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La endemoniada de Santiago de José Raimundo Zisternas

Portada del libro
Portada del libro

Me llamó la atención el nombre del texto,  debido a que es homónimo de una novela que había leído anteriormente de Braulio Arenas. Tras leer las primeras páginas me di cuenta de que era muy distinta, ya que en la obra de Arenas, esta “endemoniada” es un personaje más bien ligado a lo onírico, a lo fantasmagórico. Un personaje literario.

La otra “endemoniada de Santiago” o Carmen Marín fue una joven de diecinueve años de edad, quien sufría extraños padecimientos inexplicables a simple vista. Fue revisada por distintos especialistas médicos y sometida a diversos tratamientos infructuosos. Este caso llevó a sacerdotes y a médicos a estudiar el extraño comportamiento de la muchacha durante el año 1857 en Santiago de Chile. Este libro consiste en los relatos  de quienes fueron testigos de los hechos, especialmente del presbítero José Raimundo Zisternas.

Al editor del libro le costó dos años de trabajo investigar y recopilar los antecedentes de este caso, con la finalidad de escribir una novela, sin embargo, optó por publicar íntegramente la crónica de Zisternas y las cartas de los doctores a quienes se les pedía la opinión profesional. Cada uno de los testigos declaró su apreciación al señor Arzobispo, formándose así el primer debate psiquiátrico registrado entre la ciencia y la fe.

Los testimonios son estremecedores, sobre todo cuando se leen cartas de los médicos que la examinan y que presencian los ataques y los delirios de Carmen Marín, declarándose incompetentes para emitir algún tipo de diagnóstico: “Empleando en ella un prolijo examen médico, observé cosas que me dejaron un vacío inexplicable. El sacerdote que la asistía me indicó si deseaba ver los efectos que producían en ella las oraciones de la Iglesia, a lo cual accedí, y entonces vi que en el transcurso  del rezo las convulsiones y síntomas enumerados se exasperaban al extremo de darse horribles golpes en el cráneo sin manifestar signos de sensibilidad; y cuya excitación se calmaba una vez que se concluía de recitarlas y al mandato del sacerdote en el nombre de Dios”. (Informe del doctor Eleodoro Fontecilla).

Carmen Marín desorientó a médicos y a sacerdotes, debido al impacto que produjo en aquellos que contemplaban sus síntomas: fuertes convulsiones, sonido estomacal y una extraña presencia en él que le provocaba una gran hinchazón del vientre, fuerza inusual, conocimiento de distintos idiomas, intolerancia a todo lo sacro, obediencia a las órdenes de los sacerdotes, entre otras cosas. Finalmente, se decidió practicarle un exorcismo.

Por otra parte, se pueden leer las conclusiones del doctor Manuel Antonio Carmona, quien consideró que Carmen Marín sufría de una “histeria convulsiva en tercer grado” y que cada uno de sus síntomas era perfectamente explicable bajo este diagnóstico.

La contratapa del libro dice que es el rescate de un documento aterrador, y creo que es cierto, pero no solamente por los signos demoníacos de la enferma, sino principalmente por el trato que tenían los enfermos mentales de aquella época, víctimas de una sociedad morbosa que hacía del horror un espectáculo (la joven tenía en ocasiones la habitación con más de cincuenta personas expectantes). Es más aterrador aún si pensamos que nuestra sociedad actual aún cercena a los enfermos mentales o que sufren algún tipo de patologías. De las cruces y exorcismos de los sacerdotes iracundos se les cedió el paso a los fármacos y manicomios de los psiquiatras.

Es un documento histórico recomendable, interesante de leer y bien construido.

 

Por Carolina Leiva

Profesora de Castellano, eterna lectora.

13 respuestas a «La endemoniada de Santiago de José Raimundo Zisternas»

Me parece un comentario agudo y me logra transmitir lo enigmático del libro. En mi opinión, el problema de la enfermedad mental trata sobre el problema de la exlcusión ligado a la ciencia y a la política, y efectivamente es un tema muy actual.

El libro como tal no lo he leido, pero si relata esta realidad tan cruel, en algunas ocasiones, de ciertos grados de comportamiento que no son atribuidos a ciertas patologias asociadas al ser humano. Es entendible en aquella època, aunque no aceptable, lo paradojal es que hoy dìa se puede presentar de igual forma.
El analisis del libro que realiza Carolina Leiva me parece certero y real, muy bien elaborado e invita a muchos a interesarse por leer y apreciar lo que hay detras de un titulo, que en ocasiones, son realidades que se mantienen ocultas por lo dramaticas que resultan.
Me encantarìa leerlo.

Excelente reseña. Se queda uno con ganas inmediatas conocer esa historia tan extraña. Algo difícil de lograr cuando se trata de una recopilación de materiales. Te felicito Carolina, por la gracia y la agudeza.

Finalmente, todos tenemos algo de endemoniadas. Finalmente todos intentamos escurrirnos entre el gentío. Finalmente Zisternas nos remonta a una realidad que, sin saberlo, es pan de cada día, en algún rincón del mundo.

Interesante libro y comentario. Invita a conocer el libro. Parece curioso que un mismo caso, un mismo hecho, puedan tener distintas miradas desde diferentes disciplinas, y cuántas cosas podemos analizar desde cada una de ellas. Gracias Carola por mostrarnos en cada cosa que lees no sólo nuevos autores y obras, sino también nuevas miradas.

estimada, la endominada de santiago de Braulio Arenas, esta dedicada a Carmen Marin, eso aparece en la primera pagina del libro, es mas en una entrevista de la revista que pasa BA dice que el nombre la endemoniada de santiago los aco de dos publicaciones del siglo pasado denominadas «la endemoniada de santiago» que hacen referencia a la historia de carmen marin.

saludos

Gracias, Matías por el comentario. Aprovecho de hacer hincapie en que la endemoniada de Braulio Arenas, como personaje literario dista bastante de los documentos que se registraron de Carmen Marín. Si bien Arenas rescata el enigma, figura otro ser en su novela. Es lo maravilloso de la literatura.

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