En febrero volvemos al ruedo de las reseñas literarias, siguiendo los consejos de los libreros de «Que Leo» de la galería comercial drugstore (Santiago, Chile). Mi visita a la librería fue providencial, ya que estaba buscando novelas con una trama fuera de lo común, que pudiesen ser del interés de grandes y chicos. Fue así como me invitaron a leer «El curioso incidente del perro de medianoche». Para ustedes, en «Que Leo» van los agradecimientos por colaborar con Leamos Más.
El curioso incidente del perro a medianoche. Una novela para todos.
Por Mark Haddon
Christopher Boone, protagonista de la novela, es un chico que prefiere un día de clases a uno de vacaciones. Aunque parezca increíble este quinceañero disfruta más dando de comer a Toby, su rata doméstica, resolviendo ecuaciones y viendo documentales de ciencia que yendo de vacaciones a Francia. Para sentirse bien, necesita tener un plan que le permita administrar su tiempo y saber qué ocurrirá durante el día. Intelectualmente es brillante. Ama la ciencia, la lógica y, especialmente, la matemática. Sin embargo, tiene dificultades para relacionarse con personas que no pertenecen a su entorno habitual. Interpretar las intenciones de los demás es, para él, todo un desafío.
No le agradan los desconocidos porque realizan acciones inesperadas y tienen actitudes impredecibles. Según sus palabras “cuando estoy en un sitio nuevo y hay montones de personas es incluso más difícil (pensar con claridad), porque las personas no son como las vacas y las flores y la hierba…” (2004: 178) que estarán ahí pastando o yacendo al final del día. Las multitudes lo desesperan porque su mente se satura al registrar tanta información de una sola vez. Tampoco le gusta el contacto físico, ni siquiera de sus padres. Si alguien llega a tocarlo, se siente invadido y reacciona defendiéndose violentamente.
La vida de Christopher transcurre con normalidad hasta que descubre que el perro de la Sra. Shears, su vecina, está muerto. Entonces, se propone descubrir al agresor porque está seguro de que fue asesinado. Su padre se entera de la inquietud detectivesca de su hijo y se enfada a tal punto que le hace prometer que no continuará con la investigación. En el fondo, teme que conozca una verdad que ha tratado de ocultarle. Christopher está decidido a escribir un libro acerca del atentado y buscará la forma de saber lo que ocurrió sin quebrantar su promesa o, al menos, intentará que así sea.
El curioso incidente de la muerte de Wellington, la mascota de la Sra. Shears, constituye el hilo conductor de la novela. El agrado por los animales lleva a Christopher, no sólo a escribir un libro, sino que también a conocer la verdadera historia de su familia. Por esta razón, se siente impulsado a salir de su entorno protegido y enfrentarse al mundo exterior. El protagonista deja de sentirse a salvo con su padre y, en consecuencia, decide que su madre es la única persona que puede seguir cuidando de él. Pero, ella vive en otra ciudad…
Novela narrada por su protagonista que muestra la perspectiva singular de un chico con síndrome de Asperger que asiste a una escuela especial. Esta obra amplia el horizonte de nuestra vida cotidiana mostrándonos cómo acciones sencillas pueden brindar bienestar o representar una hazaña para otros.
Trailer del libro:
Mark Haddon, Mark El curioso incidente del perro de medianoche. Una novela para todos. / Barcelona: Salamandra, 2004. Puedes descargar el libro completo en PDF
Mark Haddon nació 1963 en Inglaterra. Ilustrador, pintor, poeta, profesor de escritura creativa y guionista de televisión. Ha trabajado con niños con deficiencias físicas y mentales. Su novela El curioso incidente del perro a medianoche (publicada en idioma original el 2003, y en español el 2004) es un reflejo de ello y ha sido un éxito desde su publicación.
El año 2003 gano el premio Whitbread al mejor libro del año. Al respecto, señala en una entrevista a un medio español: «Fue una enorme sorpresa. La cosa funcionó cuando liberé mi forma de escribir y me permití a mí mismo ser divertido. No es que el libro sea gracioso -unos lo ven así, otros lo juzgan al revés-, pero en mis novelas trato de hacer algo que veo en los grandes escritores que me gustan, como Jane Austen y Charles Dickens, que eran muy divertidos; también en Shakespeare hay momentos de gran hilaridad».