásicos y literatura preferentemente Europea. Ahora me han bajado muchas ansias por leer literatura escandinava, con tramas truculentas y trágicas que me dejan en un estado de desasosiego total.

Lo que leo tiene que ver con mi devenir, así que este 2013 tengo el firme propósito de leer algunas grandes maravillas con las que me he topado gracias a mi trabajo como bibliotecaria, mis conversaciones con amigos, algunos artículos y programas de TV que me han dejado inquietudes literarias (al respecto recomiendo ver el espacio literario de Roka Valvuena en el programa Super Late de Canal 13 cable).

Nada mejor que sumergirse en un libro
Nada mejor que sumergirse en un libro

Sin más preámbulo, les dejo mi lista en orden alfabético, por título(1):

Y, la literatura técnica no puede faltar:

 

El momento de seleccionar la próxima lectura en la estantería es muy entretenido
El momento de seleccionar la próxima lectura en la estantería es muy entretenido

Sean o no libros doctos, valiosos, clásicos, originales, y todas los adjetivos que se les ocurran, tengo muchas ganas de leerlos. Leer es un placer en el que no me limito en lo más mínimo, y si cae en mis manos algo que se podría tildar como «fácil» o «vano», lo leo igual. El requisito para escoger «Qué leer» es que el texto -por su trama, portada, critica, reseña, etc.- me cause intriga, curiosidad, una sensación difícil de explicar. Eso me pasa desde pequeña -y más tarde de adolescente-, cuando recorría con mis dedos los lomos de los libros en los anaqueles de las Bibliotecas (públicas, escolares, y una que recuerdo muy bien que estaba en la casa de Carola, una amiga de la infancia). Quizás esa fue la biblioteca que me marcó más profundamente, así como el acervo literario de la Biblioteca Santiago Severín (en Valparaíso). Revisando los lomos de los libros e inclinando la cabeza hacia el lado en que estuviese el título, esperaba llegar al libro que me provocaba ese «no se qué» que me hacía escogerlo para mi próxima lectura.

Dejando los recuerdos de lado, ya tendré la oportunidad de comentarles al finalizar el 2013 si cumplí mis propósitos. Puede que no alcance a leerlos todos (la lista es ambiciosa) o quizás se agreguen otros que me tienten más. El caso es que me preció interesante que, este último día del año 2012 compartiera con ustedes esta lista. Si se animan pueden comentar algunos de los libros que planean leer, o sugerirme alguno para agregar a la lista.

¡Felices Lecturas para este 2013!


(1) He procurado hacer referencia a sitios web que hablen de la trama de los libros, usando fuentes fiables, interesantes y sin fines comerciales. En los casos en que no he encontrado esas fuentes, he tenido que recurrir a las de la editorial, que indica precio y otros datos. Sin embargo, claramente mi idea no es hacer promoción de determinadas casas editoras.

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Cine

Cuando la historia es lo de menos

Una historia provoca nuestra imaginación
Una historia provoca nuestra imaginación

¿Son todas las historias buenas y originales? Háganse esta pregunta considerando todos los libros y películas que les han gustado;  problamente la respuesta será no. Piénsenlo bien, muchas veces las historias no resultan del todo originales, o presentan temas tan cotidianos que uno podría calificarlas como poco interesantes. Sin embargo, nos gustan y a veces mucho (pienso, por ejemplo, en Mrs. Dalloway de Virginia Woolf, una de mis novelas favoritas, pero si alguien me pidiera que le contara de qué trata probablemente la novela no sonaría muy interesante). Esto se debe a que no todo está en la historia, sino en la forma en que estas se cuenta y, quizás, es aquí donde se encuentra el verdadero talento de escritores y directores.

Déjenme dar un ejemplo un tanto extremo: The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman  (Vida y opiniones del caballeroTristram Shandy)  de Laurence Sterne. Esta es una novela tan peculiar que es, a la vez, amada y odiada con igual devoción. La razón:  consta de nueve volúmenes, con un total de casi 700 página que parecieran conducir a ningún lado. Su narrador revela que su intención es contar la historia de su vida desde el mismísimo comienzo, pero inmediatamente se encuentra con una piedra de tope. ¿Cuál es el comienzo? ¿Su concepción? ¿El nacimiento?  Es así cómo el narrador relata su nacimiento a lo largo de tres de los nueve volúmenes, pues la necesidad constante de hacer digresiones hacen que la historia se disuelva. Entonces, en esta novela, una de las primeras en tradición angloparlante, nos encontramos con que, finalmente, lo importante es disfrutar la experiencia misma de lectura y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el  acto mismo de contar historias.

Por estas y muchas más razones se ha dicho que es una novela imposible de filmar. Quizás,  fue por esto mismo que el director de cine Michael Winterbottom (24 Hour Party People, Code 46, 9 Songs) decidió tomar el desafío y en el 2005 salió la película A Cock and Bull Story  (Sin traducción del título, pues éste pierde sentido)¿Y cómo se lleva a la pantalla un libro casi carente de trama? Simple, la película lidia con este conflicto, es una película dentro de una película que muestra el fracaso de llevar esta novela a la pantalla grande de la misma forma en que la novela fracasa en tratar de contar una historia detalladamente y desde el principio. Esta película, por lo tanto, resulta un reflejo de la experiencia de lectura de esta novela. La pelicula retrata la subjetividad de la lecutra, como cuando los personajes discuten sobre cuáles son los episodios más importantes de la novela que debiesen ser filmados.

Lo más rescatable de esta novela es, quizás, el modo en el que Winterbottom logra capturar que la verdadera esencia del libro que no está en la historia (o trama), sino en la forma en que está contada. Con todo esto, quiero invitarlos a deshacernos del prejuicio de pensar que todo está en la trama. Relájense y disfruten una película o novela dejándose llevar por la experiencia misma de ver o leer, el resto es anexo.

Referencias para su descarga:

 

 

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Literatura versus tráfico en Melbourne, Australia

Ayer conocí el trabajo de Luzinterruptus, un colectivo de artistas que trabaja en base a la iluminación. El grupo realiza  instalaciones en diversos lugares del mundo, basando cada puesta en escena en un tema. El trabajo que hicieron en Melbourne se basa en los libros, y se titula «Traffic v/s Light» («Literatura v/s tráfico») porque es un juego de luces en base a la iluminación que generan los autos, versus la que aportan los libros en una transitada calle de la ciudad de Melbourne, Australia.

Como podrán apreciar en las fotografías, es algo muy original, hermoso y que atrajo un sin número de miradas de parte de los transeúntes. Les dejo con la transcripción del artículo publicado originalmente en  luzinterruptus

«En junio, nos trasladamos a Melbourne para llevar a cabo una gran instalación, la más grande hasta ahora para nosotros, dentro del festival  Light in Winter (Luz en el invierno).

La temática elegida por el festival para este año ha sido “la lectura”, por lo que nos pidieron que lleváramos a cabo Literature vs Traffic, una pieza que ya habíamos instalado en New York de forma subversiva y que nos ofrecían la oportunidad de ampliar y hacer crecer durante un mes.

Hasta la otra punta del mundo nos fuimos, pasando del soleado verano madrileño a un suave y lluvioso invierno en Melbourne, con la romántica intención de convertir la moderna y fría arquitectura de Federation Square, en un espacio acogedor, humano e íntimo, que invitara a lectura y al recogimiento.

Contábamos para ello con 10.000 libros desechados por bibliotecas públicas por considerarlos obsoletos, que el Ejercito de Salvación se encargó de recoger y donarnos altruístamente, por supuesto, también teníamos nuestras luces y la ayuda de un montón de amigos con la que convivimos durante un mes en los trabajos de ensamblaje e instalación.

¿El fin de esta pieza?, él mismo que el de la primera vez que la llevamos a cabo, que un río de libros desbordara el espacio físico de los peatones y se instalara en el asignado a los coches, robando un preciado suelo al abundante tráfico de la zona, en un gesto simbólico en el que la literatura se apoderara de las calles y se convirtiera en conquistadora del espacio público, ofreciendo a los ciudadanos, un lugar (no tan grande como nos hubiera gustado) en el que el tráfico se retirara para ceder terreno al modesto poder de la palabra escrita.

Conseguimos, después de una dura batalla contra la climatología, cambiar el aspecto de la plaza, progresivamente durante un mes, conquistamos terreno hasta que la noche del 30 de junio, un carril de la transitada Flinders Street pasó a ser una sala de lectura iluminada por una tenue luz que palidecía bajo las potentes pantallas de leds instaladas en la plaza.

Nuestra pieza sirvió de telón de fondo para muchas cosas que pasaron por allí esos días, por supuesto, fue el escenario para multitud de fotos de los curiosos y visitantes, además estuvo acompañando a muchas otras piezas instaladas durante el festival de luz, y para conmemorar el solsticio de verano fue utilizada como escenografía de la pieza de danza y performance Walking Through Words, dirigida por Tony Yap y  Yumi Umiumare en colaboración con varias comunidades de la ciudad.

La noche final, el río desbordado de libros, fue ofrecido a los visitantes que se tomaron su tiempo eligiendo entre los miles instalados los más interesantes para llevarse a casa. Además 9 artistas de la compañía de Yumi, llevaron a cabo una improvisada y mágica performance que terminó en una donación de libros a los ocupantes de los coches que circulaban por los alrededores y que estupefactos abrían las ventanillas para hacerse con tan misteriosos presentes.

Aunque ha sido una instalación complicada y con un planteamiento bastante diferente a las modestas y efímeras que solemos llevar a cabo, el balance final ha sido muy positivo, sobres todo por todas las personas que hemos conocido y que nos han ayudado a que saliera adelante.

No queremos dejar de dar las gracias a todos los voluntarios que generosamente nos donaron su tiempo, a la gente de Fedsquare que nos allanó los obstáculos y que participó activamente en la construcción de la pieza, a los colegas de Guerrilla Lighting que nos acompañaron con sus linternas, a Fred Kroh que nos cedió gran cantidad de material fotográfico, a los artistas que embellecieron la instalación con sus performances… Unas especialísimas gracias a  Alfonso Ruano que se fue con nosotros desde España y sin el cual definitivamente nada de esto hubiera sido posible, gracias amigo y por supuesto a nuestra querida Cristina Curiel, que consiguió que todo funcionara a la perfección.

No nos vamos a olvidar de todo ese tiempo, muchísimo, que hemos pasado mirando libros, pasando hojas y descubriendo secretos olvidados de gente que no conocemos, y preguntándonos cual fue el criterio que siguieron los bibliotecarios para expulsarlos de sus estanterías, algunos nos parecieron verdaderamente impresionantes.

Toda una experiencia esta gran instalación, hemos aprendido muchas cosas interesantes, esperamos que no se nos olviden…»

Si le ha interesado el trabajo de este colectivo de artistas, le recomiendo leer esta entrevista (en inglés)

Fotos de Gustavo Sanabria.


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Columnas y artículos

17 mil libros de los siglos XVI y XIX estarán disponibles desde el 2013

Fotografía original, tomada en la biblioteca
Fotografía original, tomada en la biblioteca

Biblioteca de la Iglesia de San Francisco y sus tesoros reabrirán sus puertas en 2013

Sus gruesas paredes de adobe están tapizadas de estanterías que contienen 17 mil ejemplares, algunos fabricados con papel de algodón hecho a mano y encuadernados con un método ya extinto. Los más antiguos datan del siglo XVI. Después de permanecer cerrada por más de 50 años, la Biblioteca Franciscana abrirá sus puertas en 2013.

El recinto se ubica detrás de la Iglesia de San Francisco, donde también se emplazaba el monasterio y una celda de castigo para los sacerdotes. No sólo de oración y teología vivían los frailes. Entre las colecciones se encuentran libros de botánica, medicina, anatomía, derecho canónico, historia, filosofía y literatura.

En una primera etapa se clasificarán 12 mil valiosos textos. “La idea es que en esta misma fecha de 2013 podamos recibir a especialistas, estudiantes e investigadores que quieran conocer el patrimonio que guarda esta biblioteca”, explica la encargada del Area de Conservación y Restauración del Museo de Arte Colonial de San Francisco, Fanny Canessa.

Un recorrido por la antigua construcción resulta un verdadero viaje al pasado. Su infraestructura de habitaciones y pasillos estrechos se mantiene intacta. El recinto está compuesto por cuatro salones de 24 metros cuadrados cada uno. Entre los libros expuestos destacan “joyas” encuadernadas en delgado y fino cuero de becerro y cordero.

“Son textos que responden a la primera etapa de la historia de la encuadernación, que tenían los hilos en el lomo, y un sistema constructivo que se modificó en el siglo XVIII”, agrega Canessa.

Tesoros franciscanos

La iglesia se ubica en pleno centro de Santiago
La iglesia se ubica en pleno centro de Santiago

La colección siempre estuvo cerrada al público general y sólo ahora los especialistas tendrán acceso a ella. Hasta 1962, los frailes misioneros y evangelizadores se formaban dentro del mismo convento. La biblioteca dejó de usarse tras el Concilio Vaticano II, en el que la Iglesia Católica promovió adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de los nuevos tiempos. Después de esa fecha, los religiosos comenzaron a estudiar en universidades. En ese momento, el recinto se cerró, cuenta el director del museo, Francisco García.

“Creemos que la biblioteca fue construida después de la iglesia, que terminó su proceso en 1618. Habría sido la biblioteca central del convento ubicado en este mismo lugar”, explica García. Su importancia, según Canessa, reside en que es una colección que no ha sido investigada y explorada. “Se sabe que aquí debe haber textos muy importantes para los investigadores en historia colonial, teología, literatura y filosofía”, señala.

En los volúmenes se han encontrado comentarios, correcciones, frases subrayadas y papeles como marcadores de páginas. “Creo que va a ser un trabajo casi arqueológico. Los libros en sí mismos son una huella de lo que pasó”, explica Canessa. El costo del inventario de los libros es de $ 18 millones, cifra que la administración del museo espera financiar mediante la Ley de Donaciones Culturales.

La apertura del recinto será restringida en una primera etapa, para no alterar la conservación de los textos y las condiciones de humedad y temperatura que existen en el lugar.

La persistencia del adobe

La Iglesia de San Francisco es una de las construcciones más antiguas de Santiago y data de la época colonial. En 1541, Pedro de Valdivia mandó a erigir una ermita en el lugar y, en 1544, la Orden Franciscana solicitó la cesión del sitio, con el compromiso de la construcción de un templo.

Treinta años después se dio inicio a la edificación con mano de obra indígena, pero esta primera construcción de adobe fue destruida tras un temblor en 1583. Desde 1951 es Monumento Nacional.

Artículo originalmente escrito por Lorena Leiva y publicado en La Tercera el martes 28 de agosto

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Placeres y Lectura

Conozca el Hotel Biblioteca

Una de las tantas salas de lectura del hotel
Una de las tantas salas de lectura del hotel

Se trata de un hotel boutique de lujo ubicado en Manhattan, Nueva York, Estados Unidos. El concepto del Library Hotel ( Hotel Biblioteca) se inspira en el sistema de clasificación decimal del conocido bibliotecario Melvin Dewey quien diseñó el sistema Dewey de clasificación  el año 1876. Créanlo o no, este sistema se sigue usando -modificaciones mediante- en las bibliotecas de todo el mundo hasta nuestros días. Por eso, y haciendo honor a este sistema, cada piso del hotel  hace honor a una de las diez categorías de las clasificaciones en que el señor Dewey registtpó cada una de las áreas del conocimiento. De tal manera que cada una de las 60 habitaciones está especialmente decorada con una colección de libros y arte que explora una temática, de acuerdo a la clase a la que pertenece el piso. Inusual, ¿cierto?

Desayuno continental con libros en la carta
Desayuno continental con libros en la carta

Por ejemplo, en el 2º piso está la Sala de lectura con vistas a Madison Avenue y Library Way. Aquí existe una oferta permanente todo el día y toda la noche de tés, cafés, galletas y frutas. También se sirven aquí el desayuno continental y las recepciones nocturnas con vino, quesos y crudités.

En el tercer piso están todas las materias dedicadas a ciencias sociales, leyes, economía, ciencia política, comunicaciones y otros temas relacionados. El cuarto piso, por su parte, alberga una gran colección de libros de diversas lenguas extranjeras, es así como los huespédes del hotel se encuentran con textos asiáticos, italianos, japoneses, rusos, eslávicos, germánicos,  etc.

En el quinto piso se dan cita los matemáticos , geólogos, astónomos y los interesados en las ciencias exactas. Para luego subir un piso más y encontrarse con las tecnologías, ciencias aplicadas, las finanzas, la informática, la medicina, el marketing, etc.

Las artes tienen su espacio en el séptimo, mientras que la literatura hace de las suyas en el octavo. El edificio continúa  sigue en el noveno piso con historia, en el décimo con conocimientos generales, el onceavo con filosofía y el doceavo con religión. Vaya viaje por el conocimiento, ¿no?

Comensales disfrutando en "La terraza del escritor"
Comensales disfrutando en «El jardín del poeta»

En la azotea se ofrece “La guarida del escritor” y el “El jardín del poeta”. En tanto seguro no dan ganas de salir del  piso 14º , pues hay una  sala con chimenea, un invernadero y una terraza con vistas a edificios de estilo arquitectónico tradicional neoyorquino. De noche, la azotea se transforma en el Bookmarks Lounge, un bar de moda que sirve tragos inspirados en la literatura. Para mí, sería un sueño hecho realidad beber uno de esos tragos.

Pero eso no es todo. Los huéspedes están invitados a relajarse para disfrutar de películas dela Biblioteca Americanade Cinematografía, periódicos y una biblioteca de más de seis mil libros. Ovbiamente hay WiFi en todo el hotel. Cada vez que se hace la habitación hay renovación de agua mineral y chocolates belgas. ¿Qué más pedir?

Se agradece la información de este artículo a la bibliotecaria y docente Consuelo Salas (en twitter @bibblioconsu) quien envió toda la información para su publicación.

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Placeres y Lectura

Bar y café a la vuelta de la página

Nótese el piso
Nótese el piso

Es cierto: lugares entretenidos y con onda para tomarse un café hay muchos. Pero hasta ahora no había visto nada como esto: un café-bar que emula una biblioteca. Y los libros no sólo son decoración, sino que se integran  haciéndose parte del espacio lo cual contribuye a crean ambiente de lectura entre  los parroquianos. El dueño de este café D’EspressoEugene Kagansky, decidió abrir este lugar a una cuadra de la Biblioteca Pública de Nueva York. Antes de iniciar el proyecto, y aprovechando esta locación le comentó a su equipo de trabajo: «Abramos un café bar  que parezca una biblioteca, pero hagámoslo con un toque más interesante» .

 

Efecto «Alicia en el país de las maravillas

Y es que además de parecer una biblioteca, el lugar da la impresión de jugar con  la gravedad. Tal como en en el libro de «Alicia en el país de las maravillas» de Lewis Carroll  haciendo sentir a los clientes que están temporalmente suspendidos. El piso está al lado izquierdo,»colgando» de la pared y las sillas y  banquetas se apoyan en los muros de la biblioteca.Si ustedes creen que esto es un poco desconcertante están en lo correcto, porque esa es precisamente la idea. La inspiración de Anurag Nema – el diseñador que llevó a cabo la infraestructura-  fue la famosa estación espacial que aparece en una de las escenas de «2001 odisea del espacio«.

La iluminación "cuelga" de una de las paredes
La iluminación «cuelga» de una de las paredes

Nema  jugó con elementos muy atractivos  ya que literalmente volteó la cafetería de lado para crear un ambiente completamente innovador. De esa forma, al mirar hacia el techo no cuelgan lámparas como cabría esperar, ya que éstas están al los costados derecho, y se «dejan caer» como si de verdad estuviesen suspendidas de la forma habitual. Inquietante, ¿cierto?

¿Estanterías y libros?

Lo que parece ser un sinfín de estanterías perfectamente alineadas y cuajadas de libros no son más que cerámicas impresas con imágenes en sepia  que muestran ilustraciones  inusuales, tanto en los lomos como en las portadas. La tipografía también jugo un rol importante, ya que usaron títulos y efectos que generasen curiosidad entre los «lectores» del café-bar. Gracias a ello se tiene el efecto de una biblioteca con estanterías ordenadas en torno al «techo», que no es más que uno de los muros del lugar.

La cafetería abrió sus puertas a los clientes-lectores en diciembre del 2011, y hasta a hora -en palabras de su dueño- les ha ido tan bien que los planes ya están en marcha para abrir otras sucursales en Manhattan y después en más ciudades de Estados Unidos. Lo interesante es el uso de los libros para recrear un espacio que sea  no sólo confortable,sino que den ganas de  quedarse disfrutando del ambiente.

¿Por qué una Biblioteca?

Noel Coward  en amena charla con Ernest Hemingway en  Joe's Bar
Noel Coward en amena charla con Ernest Hemingway en Joe’s Bar

Las Bibliotecas han tenido siempre el halo de ser lugares confortables, silenciosos -en algunos casos- y de ser espacios protegidos del ruido mundanal. Cuando se entra a una biblioteca atrás queda el ruido de la calle, los bocinazos de los autos, el ajetreo de las personas corriendo de un lado a otro. Quizás una biblioteca es mucho más que  un lugar de  tranquilidad: es la posibilidad de estar tan cómodo como si se estuviera apoltronado con un grato libro entre las manos. Ese es el espacio que han tratado de crear en D’Espresso. Lo cual me lleva a pensar que son muchos los escritores asiduos a cafés que solían beber incontables tazas de café, quizás varios tragos de whisky y fumar a destajo. El primer caso que se me viene a la mente es el de Heminway, famoso por su afición a los bares y cafés  Quién sabe cuántos de esos visitó en Idaho, ciudad donde residía.

Por lo menos eso es lo que piensa el dueño de esta innovadora cafetería: «los temas de lectura son perfectos para cafés, porque se llenan de clientes «bookish» (cuya traducción  sería asiduos lectoras que gustan de objetos relacionados con el libro)

Numerosos medios han publicado sobre este lugar. Por su lado el New York Times publicó un artículo  señalando que este este truco de diseño «volteado» es parte de la estrategia de marketing, y que el próximo bar-café  que inauguren quizas esté completamente «patas para arriba». Y es que el dueño de D’Espresso cree que tal y como la marca de cafeterias  Starbucks han cambiado  el concepto de tomar café,  agregar valor es  un recurso ideal para crear identificación con la marca en una época donde las cafeterías no cuentan con la fidelización del cliente dada la amplia variedad que hay para ir a disfrutar un buen café.

deliciosos panecillos para combatir el hambre
Deliciosos panecillos para combatir el hambre de los «lectores»

 

¿Interesad@s en ir?

¡Por lo menos yo sí lo estoy! acá van los datos:

D’Espresso Midtown East 317 Madison Avenue (42nd Street)

Website  http://www.despresso.com/

Y si quieres conocer más cafés creativos alrededor del mundo, revisa este web site. No tienen bibliotecas ni libros, pero su diseño, ambientación y arquitectura valen la pena.

Con un poco de imaginación y creatividad todo queda mejor

Finalmente -y considerando la suerte de «polémica» que ha habido por el caso de la tienda Paris –  no puedo dejar de mencionar que no es necesario romper libros para hacer más atractiva la exhibición de productos comerciales como en el caso de esta tienda por departamento, la cual tiene en uno de sus locales  libros partidos por la mitad.  Con un poco más de creatividad y buen gusto se pueden hacer cosas mucho mejores. En Chile tenemos otro caso reciente de una tienda de ropa masculina que  recurrió a libros para vender. Ésta marca decidió usar tramoyas emulando estanterías de libros. Les diré que el resultado es bastante bueno, y lo mejor es que no se destrozaron libros.

Y ustedes, ¿Conocen otros casos en que los libros y las bibliotecas sirvan como escenario de una tienda, café, bar u otro tipo de local?

Caso de Paris exhibiendo zapatos en libros destrozados
Caso de Paris exhibiendo zapatos en libros destrozados
Los libros fueron partidos por la mitad
Los libros fueron partidos por la mitad

Ejemplo en Perry Ellis, Santiago de Chile
Ejemplo en Perry Ellis, Santiago de Chile

 

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Marilyn Monroe, ratoncilla de biblioteca

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Tenía una faceta «ñoña» de lectora empedernida

Tras su  imagen de sex symbol, Marilyn Monroe escondía una faceta intelectual.  Su biblioteca personal albergó una colección de más de 400 títulos… al parecer, más que devoradora de hombres, ¡lo era de libros!

Este año se conmemoran los 50 años  del fallecimiento de Norma Jeane Baker -verdadero nombre de la actriz- por lo que hemos querido indagar un poco más en el perfil lector de esta mítica mujer que ha sido, durante décadas, icono de belleza.   Pocos saben que la Monroe dedicaba mucho tiempo a la lectura, disfrutando la literatura y por sobre todo la poesía. Quizás esto fue lo que la inspiraba a escribir en diarios y libretas una gran cantidad de nostálgicos poemas. Su pasión por las letras era conocida sólo entre sus amigos más cercanos,  tanto así que sólo unos pocos llegaron a conocer algunas de sus aspiraciones literarias, ya que era muy temerosa de las críticas y de las opiniones respecto a esta faceta intelectual.

Photograph by Alfred Eisenstaedt.
Portada del libro «Fragmentos». Fotografía de  Alfred Eisenstaedt.

Todo esto se revela en el libro «Marilyn Monroe: Fragmentos» editado el año 2010 por Bernard Comment y Stanley  Buchthal. Esta obra detalla con especial delicadeza este nuevo cariz  de la actriz, ya que  revela  de sus libretas y diarios personales -escritos entre  1943 y 1962-   toda su ingenua creatividad. El libro la presenta, además, como una mujer de profundos pensamientos  acerca de la vida, la existencia y el amor.  Respecto a sus escritos, llama la atención que Marilyn se atreviese con la poesía ya que este género no es sencillo. Sin embargo leyendo sus poemas (algunos han sido traducidos al español) me doy cuenta que son muy simples, con tendencia al pesimismo, la nostalgia y la tristeza, como éste verso:

«Ahora que lo pienso siempre he estado aterrada de llegar a ser realmente

la esposa de alguien

pues la vida me ha enseñado que nadie puede amar a otro

nunca realmente.»

El  dramaturgo y ex esposo de Marilyn  Arthur Miller, señaló, tras su muerte: “fue una poetisa callejera que habría querido recitar sus versos a una multitud ávida de arrancarle la ropa.”

Marilyn y su marido, el dramaturgo Henry Miller
Marilyn y su marido, el dramaturgo Arthur Miller

Evidentemente la imagen vana y tontuela de Marilyn era sólo eso: una  imagen que Hollywood vendía, ya que no era muy congruente que la coqueta  actriz fuera una ávida lectora. Y, que ademas de ello, fuese de temperamento reflexivo, nostálgico y depresivo. Después de todo, ¿qué pensamientos pueden nublar  la cabeza de una linda chica rubia a tal punto de llegar a entristecerla?. Es evidente que los ejecutivos de Hollywood  se esmeraron en hacernos ver sólo las curvas  y la ingenua sonrisa de la actriz, puesto que le fueron dando sólo roles de rubia sensual que sólo necesita  caminar coquetamente con un ajustado vestido. Algo que Marilyn se esmeró en hacer muy bien, quizás demasiado porque   nunca logró despojarse de esos roles.

Sin embargo la mítica blondie cursó estudios de literatura en  la UCLA y además fue la debilidad durante cinco años del intelectual, escritor y dramaturgo Arthur Miller (autor de la  famosa obra de teatro «La muerte de un vendedor», entre otras). Su matrimonio con Miller, el intelecto más brillante de la época -vale destacar que ella  idolatraba a los hombres inteligentes- comenzó de manera bastante feliz y los primeros años se cuentan entre los más satisfactorios de Marilyn, quien parecía calzar muy bien en el círculo intelectual de Miller. Me pregunté si habría influido este hombre en los gustos literarios de su mujer, o  si habría la  mirado con desdén al sentirse superior académica e intelectualmente. A poco andar, y leyendo de otras  fuentes, descubrí que era así: Miller se sentía avergonzado de ella frente a sus amigos, algo que Marilyn descubrió en un diario que él solía llevar. La decepción de su esposo la caló hondo y nunca pudo superar este sentimiento de traición de su parte.

 

La biblioteca de Marilyn

Marilyn posando para la revista LIFE, en su biblioteca
Marilyn, en su biblioteca, posando para la revista LIFE.

Sea como fuere, los libros eran una debilidad para la dulce Marilyn, y eso queda demostrado por su vasta biblioteca de más de 400 títulos. ¿Sus autores favoritos?  James Joyce, Walt Whitman,  Heinrich Heine, Saul Bellow, Carl Sandburg. Con los norteamericanos Truman Capote e Isak Dinesen llegó, incluso, a forjar una amistad lo cual no es de extrañar ya que en esa época Marilyn frecuentaba la elite social de Nueva York. Sin duda no le costaba desplegar sus encantos en este ambiente, pues  tenía especial predilección por los intelectuales y artistas.

A lo largo de su vida fue coleccionando diversos tipos de libros, no se sabe si regalados, comprados, donados o heredados. Esta colección llegó a ser tan codiciada, que en 1999 Christies clasificó y subastó su biblioteca,  con libros entre los cuales figuraban biografías, literatura americana, antologías, arte, obras clásicas, literatura francesa, obras de Freud, libros de sátira y humor, música, obras de teatro, poesía política, psicología, literatura rusa, literatura de viajes. No sabremos si todos estos libros le pertenecían, o si al menos los leyó, pero si podemos estar seguros de que los libros eran parte de los objetos cotidianos con los que convivía. La lista completa  se encuentra disponible en un foro especialmente dedicado a los libros que Marilyn leía. Vaya detalle de sus fans, ¿no?

 

Los «paparazzi» tras una ávida lectora

Marilyn Monroe Reading Ulysses, Long Island, New York, 1954. Photo by Eve Arnold
Marilyn leyendo «Ulises» en  Long Island (NY, 1954). Fotografía de  Eve Arnold

Hay una foto de Marilyn leyendo «Ulises», la magna obra de James Joyce – un clásico que en la mayoría de las ediciones consta entre  800 y 1.000 páginas- que ella solía leer tranquilamente entre escena y escena. Según leí en un blog, Marilyn señala que la lectura no se le hacía muy fácil, situación que superaba leyendo de a poco y muy lentamente. Cada uno tiene su ritmo, ¿no?.

Sin embargo, independiente de cuánto  tardara en leer,  la afición literaria de Marilyn quedó retratada varias veces. Sam Kashner, periodista de la revista Vanity Fair, relata: «muchos fotógrafos tomaron fotos de Marilyn  durante sus primeros años como actriz que la mostraban leyendo, lo que a ella le  gustaba. Eve Arnold la fotografió para la revista Esquire en un patio en Amaganstt leyendo Ulises, Alfred  la fotografió para Life, usando unos pantaloncillos blancos y una polera negra,  arrodillada en un sofá, leyendo frente a una estantería de libros de su biblioteca personal»

Si algunos fotógrafos pensaban que era divertido que la voluptuosa «dumb blonde» (rubia tonta) más famosa del mundo posara con libros de autores de prestigio, el tema no era broma para ella. Los  diarios y poemas de Marilyn  recientemente publicados revelan a una joven mujer para quien la escritura y la poesía eran vitales como medios para descubrirse a sí misma y para organizar su pensamiento a través de su  tumultuosa vida emocional. Los libros fueron también un refugio para Marilyn durante sus episodios de insomnio, los cuales eran recurrentes y prolongados.

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Esta es una de mis fotografías favoritas. Posa coquetamente con  un libro

Su amor por los libros era genuino, y al parecer no desperdiciaba oportunidad de ser fotografiada leyendo, lo cual no refleja más que una desesperada necesidad de ser tomada en serio como una mujer inteligente, con algo extra además de sus obvios encantos físicos. El castillo mágico de Hollywood y aún propia imagen se habían vuelto una cárcel y ella hizo lo que tantos encarcelados han hecho para evitar volverse locos: se recogió en el mundo privado de los libros y exploró sus pensamientos y sentimientos a través de sus diarios de vida.

Y,  como sabemos los buenos  lectores,  el mundo nunca es mejor que cuando se está  confortablemente sentado,  perdido en un buen libro. Es así como las preocupaciones se disipan y la imaginación vuela a lugares lejanos. Ciertamente  Marilyn no llegó  a ser una intelectual de tomo y lomo, pero estoy segura que pasó grandes momentos en la honesta compañía de los libros.

 

 

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Video Inspiración: ¿Que sucede en una librería durante la noche?

Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería
Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería

Hace poco más de un año  Sean Ohlenkamp  -un director creativo canadiense– y su esposa crearon un maravilloso video de stop motion titulado «The joy of Books» (La alegría de los libros) el cual presenta la vida secreta que podría vivirse al interior de una librería, justo cuando sus dueños cierran la puerta, la cortina cae y todo queda en silencio.

¿Acaso usted se imagina que una librería es un lugar silencioso y  en perfecto orden? ¿acaso la vida se desarrolla sólo cuando los clientes pululan entre las estanterías y mesas abarratodas de novedades editoriales? ¿acaso habrá algo de magia?. Pues fíjese que sí, y ésta ha quedado documentado en este hermoso video: el mundo de maravillas y personajes escondidos sale de las estanterías y cobra vida en una vorágine de actividad. Libros, lápices, libretas y otros simpáticos seres buscan algo de diversión.

¿Quién podría juzgarlos? si los pobres han estado apretujados y escondidos todo el dia esperando por un ávido lector que quiera llevárselos a casa.

El Canadiense y productor de este video es, en efecto, dueño de una librería en Toronto llamada  Type Books. Para la realización del video fue necesario trabajar de noche en su tienda , y congregar a más de 20 colaboradores quienes debían dejar todo en perfecto orden para que el negocio siguiera vendiendo al día siguiente.  Fueron 4 noches completas de trabajo, pero todo ha rendido frutos pues en opinión de sus creadores este trabajo ha sido muy bien recibido en el medio editorial y librero. El video fue producido con la ayuda de la agencia Lowe Roche en la cual este librero-artista se desempeña. Multifacético el hombre, ¿no?

Ohlenkamp señala que le gustaría crear conciencia en las personas respecto a lo que pasa en una librería. De esa forma -agrega- «si por ejemplo un conductor va manejando y en medio del camino se topa con una librería cualquiera, quizás se acuerde  de este video y le den ganas de parar su auto y entrar,  a ver si puede experimentar algo de la magia que se aprecia en el video».

Agradecemos a los creativos y creadores  por «joyitas» como ésta.

¿Te interesó el tema? ¿Quieres saber más?  revisa una entrevista a Sean Ohlenkamp  (en inglés)