Esta semana se han dado a conocer dos importantes premios de Literatura: uno de ellos entregado en Chile, y el otro en Guadalajara, México. Los galardonados son saben, sin duda, esgrimir la pluma: Óscar Hahn y el peruano Bryce Echeñique. Por ahora me dedicaré a comentar el galardón entregado en Chile a Óscar Hahn, para el próximo artículo espero dedicarme al premio y a la obra de Echeñique.
Hahn es poeta, ensayista y crítico chileno nacido en Iquique un 5 de abril de 1939. Actualmente reside en Iowa, Estados Unidos. Se considera que Hahn es integrante de la generación literaria de los años 1960, también conocida como generación dispersa o “veteranos de 1970. Al momento de enterarse de este premio, naturalmente muchos medios entrevistaron al poeta. Frente a uno de ellos, señaló: “Mi primera reacción (al saber del premio) fue de incredulidad porque resulta que el teléfono de mi casa sonó primero, pero no había nadie, sonó de nuevo, tampoco, y la tercera vez fue que escuché la voz del ministro, a quien agradezco, al comunicarme del premio, y allí, como dicen, me creí el cuento”, expresó Hahn, a la prensa; manifestando, además, que el premio “se lo dedico a mi madre, quien desde que yo era niño tengo una imagen de ella como lectora. La imagen que tengo de ella es de una persona que estaba leyendo siempre, todo el tiempo. Esta imagen de ella con sus anteojos leyendo me acompañó siempre, toda la vida. Ella murió a los 94 años y para ese momento ella seguía leyendo. Y eso tiene que haber sido un fuerte estímulo para mí, y por ahí fue que yo empecé a mirar algunos libros y de repente me empecé a topar con poemas”.
Consultado cuál es su obra que más le ha dejado satisfecho, dijo que es ‘Mal de Amor’, “fundamentalmente porque ocurrió algo muy extraño y que ahora resulta casi una ironía”.
“El año 1981, ‘Mal de Amor’ fue el único libro de poemas prohibido por la dictadura. Y resulta irónico, y agradezco al señor ministro y distinguidos miembros del jurado, que hayan premiado al autor de ese libro que fue prohibido. Y por esa razón yo le tengo un cierto cariño a ‘Mal de Amor’. Nadie sabe por qué fue prohibido. Desde el año 1981 han pasado muchos años. Los periodistas siempre me preguntan cuál fue la razón de la prohibición y yo no sé cuál fue y eso es un misterio, de hecho no es un libro político, no tiene absolutamente nada que ver con política. El libro estaba en las librerías y se ordenó que fuera retirado de las librerías. Espero que ahora esté de vuelta con más fuerza”, espetó el poeta.
El premio lo entrega el Ministerio de Educación, y este año Hahn llevaba las de ganar Hahn, pues a sus de 72 años era el favorito de gran parte del ambiente literario y llegaba al premio con el aval de haber sido galardonado el 2011 con el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. Por ello, su candidatura fue respaldada por la Fundación Neruda y LOM Ediciones. El galardonado recibirá como premio un monto de más de casi 18 millones de pesos y una pensión vitalicia de 20 UTM, aproximadamente 791 mil pesos mensuales.
La crítica especializada ha reconocido en la poesía de Óscar Hahn una calidad y originalidad indiscutibles en el contexto poético hispanoamericano, ejemplo de ello es el volumen Asedios a Oscar Hahn, editado por Pedro Lastra y Enrique Lihn, con motivo de los cincuenta años del poeta. Entre otros elementos, los especialistas destacan el uso que el poeta hace de materiales intertextuales, como crónicas periodísticas, hechos históricos, y el diálogo permanente con autores y obras de la literatura universal. Óscar Galindo en su artículo “La poesía de Óscar Hahn: ‘los símbolos despavoridos’” señala: “Por sus poemas transitan los clásicos españoles… El registro literario y culterano de su poesía entra en relación con registros verbales de (digámoslo con una frase periodística) ‘rabiosa actualidad’, pues Hahn ha sabido incorporar, no pocas veces el lenguaje callejero del español de Chile… Lo específico de este sistema intertextual es que no se inclina por la parodia, tan usual en los poetas contemporáneos, sino por la ‘imitación diferencial’…”.
Revisando algunas de las entrevistas que Óscar Hahn ha dado en diversos momentos, encontré una realizada por Daniel Segovia que dio pie para el título de este artículo. Allí hay una pregunta que me enterneció, y que además considero muy ad-hoc al motivo de este artículo:
Dice el entrevistador: «En su opinión ¿Cuál es el rol que cumple la poesía en un país como Chile?
A lo que Hahn responde:
«Mira, en primer lugar hay que aclarar lo siguiente: pensar que la poesía va a ser algo masivo, es un error porque, contrariamente a lo que dicen ahora, como «hoy la poesía está moribunda» o «a nadie le interesa la poesía, en cambio antes…». No es cierto, porque en el siglo diecinueve no había videojuegos, ni televisión, ni Internet , ni celulares. No había absolutamente nada de tecnología y los lectores de poesía eran pocos. Uno diría, si no tenían otra cosa que hacer, tal vez serían muchos, pero no. Eran pocos, de hecho, John Keats -que es un poeta muy famoso- se quejaba de que se habían vendido sólo 17 ejemplares de uno de sus libros.
Siempre ha sido así. Ahora, dado el hecho de que la poesía es para pocos, y ojo, no se trata aquí de «élite» en el sentido social o de clases, no. Somos personas de todas las clases, de todos los sexos, de todos los géneros, de todos los estratos geográficos. La poesía llena una necesidad del ser humano. Estoy segurísimo de eso, porque yo me he encontrado con personas absolutamente inesperadas que te empiezan a hablar de poesía.
Por ejemplo, ayer fui a una farmacia y se acercó un chico muy joven -no debe haber tenido más de 16 años- y andaba con un libro mío en la mano, Pena de vida, y para que tú veas que él conocía bien mi poesía, me dijo: «ha ocurrido algo como en su poema “Coindidencias”, porque mire, yo entro a esta farmacia, sin saber que usted está acá, con su libro en la mano (que lo acabo de sacar hace 10 minutos en Metro Tobalaba), entro aquí a la farmacia y lo encuentro a usted, el autor del libro, ¡qué coincidencia!», me dijo. Y luego me empezó a hablar de mis poemas, y yo lo encontré sorprendente porque un chico cualquiera que pasa por la calle, que entra a una farmacia y que lee poemas ¿no?
Entonces así hay gente que, efectivamente lee, y la poesía cumple esa función, que es llenar una necesidad espiritual que tienen ciertos seres humanos y que no puede ser llenada por la religión, por el amor, ni por otras cosas.»
Óscar Hahn fue entrevistado por Cristián Warnken en el programa «Una Belleza Nueva« el año 2003. Si quiere disfrutarla, está disponible aquí.
Y además de eso, si quiere leer algo de Óscar Hahn, le sugerimos descargar «Esta Rosa Negra» desde sl sitio web de Memoria Chilena
Fuentes: Memoria Chilena, Valija Cultural y entrevista en Mago Editores