A Isabel Hojas le gusta leer. A Isabel Hojas le gustan los libros. A Isabel Hojas le encantan las librerías y hojear distintos tipos de textos.
Sin embargo Isabel no es bibliotecaria, ni profesora, ni escritora. Isabel estudió Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad Católica de Chile, y a poco andar después de titulada se dedicó a la ilustración. No contenta con eso, Isabel sigue leyendo.
La conocí este año gracias a mi trabajo como bibliotecaria, puesto que nos correspondió trabajar en una tarea tan necesaria como desafiante: dar una charla a los futuros pedagogos comentando la visión de ilustradores y editores respecto al fomento lector en el aula. La intervención de esta ilustradora fue muy importante para la audiencia y sin duda para mí. Dio un giro a muchos de los planteamientos que tengo respecto al amor por la lectura. Y ese giro y nueva mirada tienen que ver con la creatividad y la imaginación. Dos elementos cruciales para el trabajo de Isabel, y que sin duda ha ido desarrollando y enriqueciendo a la par que su evolución como lectora. Fue tal el interés que me provocó lo que escuché en la charla de esta artista, que quise conocer más y le pedí esta entrevista para Leamos Más. Fue así como partí, entonces, entrometiéndome en el mundo de Isabel para saber como parte este vínculo con las imágenes y las palabras. Acá les va el resultado:
Isabel, ¿De qué forma empezaste a desarrollar una afición por los libros, las palabras, la lectura en general?
En mi casa había muchos libros, pero mi familia no era especialmente lectora. Mis papás siempre están y estuvieron bien informados, pero pocas veces –que recuerde- se regalaron el tiempo que requiere la lectura de un libro. Pese a eso, siempre nos incentivaron (a mis hermanos y a mi) el trabajo, el estudio y la lectura. De niña yo tenía un déficit atencional tremendo y por eso quizás -cuando vieron que a mi naturalmente me atraían los libros- fomentaron de manera especial ese gusto.
Con el paso del tiempo, en tu evolución desde estudiante de arte hasta ilustradora, ¿Sientes algún cambio como lectora? Y de ser así, ¿De qué tipo?
Me parece que la evolución como lectora se ha dado más por el tiempo y la madurez que por mi oficio. Eso mismo, el tiempo, ha cambiado también la manera de enfrentar mi trabajo.
¿Cuál de todos los libros que has ilustrado crees que podría ser de interés para un joven desmotivado en la lectura?
Creo que es difícil de saber, porque la desmotivación puede venir por diferentes factores…pero, quizás un libro que podría ser de interés para un niño es «Sabores de América«, que se puede leer sin orden establecido y que tiene información divertida o curiosa sobre alimentos que nos son familiares.
¿Qué importancia crees que tienen los libros ilustrados en el fomento lector de niños y adolescentes?
Uno de los grandes valores de un libro ilustrado, es que la imagen porta significado, pero lo hace de una manera mucho más sensorial, que apela a la experiencia de quién lo mira. La lectura entonces, puede darse en muchas capas y va evolucionando cada vez que se toma el libro otra vez. No hay una única lectura, por lo que es capaz de generar infinitos diálogos y reflexiones. Puede al fin, ser portador de tantas o más palabras que un libro de texto habitual.
Un niño incapaz de deletrear puede leer y entender el sentido de una imagen. Esa virtud hace que un libro ilustrado no genere ese temor a evaluación que -en general- conlleva la lectura de un texto en el ámbito escolar.
En el último se ha visto en Chile una suerte de resurgimiento en el ámbito cultural, educativo y social respecto al quehacer de los ilustradores.¿Cuáles crees que son las razones para ello?
El resurgimiento de la ilustración es un fenómeno latinoamericano, no sólo nacional. Y creo que se da por varios factores.
La globalización es uno de ellos. La producción de libros álbum –por diversos factores- se demoró casi treinta años en llegar a Latinoamérica y hoy -ya desde hace un tiempo- hay una efervescencia editorial por producirlos. Y esta producción se hace luego de haber digerido lo que ya se ha hecho en Europa y EEUU. Sin duda partimos con más conocimiento ( lo que no le quita mérito a la apuesta latinoamericana, porque son otras realidades a las que tiene que adecuarse).
Internet es un factor muy importante en el fenómeno de la ilustración hoy. Estamos al tanto de lo que se produce casi en cualquier parte del mundo, tanto así, que la producción local –de temáticas locales- se hace bajo un criterio globalizado. Además la web es una plataforma en donde el trabajo de los ilustradores se da a conocer y al mismo tiempo sirve para que se establezcan lazos entre quienes trabajamos en esto, lo que enriquece nuestro quehacer y fortalece al gremio.
Por otro lado, creo que hoy –vuelvo a la tecnología- es mucho más fácil producir un libro y también es más fácil distribuirlo.
La economía en nuestro país a crecido (y en muchos países latinoamericanos también) y eso sin duda a favorecido la producción y la apuesta editorial. Falta harto, pero creo que en muy (muy) poco tiempo, se ha a avanzado mucho.
Lo importante ahora es trabajar para que este “fenómeno” permanezca y se arraigue.
Visualiza por un momento que fuiste llamada a trabajar en un proyecto de biblioteca escolar, pública o universitaria, a cargo de organizar actividades de promoción y fomento lector: ¿Puedes contarnos tres actividades que harías?
-Mucha lectura en voz alta: establecería horas de lectura que marcaran el paso del día -como en los colegios religiosos con oraciones- con la lectura de diferentes textos: cuentos, fragmentos de novelas, poesías….
-Abriría las bibliotecas a los padres (y a todos el personal de los colegios y instituciones educacionales) para que ellos puedan sacar libros. Hacer talleres de lectura para ellos generaría luego, que los niños (a la cola de “los grandes)” leyeran también.
-Dejaría a los niños habitualmente en las bibliotecas, que elijan, vean y lean libremente.
Y siguiendo en la onda imaginativa: ¿Qué te gustaría que pasara en tu medio en 10 años más? ¿Cómo te gustaría que evolucionara?
Hay una concepción muy arraigada entre los adultos en que un libro es vehículo de aprendizaje y eso hace que la idea de los libros les llegue a los niños sesgada. Me encantaría que las editoriales, padres y profesores apostaran por libros en donde los niños primeramente, disfruten de la lectura.
Los libros entonces atraerían a lectores por el goce y para quienes estamos detrás, en la construcción de ellos, el trabajo se nos volvería mucho más desafiante y lejos más entretenido.
Me gustaría también que esta energía que hay hoy con respecto a los libros e ilustración, permaneciera.
¿Te interesaría generar un vínculo con el gremio de profesores, bibliotecarios, editores?
Si, evidentemente si, pero me hace más feliz pensar en generarlo con lectores.
Dicen que cuando uno está metido en el bosque no es capaz de ver la perspectiva completa, por eso te pregunto -como bibliotecaria- ¿que consejo nos darías a los profesores y bibliotecarios para propiciar la lectura en niños, jóvenes y adultos?
Hacer de la lectura un recreo.
Si quiere conocer más del trabajo de Isabel Hojas, le recomiendo visitar su blog Tierra de Hojas y conocer más de las ilustraciones y libros en los que ha participado.