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La Biblioteca Virtual de Cortázar

«Sólo hay una escapatoria, y consiste en cerrar la puerta de la pieza en que se vive – porque de ese modo uno se sugestiona y llega a ponerse en otra parte del mundo – y buscar un libro, un cuaderno, una estilográfica»

(Julio Cortázar, 1937)


  • Los libros que el autor de ‘Rayuela’ tenía en París se pueden contemplar en la red
  • 50 años de portadas en diferentes lenguas del libro más emblemático del escritor
  • Especial de «Rayuela» una obra querida por todos
Imagen que acompaña la portada de la biblioteca digital de Cortázar
Imagen que acompaña la portada de la biblioteca digital de Cortázar

«Julio Cortázar dijo de Rayuela: «De alguna manera es la experiencia de toda una vida y la tentativa de llevarla a la escritura«. Han transcurrido 50 años desde que el escritor convirtió en palabras la historia que comenzó a soñar en 1958. La novela se publicó por primera vez en Buenos Aires en 1963 y a partir de entonces cambió una parte de la historia de la literatura y agitó la vida de miles de jóvenes en todo el mundo. En la nueva edición de Alfaguara la novela va acompañada de un mapa del París de Rayuela y de un apéndice donde Cortázar cuenta la historia del libro que buscó el más allá de todas las fronteras.

Las historias que escribió y los ejemplares que fue comprando a lo largo de su vida en París se encuentran en la Fundación Juan March. La biblioteca fue donada por su viuda, Aurora Bernárdez, en 1993, con 3.894 títulos (entre libros, revistas y recortes de prensa), que la citada fundación ha incrementado hasta cerca de los 5.000 volúmenes. Fueron libros que en muchas ocasiones el escritor compró en las librerías que se encuentran a orillas del Sena.

En la biblioteca personal de Cortázar se encuentran también muchos de los que debieron ser sus primeros libros: primeras ediciones de textos franceses de autores surrealistas o antiguas ediciones de clásicos castellanos. Muchas obras están dedicadas por sus autores al escritor (Alberti, Neruda, Onetti, Lezama Lima, Octavio Paz…), y otras aparecen firmadas o anotadas por Cortázar. Sus manuscritos literarios y sus papeles están depositados en las universidades de Texas (Austin) y Princeton (Nueva Jersey) y el archivo fotográfico se encuentra en el Centro Galego e Artes da Imaxe de A Coruña. El Instituto Cervantes y la Fundación Juan March han elaborado una visita virtual a Los libros de Cortázar

Fuente: Este artículo fue publicado originalmente en el diario El País

 

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Los Robots llegaron a las Bibliotecas

El clásico catálogo de fichas impresas ya es casi una reliquia en las bibliotecas.
El clásico catálogo de fichas impresas ya es casi una reliquia en las bibliotecas.

A pesar que la imagen de portada que acompaña esta nota puede parecer un poco exagerada y futurista, bien sabemos que con tantos y tan rápidos adelantos tecnológicos la realidad a veces rebasa nuestra imaginación. Por lo menos eso fue lo que me pasó cuando conocí el funcionamiento de la logística de estantería de las bibliotecas en Europa. Se trata de un sistema  automatizado de suministro de libros para optimizar su funcionamiento, atendido por máquinas que cumplen una de las tareas más pesadas y poco entretenidas en una biblioteca: trasladar libros desde la estantería al mesón de atención de público y viceversa, e incluso hacer el proceso de inventario. El servicio no es nuevo, lleva en funcionamiento varios años en países anglosajones Europeos. Sin embargo, para los países de América Latina, es una innovación que aún no llega a estas latitudes. Averiguando un poco a este respecto me entero que hay una empresa nacional que representa la marca en Chile, y que estaría en negociaciones con grandes Bibliotecas universitarias Chilenas para instalarlo en nuestro país. Será una completa novedad para nosotros.

El servicio ya está en funcionamiento en la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda, en la de Rusia y en otros países como Finlandia y Noruega.  La compañía que se dedica a vender e instalar este nuevo servicio Swisslog, que lleva años trabajando en estos sistemas automatizados que no sólo  han instalado en las bibliotecas,  sino que también en otros rubros como el hospitalario. Respecto a su servicio, ejecutivos de la empresa Suiza señalan: “Puede parecer de ciencia ficción, pero en Europa y otros países occidentales se introdujo hace tiempo este sistema. Y es que el personal de la biblioteca emplea mucho tiempo en trasladar los fondos del depósito a la sala principal del edificio. Lo que proponemos es automatizar este proceso mediante un dispositivo monocarril».

Este carro permite transportar una estantería completa de libris
Este carro permite transportar una estantería completa de libros

«El sistema consta de contenedores automotrices que se trasladan por una red de rieles que se encuentra no solo en el piso, sino también en las paredes y techos del edificio, y las ‘estaciones’ de este sistema de transporte se encuentran en todos los lugares de la biblioteca”, explican.

Además, para automatizar completamente el proceso de traslado, búsqueda, entrega y devolución de libros,se considera introducir la tecnología de etiquetas RFID (Radio Frequency Identification), que debe ayudar a encontrar automáticamente los libros y seguir sus movimientos. Esto permite no sólo mantener todo ordenado, sino que disponer de un servicio de autopréstamo que mantenga en orden todo el sistema de acuerdo a los servicios que vayan utilizando los usuarios, en tiempo real.

Los dos sistemas juntos permiten automatizar el proceso de recepción de libros de los lectores y hacerlo posible durante todo el día. El usuario de la biblioteca podrá devolver los libros a cualquier hora en una ventana especial, de donde el sistema robotizado los recoge, los reconoce con ayuda de la tecnología RFID y hace una marca correspondiente en su tarjeta personal de lector.

Una bibliotecaria dejando libros en las estanterías, sin moverse de su escritoriohttp://es.wikipedia.org/wiki/RFID
Una bibliotecaria dejando libros en las estanterías, sin moverse de su escritorio

¿Y cuánto costará esta maravilla?se preguntarán algunos. En el caso de Rusia la Biblioteca Nacional de San Petersburgo gastará entre 70 y 80 millones de rublos (entre 2,2 y 2,5 millones de dólares) en estas innovaciones. Lo interesante de esto no es el presupuesto ni los adelantos tecnológicos (aunque ese sea el tema central del artículo) sino la variedad de servicios y facilidades que se pueden desarrollar en las bibliotecas gracias a la automatización del trabajo.

El futuro que algunos vislumbran -al estilo Nicholas Negroponte–  en el cual las personas serán cuasi reemplazados por máquinas no es viable. Vivimos en la era del capital intelectual, donde la innovación, la creatividad  y el replantamiento de los servicios están a la orden del día.  Y no sólo eso: la capacidad de las personas de comprender las actitudes de sus usuarios, adaptarse y crear a partir de ello nuevos y mejores servicios es lo que precisamente se necesita hoy en día.

Los robots y máquinas pueden emular a la perfección lo que hacemos en términos físicos y logisticos -que mejor ejemplo que este-  pero no pueden diseñar el mejor servicio de fomento lector para niños con problemas de déficit atencional, o que planifique la mejor estrategia de comunicación para hacer marketing en una biblioteca  universitaria, ni tampoco generar el mejor ambiente y calidez en un lugar  para que el lector se sienta bien atendido en forma personalizada. No que yo sepa (si alguno tiene noticias de lo contrario, le agradeceré que la comente para ir nutriendo el artículo)

 

 

 

El sistema funciona en base a carros que, a través de rieles en el techo, transportan libros en las estanterías
El sistema funciona en base a carros que, a través de rieles en el techo, transportan libros en las estanterías

Una sistema de "bandejas" distribuye los libros por materias
Un sistema de «bandejas» distribuye los libros por materias

 

Si te interesó el sistema y quieres conocer más detalles, revisa este video de la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda

 

Y ustedes, ¿Cómo se imaginan los servicios robotizados en las bibliotecas del futuro?