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Jóvenes y lectores

La música, los libros y el cine pueden ser grandes placeres para los jóvenes
La música, los libros y el cine pueden ser grandes placeres para los jóvenes

Sí, aunque usted no lo crea los jóvenes y adolescentes leen y mucho más de lo que se piensa. Comúnmente creemos lo contrario porque los estudios hablan de los bajos índices de lectura en la prueba PISA, en el SIMCE y en otras mediciones de esa índole. Claro, la competencia contra el libro es dura: pensamos que  el celular, la Wii, juegos de diversos tipos, internet, el chat, y otros distractores que  atentan contra el interés de los jóvenes por el libro. Pero en toda época y lugar, el libro ha sabido acomodarse a otros medios y plataformas: la radio, la televisión,  el cine,  los primeros juegos atari  y nintendo.  La lista de distractores y «embelecos» es larga. Pero, hay varias cosas a favor de la permanencia del libro en  manos juveniles. De muestra, un botón:

  1. Los jóvenes saben lo que les gusta, tiene claros sus intereses estilísticos, musicales, visuales, temáticos en general. Por eso tienen una mediana idea respecto a que temas de lectura les atrae, y no se dejan llevar por cualquier libro que pongan en sus manos. Primero tienen que sentirse atraídos por la trama para dejarse llevar por sus páginas.
  2. Les gusta compartir y conversar entre ellos de las cosas que hacen, lo que les interesa y lo que no les atrae tanto. El  estudio realizado en Bibliotecas públicas por un equipo de bibliotecarias liderado por Flor Toledo , titulado «El placer de la lectura.  Hábitos e intereses de niñas, niños y jóvenes entre 10 y 18 años»  revela  que los amigos son los primeros «líderes de opinión» de los jóvenes y las personas a quienes más validan a la hora de determinar que ropa usar, que música escuchar, que lugares visitar, y también qué leer.
  3. Tienen muchas inquietudes emocionales, las cuales no siempre saben como resolver. A veces no pueden expresarlas verbalmente, por lo que prefieren identificarse en la letra de una canción, a través de unos párrafos que escriben en su cuaderno, o en un personaje de alguna novela o un cuento. Muchas veces  la identificación con ciertas cualidades o historias de los personajes son un fuerte elemento motivador para leer. Sin duda recuerdan el fenómeno que se produjo con la saga «Crepúsculo» de la escritora  Stephenie Meyer. Miles de ejemplares fueron leídos por interesados adolescentes.

El problema es que los que estamos de la otra vereda -los adultos- hemos cometido varios errores al relacionar la lectura con niños y jóvenes. No nos sentimos satisfechos con darles a leer un libro por obligación para la prueba de lenguaje, sino que también nos arrogamos el derecho de creer qué es lo correcto a la hora de leer. ¿Leer es sólo lectura lineal de una novela? ¿Leo sólo cuando tengo un libro entre mis manos? Y si leo  material técnico, ¿no estoy remitiéndome  acto de leer, también?. Hay muchas formas de leer para un niño, un joven y para los adultos. Sin duda ese es un tema que da para mucho más que un mero párrafo en un post, pero lo abordo someramente sólo para señalar que han sido bastantes los mensajes equívocos que le hemos dado a los jóvenes. En algunas ocasiones me ha correspondido participar en estudios en los que se les ha preguntado a adolescentes de 16 ó 17 años: «¿Te consideras un buen lector?» ante lo cual responden: «no, sólo leo revistas y el diario. Y a veces, cuando un libro me interesa, entonces lo leo». Yo me considero una buena lectora, y sólo leo si un libro me interesa, no cuando me siento obligada a hacerlo. Desde ese punto de vista ese joven y yo tenemos algo en común.

 

Leyendo al estilo Teen

Los jóvenes suelen compartir sus aficiones: la lectura no es la excepción
Los jóvenes suelen compartir sus aficiones: la lectura no es la excepción

Sin duda las razones y formas en que los jóvenes se relacionan con la  lectura es un tema que da para varios post y estudios. Hay datos y cifras para acompañar la información. Por eso, siendo un tema tan interesante e importante me reservo el derecho de seguir tratándolo en futuros artículos. Sin embargo, esta  me parece una buena oportunidad para señalar que paulatinamente estamos comenzando a entender la relación que se establece entre los teens y la lectura. Prueba de ello es la nueva revista JIL, especializada en  fomento lector para jóvenes, ya que han sabido dirigirse a este grupo en su jerga, modismos, visualidad y estética.

Me cuenta Jennifer King -Directora de la revista – que lanzaron el proyecto porque  reiteradamente les solicitaban material concreto de promoción lectora para adolescentes, que tuviera contenidos  onderos. Aprovechando las plataformas digitales, Facebook, Twitter –muy usadas por los lenguajes teen actuales–  gracias a lo cual han llegado a más de 3.000 amigos. Por ejemplo, en twitter se declaran como «Mini revista donde encontrarás noticias de música, cómics, cine y vanguardia, y podrás descubrir aspectos poco conocidos de tus personajes favoritos.» Interesante planteamiento, ¿no?. Me interesó este tema, por eso le hice una entrevista a la Directora de la revista. Acá les presento un extracto como preámbulo al artículo completo.

Se piensa que fomentar la lectura entre adolescentes es difícil. ¿Cuál es el planteamiento de la revista en este sentido?

La revista JIL (en fotmato en línea, para descarga gratuita)  ofrece temas entretenidos de miscelánea editados especialmente para jóvenes de 14 o más años y a través de la revista presentamos una  una metodología novedosa de “cajoneras”. Esas fueron un invento mío,  para que realmente fueran opcionales pero interesantes, tentadoras. La idea es que quien quiera profundizar algún tema tiene una oferta ahí mismo. Es una especie de ideario de libros alternativos y disponibles en el mercado, muchos no-ficción, para entusiasmar con los libros y el conocimiento en general. Se aleja de la propuesta de lectura complementaria que proponen los establecimientos educativos, entregando libros con cuchara de remedio, a la fuerza.

¿Y qué hay del contenido? ¿cómo lo han hecho atractivo a ojos de quienes tienen 13 a 19 años?

Portada No. 2 de la revista
Portada No. 2 de la revista

La revista propone desde literatura, novelas hasta biografías y libros de ciencia interesantes, novelas gráficas; mostramos lo nuevo y lo antiguo, además tenemos las «Dosis Clásicas» y «Dosis Actuales» que son extractos de «puro filete» de libros, como dice su nombre, modernos y antiguos, consagrados. Procuramos elegir la mejor parte de cada libro para realmente dejar colgados a los que lo lean y que lo busquen. Suena utópico, pero cada libro tiene momentos clímax o insinuantes, y los que no, quizás no son tan apropiados para los jóvenes de hoy. El equipo editorial de la revista los elige con pinzas y con la ayuda de las especialistas de la Fundación Había una Vez.

Eso no es todo, La JIL también tiene dos entrevistas a personajes conocidos, adolescentes donde revelan sus lecturas secretas y preferidas, reflexionando acerca de sus hábitos lectores personales (sean buenos o malos) , entre otras preguntas de sus vidas en general. Y en otras secciones se ofrece tecnología de punta, lo soñado, lo último, con detalles de su composición y novedad. En ¿Qué me recomiendas? chicos  de diferentes colegios y Centros lectores del país, reseñan y recomiendan –en sus palabras– los últimos libros que han leído. Hasta el momento hemos tenido ocho reseñas por número y queremos expandir el concepto a varias páginas. Para eso esperamos recibir colaboraciones desde cualquier parte. Vamos a estar sorteando tres libros por edición entre aquellos a quienes se les publiquen sus reseñas.
No hay otra revista que busque ni ofrezca esto en la web.

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Material de Trabajo

Yo me lo leí, y te lo recomiendo

Página principal del sitio
Página principal del sitio

Desde hace varios años. y desde diversos frentes,  María Teresa Mujica, Lorena Rodríguez y Marta Rosselló  trabajan con libros y lectura. El año 2010 decidieron partir con el blog «Yo me lo leí, y te lo recomiendo» a través del cual sugieren lecturas actualizadas para niños y jóvenes. Gracias a  este medio entregan reseñas categorizadas por rangos etarios(0/4, 10/12, 12/15 años, etc.), editoriales (Ekaré, FCE, amapola, etc.) ,  y temas (romance, autoayuda, fantasía, novela histórica, relaciones familiares, entre otros).

 

Volcando su experiencia en lectura, niños y jóvenes en este blog de fomento lector

 

En palabras las autoras de este blog «lo más importante de nuestro trabajo, es estar al día con lo nuevo que va saliendo, y así acompañar lectores, recomendándoles sólo lo mejor (…)Queremos compartir lo leído con todo el que se interese por la literatura infantil y juvenil: papás, niños, jóvenes con ganas de encontrar libros nuevos… todos son bienvenidos. . Buen planteamiento para formar nuevos lectores, ¿no creen?

Equipo de "Yo me lo leí"
Equipo de «Yo me lo leí, y te lo recomiendo»

Conociendo un poco más sobre su trabajo, leo en el blog que María Teresa es  profesora básica, con 20 años de experiencia  trabajando en lectura. También participa  de la columna literaria infantil y juvenil de la revista Hacer Familia, junto a Lorena Rodríguez. Ésta última, en tanto, es Diseñadora gráfica y profesora. Paralelamente María Teresa y Marta Roselló colaboran en el comité de evaluación del Centro Lector de lo Barnechea. Además de ello, Marta es médico pediatra y parvularia, con 8 años de experiencia en literatura infantil y juvenil.

Nos parece una excelente iniciativa para dar a conocer, puesto que del trabajo colaborativo nos vamos nutriendo quienes trabajamos en bibliotecas, establecimientos educacionales, o quienes lisa y llanamente nos interesamos por fomentar la lectura desde  todo punto de vista.  Un buen caso para imitar.

Las últimas recomendaciones han sido para:

¡y muchos otros más!

 

¡Adelante! a  informarse respecto a lecturas para niños y jóvenes.

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Book Dealer Reseñas Literarias

Cine, literatura y zombies

Varios han sido los aportes del cine a la literatura contemporánea, y no sólo del cine, sino también de la televisión. Pienso, por ejemplo, en «Santiago Quiñones,  tira« novela de Boris Quercia -quien además es actor y director de cine- publicada el año 2010 por  Random House Mondadori. Es una historia breve, dinámica, entretenida, pero sin un gran valor literario. No obstante, la prefiero a ver alguna de esas series de televisión que se me hacen francamente insoportables. Aunque Quercia no habla de una serie de televisión en su relato, conocí su lógica y lo pude leer de corrido, sin zapping.

Es extraño que prefiera leer a ver una imagen en movimiento de historias malas, predecibles, estereotipadas y llenas de lugares comunes. Me devoré la novela de Quercia, pero no resistí su trabajo como director de la  serie de televisión «Huaquimán y Tolosa». Sé que el mío es un extraño caso, pero no tendría ningún conocimiento de este tipo de relatos audiovisuales y cinematográficos sino fuera porque algunos autores reivindicaron el género con su escritura.

Portada del libro
Portada del libro

Pienso, por ejemplo, en alguna película de zombis. Más de alguna vez vi el programa «Maldita Sea» del desaparecido Canal 2 Rock and Pop, en donde dos jóvenes tan extraños como sus películas miraban un televisor que le daba la espalda al público, mientras ellos sentados en un sillón, con cerveza en mano, comentaban películas de clase B, retrocediendo, adelantando, poniendo la imagen en cámara lenta, repitiendo la inusitada escena diez veces o más. La idea del programa era hacer sentir al público como en el living de estos muchachos (“el Pera” y “el Salfate”). Yo lo veía, nunca entero, no por las películas -que eran malísimas-  sino porque no entendía cómo alguien podía crear historias como esas y cómo otros podían entretenerse viéndolas. Hasta que leí «El beso de la mujer araña» del argentino Manuel Puig y me resultaron dignas de un Óscar.

La historia de la Mujer Pantera que relata Molina a Valentín en el inicio de la novela es fabulosa. Se sufre cuando Molina se cansa y quiere dormir, por lo tanto, deja en suspenso la “mala película”. Es gracioso imaginar como el lector reclama junto a Valentín el desenlace de la historia. Lo mismo ocurre con una película de zombis que cuenta Molina, la cual una se figura con actores sobreactuados, locaciones de mal gusto, pésimos efectos, entre otras características, pero que en la voz de Molina pareciera que fuese la primera y la última película de zombis de todos los tiempos.

Escena de la película inspirada en el cuento "El hijo del coronel" de Roberto Bolaño
Escena de la película  Nothingbutamovie inspirada en el cuento «El hijo del coronel» de Roberto Bolaño

Hace unos días leí «El secreto del mal« de Roberto Bolaño y ahí aparece un texto llamado “El hijo del Coronel”, texto supuestamente homónimo de una película de deplorable trama y factura, pero que sin embargo, el narrador dice que es una alegoría de su propia vida. “El hijo del Coronel” es la típica película de zombis -digo esto con una patudez y soberbia tremenda, ya que nunca he visto una entera, ni tampoco he visto tantas selecciones de escenas como para darle el adjetivo de “típica”- pero tampoco creo que haya que ser muy erudita al respecto si las características de estos filmes son siempre las mismas: zombies imbatibles, héroes intrépidos, jovencita linda a la que acosan  repelentes seres, inocentes contagiados que terminan persiguiendo a los pocos sujetos sanos que quedan en el pueblo.

En fin, esta película soporífera y sabida se hace magistral en el relato de Bolaño. Creo que toda historia por inferior que sea se convierte en una obra mayor si está bien contada, y no digo con esto correctamente bien contada, sino que excelentemente bien contada. No sé si me explico, Bolaño tiene eso. Sin ser un escritor sencillo es gráfico: lo veo, lo escucho, lo leo.

Con Puig y Bolaño vi las únicas películas de zombis de mi vida y feliz me las repetiría. Y mi intención no es hacer competir a la literatura con el cine. Me resulta absurda la comparación entre el libro y la película porque son registros distintos. Hay obras independientemente del género bien concebidas o mal nacidas, eso es todo. Es probable que haya alguna película de zombis que esté a la altura y que tenga un peso en su lenguaje, sin esperar a que llegue un buen narrador a convertirla en un imperdible como es el caso de los dos autores antes mencionados. Control remoto en mano la aguardaré.

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