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Pasantía en Finlandia y fomento lector en el país con los mejores índices de comprensión de lectura de Europa

Los antecedentes de este post fueron extraídos del proyecto original que se presentó al CNCA en Noviembre 2010 y presentan los objetivos del trabajo, la fundamentación y algunas de las principales actividades que se relacionan con la pasantía:


Objetivos:

1. Analizar el planteamiento teórico y la forma cómo se concibe la lectura en el marco del modelo educativo Finlandés.

2. Aplicar herramientas propias de la investigación social utilizando metodologías cualitativas(observación en terreno, entrevistas, registro de antecedentes y contrastación con agentes claves) para analizar el trabajo que realizan las Instituciones Educativas, las Bibliotecas y sus profesionales en pro del fomento lector en Finlandia.

3. Conocer las metodologías específicas que han desarrollado en Finlandia para mantener altos estándares de comprensión y vinculación con la lectura. En función de lo anterior, analizar experiencias y/o actividades que pudiesen adecuarse al contexto educativo chileno.

4. Analizar el rol e incidencia de los docentes y bibliotecarios en esta materia.

Fundamentación:

Las Bibliotecas CRA de establecimientos educacionales de secundaria han tenido un desarrollo básico, que requiere ser reforzado desde diversos frentes. El Gobierno ha detectado esta situación y la está considerando en su Plan Nacional de Fomento Lector. La postulante a esta pasantía ha observado y diagnosticado, en terreno, el estado de una muestra de las Bibliotecas CRA de enseñanza secundaria, a través de estudios e investigaciones que permiten disponer de más antecedentes a este respecto. En sus estudios y lecturas, ha observado que en Finlandia se trabaja en forma global con las bibliotecas, potenciando fuertemente su rol, tanto desde su rol, hasta la colaboración activa con los profesores.

Tras elevar solicitud de recibimiento, ha sido aceptada para realizar una pasantía en el Finnish Institute for Educational Research (FIER), el principal centro de investigación de ese país (el cual trabaja, entre otros aspectos, con la prueba PISA. Dado lo anterior, este proyecto de pasantía propone trabajar en el FIER, haciendo una observación de campo y aplicando estrategias de investigación social cualitativa.

Al regresar, la pasante cumpliría con su Plan de gestión de Retribución e impacto social, en la cual se considera informar a los agentes educativos y culturales del país los resultados de esta pasantía, e impartir un ciclo de capacitaciones durante más de dos meses, con la colaboración de la Biblioteca de Santiago.

A continuación, se profundizan y fundamentan estos planteamientos:

A partir del conocimiento, experiencia y trabajo en fomento lector dirigido a los jóvenes que la postulante ha estado desarrollando desde el año 2005, se plantea realizar una pasantía en el Finnish Institute for Educational Research (FIER) en la Universidad de Jyväskylä durante cinco semanas, en mayo-junio de 2011. Finlandia tiene una situación muy distinta a la Chilena en lo que a niveles de comprensión y hábito lectura de su población se refiere. Tiene, además, una cultura y un estilo de vida que posicionan la lecto-escritura en el centro de su modelo educativo, lo cual se trasunta en todas las salas de clases y bibliotecas del país. Por lo tanto, sin dejar de considerar las diferencias socio-culturales, se estima que la pasantía en Finlandia serviría para recabar información respecto al trabajo desarrollado, precisamente, en algunas de las áreas más deficitarias en nuestro país, en lo que a fomento lector de estudiantes jóvenes se refiere (grupo etario de 14 a 22 años). Se pretende analizar, observar y estudiar -en base a la experiencia y al trabajo previo que tiene la suscrita- las áreas vacías en las cuales se puede desarrollar un trabajo directo en educación secundaria en establecimientos municipalizados. Este trabajo se focalizaría en el ámbito de acción de la biblioteca y su vinculación con la sala de clases a través del profesor. Se considera este sector porque es el que necesita más reforzamiento (de acuerdo a cifras proporcionadas por el MINEDUC, las bibliotecas CRA de establecimientos de educación secundaria tienen una cobertura del 7%, por sobre las de enseñanza básica con un 93%. Fuente: MINEDUC “Informe final de evaluación. Programa de recursos educativos Centros de Recursos de Aprendizaje” Agosto 2009).A ello se suma al hecho que la postulante, desde el año 2009 ha estado trabajando en análisis, estudios en terreno y observaciones de campo en este ámbito, gracias a lo cual dispone de antecedentes de primera fuente. A ello se suman sus trabajos anteriores que se vinculan, también, con el fomento y perfilamiento de los jóvenes respecto a su conducta lectora. Uno de las áreas de vacío anteriormente referenciadas es, precisamente, el rol que han tenido los coordinadores CRA en los establecimientos educacionales municipalizados. Es de conocimiento común en el medio educativo-bibliotecológico que los coordinadores y encargados CRA no tienen la formación adecuada, y que su preparación ha contemplado aspectos técnico-administrativos, más que los de formación de mediadores/gestores/agentes de lectura, que acompañen a estudiantes y profesores en el descubrimiento de la Biblioteca y que fomenten la lectura con el profesor, desde la sala de clases. Una de las publicaciones del MINEDUC da cuenta de ello, al señalar que en un universo de bibliotecas de establecimientos municipalizados “el 35% está a cargo de un profesional del ámbito docente” y que “solo un 3.9% son bibliotecarios profesionales” (fuente MINEDUC: CRA. Un apoyo a la implementación Curricular. EN: Revista nuestros temas Santiago: 2006) En ese sentido Finlandia tiene algo muy potente que enseñar: sin necesidad de incurrir en fuertes inversiones, han trabajado y fomentado aspectos motivacionales y actitudinales para potenciar el rol del docente y del bibliotecario en sus escuelas. De esta forma apelan al cambio e impacto que una persona, debidamente instruida, experimentada y motivada puede llegar a lograr en su entorno mediato. Ese sólo hecho, que podría parecer simple y sencillo, no lo es. El sistema educacional es complejo, en cuanto a las múltiples variables que le afectan, las cuales se relacionan con agentes Gubernamentales e Instituciones y organismos privados, entre otros. A ello se suman aspectos económicos, sociales, familiares etc. Sin embargo, la postulante a esta pasantía cree férreamente que esta realidad se puede cambiar trabajando adecuadamente con docentes, bibliotecarios y coordinadores CRA en establecimientos municipalizados, creando paulatinamente una masa crítica que, una vez capacitada y concientizada de la importancia de su rol, vaya trabajando y sumando a más personas en su ambiente escolar. En este sentido el informe diagnóstico que preparó el MINEDUC en Agosto 2009 sostiene que se recomienda seguir trabajando con las bibliotecas CRA, sin embargo sugiere que se trabaje “reorientando su objetivo de cobertura hacia el de asegurar su sostenibilidad e integración como espacio pedagógico en las labores cotidianas de enseñanza-aprendizaje de los establecimientos” .(Fuente: MINEDUC “Informe final de evaluación. Programa de recursos educativos centros de Recursos de Aprendizaje”) Es por ello que el plan de gestión de retribución e impacto social contempla dos aspectos: difusión y capacitación. Se postula que la ecuación: capacitación técnico-metodológica más aspectos motivacionales serían parte de los elementos básicos con los cuales acompañaría, este proyecto, el plan del MINEDUC “Lee Chile Lee. Plan Nacional de Fomento a la Lectura”, el cual en su línea de acción de Formación, considera el trabajo con mediadores de lectura y la capacitación de los mismos (Fuente: MINEDUC. Plan Nacional de Fomento a la Lectura). Respecto a la capacitación y pasantía en el FIER, se puede asegurar que ésta es una institución de prestigio internacional, la cual trabaja directamente con el Ministerio de Educación de Finlandia. Por otro lado, la investigadora (Sra. Sari Sulkunen) que recibiría a la postulante tiene una rica y vastísima experiencia en temáticas de trabajo de lectura con jóvenes, además de elaboración de planes y trabajos en colegios.

La postulante a esta pasantía pretende hacer un estudio de campo aplicando instrumentos propios de la investigación social: observación directa, entrevistas, análisis de indicadores cuali-cuantitativos, entre otros aspectos. En específico, la postulante se interesa por:

a) Trabajo con las bibliotecas y el rol de los bibliotecarios;
b) Realizar entrevistas especializadas, de primera fuente con profesores, bibliotecarios y autoridades escolares;
c) Análisis de los textos que usan para trabajar en la sala de clases y fomentar la lectura entre los jóvenes de enseñanza secundaria;
d) observación y registro gráfico de la infraestructura y la forma como ésta coadyuva en la labor escolar; e) aspectos sociales, como el nivel educativo y cultural de la población finlandesa, el rol de la familia, la postura ética y valórica frente a la educación
d) Establecer contactos a futuro.

Uno de los postulados base de esta pasantía –basado en la experiencia y reflexiones de la postulante- es el hecho de creer firmemente que es posible, desde la labor bibliotecológica, ser participe de la labor educativa trabajando con los docentes y colaborando con ellos, tanto en elevar los índices de comprensión de lectura, como en potenciar la conducta lectora de los jóvenes. Este planteamiento parte de la base que, si una persona no desarrollo una conducta lectora adecuada en la infancia, es posible revertir la situación apelando a los mecanismos y estímulos adecuados. En este sentido, hay algo importante que agregar: la postulante realizó una investigación de campo el año 2009 (patrocinada por el CNCA en su línea de investigación) y se observó que las razones por las que a algunos jóvenes no les gustaba leer, responden a diversos factores. Una encuesta aplicada a 207 estudiantes de cuarto medio de liceos municipalizados señalaba que al 30,6% de los jóvenes no le gustaba leer porque se daba cuenta de que no lograba concentrarse (lo cual apela a su nivel de comprensión de lectura, también), el 22,4% aducían que les aburría porque el tema de lectura no tenía ningún sentido e interés para ellos. Resulta obvio pensar que si algo no es atractivo, no generará ningún interés o incentivo por leer.

En base a ello y otros análisis, la postulante sostiene que existe un grupo importante de jóvenes que no ha desarrollado gusto por la lectura porque no han tenido en sus manos el libro indicado, y la razón por la que esto sucede es que no han logrado identificar sus líneas de interés cabalmente, como para agregar la lectura a las fuentes de información y divertimento que utilizan. Lo anterior se refuerza con el trabajo de la postulante, a quien sus estudios le han llevado a entender que, en la medida que se refuerce o desarrolle el interés por la lectura en los jóvenes, esto devengará necesariamente en que su nivel de comprensión de lectura aumente, lo cual generará más interés por esta actividad, generándose un ciclo virtuoso que enriquece ambos aspectos. La línea de investigaciones del Consejo Nacional del Libro plantea el desafío de aplicar, bajo diversas formas, una experiencia que permita sustentar teoría, descubrir nuevos antecedentes y aportar datos respecto a la lectura en nuestro país. En este sentido, el proyecto que se plantea, colabora con ese fin y potencia el trabajo de las Instituciones Gubernamentales.


Descripción de las etapas del trabajo:

Etapa 1: Preparación previa al viaje (en relación al objetivo 1): consiste en la preparación y organización del viaje desde tres aspectos:

a) estudio y lectura de material bibliográfico; se analizaría el concepto de lectura que el Modelo Educativo Finlandés ha desarrollado los últimos años, revisión del plan de trabajo en función de lo que se aprenda en esta etapa, pre diseño de entrevistas de acuerdo a la información de que se dispone, establecimiento de contactos previos ; análisis de las diferencias culturales, sociales, económicas y educativas entre Chile y Finlandia; análisis de las principales problemáticas chilenas respecto al fomento lector en la educación secundaria, tanto desde el rol del profesor como de los encargados de CRA y bibliotecarios; análisis del nuevo Plan nacional de Fomento de la Lectura que está gestionando el MINEDUC.

b) preparación de aspectos administrativos y logísticos del viaje. compra pasajes, trámite de visa.

Etapa 2: Pasantía y trabajo en terreno (en relación a los objetivos 2, 3 y 4): Implica realizar las actividades de la pasantía, trabajando en el FIER. Para ello se aplicarían las actividades expuestas en el Plan de Trabajo, las cuales han sido compartidas con la investigadores que quedaría a cargo de mi visita en el FIED. Los focos de interés a este respecto se han señalado, además, en la fundamentación de este proyecto y en extenso en el menconado plan. Esta etapa también considera visitas programadas a bibliotecas escolares y públicas, asi como también a bibliotecas universitarias.

Etapa 3: Plan de Retribución (en relación al objetivo 5): las actividades de esta etapa se registran en el Plan de Gestión y retribución (anexo 5) Este plan considera hacer difusión y en especial un ciclo de capacitación de dos meses de duración, en la Biblioteca de Santiago. Adicionalmente se contemplan actividades de difusión que no generan gastos operativos ni de inversion, aunque si de horas de trabajo de a ejecutora. Ejemplo actividades sin costo: disponer de información en sitios web, mail list, reuniones, etc.

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¿Qué estás leyendo? Red social para lectores

¿Qué estás leyendo?:

Bukear.com es un lugar de encuentro virtual donde el principal «gancho» es compartir las reseñas sobre libros que cada usuario «postea».

Las redes sociales especializadas se han masificado y es posible encontrar las más singulares del mundo: para los más bellos, para científicos, para deportistas y, ahora incluso, se suman las creadas «para buenos lectores de habla hispana». Esto, porque, desde diciembre de 2009, dos argentinos crearon la red Bukear ( www.bukear.com ) con el firme propósito de promocionar la lectura entre quienes se suscriben al sitio.

Y no les ha ido mal. Ya cuentan con más de 2.500 usuarios, principalmente de Argentina, México, Chile, Perú, España, Venezuela y Estados Unidos. Se registran en promedio entre 15 y 20 personas diarias. Según cuenta a «El Mercurio» Mariano González, creador del sitio junto a Pablo Bicego, Bukear es una herramienta para formalizar una costumbre que tenemos todos cuando leemos, vemos una película o una obra de teatro: comentar lo que nos gusta y compartirlo con nuestros amigos.

«Esta red social es simplemente eso, volcar en la web una charla entre amigos. Desde que comencé a leer, siempre tuve la idea fija de conocer qué leían mis amigos, entonces Bukear calza perfecto en esa intriga que me persigue siempre: ‘¿Qué estás leyendo?’ «, comenta Mariano desde Mendoza.

Por lo tanto, complementa, Bukear puede ser una buena guía de lectura para quienes no saben qué leer. «Nos ha pasado con algunas reseñas que han sido tan conmovedoras, que hemos terminado en una librería comprando esos libros recomendados», asegura.

Éxito creciente

Hay actualmente más de 1.300 reseñas de libros y, al igual que el resto de las redes sociales que existen para lectores en el mundo en inglés (Shelfari, Goodreads o aNobii), para ingresar a esta selecta lista basta con suscribirse gratuitamente en el sitio. Luego es posible acceder a la Buketeca, es decir, una larga lista de libros con reseñas.

La red social permite asociar un puntaje a estos comentarios; por lo tanto, se generan automáticamente rankings de los más comentados, los más leídos, etc.

A pesar de que los creadores de esta red social no han impuesto reglas para publicar los comentarios, Mariano señala que los usuarios cuidan mucho la forma en que escriben sus reseñas. Recuerda uno que les llamó mucho la atención que decía: «Gracias Bukear por quitarle el almidón a la literatura». «Creo que ése era el concepto que buscábamos, acercar la literatura a la gente común, a quienes no son profesionales de las letras, que son, en definitiva, quienes compran los libros», comenta.

 

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Book Lovers

Bibliofilia: el vicio de leer

¿Es usted de esos que cuando pasa por el escaparate de una librería comienza a salivar cual perro de Paulov ante el tañir de una campana? ¿Las estanterías de su casa se arquean peligrosamente por el peso de los libros colocados a doble fondo? Cuando viaja, aunque sea por un solo día, ¿mete en la maleta no menos de tres novelas? Y si le regalan un libro, ¿lo abre cuidadoso, lo huele y recorre con sus dedos el papel de modo casi pecaminoso? Le daremos un diagnóstico claro: es usted un bibliómano. Pero no se avergüence, hay otros que han sufrido y sufren esta dolencia al igual que usted y, aunque difícilmente se cura, no es grave salvo casos excepcionales como el del compositor Charles-Valentin Alkan que falleció en marzo de 1888 aplastado por su biblioteca.

Jacques Bonnet en Bibliotecas llenas de fantasmas (Anagrama) nos cuenta esta anécdota y otras muchas con el trasfondo de la pasión por los libros. En este brillante y entretenido ensayo, nos lleva a través de anaqueles rebosantes, de colecciones privadas de más de 10.000 ejemplares, de obras que acaban ocupando cocinas, dormitorios y baños, del vicio de atesorar libros y de leerlos. Porque, a juicio del autor, existen dos tipos de bibliómanos: los coleccionistas (ya sean especialistas o amontonadores) y los lectores empedernidos. A los primeros les mueve la pasión por adquirir una obra y sumarla a su colección como un trofeo más, aunque no quiere decir que no lean: por supuesto que lo hacen, pero no es su objetivo primordial. A los segundos que, en consecuencia, acaban también acumulando innumerables volúmenes, les mueve el afán de devorar palabras y la curiosidad. Pero, como en todas las clasificaciones, siempre hay excepciones. Ese sería el caso de Umberto Eco tal como se trasluce en la larga entrevista compartida con Jean-Claude Carrièrre en Nadie acabará con los libros (Lumen) que conduce el periodista Jean-Phillippe de Tonnac. El autor de El nombre de la Rosa (con libros, cómo no, en el eje de la trama) reconoce que su biblioteca, repartida en varias casas, tiene 50.000 libros además de unos 1.200 libros raros, es decir, incunables –editados desde la aparición de la imprenta, 1453, hasta el año 1500 inclusive- o ediciones antiguas que ha ido comprando a lo largo de los años y que tienen un valor incalculable. Aunque tiempo atrás se deshizo de parte de su biblioteca, la colección que Carrièrre ha ido alimentando durante sus años de guionista con Buñuel o adaptando textos como Cyrano de Bergerac o La insoportable levedad del ser, cuenta con unos 40.000 títulos, de los cuales unos 2.000 son obras antiguas. En esta amena y extensa charla, plagada de curiosidades de otros bibliomaníacos como ellos, debaten acerca del libro como objeto de culto, del deseo, de la censura, como objeto de diseño perfecto e inmejorable que puede evolucionar con el tiempo, tomar nuevas formas y componentes pero que nunca perderá su esencia, algo que lleva siglos demostrando. Ambos revelan su devoción bibliográfica y los orígenes de ella, su emoción ante la adquisición del ejemplar deseado, los miedos ante un robo o un incendio que esquilme sus bibliotecas.

También bibliómano se confiesa Jesús Marchamalo en Tocar los libros (Fórcola) un librito con prólogo de Luis Mateo Díez en el que, con el humor que caracteriza al autor, se habla de cómo las bibliotecas particulares retratan perfectamente a sus dueños, sus debilidades, sus amores y sus manías. Marchamalo se desnuda mostrando la suya (su biblioteca) y la de otros como Lampedusa, Galdós, Unamuno, Azorín, Luis Landero, George Perec, Susan Sontag, Patrick Suskind o Cortázar. Y es que tal como dice Marchamalo: “hay libros indispensables que nos obligan a poseerlos, a conservarlos para hojearlos de vez en cuando, tocarlos, apretarlos bajo el brazo. Libros de los que es imposible desprenderse porque contienen fragmentos del mapa del tesoro”. En definitiva, tres deliciosos acercamientos al mundo bibliográfico, a una pasión muchas veces irrefrenable e incontenible cuyo punto de ignición está en 451 grados Fahrenheit y que se apaga sólo tomando en las manos un libro y sumergiéndonos en el universo que nos presenta.

Fuente: Notodo.com. 17/07/2010

Nuevos hábitos de Lectura. Lectura en Pantallas

Dosdoce.com

No hace falta repasar la historia de la cultura oral y escrita –ya lo hizo muy bien, entre otros, Alberto Manguel en Una historia de la lectura- para saber que con cada cambio, en cuanto a la naturaleza de los textos se refiere, llegaban también nuevos hábitos, no exentos de crítica y suspicacias. Los hábitos son modos de proceder que tiene cada persona de manera instintiva, y con los que se maneja en el mundo. Los hábitos de lectura hace tiempo que ya han cambiado y este cambio lo ha provocado Internet. La novedad de este nuevo hábito de lectura es que están siendo los medios impresos los que se están adaptando a la costumbre de leer cada vez más en pantallas, en cualquier lugar, gracias a cualquier soporte. No ha habido que inventar nada como la imprenta; los ordenadores y la Red ya estaban aquí. Por tanto, el nuevo hábito de leer en pantallas no es tan nuevo. El cambio que sucede a esta manera de leer sólo atañe a partir de ahora apenas a cuestiones técnicas, de mejora, para que las pantallas en las que hacemos gran parte de nuestras lecturas sean cada vez más amables y cómodas, como ya lo son algunas.

Es posible que hasta los más “ávidos lectores” en realidad lean más tiempo delante del ordenador que libros impresos. Una vez más tenemos que recordar, antes de seguir avanzando, que esta tendencia se va a incrementar según crezcan las generaciones nativas digitales. No vamos a entrar otra vez en la discusión de que si el papel es mejor (porque es con lo que he crecido) o que si los libros electrónicos no son libros o que si leer en una pantalla no es leer (tampoco lo era hacerlo en edición de bolsillo en la parada de autobús cuando se popularizó este formato). Sobre todo porque, insisto, todos leemos con pantallas (el 78% de la población sobre el 68%) por alguna razón u otra, desde la más profesional (investigación, búsqueda de información, consulta, estudio, foro de discusión, etc.) hasta la más aparentemente trivial (redes sociales, blogs, navegar por Internet, leer correos electrónicos, “hojear” revistas digitales, páginas web, etc.).

Otra de las premisas de las que se parte cuando se habla de hábitos de lectura es desde la idea de que leer sólo significa leer libros. Es más, sobre todo en el ámbito del libro, a veces nos creemos –con cierta lógica gremial algo egocéntrica- que leer es sólo leer a Kant o Tolstoy, y enseguida olvidamos que, incluso nosotros mismos, pasamos más tiempo leyendo otras cosas en lugar de los libros a lo que nos gustaría dedicar más horas. De nuevo, para observar debemos tomar distancia con respecto a nuestros gustos personales, hábitos propios y costumbres cercanas, y pensar en cómo actúan y van a actuar las nuevas generaciones de lectores. Leer no es sólo sentarse en la butaca favorita junto a una luz ideal y disfrutar de una buena edición de nuestro clásico preferido. Sabemos que este tipo de lector es la minoría. Y este tipo de lector también ha adquirido el hábito, antes de recogerse en su cómoda butaca, de pasar largos ratos delante de una pantalla para leer, lo que sea. Y esta tendencia va a ir a más.

La buena o mala costumbre de leer en pantallas.

Ante esta evidente costumbre que compartimos la mayoría, habría que analizar detenidamente la transformación de ciertos hábitos como el de la lectura, no necesariamente malos por el hecho de ser otro al que hemos practicado hasta hace unos años. Existen tantas lecturas como tipos de texto. Cada lectura requiere su tiempo y su atención (en este sentido continúa siendo interesante la diferenciación que ha establecido Scolari, siguiendo a Cavallo, G. y R. Chartier, entre lectura “intensiva” y “extensiva”, en profundidad la una, más superficial y multimedia la otra. Está bien como punto de partida, aunque se podrían matizar aún más a raíz de las diferencias entre los soportes y los contenidos). Hay diversos estudios que afirman que la lectura online es una lectura más fragmentaria, que dedica menos atención al texto en profundidad y más al conjunto general de ideas, el tipo de lectura que se hace de páginas web o incluso prensa online, pero también en papel: ¿Quién se lee el periódico de principio a fin? Hojeamos, miramos titulares, vamos y venimos según el interés que tenemos por las noticias, etc. Otra cosa es leer una novela o un ensayo. La diferencia estriba en el mismo hábito. Si siempre se ha leído en papel, nos puede resultar cansado leer una novela en la pantalla. Sin embargo, parece que todos nos hemos habituado a leer la prensa online –la edición de prensa online ha crecido un 40% en el último año, y son ya 21 millones de lectores del New York Times en su formato digital-, y poco a poco lo vamos haciendo con manuales o libros a los que sólo podemos acceder a través de la red y gracias a la digitalización. En un interesante y extenso estudio sobre el futuro de Internet, el 65% de los encuestados considera que la red mejorará la comprensión lectora y de escritura; por el contrario, el 32% consideran que Internet ha disminuido la capacidad de comprensión, no sólo lectora

Se afirma que la lectura en pantallas favorece la distracción en detrimento de una lectura que potencie la atención y el pensamiento crítico (existen programas para despejar una página web y dejar el texto limpio en la pantalla), pero se parte desde la idea de la lectura en papel. Lo cierto es que los nuevos hábitos traerán una nueva configuración del pensamiento que no tiene que ser necesariamente inferior. En las generaciones que han crecido con los ordenadores se han detectado mayores índices de alfabetización y una mayor capacidad para el razonamiento complejo. La lectura en Internet ha resultado ser una gimnasia cerebral en muchos aspectos neurológicos. Si bien, otros estudios indican que el papel favorece la comprensión lectora. Todavía no hay datos de lectores que sólo hayan leído en pantallas.

El cerebro muestra una gran capacidad de adaptación, mucho más rápida que la voluntad que revelan sus respectivos dueños. Un adagio de los científicos que trabajan sobre la inteligencia social dice que el ser humano se resiste a los cambios, pero que se adapta fácilmente a ellos. Lo que en principio nos cuesta, acaba por no resultarnos tan incómodo. Habrá generaciones que no necesiten tal adaptación porque tendrán el hábito desde siempre. Es cierto que las pantallas y soportes móviles no siempre están pensados para el tipo de lectura que hacemos en un texto impreso. Salvo en el caso de los e-Readers, que tratan de imitar la misma sensación, para la lectura en un ordenador, en un iPhone o en una tableta tipo iPad ya se están configurando los formatos de acuerdo a estas nuevas formas de acceder a ella. La tinta electrónica, E Ink, no supone el mismo cansancio para la vista, con la luz adecuada. A su vez, para evitar la inhibición de melanina, la excitación que supone en ocasiones la retroiluminación de cierto tipo de pantallas al estar mucho tiempo expuestos a ellas, se está experimentando con pantallas que adopten los dos modelos: tinta electrónica y retroiluminación: las pantallas mixtas.

Las posibles alteraciones oculares, sensación de fatiga, por la excesiva exposición de los ojos sobre estas pantallas ya están dejando de ser un problema, si realmente lo han sido en todos los casos. El Dr. Travis Meredith, director del departamento de oftalmología de la Universidad de Carolina del Norte, ha llegado a la conclusión de que son otros muchos malos hábitos los causantes de esta fatiga, y no la tecnología. Las últimas pantallas de LCD no tienen que ver con las de nuestros primeros ordenadores o las de las televisiones de sólo hace unos años. Ante toda lectura, en papel o en pantalla, existen una serie de normas para evitar problemas de atención y oculares, como tener una buena postura, leer con la luz apropiada, hacer pausas durante la lectura y estar a una distancia prudencial del texto. Sabemos que un papel ahuesado es más amable que el blanco, como el de los folios, que, junto a determinado tipo de luz, puede ser muy molesto y provocar incluso dolores de cabeza, según la sensibilidad del lector (para la lectura continuada, oculistas y neurólogos recomiendan la bombilla azul). Hay otras cuestiones en cuanto a la vista cansada que atañen a la edición de los textos, también universales en cualquier formato: una buena maquetación y, sobre todo, una tipografía adecuada y clara. Con los libros digitales los editores ya no tienen que ajustar interlineados y márgenes en cajas hasta el límite de la hoja para ahorrar papel; nuestra vista lo agradecerá.

Nada impide pensar –solventados los problemas técnicos- que si las generaciones que nunca hubieran pensado que iban a pasar tantas horas leyendo delante del ordenador se han habituado a hacerlo, y durante mucho tiempo, las nuevas no sean capaces de leer una novela en una pantalla sin problema. Todavía nos faltan datos para saber qué diferencias se pueden establecer entre la lectura en papel y en pantalla, diferencias que no significan necesariamente que una sea mejor que otra, como afirma la conocida científica noruega Anne Mangen, que estudia nuestro comportamiento lector desde hace años. Y no hablamos de la que, a día de hoy, nos resulte más cómoda y para según qué tipo de lectura. Una vez más es cuestión de educación y de hábitos generacionales.

Presuponer que los niños se vuelven cómodos con Internet y no van a volver a ser capaces de leer un libro porque la web es más divertida es generalizar demasiado y dejar en manos de ellos mismos su propia educación. Lo cierto es que si un niño o joven quiere leer, se le inculca la necesidad -al menos a esas edades- de la lectura, lo hará, y es muy posible que lo haga en alguna pantalla, y aún más posible que con menores distracciones que nosotros porque conocerá mejor el medio. Si bien es cierto que es diferente la educación lectora que el hábito de lectura, la introducción de las TIC es las escuelas van acercar ambos conceptos sustancialmente. “A pesar de” Internet, los índices de lectura infantil se han mantenido estables en estos diez años, incluso han aumentado.

Los nuevos hábitos en el ámbito educativo.

Mientras se consigue que la lectura en pantallas sea más amable y la plasticidad de nuestro cerebro se adapta a una lectura continuada en pantallas, acostumbrado como está al papel, los datos de lectura de contenidos digitales señalan que esta tendencia va en aumento y, al contrario de lo que se cree, en función del hábito de leer, estudiar y trabajar con el ordenador. La evidencia es la cantidad de tiempo y uso que le dedicamos al ordenador y a la red, tanto en el ámbito universitario como de trabajo. Antes que dispositivos de lectura específicos como el Kindle, Papyre, iPhone, Sony Reader, iPad, etc., a día de hoy casi la mitad de los lectores que adquieren ebooks lo hacen para leer en el ordenador.

Las universidades y bibliotecas no son ajenas a esta tendencia. Por una parte, las bibliotecas están adaptando sus infraestructuras a la digitalización. Por otra, las universidades están ya en el proceso de digitalización de los textos (eTexts), con los que ya trabajan estudiantes y profesores. El observatorio JISC, que se dedica a la investigación del impacto, comportamiento y desarrollo de nuevos modelos de negocio alrededor de los ebooks y libros de texto electrónicos, concluye en su último estudio que el 64,6% de alumnos y profesores de las universidades del Reino Unido en las que han lleva a cabo su investigación utilizan libros digitales. Ya en el 2008 el 53% de los estudiantes con contenidos digitales sólo leían en la pantalla del ordenador. Los datos de ese mismo año en nuestro país señalaban que el 51% de los estudiantes optarían “frecuente o muy frecuentemente” por usar versiones electrónicas de los libros antes que versiones impresas, frente al 32% que “a veces” prefieren los libros electrónicos. Sólo un 17 % afirmaba que siempre usaba la versión impresa. En ambos ejemplos, es muy posible que los porcentajes disminuyesen con estudios de humanidades, donde la relación con el libro impreso es otra.

En Francia, un estudio señalaba recientemente que el 48% de los que ya han probado un ebook destaca la comodidad de la lectura como una de las ventajas de este formato. El porcentaje es aún mayor -73%- entre los que ya son lectores habituales de ebooks. Y el interés aumenta a medida que se lee más, es decir, que se es un lector habitual.

Los nuevos hábitos llevan a nuevas formas de expresión.

Con estos datos está muy claro que la lectura en pantalla va a ocupar cada vez más el lugar que antes lo hacía el papel. En el ámbito de la prensa escrita ya hemos visto que está siendo así. Determinado tipo de libro o género tardará más tiempo en ser leído en formato digital, y una vez más los bestseller serán –ya lo son- la punta de lanza de los ebooks; el lector de bestsller es el lector mayoritario de libros. Los cambios están tan cerca que ya existen nuevas creaciones, quizá nuevos géneros, que se adecuan a los nuevos soportes de escritura y de lectura. Tanto en lectura online como para libros digitales. La característica que mejor define un texto online es el hipervínculo. La lectura online no es lineal, es más explorativa.

Sobre la lectura online podemos ver diversos ejemplos de cómo un texto puede ser leído de un modo que facilita su comprensión. Un buen ejemplo de ello es la edición online del Finnegans Wake, de James Joyce; un texto de por sí difícil y que en su versión en red favorece una lectura, precisamente, sin distracciones. Otro ejemplo es una edición del Cándido de Voltaire, llevada a cabo por la Biblioteca Pública de Nueva York. Un Cándido 2.0 para la lectura online en el que caben todo tipo de comentarios, aclaraciones, relaciones, etc., siempre y cuando sean pertinentes. Un texto social sobre el que se puede debatir, apuntar, compartir relaciones, pero respetando el texto original del autor. Otra cosa son los nuevos experimentos en los que la obra quede abierta por voluntad de su autor y en colaboración con sus potenciales lectores. En las últimas jornadas de ANELE tuvimos ocasión de escuchar las interesantes propuestas al respecto de Peter Brantley sobre la posibilidad de interacción y la autoría o de Tíscar Lara a propósito de las competencias digitales y el conocimiento abierto, más enfocado a la educación.

Las posibilidades de narración pueden ir más allá del hipertexto y alcanzar las cotas de lo multimedia. No vamos a entrar aquí en si es o no es literatura, pero lo cierto es que como posibilidad ya existen ejemplos, y sobre la calidad, sean o no géneros nuevos o tonterías interconectadas, quizá todavía es demasiado pronto para juzgarlos. Como en cualquier ámbito creativo, las obras son buenas o son malas, sin entrar a valorar cómo o por quién están hechas, aparte de los gustos personales, claro. Desde las micronovelas para el iPhone, superventas en Japón, a otros ejemplos de la llamada webliteratura, se abren nuevas formas de expresión que hacen de los experimentos con nocilla algo obsoleto, si no lo eran ya antes. Son tales las diferentes posibilidades de leer hoy en día que se están creando plataformas para debatir estas nuevas formas de expresión que unen la literatura con las nuevas tecnologías. Un ejemplo muy reciente de esto es The Literary Platform. En España están haciendo un trabajo importante sobre literatura digital y electrónica desde el Portal de Literatura Electrónica Hispánica, alojado en el proyecto Cervantes Virtual, con un interesante blog sobre las novedades de estos nuevos posibles géneros.

Como es lógico, nuevas maneras de escribir y de leer conllevan nuevos modos de interpretar y pensar: En Portugal, José Afonso Furtado, desde una perspectiva textual, o en Francia Jean Philippe Pastor, desde una perspectiva más cercana a la filosofía con claras influencias derrideanas, están profundizando en las consecuencias de la hipertextualidad, los textos digitales, el metadato y cómo repercute no sólo en la creación textual sino también en un nuevo modo de pensar y entender el mundo, un nuevo mundo interconectado y multimedia que requiere una nueva revisión hermenéutica. Aquí, desde una perspectiva textual o de lectura, Antonio Rodríguez de las Heras o José Antonio Millán, entre otros, también dirigen su mirada en sus análisis a los cambios fundamentales que suponen tanto la lectura como la escritura digital.

Lectura responsable

A partir de ahora podemos, expectantes, observar hacia dónde se van a dirigir las palabras, en compañía de qué otros modos de representar una idea o una historia. Hasta dónde va a llegar el texto y cómo van a seguir afectando estos cambios a nuestra manera de leer. En pantallas. El debate sobre el libro y su mística (Blanchot, Steiner), y con él el del texto y sus variaciones (Bajtín, Barthes, Genette, Derrida, Deleuze, Iser y Jauss, etc.), toma ahora un nuevo sentido cuando pensamos en las posibilidades de la lectura y escritura en o para las pantallas. El “ruido” que provocan las imágenes alrededor de un texto, las distracciones de un género interdisciplinar, multimedia o sencillamente hiperanotado son sólo tales si el lector no se compromete con lo que está leyendo. No es la primera vez que sugiero que este tipo de lectura no lineal requiere de un lector más responsable –más aún que lector de libros impresos-, que sepa conducirse durante la lectura.

Las posibilidades de lectura se han multiplicado. El tiempo que pasamos leyendo también, cualesquiera sean los tipos de texto. El genial George Steiner ha escrito, en un alarde de exageración aristocrática que a él se le puede permitir, que “los libros de bolsillo no forman una biblioteca”. Me temo que si miramos con esa perspectiva al futuro no vamos a tener ninguna biblioteca en casa y, sin embargo, nunca vamos a dejar de leer.

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Los libros cobran vida

Los libros cobran vida

Existen muchas formas de motivarnos a leer, y algunas de ellas están siendo exploradas audiovisualmente por diversas instituciones educativas y culturales alrededor del mundo.

Viendo el video que da inicio a este artículo, observarán que la idea va mucho más allá de promover el libro y el acto de leer. En este caso el New Zealand Book Council (NZBK) envía un mensaje que extrapola, en pocos minutos, muchas perspectivas y voces en torno al tema. La animación no es nueva -data del 2008- pero a pesar de ello “Books Come to Live” genera, en el espectador, asombro y curiosidad por la historia. Puede ser una mezcla de la visión que tiene el NZ Book Council respecto al fomento de la lectura, o la producción espectacular de Colenso BBDO, o también se deba al brillante desarrollo que hizo el estudio Andersen M y al exquisito manejo de la banda sonora sobrepuesta al trabajo visual. Sea como fuere, desde que se lanzó este trailler en youtube, las visitas y comentarios desde diversos blogs y sitios webs no han parado.

El video está íntegramente en inglés, pero aunque no estemos familiarizados con el idioma, el solo hecho de ver y disfrutar las imágenes ya es entretenido. La idea de sus creadores es  “vivir la lectura” en un tono ágil y aventurero. El mismo que hace sentir que pueden pasar muchas cosas leyendo un libro, y que no es sólo en las películas donde podemos experimentar acción. Para eso , los capos del NZ Book Council escogieron la novela “Going West” (Viajando al Oeste) del autor Neozelandés, Maurice Geeconocido entre los kiwis como uno de los mejores storyteller (para ilustrar mejor el concepto, Vargas Llosa, reciente ganador del Nobel, es conocido en los países anglo como otro storyteller).

La metáfora visual cumple las dos E: efectista y efectiva. El libro cobra vida de una forma alucinante. Si a eso se añade la voz en off del narrador (confieso que ese tono profundo me ha perturbado un poco) se obtiene un resultado de gran calidad. Lamentablemente los libros de Gee aún no han sido traducidos a nuestro idioma (la información en español respecto a él y su obra es muy escasa.. por no decir nula). Supongo que habrá que esperar para que una editorial se avispe y nos traduzca algunas de sus novelas, o seamos nosotros los avispados que las compremos por amazon.

Retomando el video, quedé intrigada por la historia que relata. Algunos reseñan a “Going West” como una autobiografía de Gee, cosa que él ha negado. Pero el hecho es que su novela recrea un pueblo pequeño, con una escuela y un escenario muy similar al que conoció en sus años mozos. Gracias a lapapiroflexia y a la animación audiovisual, ese pueblo cobró vida para las andanzas del protagonista de la novela.

De campañas y comparaciones

Para delicia de quienes somos aficionados al tema, ejemplos de campañas como los del NZBC hay muchos. A nivel nacional e internacional las redes se unen para comentar, dialogar y promover actividades de difusión y campañas de lectura. En este sentido, en nuestro país estamos avanzando lento pero seguro y cada vez estamos hablando más de este tema (no sólo desde la obvia perspectiva que relaciona la lectura con la educación). Sin embargo, no puedo evitar pensar lo lejos que estuvo, nuestro Gobierno, del NZ Book Council cuando lanzó el año pasado la campaña “Leo 2009″. ¿Se acuerdan?: esa que decía “Yo leo cantando”; “Yo leo en el baño”, “Yo leo en la ducha”.

Si sé: las comparaciones son odiosas, vanas e inútiles, pero de ello podría sacar algo en limpio: la gran cantidad de publicistas, editores, diseñadores, audiovisuales, escritores, ilustradores, cineastas y muchos otros que podrían unir fuerzas para hacer una campaña espectacular en Chile. Por mientras pienso y devaneo, les dejo algunos ejemplos a modo de inspiración:

Campañas en español:

Leer está de moda,
 Notable e impresionante
Campaña contra el maltrato a los libros (Nótese la música de fondo de Lady Gaga!)

Campañas en Inglés: Stop motion animation using figures