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Créalo o no: los libros crecen en los árboles

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En Berlín (Alemania) en plena calle Prenzlauer Berg se levantó este hermoso bosque, para solaz de los amantes de la lectura. El proyecto, titulado «Un Bosque de Libros» fue desarrollado por  BauFachFrau, como una iniciativa reconocida por los programas oficiales de la UNESCO «Educación para desarrollo sustentable». La idea era apropiarse del espacio urbano para instalar estos «dispensadores» para que la gente intercambie sus libros ya leídos, por otros de su interés. Algo así como un trueque de libros, pero sin ver ni conocer a la persona de quien se recibe el libro, ni tampoco a la siguiente que será su dueña. Este sistema se llama Bookcrossing y funciona en todo el mundo desde hace años. La versión chilena se llama «Libro Libre» y funciona bastante bien, con muchos puntos de liberación de libros en Santiago y regiones.

Los Berlineses quisieron innovar en el modo como se dejaban los libros, e idearon esta suerte de biblioteca-árbol que, además de ser muy original y llamativa, es ecológica al usar los troncos de árboles caídos, en vez de plástico, madera procesada u otro material.

Una tapa de plástico protege los libros
Una tapa de plástico protege los libros

Alemania es el segundo país que lleva la delantera en préstamos de bookcrossing (Estados Unidos ocupa el primer lugar) por lo que no es de extrañar que en las distintas ciudades ocupen diversos modos para llamar la atención de los usuarios. La forma como opera este bosque de libros requiere bastante preparación. Naturalmente se pensaría que los libros pueden quedar amarrados o colgando de las ramas, o bien acomodados en los espacios naturales  de los árboles. Pero al ir leyendo la forma como se fabrican estos puntos deliberación, me doy cuenta que se requiere bastante trabajo y reparación. se juntan 4 ó 5 árboles, en cada uno de los cuales hay  una columna con orificios de un tamaño considerable, para ir dejando los libros. Estos orificios cumplen el rol de las clásicas bandejas de las estanterías. Y, para completar el sistema tienen tapas de plástico lo cual protege los libros de las inclemencias del clima. Sin duda los vecinos del barrio, quienes han sido los usuarios más activos, son los más contentos.

 

Por Claudia Gilardoni

Bibliotecóloga especializada en conductas lectoras y alfabetización académica, ámbito en el cual ha realizado estudios documentales y de campo, así como también investigaciones experimentales para diversas entidades públicas y privadas.
Actualmente se dedica a la gestión de bibliotecas académicas en una universidad privada chilena y dirige la Fundación Leamos Más.

2 respuestas a «Créalo o no: los libros crecen en los árboles»

Basta recorrer cualquier calle de nuestro acalorado Santiago, para constatar que una lamentable mayoría de los escasos árboles que nos regalan sus formas, su sombra y su cobijo, son poco o nada cuidados, carentes del riego diario, vital para su crecimiento. Sin dudas, la iniciativa alemana es llamativa por lo creativa y porque es un reflejo de una cultura de respeto por los espacios públicos, aspecto más que envidiable cuando somos testigos, en nuestro país (no solo en esta ciudad) del sistemático destrozo del mobiliario, jardines y también árboles, producto de la suma de conductas que nos caracterizan, tales como la desidia de las autoridades (in)competentes, el vandalismo individual o grupal, la «creatividad» de los torpes grafiteros y un cúmulo de otras «gracias» de largo detalle. El triste «imbunchismo» del que nos hablaba Edwards Bello.
Así las cosas, me temo que, de implementarse una iniciativa similar en Chile, a poco andar seríamos testigos de la rápida desaparición de los libros y de los estantes
, con resultados, en términos de fomento lector, tan pobres como los obtenidos (si es que se han medido) por el olvidado «Maletín Literario».
En todo caso se agradece conocer a través de estas páginas, iniciativas y realidades tan esperanzadoras.

Quizas se puede comenzar por implementarlo en el interior de los patios de las instituciones educacionales institutos ,universidades, educar en cuanto a su uso, motivar primero no se que mas decir es que creo que cuando hay una persona como motivada otros se contagian.

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