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Gabriela Salgueiro: una Ilustradora de tomo y lomo

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Gabriela Salgueiro

Gabriela Salgueiro comparte con nosotros en Leamos Más.

Gabriela es joven. Joven y prolífica. Con menos de 30 años, esta diseñadora e  ilustradora se ha dedicado a trabajar con técnicas de stop motion y animación. Fue precisamente este tipo de trabajo el que inspiró, el año 2011, a producir el cortometraje “Enco, travesías a vapor”. El mismo que plasmó en un  libro homónimo el año 2012. Gabriela creció en Chimbarongo, y luego estudió diseño en la Universidad de Valparaíso. Se ha especializado en lugares ta alejados como Rusia y Australia. Hoy vive en Nueva Zelanda, país que la acogió para seguir profundizando en su trabajo. Desde allí nos brinda esta entrevista: 


¿Crees que los adultos podemos beneficiarnos de los llamados “libros infantiles”?, ¿Le recomendarías a personas más adultas que se den un paseo por la sección infantil de las librerías, a ver que libro les interesa para llevárselo a casa?

Gabriela: Más que decir que un adulto podría “beneficiarse”, diría que muchos de ellos han ido olvidando con el tiempo lo enriquecedor que puede ser una lectura alternativa o simplemente realizar algo diferente en sus vidas, muchos están inmersos en la rutina del trabajo y todo lo que el mercado te incentiva a observar y tomar atención, por ejemplo, con la simple pregunta ¿cuándo fue la última vez que dibujaste? Te darías cuenta que muchos te responderían que desde el colegio. Creo que cualquier tipo de lectura ya es algo que aconsejaría realizar, independiente que sea infantil o no. Además, creo que es muy positivoque los adultos que tienen hijos, nietos, etc. vuelvan a leerles cuentos infantiles a los niños que tienen alrededor y lo hagan constantemente, porque es crucial dentro del desarrollo de la imaginación infantil. De todos modos, siento que cada vez son más los adultos-jóvenes, que tienen interés por la ilustración o por saber de tendencias; quienes también visitan constantemente librerías para ver nuevos autores y probablemente son los que tomarán un libro de ilustración infantil por curiosidad.

La historia de Tito es motivada, en parte, por su curiosidad innata y por su imaginación. Tito, juega y recrea todo el glorioso mundo que vivió el vapor Enco, porque es un niño propenso a soñar, a imaginar. ¿Crees que los niños de hoy juegan de esa forma, tan natural y sin grandes sofisticaciones?. ¿Podría haber algunos que imaginen como Tito, o -en general- la imaginación está cediendo ante el alcance de la tecnología y la inmediatez con la que los niños obtienen todo actualmente?

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Tito, protagonista de la historia.

Gabriela: Sí, creo que los niños y en general la infancia puede ser una de las etapas más limpia y pura para crear mundos, desarrollando la creatividad e imaginación. Lo de las “sofisticaciones” está un poco manipulado por la oferta comercial de juguetes y está ligado directamente con lo que los padres utilizan en el desarrollo de sus hijos. Creo que “Tito” como personaje está más ligado a un niño de región, de hecho el desarrollo se hizo en base a la observación en terreno de niños de la zona y en parte a mi propia experiencia personal. Donde los niños no están en la televisión o computador todo el día, sino que tienen un patio donde salir e interactuar con la naturaleza y animales, son niños que miran las estrellas por la noche y desarrollan de algún modo una conexión mucho más fuerte con su ambiente. De todas maneras, creo que hay muchos “Titos” en todo Chile, imaginando cuentos con las cosas más simples que podríamos soñar, historias tan interesantes como para crear un nuevo libro.

 

Siguiendo con el tema de la publicación de “Enco, travesías a vapor”. Este libro, además de contar una hermosa historia, acude al rescate de la localidad de Neltume y de Panguipulli, bajo la forma de un vapor al que quizás muchos habitantes de la zona están habituados, pero que permite que otras personas en Chile y otras latitudes conozcan. ¿Crees que hace falta agudizar la mirada y realizar un trabajo más concientizado al respecto, recopilando objetos, piezas, flora, fauna, etc. que merecerían salir más a la luz, por parte de quienes trabajamos en cultura, educación, arte, gestión cultural, patrimonio, etc.?

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Portada del Libro

Gabriela: Creo que la inspiración es infinita y cíclica, puede rescatarse de muchas formas, historias, objetos, ideas, etc.. Pero en mi caso la palabra clave para esto es la “experiencia”. Personalmente viví la energía de ese pueblo hablando con el alma acerca de los recuerdos del vapor Enco, fue especial y crucial poder tener un feedback con la gente que vivió en la época. Fue un viaje del cual no participé como una simple “turista”, sino que como una persona realmente interesada de la realidad de Panguipulli, su gente, sus sueños etc. Es importante conocer e informarse acerca de que realmente está pasando dentro de un pueblo o región, entender sus problemas, valorar sus buenos recuerdos. Claramente, de todo ello puede salir una idea, pero lo importante es intentar ser un aporte a los habitantes del lugar,  como comunidad.

Creo que el valor de la cultura parte primero por reconocerla, entenderla y luego fortalecerla.

 

Dada tu formación como diseñadora e ilustradora. ¿Crees en el trabajo manual como una manera de incentivar la lectura?. Me explico: se puede partir por la lectura de un cuento, para luego llevarlo a un dibujo, o quizás a la recreación de los personajes con plasticina. O haciendo todo lo contrario: creando una historia en un mundo plástico que después pueda cobrar otra vida en el papel, si el niño o el joven se anima a escribir la historia.

4Gabriela: Depende mucho del ilustrador y estilo que cada uno tenga, conozco diseñadores que sólo con vectores logran concretar muy buenas obras literarias, depende también de la edad a quien se esté dirigiendo la obra. Por lo general, mientras más pequeño es el público objetivo, la textura y variedad de materiales es más valorada. De todos modos en el caso de “Enco, travesías a vapor”, el tratamiento visual se ligó directamente con lo que la animación en Stop motion propone y es casi un 95% de trabajo manual, donde la imaginación de Tito se grafica con la técnica de cut-out para diferenciarla de la realidad. Personalmente considero que la forma más entretenida e interesante para animar es el stop motion, porque uno logra un control total del mundo, puedes manipular la luz mucho más orgánica, los personajes son casi reales con sus proporciones y realmente puedes ver su mundo alrededor. Cuando yo era pequeña, esto fue uno de los recuerdos que me quedó más presente (por lo diferente que era del resto) por ejemplo, quien no se acuerda de “Tata colores” de Vivienne Barry, para mí era un imperdible cada noche.

Personalmente quiero recomendar a una profesora de Lenguaje que trabaje con “Enco, travesías a vapor” en un curso de alumnos de primero medio en un liceo técnico en Santiago (el objetivo no sería aplicar una prueba de comprensión de lectura, sino que por el contrario, buscar actividades que lleven a los alumnos a interesarse por la historia de Tito, del ENCO, de Panguipulli, etc. ¿Podrías darnos 3 ideas de actividades que sugerirías desarrollar y 3 ejemplos de cosas que “por nada del mundo” crees que funcionarían?.

Gabriela: Que difícil, creo que les mostraría Enco y les contaría como se desarrolló, pero los incentivaría a encontrar su propio Enco, que ellos tomen un objeto, historia etc. Que crean que debe ser rescatada en su comuna, en su vida o recuerdos. Hay tantas cosas interesantes que sirven de inspiración y sobre todo los jóvenes tienen muy buenas ideas que muchas veces no logran ser escuchadas, quizás esta podría ser una buena instancia.

También junto con hablar de Enco, se podría realizar una pequeña actividad ligada directamente a la “animación stop motion” donde todo el curso puede ser un gran equipo de producción y generar una historia que hasta podría ser enviada a festivales y recorrer el mundo. La última idea que se me ocurre es llevar a los alumnos directamente a terreno, a interactuar con una comunidad donde puedan escuchar e intercambiar historias y guarden la que más les llamó la atención y que de alguna forma la concreten a través de cualquier medio de expresión (poema, video, animación, dibujo, cuento, cómic, obra de arte, performance, etc.) lo que ellos sientan que se liga más con la historia rescatada. Finalmente creo que cualquier actividad que un profesor planifique de algún modo va a funcionar si fue bien pensada.

 

A continuación, les presentamos el cortometraje «Enco, travesías a vapor»

 

Galería de imágenes:

 

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Conversamos con la ilustradora Pati Aguilera sobre creatividad y lectura

Patricia Aguilera
Patricia Aguilera, en su oficina en AjíColor.

En  AjíColor trabajan Pati Aguilera y Fito Holloway, diseñadores e ilustradores que crearon esta agencia el año 2005.  Ellos también son socios y fundadores de Plop! Galería , otro lugar especial en el centro de Santiago, dedicado a la ilustración y el diseño  que se ganó un espacio en Leamos Más.

El arte de un escritor y el de un ilustrador tiene un vínculo que va mucho más allá del nexo entre el texto y la imagen. Tanto nos ha interesado desentrañar y aprender de este vínculo, que los alumnos del  Centro Particular Politécnico de Conchalí (CPPC) – en el cual desarrollo un proyecto con Leamos  Más-  fueron agasajados con una exposición de libros ilustrados, de la cual aprendimos muchísimo respecto nuevas ediciones de historietas, novelas gráficas, libros álbum, etc. De esta actividad nacieron  las ganas de descubrir más  respecto a la lectura de imágenes y al rol que los ilustradores tienen en el fomento lector. Es por eso que, junto a un grupo de 12 alumnos de Segundo Medio del CPPC fuimos a la “casa-taller” AjíColor para que Pati Aguilera nos contara sobre su trabajo y contestara algunas de nuestras múltiples dudas sobre el tema.

La cita tuvo un lugar un caluroso día de noviembre. Los alumnos y yo estábamos expectantes de conocer a Pati, de quien sólo habíamos leído en algunas entrevistas publicadas en internet. A los saludos de rigor, siguió el descenso por  una escalera de caracol para llegar a la oficina principal de AjíColor, donde Pati y Fito trabajan. El aire antiguo del edificio -ubicado en calle Merced, en el centro de Santiago- y las gruesas murallas de la habitación nos hablaron de una época en que las construcciones eran más resistentes y consideraban otros criterios de calidad y distribución espacial en Santiago.

La escalinata nos invitó a la oficina principal, con un hermoso piso de parquet. En la pared principal, destacaba una repisa de muro a muro, parte de la cual servía de bodega para guardar el material de trabajo y los productos terminados de esta agencia. Otra escalera con rieles sujetos a las repisas permitía alcanzar los tres metros de altura de la repisa. Esta escalera fue, precisamente, uno de los objetos que más llamó la atención de los alumnos, ya que tenía unos diseños al estilo del director de cine Tim Burton. En general, todo invitaba a observar e interesarse: pequeños detalles que delataban a los habitantes de AjíColor:  postales, afiches, trozos de la pared con ilustraciones hechas por Pati, Fito o por algún otro ilustrador amigo, cuadros y un sinfín de objetos que hablan de una vida dedicada al diseño.

La caja del maetín literario permitía, al abrirla, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.
La caja del maletín literario, diseñada por AjíColor,  permitía, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.

Nos mostraron la caja que diseñaron para “El maletín literario” que entregó el Ministerio de Educación. También apreciamos libros, afiches, autohadesivos, libretas  y otros tantos artículos producidos por AjíColor. Naturalmente nos llamaron la atención  los libros «Geografía de Máquinas» (Pehuén editores) escrito por María José Ferrada e  ilustrado por Fito Holloway  y «Para chuparse los dedos. recetario Ilustrado» (Letra Capital Ediciones, 2013) escrito e ilustrado por Pati Aguilera. Además de eso, observamos los computadores y el equipo especialmente adaptado para el trabajo de un diseñador gráfico.

Tanto los alumnos como yo estábamos inquietos y curiosos. No sabíamos por donde empezar , ya que  los distractores visuales eran muchos. Pero la primera pregunta y surgió en forma espontánea fue: «¿De dónde sacan tanta creatividad? ¿En qué se inspiran?: «La creatividad puede venir de una conversación con mi hija de tres años, de una caminata por el parque, de los sabores y colores que hay en la cocina, de cualquier lugar» nos contesta Pati en forma sencilla. Y agrega que muchas veces una idea no decanta en forma inmediata, sino que se queda en su cabeza dando vueltas, hasta que en cualquier momento la asalta y la motiva a dibujar o armar algo.

El grupo visitante, en pleno
El grupo visitante, en pleno

Ser diseñador, ilustrador y  además participar de la creación de una agencia y de una galería no deben ser roles tan fáciles de manejar. Por eso, le preguntamos por las dificultades que entraña su trabajo, y nos comenta: «Yo diría que lo más difícil es realizar actividades que no son parte de mi profesión. Dirigir, organizar, administrar… ser jefe es muy complejo. Además, Ilustrar y diseñar no es una pega sencilla ni rápida. Nuestro trabajo requiere tiempo para investigar, reflexionar y luego crear. Lamentablemente muchas veces nos encontramos con clientes que nos hacen encargos de un día para otro en donde la presión y el poco tiempo pueden convertirse en factores negativos que influyen en la calidad y desarrollo de un buen resultado, y eso es justamente lo que no queremos.»

Ya avanzada la charla, le pedimos que nos cuente su relación con la lectura. Nos comenta que mientras estuvo en el colegio no era muy buena lectora. Leía por obligación para los controles de lectura y en general no tenía interés en los libros. Años después, cuando ya salió del colegio, descubrió los libros ilustrados, los libro álbum y las novelas gráficas, los cuales comenzaron a formar parte de sus intereses. Esa relación que nació en forma espontánea, siendo más joven, no la abandonado nunca y la ha llevado a cuestionarse y a expresar su trabajo como ilustradora. Hoy tienen una biblioteca en su casa, con libros ilustrados que provienen de distintos autores, con diversos estilos y que hablan del trabajo de la ilustración en distintos países. Además, fomenta en su pequeña hija de 3 años el gusto por la lectura, pero por aquella que tiene sentido y que se vincula con sus intereses. Porque los niños, aunque sean muy pequeños, tienen sus intereses y saben lo que les gusta.

Patricia Aguilera, explicando algunas de sus ideas a los alumnos
Pati, explicándonos algunas de sus ideas

A Pati, la lectura de imágenes le resulta tan natural como respirar. Algo que encuentro natural dada su profesión, y que me deja con la sensación que nosotros, los profesores de Lenguaje, en general no sabemos como enfrentar la gran riqueza en las fotografías, las imágenes y los dibujos  para ayudarnos a acercar la lectura a los estudiantes. Le comento que nuestro sistema educacional lamentablemente no potencia ese aspecto, y que nos prepara más bien para enseñar a comprender y analizar un texto, más que para disfrutarlo y mucho menos para leer sus imágenes. Además de estar de acuerdo, Pati nos comenta que para ella leer imágenes resulta vital para establecer un nexo con lo que se lee. La imagen no sólo acrecienta y enriquece lo que aparece escrito, también lo traduce a una nueva forma.  Hay que fijarse en los detalles, en el hilo de las imágenes desde la primera a la última  página, en los colores y el lugar donde están dispuestos los objetos y las personas, en sus expresiones e incluso en la ropa que llevan puestas. Todos esos elementos gritan cosas que, a veces, el texto deja a contraluz.  Ser capaz de leer una imagen y hacerla conversar con lo que se ha leído requiere adentrarse en la lectura a un nivel muy profundo. Tanto o más que si comprendiésemos al 100% todo lo que está escrito, por que la sutileza de la imagen es muy difícil de reproducir en el texto.

Esta conversación y las reflexiones a las que he llegado me dejan contenta. En especial porque no he sido sólo yo la que ha sucumbido a este ejercicio. Mis alumnos también  han escuchado atentamente y han entendido -de primera fuente- que no sólo hay que  aprender a darle sentido a las palabras escritas. Ir más allá y acercarse a las cosas que parecen no ser tan obvias son una de las principales conclusiones que han sacado de este encuentro.

Queremos agradecer a Pati Aguilera por recibirnos en AjíColor y por mostrarnos una esquina de su mundo.

 

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El valor del Libro como Objeto para Fomentar la Lectura

Los alumnos, posando con los libros que más llamaron su atención
Un grupo de alumnos de 2do. Medio, posando con los libros que más llamaron su atención

El 4 y 5 de septiembre, en medio de banderas y escudos chilenos, inauguramos la ansiada Exposición de Libros Artísticos en el Centro Politécnico Particular de Conchalí. Se presentaron 40 libros: 22 en calidad de préstamo y 18 de la biblioteca del colegio, los cuales habían llegado hace poco y los estudiantes no conocían. Los libros se escogieron minuciosamente prestando especial énfasis en el trabajo del ilustrador y en el formato del libro. Estos aspectos eran importantes, pues durante el primer semestre y en función del proyecto que se realiza con Leamos Más, se comentó la importancia de la imagen, el formato, la encuadernación y, en general,  el aspecto físico del libro como objeto. Para los alumnos esto ha sido un proceso y un descubrimiento, pues su acercamiento con los libros no es tan estimulante como se quisiera. La mayoría lee de los libros que sus padres compran en la feria o el comercio informal, o bien hereda los ejemplares usados de sus hermanos mayores.

Por ello, todos los textos  eran visualmente muy atractivos. Algunos de los  más comentados fueron: el álbum ilustrado ‘Cuentos silenciosos‘ de Benjamín Lacombe, ‘La media naranja’ de Elena Ferrádiz, ‘El libro negro de los colores’ de Menena Cottín y Rossana Faría y ‘Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Lessmore’ de William Joyce. Por lo menos, eso es lo que opinaron los alumnos, quienes escogían el que más les gustaba al término de la exposición.  El ejercicio no fue en vano, ya que gracias a la selección de los estudiantes se está elaborando una lista de títulos que serán adquiridos para invertir en una biblioteca de aula, la cual quedará a disposición de los alumnos participantes del proyecto para seguir estimulando su interés por el libro y la lectura.

"Cuentos Silenciosos"
Una de las páginas del libro «Cuentos Silenciosos»

Es importante destacar el la labor de las editoriales, muchos de los ejemplares son reediciones de textos o personajes clásicos: como El Extranjero, Drácula, y Ulises. Las editoriales Zorro Rojo y Edelvives han destacado haciendo un trabajo de lujo con estas ediciones. Por otro lado, muestras de libros como las que hay en la Galería Plop dan cuenta de las ganas que hay en el medio  de ir innovando, no sólo en cuanto a novedades editoriales para los  más pequeños, sino que también para adolescentes y jóvenes que igualmente merecen tener lo mejor. Esta renovación y aire fresco de las editoriales ayuda a que profesores y bibliotecarios estamos alertas a actualizar e incorporar libros a los que acostumbramos recomendar, y eso es lo que precisamente se traspasa a actividades como la descrita. Por ejemplo, en la sala de la exposición el día del evento, los textos se distribuyeron por categoría con sus correspondientes trípticos explicativos: libros álbumes, libros con ilustraciones, novelas gráficas, historietas y libros de artista. De esa forma, cada estudiante se llevaba, de acuerdo a su interés, el tríptico que más le gustó. En los días siguientes, varios alumnos se acercaron a la biblioteca del colegio, tríptico en mano, a solicitar alguno de libros de la exposición. Una maravillosa forma de continuar disfrutando de los libros, especialmente para aquellos(as) que no son tan aficionados(as) a la lectura. Este aspecto no llama tanto la atención si se considera que en el proyecto se ha estado trabajando, precisamente, para buscar otros alicientes respecto al libro que no se relacionen tanto con el contenido. Las ilustraciones, anécdotas, trabajo visual e incluso la historia del libro han sido los principales elementos que han servido para atraer la atención de quienes se dicen «no-lectores». Y hasta ahora vamos bien encaminadas. En este sentido, Karla Toro de segundo medio «A» señala  respecto a sus compañeros a quienes no les gusta mucho leer: «Hay varios que han cambiado sus gustos por leer, porque antes no leían ni lo que escribía la profesora en la pizarra. Pero ahora están más motivados a leer y más preocupados del tema de los libros». Y respecto a las reacciones de este mismo grupo de compañeros frente a la exposición: «les llamó la atención que haya distintas formas para contar una historia». Karla pertenece al grupo de alumnos que disfruta leyendo, con o sin exposiciones mediante, y  junto a otros compañeros  me han planteado sugerencias para que evalúe las habilidades de lecto-escritura  en base a enseñarles a escribir guiones de libros, representaciones escénicas de los mismos, etc.  La última idea fue realizar un debate en base a las lecturas que están compartiendo. Sin duda es la motivación que todo profesor querría.

Otro aliciente para esta actividad fue la  ayuda de un grupo de estudiantes de la especialidad de Secretariado, quienes entregaron un valioso aporte en el orden y cuidado de los libros durante los dos días que duró la exposición. Asimismo, otro grupo de alumnos de segundo medio se encargó de la ornamentación de la sala, de esa forma todos colaboraron y se sintieron partícipes. El proceso de la exposición, para cada grupo que visitaba la sala, culminaba con dos cortometrajes basados en dos títulos expuestos: : ‘Enco, travesías a vapor‘ y ‘Los fantásticos libros voladores del Señor Morris Lessmore’. Así, en pocos minutos, se cerraba el círculo de entusiasmo y motivación que se abría apenas la puerta de la sala daba paso a los libros expuestos. En total, unos 40 a 45  minutos de novedades y misterios develados para estos alumnos de enseñanza media de un establecimiento técnico.

La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos
La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos

En general, los estudiantes se mostraron contentos de conocer algo a lo que, de otro modo, no habrían tenido acceso por desconocimiento o falta de interés. ¿Cómo podrían solicitar un libro álbum sin saber de qué se trata? La actividad tuvo muy buena acogida en la comunidad escolar, incluso entre profesores y directivos, algunos de los cuales lamentaron que la muestra no se hubiese extendido por más días. Siempre es escaso el tiempo cuando uno quiere dedicarse al placer de leer.  Ahora, en clases de Lengua Castellana y Comunicación estamos trabajando en la producción de comentarios de libros observados, disfrutados y leídos.

Esta es una más de las actividades para que los estudiantes aprecien los libros, no sólo desde el contenido lingüístico sino que también por su valor estético. Tal vez, esta sea una forma en la que aquellos que siempre comentan “qué lata leer”, agreguen una segunda frase que diga: “pero igual hay algunos que parecen interesantes”. Ese primer acercamiento en segundo año de enseñanza media puede transformarse en el punto de partida para ampliar el horizonte de estudiantes que todavía tienen mucho que aprender.

 


Artículo presentado en forma conjunta por la Profesora de Lengua Castellana y Comunicación Carolina Olivares y por la bibliotecóloga Claudia Gilardoni, quienes también han diseñado y dirigido en terreno el proyecto «El docente de Lenguaje y su rol en el aula fomentando la lectura» en el Centro Politécnico Particular de Conchalí desde marzo 2013 a la fecha.


 

Entrevista a Valeria Flores de Segundo Medio «B» (realizada por Claudia Gilardoni, el 5 de septiembre 2013)

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=0WwKb1N2ov0]

 

Galería de imágenes de la Exposición:

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Isabel Hojas: «La lectura es capaz de generar infinitos diálogos»

Isabel Hojas
Isabel Hojas, ilustradora

A Isabel Hojas le gusta leer. A Isabel Hojas le gustan los libros. A Isabel Hojas le encantan las librerías y hojear distintos tipos de textos.

Sin embargo Isabel no es bibliotecaria, ni profesora, ni escritora. Isabel estudió Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad Católica  de Chile, y a poco andar después de titulada se dedicó a la ilustración. No contenta con eso, Isabel sigue leyendo.

La conocí este año gracias a mi trabajo como bibliotecaria, puesto que nos correspondió trabajar en una tarea tan necesaria como desafiante: dar una charla a los futuros pedagogos comentando  la visión de ilustradores y editores  respecto al fomento lector en el aula. La intervención de esta ilustradora fue muy importante para la audiencia y sin duda para mí. Dio  un giro a  muchos de los planteamientos que tengo respecto al amor por la lectura. Y ese giro y nueva mirada tienen que ver con la creatividad y la imaginación. Dos elementos cruciales para el trabajo de Isabel, y que sin duda ha ido desarrollando y enriqueciendo a la par que su  evolución como lectora. Fue tal el interés que me provocó lo que escuché en la charla de esta artista, que quise conocer más y le pedí esta entrevista para Leamos Más. Fue así como partí, entonces, entrometiéndome en el mundo de Isabel para saber como parte este vínculo con las imágenes y las palabras. Acá les va el resultado:

 

Isabel,  ¿De qué forma empezaste a desarrollar una afición por los libros, las palabras, la lectura en general?

En mi casa había muchos libros, pero mi familia no era especialmente lectora. Mis papás siempre están y estuvieron bien informados, pero pocas veces –que recuerde- se regalaron el tiempo que requiere la lectura de un libro. Pese a eso, siempre nos incentivaron (a mis hermanos y a mi) el trabajo, el estudio y la lectura. De niña yo tenía un déficit atencional tremendo y por eso quizás -cuando vieron que a mi naturalmente me atraían los libros- fomentaron de manera especial ese gusto.

 

Una de las ilustraciones del libro "Sabores de América"
Una de las ilustraciones del libro «Sabores de América»

Con el paso del tiempo, en tu evolución desde estudiante de arte hasta ilustradora, ¿Sientes algún cambio como lectora? Y de ser así, ¿De qué tipo?

Me parece que la evolución como lectora se ha dado más por el tiempo y la madurez que por mi oficio. Eso mismo, el tiempo, ha cambiado también la manera de enfrentar mi trabajo.

 

¿Cuál de todos los libros que has ilustrado crees que podría ser de interés para un joven desmotivado en la lectura?

Creo que es difícil de saber, porque la desmotivación puede venir por diferentes factores…pero, quizás un libro que podría ser de interés para un niño es «Sabores de América«, que se puede leer sin orden establecido y que tiene información divertida o curiosa sobre alimentos que nos son familiares.

 

¿Qué importancia crees que tienen los libros ilustrados en el fomento lector de niños y adolescentes?

Uno de los grandes valores de un libro ilustrado, es que la imagen porta significado, pero lo hace de una manera mucho más sensorial, que apela a la experiencia de quién lo mira. La lectura entonces, puede darse en muchas capas y va evolucionando cada vez que se toma el libro otra vez. No hay una única lectura, por lo que es capaz de generar infinitos diálogos y reflexiones. Puede al fin, ser portador de tantas o más palabras que un libro de texto habitual.

Un niño incapaz de deletrear puede leer y entender el sentido de una imagen. Esa virtud hace que un libro ilustrado no genere ese temor a evaluación que -en general- conlleva la lectura de un texto en el ámbito escolar.

En el último se ha visto en Chile una suerte de resurgimiento en el ámbito cultural, educativo y social respecto al quehacer de los ilustradores.¿Cuáles crees que son las razones para ello?

El resurgimiento de la ilustración es un fenómeno latinoamericano, no sólo nacional. Y creo que se da por varios factores.

Isabel ilustró  uno de los motivos de la campaña "Un libro, infinitas lecturas"
Isabel ilustró uno de los motivos de la campaña «Un libro, infinitas lecturas»

La globalización es uno de ellos. La producción de libros álbum –por diversos factores- se demoró casi treinta años en llegar a Latinoamérica y hoy -ya desde hace un tiempo- hay una efervescencia editorial por producirlos. Y esta producción se hace luego de haber digerido lo que ya se ha hecho en Europa y EEUU. Sin duda partimos con más conocimiento ( lo que no le quita mérito a la apuesta latinoamericana, porque son otras realidades a las que tiene que adecuarse).

Internet es un factor muy importante en el fenómeno de la ilustración hoy. Estamos al tanto de lo que se produce casi en cualquier parte del mundo, tanto así, que la producción local –de temáticas locales- se hace bajo un criterio globalizado. Además la web es una plataforma en donde el trabajo de los ilustradores se da a conocer y al mismo tiempo sirve para que se establezcan lazos entre quienes trabajamos en esto, lo que enriquece nuestro quehacer y fortalece al gremio.

Por otro lado, creo que hoy –vuelvo a la tecnología- es mucho más fácil producir un libro y también es más fácil distribuirlo.

La economía en nuestro país a crecido (y en muchos países latinoamericanos también) y eso sin duda a favorecido la producción y la apuesta editorial. Falta harto, pero creo que en muy (muy) poco tiempo, se ha a avanzado mucho.

Lo importante ahora es trabajar para que este “fenómeno” permanezca y se arraigue.

 

Visualiza    por un momento que fuiste llamada a trabajar en un proyecto de biblioteca escolar, pública o universitaria, a cargo de organizar actividades de promoción y fomento lector: ¿Puedes contarnos tres actividades que harías?

-Mucha lectura en voz alta: establecería horas de lectura que marcaran el paso del día -como en los colegios religiosos con oraciones- con la lectura de diferentes textos: cuentos, fragmentos de novelas, poesías….

-Abriría las bibliotecas a los padres (y a todos el personal de los colegios y instituciones educacionales) para que ellos puedan sacar libros. Hacer talleres de lectura para ellos generaría luego, que los niños (a la cola de “los grandes)” leyeran también.

-Dejaría a los niños habitualmente en las bibliotecas, que elijan, vean y lean libremente.

En "El ciervo de las cuernas de oro" Isabel logró una conexión con la autora del cuento muy singular para lograr ilustrar la historia de los soldados
En «El ciervo de las cuernas de oro» Isabel logró una conexión con la autora muy singular, de forma tal de ilustrar la historia de los soldados y entender el mensaje del cuento desde el punto de vista de su escritora

 

Y siguiendo en la onda imaginativa: ¿Qué te gustaría que pasara en tu medio en 10 años más? ¿Cómo te gustaría que evolucionara?

Hay una concepción muy arraigada entre los adultos en que un libro es vehículo de aprendizaje y eso hace que la idea de los libros les llegue a los niños sesgada. Me encantaría que las editoriales, padres y profesores apostaran por libros en donde los niños primeramente, disfruten de la lectura.

Los libros entonces atraerían a lectores por el goce y para quienes estamos detrás, en la construcción de ellos, el trabajo se nos volvería mucho más desafiante y lejos más entretenido.

Me gustaría también que esta energía que hay hoy con respecto a los libros e ilustración, permaneciera.

 

¿Te interesaría generar un vínculo con el gremio de profesores, bibliotecarios, editores?

Si, evidentemente si, pero me hace más feliz pensar en generarlo con lectores.

 

Dicen que cuando uno está metido en el bosque no es capaz de ver la perspectiva completa, por eso te pregunto -como bibliotecaria- ¿que consejo nos darías a los profesores  y bibliotecarios para propiciar la lectura en niños, jóvenes y adultos?

Hacer de la lectura un recreo.

 


Si quiere conocer más del trabajo de Isabel Hojas, le recomiendo visitar su blog Tierra de Hojas y conocer más de las ilustraciones y libros en los que ha participado.

 

 

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Themo Lobos: «Lean, lean todo, hasta los boletos de micro»

Refiriéndose a su amor
Refiriéndose a su amor

Cuando niños, tal vez uno de los primeros ejercicios que nos va humanizando es dibujar. Comenzar a dar vida a una hoja blanca incluyendo rayas que se van disparando hacia todos lados como si fueran un torbellino. Luego de eso vendría un adulto a preguntarnos qué era lo que quisimos hacer y ahí ya comenzábamos a contar una historia. Una muy particular.

El pasado martes 24 de julio murió en la quinta región uno de los más grandes contadores de historias de nuestro país: Themo Lobos, creador de historietas como Ñeclito y Alaraco, y continuador de las aventuras de Mampato, personaje creado originalmente por Eduardo Armstrong y Oscar Vega. Todas ilustraciones que entretuvieron a miles de niños y adultos durante años y que se han ido entregando de generación en generación hasta el día de hoy.

Un ejercicio que va dejando enseñanzas, que va generando saberes, conocimientos y valores, como los que difundía Lobos a través de sus personajes.  Tal vez una de las más grandes fue la importancia de la curiosidad.Lean todo, hasta los boletos de micro. Lean, lean, porque eso les va a formar un acervo de conocimientos que va a hacer nacer ideas nuevas dijo una vez. Una máxima que hoy pareciera estar perdida entre la televisión y las grandes ofertas de una sociedad que va relegando y desechando lo fundamental, esa búsqueda que da forma a los descubrimientos, a las asociaciones y al lagar del cual se alimenta la creación.

Personajes de Mampato
Personajes de Mampato

vida es búsqueda dice Themo Lobos y eso hacían sus personajes apenas terminaban de desayunar o apenas salían de clases, así como Mampato, que no se quedaba con lo que le enseñaban en el liceo y de inmediato tomaba su cinto espacio/temporal para ir a la época en cuestión. Hoy, cuando la educación está en crisis, esa curiosidad se vuelve fundamental tanto de padres como de estudiantes para ir y buscar, por sí mismo qué es lo hace el mundo funcionar como lo hace actualmente.

La época de creación de Themo Lobos coincidió con la dictadura. El año 1978 se deja de publicar Mampato, tiempos en que también inicia la llegada de personajes extranjeros, que fueron dejando de lado a algunos de los populares nacionales. La raíz se va perdiendo y nosotros en esa oscuridad. “La historieta es un género que puede sugerir una serie de ideas prohibidas, sobre todo cuando hay una dictadura. Entonces, para no correr riesgos, eliminaron todas las revistas de historietas subiendo los costos de impresión. La gente al final prefería comprar un kilo de pan antes que una revista. Y era muy lógico. La dictadura acabó con la historieta” dijo Themo, criticando la situación del Chile de entonces y sus políticas con la libertad de prensa.

El dibujante en su escritorio
El dibujante en su escritorio

Hoy se habla de ilustración, de novelas gráficas, de realizadores  y se van especificando sentidos que sirven para contener esos torbellinos que tenemos dentro los humanos. Antes, sólo había revistas y dibujantes,  antes hubo hombres como Temístocles Lobos y revistas como Mampato, que no solo quería hablar a los niños desde un sentido paternalista, sino como quién recibe a alguien nuevo en el museo de la cultura y lo único que puede hacer s entregar esos fragmentos que aún vale la pena transmitir.

Por eso Mampato siempre es un niño que sale, que investiga y curiosea buscando la huella, buscando una marca que hacía que sus historias terminaran siempre defendiendo a aquellos que estaban en problemas o a los que estaban oprimidos, desenmascarando las injusticias que se toapaba en diferentes momentos en la historia de la humanidad. “¡A los jóvenes no se les puede quitar su derecho a criticar! El derecho de los jóvenes es ser inconformistas“, dijo Themo Lobos y eso estaba en sus historietas y eso leímos todos.

 

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Chile en Viñetas: la odisea de retratar un país diverso


El 02 de Agosto, a través de un sistema de selección aleatorio, se adjudicó este cómic a Carolina Salinas, una de las fans de Facebook. Participaron más de 400 personas, quienes sólo debían marcar «Me gusta» o «Like» en el muro de Facebook para participar. Te recomendamos estar atento(a) porque pronto vendrán más sorteos.


Portada del Libro, ilustrada por Rodrigo López
Portada, ilustrada por Rodrigo López

¿Así somos en Chile?

Están las familias, los amigos, las historias en una universidad en toma. También están las frustraciones de un almacenero; las circunstancias de un joven que  al otro lado del teléfono oye todos los días a su padre disculparse por no poder pagar las deudas que él mismo le cobra. Unas páginas más allá está la  angustia de una adolescente que comparte su vida en las redes sociales. Todo, todo eso ha quedado plasmado en ilustraciones e historias que ahora podrás tener gracias a un sorteo que organizamos a con  la Cafetería de Historietas Café Cómics.

Son  15 los relatos que componen el cómic Chile en viñetas  -editado en mayo de este año- que reúne a más de 20 artistas entre dibujantes, guionistas y diseñadores con el fin de mirar a los chilenos de los últimos años.  Una forma creativa de realizar una panorámica sobre quienes somos, desde una amplia diversidad de creadores.

La ciudad es uno de los principales escenarios de estas historias, que pretenden abarcar la sociedad y su manera de ser en hechos cotidianos. Una forma que permite vislumbrar, si se quiere, la profundidad de las costumbres que día a día recreamos sin reparar en cómo estas construyen nuestra identidad. De esta forma, una simple historia como “El viejo del saco” de Fernando Valenzuela, nos da luces sobre cómo los prejuicios actúan sobre lo desconocido o cómo las diferentes clases sociales se comportan en espacios comunes.

Cada historieta va con los detalles de sus realizadores, así, para quienes se quieran adentrar más en el comic chileno, pueden tomar esta publicación como una guía para comenzar a recorrer por internet diferentes blogs y sitios donde podrán encontrar más trabajos de los autores en cuestión. De esa forma  las 180 páginas originales se  pueden ampliar a gusto del lector.

El libro se puede encontrar en Café Comics (ubicado en Manuel Montt 275, local 263) y en algunas librerías especializadas como Bazinga. También en Laboratorio Editorial Tabula Rasa -editores de este proyecto-  se puede encontrar más información. Cabe destacar que Chile en Viñetas se realizó en conjunto con la Fundación Conin Chile, que combate la nutrición, por lo que el 100% de la recaudación por la venta del libro va en beneficio de estos pequeños.

Si quieres conocer algo más de este proyecto, te invitamos a escuchar este podcast de «Viñetas al Fin del Mundo» o a ver ver este video


Historietas

  • Anatema (Brian Wallis, Francisco Inostroza, Rodrigo Vargas y Sebastián Castro).
  • City Tour (Rodrigo López).
  • Dar el ejemplo (Daniela González, Diego Zúñiga y Kóte Carvajal).
  • Dulce espera (Maycols Alfaro y Juan «Nitrox» Márquez).
  • El hombre es (casi) un creador (Margarita Toledo).
  • En el cerro (Javier Bustos, Mario Abarca y Sebastian Lizana).
  • Hora de almuerzo (Claudio «Caoz» Muñoz).
  • La marea (Sebastián Castro y Josu Hernaiz).
  • La razón del cliente (Cristián Sandoval).
  • Las Aventuras de O’Higgins en Europa (Erick Milla y Claudio «Caoz» Muñoz).
  • Tras el cemento (Francisca Cárcamo).
  • Vacaciones en marcha (Francisco «Foco» Rivera, Carlos Delgado, Moises Galleguillos y Diego Galleguillos).
  • Viejo del saco (Fernando Valenzuela).
  • Zink (Sebastián Castillo y Necrotax).
  • El amor (Kobal, Alonso Molina y Maycols Alfaro).

 

 

http://ergocomics.cl/wp/2012/07/chile-en-vinetas-calidad-solidaria/

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El lugar de las ilustraciones

La curiosidad gana, y dan ganas de mirarlo todo
La curiosidad gana. Es usual ver a los clientes ensimismados en la tienda

Al entrar sorprende todo y dan ganas de empezar a tomar cosas para saber qué son. Puede ser un lápiz, una taza, una libreta o un libro.  Pero todo tiene un dibujo, una ilustración, una gráfica, haciendo de PLOP! Galería una de las iniciativas más originales y entretenidas del circuito cultural de Santiago.

Desde 2010 opera en el barrio Lastarria. Ahí se ha posicionado con un estilo único de tienda, librería y galería de arte con constantes exposiciones, que mezcla libros ilustrados, obras originales de artistas nacionales y extranjeros, además de objetos para regalar o coleccionar que  juegan a la perfección con el diseño y la gráfica.

La idea nació de los diseñadores Adolfo Holloway y Patricia Aguilera y de los periodistas Isabel Molina y Claudio Aguilera, quienes buscaron un lugar que tuviera como eje una galería dedicada exclusivamente a la ilustración y la historieta, donde pudiera darse a conocer el trabajo de distintos realizadores. Un esfuerzo que luego de dos años  ya tiene resultados concretos. Así lo ve Isabel Molina: “Hoy hay una mayor presencia de la ilustración en la prensa, en las bibliotecas, en los colegios y universidades, prácticamente todas las editoriales le están dando espacio en sus catálogos.  Y sentimos que hemos aportado a que así sea” dice.

Hervi (nombre artístico del legendario humorista gráfico Hernan Vidal) fue el protagonista de su primera exposición. Luego vendrían chilenos como Alberto Montt, Isabel HojasFrancisco Javier Olea, Pati Aguilera, Loro Coirón y Marcela Trujillo y también extranjeros como Oliver Jeffers, Satoshi Kitamura, Cristian Turdera, Diego Bianchi y Laura Varsky, entre muchos otros de gran trayectoria.

Pero, ¿qué diferencia una ilustración de un dibujo? La pregunta podría parecer obvia. Para Isabel Molina todo está en la intención de creador. “Una ilustración es una imagen que cuenta una historia por sí misma. Es una narración que tiene la misma importancia que el texto escrito y se enriquecen mutuamente.

La ilustración en la historia

Visitantes en la galería
Interesados en la ilustración y la gráfica visitan la galería

Desde fines de la década del treinta hasta mediados de los setentas en Chile existió una fuerte cultura del libro. Las revistas infantiles, culturales o misceláneas, vivieron una época de esplendor permitiendo el desarrollo de una gran cantidad de ilustradores e historietistas. Todo respondía a las necesidades de los chilenos de antaño. “En Chile existía una tradición letrada, y sobre todo a partir de los años 30, con el surgimiento y consolidación de la clase media,  la educación, la lectura y cultura en general se transforman en símbolos de progreso y desarrollo colectivo e individual”, dice Claudio Aguilera, uno de los gestores de PLOP! Galería.

Un panorama que cambió drásticamente durante la dictadura, cuando libertad de expresión y el acceso a la cultura fueron sometidos a fuertes restricciones. “Leer, escribir, publicar o estudiar dejó de ser bien visto. La sociedad  se volcó al libre mercado y la cultura no sólo era considerada potencialmente subversiva, también dejó de ser relevante o prioritaria para las políticas pública y quedó fuera de la lógica de mercado”, agrega Aguilera.

En el caso de las revistas infantiles, a esto se sumó la masificación de la televisión y la arremetida de las ediciones extranjeras, lo que obligó a muchas publicaciones a cerrar y a que sus artistas se vieran obligados a recurrir a los periódicos u otras labores para sobrevivir.

“Antes de los años setenta, muchos ilustradores vivían de sus obras. Hoy poco a poco, los creadores nacionales están recuperando su espacio. Es por eso que nos interesa, junto con difundir el trabajo de los ilustradores dentro de Chile, generar relaciones con artistas extranjeros y llevar fuera de nuestra fronteras el talento nacional”, señala.

En ese sentido, una de las finalidades de PLOP! es consolidar una red latinoamericana en torno a la ilustración para lo cual ya mantienen contacto con México, Colombia, Ecuador, Argentina y Brasil. Además, gracias a un Fondo del Libro están preparando el primer catálogo de ilustración chilena, una obra que reunirá a 60 artistas nacionales y se distribuirá en los principales espacios de la ilustración mundial.

Mientras los proyectos internacionales se desarrollan, siguen consolidando un mercado interno para la ilustración y la historieta. “Tenemos dos segmentos de público: uno compuesto por jóvenes y estudiantes, que vienen a nuestros lanzamientos o exposiciones, y optan por llevar libros u objetos ilustrados, y otro público, con un poco mayor poder adquisitivo, que tiene interés por coleccionar de forma seria e informada ilustración e historieta chilena. Algo que no sucedía hace un par de años” comenta Isabel Molina.

Isabel Molina y Claudio Aguilera
Isabel Molina y Claudio Aguilera

Para Claudio Aguilera hay otro aspecto relevante: la capacidad de la ilustración y la historieta de desarrollar una mirada atenta y crítica.  “Es necesario enseñar y aprender a leer imágenes. La ilustración, como cualquier otra rama de las artes visuales, tiene un lenguaje y signos que uno tiene que aprender a codificar. Sería muy útil entregar una educación visual, porque así uno podría ver los noticiarios, las fotos en el diario o una publicidad, y saber qué significa una imagen en un  contexto determinado, cuál es el mensaje y la opinión que está transmitiendo. Me parece un paso esencial para ser ciudadanos críticos y ahí el libro ilustrado y la novela gráfica pueden ser un gran aporte”.

Disciplinas con una creciente presencia tanto en el mundo editorial, como en los medios de comunicación, investigaciones académicas, bibliotecas y colegios. La ilustración y la historieta están siendo reconocidas también como potentes herramientas de promoción del libro y la lectura. “Así lo ha comprendido también el Ministerio de Educación, que ha incrementados sus compras de libros ilustrados  y apostado por publicaciones que conjugan textos clásicos y poesía con propuestas gráficas, ayudando al desarrollo de la ilustración y proponiendo un concepción más amplia del libro”, puntualiza uno de los dueños.

Por lo pronto, podemos contarles que Leamos Más se adscribe a esta postura, la misma que nos invita a leer no sólo textos lineales o hipertexto, sino que también imágenes e ilustraciones . ¡Es que vivimos rodeados de ellas!   tanto que casi no nos damos cuenta que necesitamos afinar nuestras habilidades para entenderlas a cabalidad. Lo mismo  pasa con la música: es un gusto adquirido, que se disfruta en cómodas medidas.

Y de esta conciencia y valoración por la ilustración es que nace un nuevo vínculo con PLOP! Galería, dando pie a actividades, proyectos e iniciativas coordinadas con otras bibliotecas con el fin de reforzar la lectura y la ilustración en todos sus colores, formas e interpretaciones.

Te invitamos a visitar Plop Galería, ¡acá van los datos!

Dirección: Merced 349. Local 7. Barrio Lastarria (Metro Bellas Artes o Metro Católica)

Teléfono: (56-2) 6332902

Mail: [email protected]

Horario: Martes a domingo de 12.00 a 21.00 hrs. (15.30 a 16.30 hrs. cerrado)

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Leyendo en Gráfico

Panel con la participación de Carolina Leiva, Camila Rojas, editora de Quilombo Ediciones; Claudio Aravena de Fundación la Fuente y la ilustradora Isabel Hojas
Panel con la  docente Carolina Leiva, Camila Rojas, de Quilombo Ediciones; Claudio Aravena de Fundación La Fuente.

Desde hace un tiempo he estado conociendo el maravilloso mundo de las ilustraciones y su relación con el fomento lector. A través de la Galería Plop! me he interiorizado sobre el trabajo de artistas como Isabel Hojas -quien participó en la campaña «Un libro, infinitas lecturas»-, Paloma ValdiviaSol DíazAlberto Mont, y de editoriales que dedican su trabajo a producir un maravilloso material que no sólo deslumbra en cuanto al libro objeto, sino que además son un excelente ejemplo del rol que los cómics, los libros ilustrados y las novelas gráficas pueden hacer para fomentar la lectura en grandes y chicos. Ejemplo de ello son Quilombo Ediciones y Feroces Editores.

Precisamente destaco el trabajo de esta última editorial a través de un artículo que publiqué el año 2010 en Belelú, dando a conocer «Maliki 4 ojos», trabajo con el que me familiaricé con la artista Marcela Trujillo, y gracias al cual empecé a conocer el increíble mundo de los cómics y sus derivados.

isabel Hojas, exponiendo
Isabel Hojas, exponiendo

Aunque ahora me avergüence un poco decirlo, era una de esas lectoras que disfrutaban más con la lectura lineal, en vez de gozar con las viñetas, dibujos e historias que los ilustradores ponían a mi disposición. Pero, después de un tiempo conociendo más de cómics e ilustradores, a tanto llegó mi fascinación por este trabajo que, además de comenzar a invertir en libros ilustrados, decidí indagar en el vínculo que se genera entre editores, ilustradores, artistas y profesionales que producen estas obras, las cuales claramente tienen un rol en cuanto a propiciar la lectura.

Por ello, el pasado 31 de junio participé como moderadora del Panel «De lecturas, bibliotecas y formatos: pedagogos fomentando la lectura en el aula», actividad organizada por Leamos Más y  Sistema de Bibliotecas de la Universidad del Pacífico, donde se abordó no sólo el papel que juegan profesionales de la edición en el fomento lector, sino que también el de los docentes que llevan estas lecturas a manos de sus alumnos.

Reflexionando respecto a este tema, recordé cuando autofomenté mi amor por la lectura, esta vez de la mano de la creación de Marcela Trujillo. Es por ello que me permito recuperar este artículo para dar inicio a una serie de notas que destaquen el trabajo de editores y artistas en relación al fomento lector.

Si quiere escuchar la ronda de preguntas del panel, pase y entérese 
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Maliki, la heroína narrativa

Portada
Portada

Aunque esta portada podría evocar a  “Sex and the City”, es mejor no confundirse. Una de las primeras diferencias con la serie es el formato: Maliki es un libro de cómics, seguido por su temática que no tiene nada que ver con las aventuras de las cuatro singleton de Manhattan.

Las historias de Maliki se condensan en cuatro crónicas, más varios episodios autobiográficos (bajo el rol de profesora, artista, madre, esposa) presentadas en versión cómic por Marcela Trujillo, la misma que ha sido bautizada como la “Wonderwoman” chilena. Yo la veo como una heroína que va sorteando aventuras y corriendo riesgos. Y ¿cómo no habría de hacerlo? si Maliki sigue el camino amarillo que su creadora supo dibujarle.

Lejos de pedirle al personaje que exorcice sus problemas personales, Marcela Trujillo logra estrujar a punta de lápiz, papel y talento lo que todos esperamos al leer un cómic: que nos dé risa, que nos dé curiosidad y que las ilustraciones sean lo suficientemente vívidas como para que uno termine con “gusto a poco”. Pero, por sobre todo, Maliki logra que nos den ganas de leer y leer, deleitándonos con las realistas imágenes, acompañadas de un diálogo demasiado reconocible en el ideario criollo.

En materia de lectura, no tuve posibilidad de perderme porque soy buena para leer, pero hasta ahora los comics no me habían atraído mucho, encontraba que los dibujos y las palabras peleaban por acaparar mi interés, y eso me desconcentraba. Pero en esta ocasión me llamó la atención ver -hace menos de dos semanas, y expuesto como en pasarela- un libro con una evocadora portada al estilo Barbie. Me imaginé de inmediato los típicos dibujos de Jordi Lavanda, con esas flacas pasadas a estilo. Pero en vez de las lustrosas y sonrientes Lavanda’s ladies, me topé con el alter ego, divertido y original, de una mujer como la que podría ser yo, o alguna de mis amigas. Es decir: de las que van por la vida sin capa ni espada porque no hay tiempo para artilugios lateros.

Obviamente no me aguanté las ganas y compré un ejemplar. Maliki me cayó bien desde un principio, e independiente de las hilarates nano-historias con las que agasaja curiosidades femeninas de todo tipo, me cayó bien porque es una mujer que se la puede aunque a veces no tiene ni idea de los «cachos» en que se mete. Menos mal que a su favor tiene el arma más letal y potente que se podría desear: Maliki sabe lo que quiere.

Y qué sería eso…¿Ah?

Maliki quiere aprender inglés, quiere tener un pololo, y no contenta con eso, se quiere titular en una academia de arte en la ciudad que nunca duerme. Maliki quiere lograr todo eso, partiendo con un casi nulo inglés, sin muchos dólares, con sus kilitos regalones en la cintura  y más encima con las exigencias académicas del The Art’s students League of New York

Invitación lanzamiento del libro en "Galería Plop!"
Invitación lanzamiento del libro en «Galería Plop!»

Ante esa situación, opera el arma secreta y tras muchas vicisitudes, Maliki lo logra. Ahora bien, la forma como lo logra Marcela Trujillo en idénticas condiciones también amerita lectura. Pero supongo que para eso habrá que esperar por la versión biográfica y novelada, porque al final de cuentas ella también es una heroína narrativa. Precisamente la versión novelada vino de la mano con «El diario íntimo de Maliki» el cual por supuesto me compré y he disfrutado leyendo.

La literalidad de las ideas, o cuando a uno “se le prende la ampolleta”

Cuando Maliki tiene una idea, las bombillas que tiene a cada lado de sus orejas se encienden… ideal, ¿cierto? Marcela relata en la entrevista que da pié a su libro: “Inventé un personaje que era como yo cuando chica y la llamé Maliki. Era chiquitita, redondita, con cachos, bototos y dos ampolletitas sobre su cabeza que se le prendían cuando se le ocurría una idea. Era una niñita que ayudaba a los artistas para que se les ocurrieran ideas cuando no las tenían. Lo absurdo fue que en la pintura no se entendía esa historia. Cuando empecé a dibujar cómics me dije: Esa soy yo, pero tiene que ser grande”.
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