Por Marta Kluttig, investigadora del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile
Cuando uno pasa tiempo dedicada a las políticas de mejoría docente en Chile, llega inevitablemente a la conclusión de que, si bien los incentivos monetarios indudablemente juegan un rol, no son, quizás, lo principal. Es muy posible que los incentivos monetarios jueguen un rol importantísimo e insustituible a la hora de reclutar buenos estudiantes para las carreras de pedagogía. Y, sin duda, que una remuneración adecuada es una parte importante del esquema que se requiere para retener a los profesores talentosos y para fomentar que quienes siguen en esta carrera tengan incentivos a mejorar y aprender continuamente. Es probable que, si este país se quiere tomar la reforma educativa en serio y colocar la educación en el centro de su modelo educativo, tendremos que llegar a un esquema de cosas en que el ser maestro sea una de las carreras mejor pagadas del país. Esta es, digamos, una condición necesaria…pero no suficiente.
Sin embargo la convicción de que uno se forma es que hay algo más que está faltando . Hay algo más que fue quitado a los profesores durante las épocas más autoritarias de nuestro país y que no ha sido restituído. Ese algo se encuentra presente en los mejores sistemas educativos del mundo y va mucho más allá de la remuneración.
De lo que hablo es de un sistema docente orientado hacia la generación de una doctrina y de una disciplina entre nuestros profesores respecto de su rol en nuestra sociedad y del potencial transformador de su acción respecto a los niños. Hoy vemos que esa «ideología docente» no se encuentra presente. Quizás no es de extrañar cuando uno considera que durante los últimos 40 años la acción del Estado ha estado principalmante haxcia degradar, primero el rol de los docentes en la sociedad; y luego, hacia restituir fundamentalmente su capacidad de generosidad de ingresos. Lo que le ha dicho este país a sus docentes es, primero, que no los necesita demasiado y, luego, que sólo los considera partícipes en cuanto agentes privados orientados hacia la ganancia. ¿Nos debe extrañar, entonces, la ausencia de mística?
Existe hoy en día un mecanismo que podríamos explotar para comenzar a recontruir esta mística .Este mecanismo es la Red Maestros de Maestros,que está conceptualmente orientada hacia la generación de una instancia que le permita a unos profesores aprender de la excelencia docente de otros.Sin embargo,lo que observamos en la práctica es muy diferente.Lo que vemos es un sistema en el cual, los Maestros de Maestros logran ese estatus gracias a una certificación formal de competencias y habilidades.Al igual de lo que nos ocurre,quizás en nuestro sistema educativo en general,en que hemos desarrollado una obsesión con los indicadores objetivos y las pruebas estandarizadas;lo que importa para formar estos Maestros de Maestros en la certificación formal de competencias.Lo que necesitamos ,en cambio ,es un proceso de educación en el sentido más profundo del término.Lo que necesitamos,en cambio ,es un proceso de educación en el sentido más profundo del término.Lo que necesitamos es la sabiduría de profesores que hayan logrado conectar con la realidad,las necesidades y las inquietudes de los estudiantes que mayores dificultades están teniendo para aprender.Por ende,lo que necesitamos son maestros de maestros que transmitan su experiencia de se modo y no simplemente como una colección de conocimientos y técnicas formales.
Por eso,la recomendación de política pública que queremos hacer en este artículo es la creación del concepto de wikimaestro: un maestro de maestros cuya validación ante sus pares provenga de su capacidad de inspirar, dar sentido y llenar de significado a la labor de colegas.
En el tránsito entre Internet 1.0 y la Internet 2.0 se produjo una interesante discusión sobre la forma en que se produce conocimiento.Esta discusión se representó en el debate entre dos formas de generación de una enciclopedia. Por un lado, estaban los creadores de Wikipedia y, por el otro, los directivos de la Enciclopedia Británnica. De acuerdo a la perspectiva de los creadores de Wikipedia, el conocimiento de una enciclopedia debía ser creado en forma colectiva, con una metodología que permitiera a los usuarios corregirse entre ellos hasta el punto de encontrar una síntesis respecto del conocimiento en cuestión.
La perspectiva opuesta la representaban los gerentes de la Enciclopedia Británica, que rescataban el valor del conocimiento experto. Desde su perspectiva, no porque algo sea creído por muchas personas tiene que ser cierto. A esto, la réplica de los partidiarios de Wikipedia siempre a sido que también los expertos suaeln tener sesgos y que la perspectiva de muchos suele representar en forma más certera la verdad. La discusión entre quienes favorecen el conocimiento experto, capacitado y certificado; y quienes favorecen el conocimiento sociamente valido continúa hasta el día de hoy, intensificándose a medida que se extiende el ámbito de las redes sociales en nuestro sistema de medios, científico, político y económico.
El sistema de maestros de maestros que tenemos en Chile se parece a la Enciclopedia Británica, y en cambio debería parecerse a Wikipedia. Más que un sistema en el cual «expertos en educación » certifican a quienes, a su juicio, están capacitados para enseñar a otros docentes, necesitamos un sistema en el cual los mismos docentes vayan definiendo quiénes les enseñan, claro, pero también quiénes los inspiran. Pretender que la mística que necesitamos construir entre nuestros docentes surgirá de las ideas de estudiosos es utópico. Pretender que la mística surja de la propia experiencia de los docentes, valida, discutida, interpretada y compartida tiene mucho más sentido. La tarea de los «técnicos » y los «expertos» tiene mucho más que ver con el diseño de ese tipo de sistemas que con la creación de sus contenidos.
Necesitamos pasar de una era en la cual sistemáticamente han sido postergados los profesores de Chile hacia una era en lo cual ellos se convierten en protagonistas de nuestro proceso de desarrollo.Para ello necesitamos superar el desgano y el cinismo que ha conquistado la labor docente chilena.Eso se logrará con mejorías salariales, mejores alumnos en las carreras de pedagogía, mayores recursos para el sistema educativo, sin duda, pero se necesita más que eso. Tendrá más posibilidades de lograrse si es que creamos un ambiente en el cual sean los propios maestros los depositarios de la labor de crear el conocimiento sobre cómo enseñar a los estudiantes chilenos y lograr que aprendan más allá de sus características de origen,especialmente los más vulnerables.
Son ellos los que deben descubrir cómo. Son aquellos de entre ellos que tengan éxito en lo dicho, que aprendan por su propia experiencia cómo superar los déficits que representan el transfondo social de sus estudiantes, que encuentren la inspiración para ser llamados a ser Maestros de Maestros.
Este es un extracto del artículo que Martha Kluttig tituló «Wikimaestros: desde la marginalidad hacia el protagonismo docente«, el cual forma parte del libro «El Chile que se viene» publicado el año 2011 por editorial Catalonia.