Adquirí este libro influenciada por el éxito que Los ojos del perro siberiano (1998) ha tenido en mis alumnos. En general, a los jóvenes les agrada esta historia porque es fácil de leer, tiene un vocabulario simple y está ambientada en un mundo realista, que podría ser el de cualquiera de ellos. Sin duda, se trata de una historia emotiva que los mismos estudiantes recomiendan.
Nunca seré un súperheroe (2000) sigue la misma línea de la novela anterior. Aunque, es una historia dirigida a un público más adolescente. Su protagonista, Alfonso Álvarez, nos cuenta su vida desde su particular mirada del mundo. En contra de lo que uno podría pensar, la novela no trata de personajes fantásticos que buscan mejorar el mundo con sus súperpoderes. El título se refiere al comentario que hace Josefina, la hermana menor de Alfonso, acerca de los juegos con que se divertían en las tardes después de la escuela. Alfonso, a los ojos de Josefina, nunca será un súperheroe. Siempre es el malo de la película. Y él, parece creer lo mismo. Tal vez tenga razón, porque a él le gustaría que ciertos asuntos mejoraran en su vida, pero no tiene “los poderes” para lograrlo.
La narración trata de la vida cotidiana de Alfonso Julián Álvarez, un joven de trece años que en sus primeros días de clases conoce a Julia, una compañera nueva de quien queda prendado desde el primer momento. A tal grado llega su enamoramiento que por las noches le escribe poemas que ella nunca llegará a leer. Julia no le hará las cosas fáciles.
El resto del tiempo, Alfonso está preocupado por su familia. Después de la escuela, él queda a cargo de sus hermanos menores, Valentín y Josefina, de siete y cinco años respectivamente. No parece complicarse por tener que jugar y cocinar a diario con ellos. Además, vive con sus padres, quienes responden al típico perfil de una familia machista latinoamericana. Su madre vende enciclopedias y cuando llega a casa se dedica a las labores domésticas. Él trabaja y estudia, hace años que cursa los mismos ramos en la universidad, y no es muy cooperador con los quehaceres. Cada vez que llega del trabajo se dedica a beber cerveza y ver partidos de fútbol por televisión. Alfonso ve que esta situación es motivo permanente de conflicto entre sus padres…
Otro personaje importante es Sergio Castaño, compañero de curso de Alfonso. Él es fanático del cine y le habla a Alfonso de temas que desconoce. Al principio parece molestarle que Sergio sea tan culto y conversador. Pero, a medida que comparten van construyendo una valiosa amistad basada en la valentía y la lealtad.
Alfonso es un chico silencioso, con un tremendo mundo interior, que acostumbra figurar cómo debe ser la vida de quienes lo rodean. Tiene una imaginación tan prolífica que a menudo “se pasa rollos”, sueña despierto con Julia, como el adolescente que es. Existen algunos elementos en la obra que nos hacen pensar en una década pasada como el “cassette CPP” (canciones para perdedores) que escucha Alfonso cuando quiere sufrir a solas y que para los demás se trata de “canciones para pruebas”. Salvo por detalles como este, el contenido de la novela se encuentra perfectamente vigente. Otro recurso literario demasiado explotado por el autor son las caracterizaciones reiterativas. Utiliza frases explicativas casi como una extensión del nombre de algunos personajes. Por ejemplo, Alfonso se refiere constantemente a sí mismo como “el de la sonrisa media, que le marca un hoyuelo en la mejilla derecha”.
Es una historia sensible, liviana, sin grandes conflictos humanos, que grafica la vida de un adolescente enamorado, quien a raíz de esta «experiencia” sin planearlo consigue un gran amigo. Es un joven de firmes principios y de ideas claras, lo que no le quita una actitud soñadora e idealista. A veces, un poco ingenuo. Por ejemplo, le cuesta creer que haya jóvenes como él que sean golpeados por sus padres. Será Sergio, quien le ayude a abrir los ojos…
Esta obra analiza el mundo desde una perspectiva joven que puede ser muy amena para adolescentes que no están acostumbrados a la lectura y que podrían sentirse identificados con las experiencias de Alfonso.
Antecedentes complementarios:
- Entrevista: Conversación abierta con Antonio Santa Ana. Revista Imaginaria
- «Nunca seré un super héroe» disponible en Google Books (24 primeras páginas)
- Contacto con el autor en twitter: @ASantaAna
Referencia:
Santa Ana, A. (2000). Nunca seré un superhéroe. Editorial Norma: Bogotá.