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Gana un pack de 3 apps de libros interactivos con Leamos Más y iClassics

iClassics ProductionsStartUp española de jóvenes emprendedores que se ha especializado en el desarrollo de libros interactivos, lanzó este 23 de junio iDoyle: Las aventuras de Sherlock Holmes: escándalo en Bohemia. Este clásico literario -publicado originalmente en 1892- contiene el texto íntegro de sir Conan Doyle, acompañado de ilustraciones, banda sonora, animaciones, sonido ambiental (cascos de caballos, golpes de puerta, pasos en la escalera, crepitar de fuego en la chimenea etc. ) lo que te permitirá disfrutar una experiencia de lectura diferente en tu celular o en tu tablet.

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En Leamos Más no sólo quisimos leer la versión interactiva de Las aventuras de Sherlock Holmes: escándalo en Bohemia , y contarles nuestras apreciaciones en el  último post, sino que también nos animamos -junto con el equipo de iClassics– a hacerles extensiva esta experiencia de lectura. ¡Aprovechamos para agradecer la oportunidad a iClassics!

Para ello organizamos un concurso -el cual estará abierto hasta el viernes 5 de julio a las 14.00 hrs.- para que ustedes no se pierdan la oportunidad de descargar y leer un clásico de la literatura, en formato de aplicación interactiva.

¿Interesad@ en más detalles?

Cada app incluye los siguientes relatos de sus respectivos autores, y material extra:

Collection iPoe1:
ipoe

  • El retrato oval
  • El corazón delator
  • Annabel Lee (poema)
  • La máscara de la Muerte Roja
  • Biografía de E. A. Poe
  • Cuaderno de bocetos del ilustrador David Forés

 

Collection iWilde:

wilde

  • El gigante egoísta
  • El ruiseñor y la rosa
  • El príncipe feliz
  • Biografía de Oscar Wilde

 

 

 

iDoyle: Sherlock Holmes

idoyle

  • Escándalo en Bohemia
  • Biografía de sir Arthur Conan Doyle
  • Sketchbook o cuaderno de ilustraciones de Jordi Solano

 

 

 

 

¿Cuáles son las principales características de las apps de los libros interactivos?

  • Una hora, aproximadamente, de historia interactiva
  • Disponible en 4 idiomas: Español, Inglés, Francés y Portugués.
  • Presenta numerosas ilustraciones originales
  • Uso de animaciones y páginas interactivas.
  • Uso de banda sonora original
  • Contienen extras, como biografías de los escritores y bocetos de las ilustraciones
  • Relatos completos del autor, sin adaptaciones.
  • Interfaz intuitiva, muy fácil de usar
  • Salta a cualquier página del libro con la tabla de contenidos.
  • Memoria de páginas. Déjalo en cualquier momento y vuelve a la misma página

¿Cómo descargar una app de libro interactivo de iClassics en tu celular o tablet?

Si resultas ganador, recibirás un correo electrónico desde iClassics, consultándote respecto al tipo de plataforma que usa tu celular (iOS o Android). Dependiendo de ello, te enviarán un link con el acceso a un código, el cual te dirigirá a iTunes o Google Play (dependiendo de tu tipo de celular o tablet).

A partir de allí, sólo faltarán pocos segundos para que se descargue en forma automática la app. de tu nuevo libro interactivo.El resto sólo será disfrutar de la lectura y asombrarse con los detalles y maravillas de este tipo de lectura.

¿Necesito tener un celular o tablet con condiciones técnicas mínimas para descargar la app del libro interactivo?

No, todos los dispositivos son compatibles.

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Libros Interactivos: clásicos literarios y mucho más en lectura digital

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El libro interactivo «El diario de Ana Frank» permite conocer la habitación en que vivió recluida la protagonista en 3D

 

Sin duda el concepto interactivo se presta para muchas interpretaciones. La RAE lo define como  algo que permite interacción, a modo de diálogo, entre un computador y el usuario. En este contexto, nos referimos a libros, revistas o contenidos en general que deben ser leídos a través de un computador, un tablet o un smartphone (celular o móvil). La interacción puede tomar diversas formas dependiendo del tipo de libro: desde extraer partes del texto; ejecutar simulaciones o videos complementarios; disponer de realidad aumentada;  disfrutar de sonido envolvente, música y aplicaciones, etc. Dadas estas características, este tipo de libros también se conocen como «literatura amplificada».  Un buen ejemplo es el Diario de Ana Frank, libro que casi todos hemos leído y que además está presente en muchos planes de lectura. El 2013 fue lanzado en formato interactivo para iOS por la editorial Penguin Books y la Fundación Ana Frank. La gracia en términos de la interactividad del libro es que permite descubrir la casa de la protagonista en 3D, ver fotografías y escuchar extractos relatados por la actriz Helena Bonham Carter. Otro caso que quizás les resulte familiar es «Los fantásticos libros voladores del Señor Lessmore» el cual se dio a conocer en Chile gracias al video  homónimo. Sin embargo, éste también tuvo una versión interactiva disponible en aplicación.

Los libros interactivos incorporan contenidos que van más allá del papel impreso, lo cual modifica la presentación y las normas narrativas del libro impreso. De esa forma, le proporcionan al lector una experiencia de lectura distinta.  “La llamada literatura amplificada nos permite explorar todas aquellas dimensiones inherentes a la lectura que un libro en papel no permite”, destaca la directora de la Institució de les Lletres Catalanes, Laura Borràs.

 

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Los fantásticos libros voladores del Señor Lessmore es otra app que se conoció bastante en Chile, principalmente por su versión en video o corto.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sin querer adentrarme en las ventajas y desventajas de la interactividad de los libros, me parece interesante que en Chile no sólo estemos al tanto de este tipo de «tecnología lectora», sino que también leamos en estas aplicaciones, para determinar el contexto en el cual puede ser más atractivo utilizarlas (tanto a modo personal como también laboral, en el caso de bibliotecarios, editores, docentes, etc). A este respecto, la filóloga y especialista en literatura Laura Borrás, señala “El nivel de interactividad la tiene que determinar el propio lector” reivindicando la capacidad de autoevaluación y la responsabilidad del lector, quien debería decidir no sólo el tipo de libro que quiere disfrutar, sino que también el tipo de experiencia que quiere tener. Personalmente creo que eso puede funcionar muy bien con un lector más maduro.

Variedades, tipos y marcas

Aunque en Chile los libros interactivos todavía no se han masificado, en el extranjero son más conocidos y existen empresas que se han dedicado a desarrollar esta tecnología. Una de las primeras en lanzarlos fue Apple, el 2010, a través de IBooks. Lamentablemente esta aplicación sigue estando disponible sólo para Estados Unidos, por lo que sólo la menciono referencialmente. Otro caso es el de la editorial británica Faber & Faber que ofrece una amplia gama de literatura de ficción, no-ficción, poesía, y otros géneros literarios. Entre los países hispanoparlantes tenemos a las empresas españolas Sanoen la cual se ha especializado en historias para los más pequeñitos, y la barcelonesa independiente iClassics, la cual presenta un caso muy interesante, pues sus fundadores son emprendedores amantes de la literatura. Por lo anterior, su foco está en los grandes clásicos de la literarios, pensando en un segmento más juvenil. Además, considerando las posibilidades que brindan las redes  sociales y los medios, su equipo se ha animado a realizar campañas de crowfounding para reunir fondos.

Para el equipo de iClassics «Dos siglos no han sido suficientes para que ni Poe ni Wilde pasen de moda y nosotros hemos transformado sus obras en experiencias interactivas (…). Los libros clásicos desaparecen de las librerías porque ya nadie los demanda, y eso es algo que nos negamos a aceptar: los Clásicos no deben caer en el olvido ya que nos ayudan a construir el presente«

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Gráfica que acompaña el lanzamiento de «Las aventuras de Sherlock Holmes: Escándalo en Bohemia»

Por ello crearon toda una serie (en formato de aplicaciones descargables para iOS y Android) para atraer a nuevos lectores que pueden fascinarse con la literatura. Partieron con Edgard Allan Poe al crear la IPoe Collection – la cual fue galardonada por el Digital Book World, revista de referencia sobre innovación en lectura digital- a lo cual siguieron los cuentos de terror y misterio del escritor inglés H.P. Lovecratf,  iLovecraft, posteriormente avanzaron con Charles Dickens  y siguieron ganando terreno con otro británico imperdible, Oscar Wilde.

Probando la interactividad de Sherlock Holmes

 

Este 23 de junio 2016 iClassics lanzó la app Las aventuras interactivas de Sherlock Holmes:­ Escándalo en Bohemia. El relato original fue publicado en 1892, y desde entonces ha sido interpretado por más de 70 actores y llevado al formato del teatro, películas, series televisivas y videojuegos. Las aventuras del genial y atípico detective presentan la historia original de Conan Doyle, en 70 páginas interactivas ilustradas por Jordi Solano, y ambientadas gracias a 25 minutos de la banda sonora original de Miquel Tejada (músico experimentado en el campo de la animación, teatro y musicales). La app ofrece el libro traducido a cuatro idiomas: Inglés, Castellano, Francés y Portugués.

El equipo creativo de iClassics -entre quienes se cuentan ilustradores, diseñadores, especialistas en storyteller y motion graphic, desarrolladores, programadores,  etc.-  ha trabajado hasta lograr una atmósfera única enriquecida con numerosas ilustraciones, efectos de sonido, y una banda sonora, todo lo cual confluye para convertir la lectura en una experiencia enriquecedora.

La gracia es que ésta no será igual para todos los lectores, ya que cada uno marca su propio ritmo, decidiendo si prefiere escuchar la música, interactuar con el relato o simplemente dejarse atrapar por la pluma de Sir Arthur Conan Doyle. Y en este sentido, la invitación de iClassics es leer «multisensorialmente».

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«Las aventuras de Sherlock Holmes: el escándalo en Bohemia» convive perfectamente con mis libros impresos. Con la ventaja que me puede acompañar adonde vaya, en mi celular.

En Leamos Más quisimos probar esta nueva app, por lo que acepté la invitación de iClassics y descargué el libro en mi celular. No sólo funcionó perfecto, sino que me deleité con «Escándalo en Bohemia«. Al principio pensé que la experiencia interactiva podría restarle un poco a mi imaginación, ya que estoy muy acostumbrada a leer y visualizar a los personajes, los lugares e incluso los detalles como el vestuario o características físicas de los protagonistas de la historia. También pensé que los sonidos ambientales como el knock-knock de la puerta, los cascos de los caballos golpeando sobre el asfalto o el tic-tac del reloj, etc. podrían distraerme -lo cual es muy fácil pues tengo déficit atencional- sin embargo esos sonidos, la música, los movimientos de los personajes y en general todo los detalles del libro sólo consiguieron maravillarme del resultado logrado por iClassics.

Ciertamente se lee en forma distinta -aunque la lectura sigue siendo lineal y no hay hipervínculos- pero el contenido de cada página es más breve y se ve enriquecido por los aspectos interactivos que he descrito. Para quien está muy lejos de ser nativa digital, es bastante entretenido. Ciertamente puede funcionar muy bien con adolescentes y jóvenes reacios a la lectura.

En este sentido uno de los leitmotiv de iClassics tiene que ver con la forma en que las nuevas generaciones se relacionan con el contenido : “los millennials y la Generación Z son diferentes y reclaman otro tipo de ocio. La tecnología es una parte muy importante de su vida, los dispositivos móviles su habitat natural y la interacción una rutina más. Nosotros hemos reinventado los libros clásicos para atraer a estas audiencias. La única manera de acercar la literatura clásica a estas generaciones es adaptándolas al entretenimiento de hoy en día» , señalan en uno de sus comunicados.

David G. Forés, director y co fundador de la empresa, describe a sus libros interactivos como «una mágica combinación de elementos para leer y disfrutar de la literatura clásica tanto si eres un librófilo como si todavía no has descubierto el placer de leer un buen libro». El criterio de selección se basa en escoger a los autores que se adelantaron a su tiempo e inspiraron a generaciones posteriores con sus historias. Por otro lado, buscan cuentos y relatos que no sean tan extensos, de forma tal de poder desarrollarlos íntegramente en base a esta tecnología, sin alterar o resumir la versión original. En este sentido, los profesionales de iClassics señalan que su contribución consiste en aportar a las increíbles historias de estos escritores en experiencias donde la ilustración, la animación, la música y los vídeos forman una maravillosa composición bajo la supervisión de una dirección artística muy cuidada.

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Secuencia de imágenes de la app del  libro «Las aventuras de Sherlock Holmes: el escándalo en Bohemia»

Les dejamos los traillers promocionales de la colección iClassics de Edgard Allan Poe y de Oscar Wilde:

IPoe:

https://www.youtube.com/watch?v=Nd_t_TIT_0E

iWilde:

https://www.youtube.com/watch?v=cAc8drGCnRE

 

 

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Columnas y artículos

Cerebro Lector

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Portada del libro, en su versión original en inglés

En el libro “Proust y el calamar: una historia sobre la ciencia y el cerebro lector” (cuya edición en español se tradujo con el título «Cómo aprendemos a leer«) la escritora norteamericana Maryanne Wolf recuerda un episodio en la historia de la lectura, a veces pasado por alto: Sócrates y su oposición a la expansión de la palabra escrita.

La autora explica que el filósofo advirtió los peligros de la escritura, argumentando que  relegaba la capacidad oratoria y la memoria como principal herramienta intelectual, y que además propiciaba la pérdida del control sobre el lenguaje. Las cosas cambiaban y Sócrates veía en eso una amenaza. Este hecho histórico le permite a la autora del libro (quien además de ser doctora en neurociencia es psicolinguista) lograr que en su relato confluya la historia y la ciencia para explicar el desarrollo de la lectura.

A diferencia del habla o la visión, la lectura no tiene un programa genético que se traspase a través de las generaciones. El desarrollo del cerebro lector no fue continuo en el tiempo ni en su aparición geográfica. Transcurrieron dos mil años desde el primer sistema de escritura hasta el alfabeto griego del que Sócrates sospechaba. Aprender a leer sólo es posible por la plasticidad del diseño cerebral, y cuando se logra, el cerebro del individuo cambia para siempre”, sostiene Maryanne Wolf. La flexibilidad del cerebro permite coordinar aspectos visuales, auditivos, semánticos, sintácticos y espaciales que de otro modo no entrarían en relación.

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Las zonas cerebrales que se activan varían según las exigencias del sistema de lectura. Este hecho es un descubrimiento relativamente reciente. “Antes de la década de los´70, las teorías sobre lectura eran muy débiles, se suponía que el cerebro guardaba una especie de fotocopia de lo que leía en la cabeza”, explica Ricardo Martínez, lingüista, magíster en estudios cognitivos y académico de la Universidad Diego Portales.

Los jeroglíficos egipcios debían ser leídos de derecha a izquierda y luego de izquierda a derecha y de abajo hacia arriba o viceversa según la arquitectura del recinto. Esto exigía un espectro de habilidades distinto de sistemas más abstractos como el basado en el alfabeto que relaciona signos con sonidos. El chino -basado en ideogramas- involucra patrones neuronales diferentes del inglés y el castellano. Actualmente es posible rastrear esas diferencias a través de la tecnología de neuroimagen -que hace visible el funcionamiento del cerebro- desarrollada a partir de los años ’90.

El calamar y las redes neuronales

Maryanne Wolf tituló su libro “Proust y el calamar” como un contrapunto entre la experiencia literaria y los intentos de la ciencia para comprender el funcionamiento de la lectura.

neuronaEn su ensayo “Sobre la lectura”, Proust evoca los libros como un refugio, la posibilidad de un estado mental complejo: leer no sólo exige descifrar información, también despierta recuerdos, visiones, sensaciones, y en el mejor de los casos un “placer divino”, según el autor francés. Wolf escogió a los calamares para el título de su libro, porque este tipo de moluscos sirvió como conejillo de indias en la década de los ’50, durante las primeras investigaciones sobre transmisiones de neuronas. En un extremo la lectura es una actividad que involucra la vida misma del ser humano, por el otro (en el caso del calamar) se trata sólo de células que transmiten información.

“Uno puede entender las aprensiones de Sócrates a una transición entre la cultura oral y la literaria reflejadas en nuestras propias preocupaciones en la inmersión de nuestros niños en el mundo digital”, apunta Wolf. Las nuevas tecnologías están cambiando los hábitos de lectura, y Google es para muchos el símbolo de lo que fue el alfabeto para el filósofo. De hecho, hace algunos años años la revista Atlantic Monthly provocó una polémica cuando en su portada preguntaba “¿Está Google volviéndonos tontos?”. El artículo proponía que navegar en internet podría ser una amenaza para las capacidades de lectura profunda y para la capacidad de concentración.

Pantallas encendidas

Actualmente la lectura en pantalla es un formato cotidiano: correos electrónicos, redes sociales (Facebook, Twitter), blogs, medios onlinee incluso un simple mensaje por WhatsApp. Este hecho provoca una paradoja: en tanto el sentido común indica que cada vez se lee menos, los datos constatan que gran parte de nuestra comunicación actual se basa en la escritura. “La lectura como proceso está probablemente en el momento más activo de la historia”, sostiene Ricardo Martínez. El punto es que cuando se piensa en lectura no se piensa en pantallas, sino en papel, “se asume que la lectura es de libros, diarios y revistas. Por alguna razón consideramos que los medios impresos son el fundamental sistema de difusión de la información y son más serios y nos parece que los medios electrónicos no tienen esa seriedad”, apunta el lingüista.

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Cada vez leemos más desde nuestros smatrphones

En 1894, el escritor Octave Uzanne escribía “El fin de los libros”, advirtiendo que la invención de Gutenberg sucumbiría a la invención del fonógrafo. “Es fácil hacer ciencia ficción sobre los efectos que tendrán los cambios tecnológicos en la lectura en el actual escenario”, comenta Ricardo Martínez aludiendo a la fascinación que suelen ejercer las nuevas tecnologías entre los entusiastas del minuto.

Pero hay cosas que no son ciencia ficción, y una de ellas es el hecho que leer de una pantalla provoca patrones distintos de lectura. La interacción con un texto electrónico hace más relevante la tarea de localizar información por sobre las tareas de interpretar y evaluar. “La lectura es diagonal, de revisión y general, que permite hacernos una idea general”. Una suerte de lectura algunas veces caracterizada como “promiscua”, que depende de las decisiones del lector, respecto a seleccionar determinados vínculos o links, mover la barra de la pantalla o acceder a alguna ventana audiovisual. En una columna titulada «Leer sin papel”, publicada por el diario El País, el escritor José Antonio Millán comentaba la gran cantidad de reflexiones y estudios que se están haciendo sobre el avance de la lectura digital. “Y de ellos podemos concluir que leer en papel es una operación muy diferente de la lectura en pantalla: mucho más de lo que podría parecer».

Mundo post-tipográfico

Un estudio de comprensión lectora realizado por la Universidad Católica de Valparaíso (el cual se reseña en el libro «Saber leer») un grupo de alumnos arrojaba que cuando buscaban una comprensión profunda de un texto, no basta con la pantalla y se recurre a la impresión. “Los datos científicos recabados indican que la comprensión profunda y el aprendizaje perdurable exige una lectura dedicada y ésta se alcanza muchas veces de mejor modo a través del papel”, añade Giovanni Parodi, director del programa de posgrado de lingüística de la UCV. Parodi hace hincapié en la cantidad de variables que condicionan el proceso de lectura, “muchas de ellas no indagadas científicamente aun, como por ejemplo la motivación, los conocimientos previos, la edad, el nivel de escolarización, la extensión del texto, el tipo de organización lingüística y retórica de la información”.

La variable edad es especialmente relevante si se trata de comparar la generación educada antes de la irrupción de Internet con aquellos nacidos en la segunda mitad de los 90: la llamada generación Google. Es posible que para esa generación la valoración cultural que se le atribuye al texto impreso en nuestra sociedad ya no sea la misma.

El investigador norteamericano David Reinking habla de un mundo post-tipográfico como una forma de etiquetar el impacto de las nuevas tecnologías en la alfabetización o “literacidad”. Reinking plantea que las tecnologías -y particularmente internet- transforman la experiencia de la lectura. En lugar de seguir un texto de principio a fin de manera unidireccional, Internet hace posible crear una ruta propia dependiendo de los intereses y de las opciones de links de la pantalla. Una experiencia distinta que también implica saber evaluar y escoger la ruta de información que puede sobrepasar los miles de páginas con un solo clic.

Frente a esto, Maryanne Wolf, la autora de “Proust y el calamar”, ensaya una respuesta parafraseando a Darwin: “Biológica e intelectualmente, leer le permite a la especie ir ‘más allá de la información dada’ para crear infinitos pensamientos más bellos. Debemos evitar perder esta cualidad esencial en el momento de transición histórica actual hacia nuevas formas de adquirir, procesar y comprender información”.


Artículo publicado originalmente, por la misma autora, en el sitio web  De Libros, Artes y Ciencias