Recientemente conocí el proyecto Sinopsis de Libros, gracias al Seminario Acceso al Libro organizado por el Sistema de Bibliotecas de Providencia. Sinopsis de Libros es una iniciativa que fusiona el libro y la lectura buscando incentivar la lectura a través de 15 cortos cinematográficos, de 2 minutos de duración aproximadamente. Los coordinadores del proyecto señalan que uno de sus objetivos es incentivar la lectura de obras literarias chilenas, tanto de autores consagrados como de algunos más emergentes. Al respecto, Pablo Herrera, el Director del equipo, señala «Ver una buena sinopsis lleva a mucha gente después a ver la película y en el caso de los libros queremos hacer lo mismo, sugerir que detrás del libro que estamos mostrando hay una buena historia, un buen tema y con eso motivar a mucha más gente.»
Sinopsis de Libros se se inauguró en noviembre del 2013, y cuenta con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes. Hasta ahora, la iniciativa se ha promocionado en entrevistas en la prensa, en medios escritos, en su sitio web sinopsisdelibros.cl y también en el canal cultural ARTV, el cual muestra los cortos en forma periódica.
A modo de ejemplo, les presento una selección de sinopsis de varios libros, comenzando con el cuento de la escritora chilena Claudia Aldunate «Siempre te creíste la Virginia Wolf»
Entre los seleccionados de Sinopsis de libros hay novelas, cuentos, poesía, tales como: «Es olvido», de Nicanor Parra; «Altazor», de Vicente Huidobro; «Regalo Sospechoso», de Diego Muñoz; «La negra Esther», de Roberto Parra; «Post Mortem», de José Edwards; «Recado confidencial», de Elicura Chihuailaf y «Naturalezas Muertas», de Alejandra Costamagna; entre otros.
VeoLeo
VeoLeo es otro proyecto que busca, desde mediados del año 2009, fomentar la lectura entre un público mucho más acotado: escolares adolescentes. Para ello utilizan trailers de películas, pero a diferencia del caso anterior, usan el sistema de animación digital, conocido como motion graphics. VeoLeo desarrolló 50 trailers, cada uno con una duración entre entre 1 y 2 minutos. Para ello escogieron obras de la literatura universal muy reconocibles. Algunos de los seleccionados fueron: «La Metamorfósis», «20.000 leguas de viaje submarino», «El diario de Ana Frank», ·El fantasma de Cantervile», «El príncipe y el mendigo», «La noche de los muertos», «Mujercitas», «Robin Hood», entre muchos otros. VeoLeo también contó con aportes del Consejo Nacional de La Cultura y Las Artes el año de su lanzamiento.
Las creadoras de este proyecto, Jennifer King y Ximena Undurraga señalan «los diseñadores se basaron en premisas básicas para un lector juvenil, intentando no mostrar –en lo posible– a los protagonistas de cada novela, y así no truncar la imaginación del lector. Se utilizó una metodología rescatada directamente de los trailers de películas, por lo que los focos, en algunos casos, no son los formales literarios. En este sentido, se tomaron licencias creativas, y destacaron algunas partes por sobre otras, ateniéndose a los intereses de los jóvenes (…). Se rescató el humor, el suspenso y la aventura para generar ansiedad por leer cada libro, tal como hacen los trailers reales en el cine»
Les dejo un ejemplo de un clásico de la literatura, Crimen y Castigo, de Fedor Dostoievski (duración: 2.03)
Fomento a los lectores. ¿Y los no lectores?
En general, los Book Trailers están de moda hace mucho tiempo y se utilizan frecuentemente en el mercado editorial para promocionar un nuevo libro y aumentar las ventas del mismo. Pero en los dos casos que he expuesto, el fin no es comercial en lo absoluto. Lo que se busca es incentivar la lectura y lograr que más personas lean. Presumo que en formato impreso, porque en ambos casos ese dato no queda del todo explícito.
El fomento de la lectura, y el hecho de ganar más lectores a través de trailers me hizo pensar en cuan efectiva puede ser esta herramienta audiovisual, especialmente en aquellas personas que no son lectores frecuentes y que no suelen tomar un libro a menos que se sientan obligados a ello (como los estudiantes, tema que he comentado anteriormente en este medio) ya que muchas veces quienes disfrutamos la lectura nos vemos agasajados con manjares como los que he descrito en este post, por ejemplo, los cuales nos abren el apetito para encontrar nuevas obras para disfrutar.
Creo que es el goce y el placer donde radica, precisamente, una de las gracias de la lectura. Quienes tomamos un libro en nuestras manos -por interés personal- tenemos en común el hecho de saber que, mientras nos hundamos en sus páginas, disfrutaremos de un momento placentero. Un psicólogo me comentó, una vez, que el placer es el meollo del asunto en términos del fomento lector. Y mientras más lo pienso, más razón le encuentro. Sin embargo, para que llegar a sentir ese placer, previamente debe existir un background que permita que el lector asocie la lectura con el goce. Muchas veces un lector comienza con las primeras páginas de una novela, y aunque éstas no lo satisfagan del todo, sabe -por su experiencia como lector- que no es sino hasta la primera mitad que empezará a sentirse intrigado con la historia, para luego dar paso a la identificación con alguno de los personajes y luego dejarse llevar y comenzar a pasarlo bien. Sin embargo, quienes no tienen ese backgroud no que saben que deben esperar tan solo unas pocas páginas para comenzar con la diversión. Es por eso que me cuestiono la validez de los trailers de libros entre quienes no tienen una conducta lectora arraigada.
Si el trailer está muy bien hecho y genera mucho entusiasmo, probablemente el espectador quedará ensimismado y podrá proponerse buscar el libro, o pedirlo prestado a algún amigo o pariente lector. Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. He trabajado con muchos adolescentes y jóvenes que se entusiasman mucho con actividades en terreno referidas al libro, jurando por su madre que leerán el libro de punta a cabo. El entusiasmo les dura muy poco, precisamente porque no tienen un background que les lleve a cumplir con su promesa. No hay asociación, no hay vínculo lector.
Creo que cuando desarrollamos herramientas y recursos de fomento lector, de una forma u otra terminamos trabajando para un público medianamente cautivo, que se sentirá identificado con lo que proponemos: ferias de libros, charlas con escritores, clubes de lectura, etc. No dudo de la eficacia de estas iniciativas, yo misma he trabajado en algunas de ellas con mucho convencimiento y ganas. Pero ha sido desde esa experiencia que también he pensado que es bueno que comencemos a captar a un público más difícil y desafiante: quienes dicen que no les gusta leer. Y digo «quienes dicen» porque he comprobado, también, que muchas veces las personas creen que no les gusta leer sólo porque nadie les ha hablado del tema o porque ni siquiera se han dado la oportunidad de acercarse a los libros. Como ven, la tarea no es tan compleja como parece, y es más: herramientas como los book trailers pueden ser sumamente eficaces entre quienes no han desarrollado el gusto por la lectura, si son acompañadas por un trabajo posterior.
Por ejemplo VeoLeo se coordinó con las bibliotecas escolares CRA para que sus trailers se utilizaran en los colegios en forma guiada, pero igualmente dando espacio a la imaginación. De esta forma, a través de breves ejercicios los alumnos iban trabajando en las expectativas que le generaba el libro en función del trailer que habían visto, o tenían que escribir un cuento basado en la historia que acabada de ver. No es sólo un trabajo de acompañamiento o mediación. Pero creo que eso da para un segundo post, ¿no lo creen ustedes?