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Leyendo mitología con banda sonora: Popol Vuh

Por María de los Ángeles Moscoso*

La mitología de una cultura es un conjunto de relatos o mitos, narraciones llenas de maravillas, situadas fuera del tiempo histórico y protagonizada por personajes de carácter divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del mundo o grandes acontecimientos de la humanidad. Por ejemplo, los mitos fundacionales.

Pueden ser considerados como literatura y ser disfrutados como cualquier ficción, a lo que se suma la fascinación de saber que una cultura real se reflejó y sustentó su existencia (o lo sigue haciendo) en estos relatos.

En este artículo vamos a explorar cómo la música puede complementar a la perfección la lectura de un mito fundacional de América precolombina, el PopolVuh.

La Creación del Universo - Diego Rivera
La Creación del Universo – Diego Rivera

El Popol Vuh

La historia data del año 1554, cuando un indígena quiché alfabetizado, en la actual Guatemala, escribió las historias de la creación del hombre y el mundo, las aventuras de los dioses y momentos de la vida de los indígenas. Un relato que es la cosmovisión de un pueblo, escrito con el objetivo de dejar un registro de su cultura, cuestión que se vio puesto en peligro debido a que muchos de sus códices fueron destruidos antes y después de la conquista Española. Popol Vuh es un libro que nos relata acerca de la religión, la mitología, historia y la astrología de un pueblo descendiente de los Mayas.

Dos siglos y veinte años después, exactamente en el año 1970 es cuando nace una banda que proviene dentro de lo que se llamó el rock alemán de post guerra, o el Krautrock. Dentro de esta variada, contestataria y renacentista corriente musical, nace la banda Popol Vuh.

¿Qué es el Krautrock?

Popol Vuh banda
Popol Vuh – www.progarchives.com

El Krautrock nace en Alemania Occidental entre 1968 y 1977, después que la guerra regresara a cero tanto las ciudades como la cultura, las nuevas generaciones de músicos alemanes crean una música experimental sin precedentes. Utilizan en ella diversas fuentes de sonido, de grabación y tributan diversas influencias (avantgarde, jazz, rock psicodélico, progresivo, etc ). Todo esto para transcender el pasado destrozado de su país y como casi toda música, expresar, gritar la repercusión que tiene en sus vidas.

Pero ¿Qué tienen en común un libro y una banda musical con el mismo nombre?

Ellos expresan – a pesar de la lejanía temporal y cultural entre ellos- la interrogante del vivir. Es la interrogante de pertenecer dentro de universos infinitos y desconocidos que emiten vida y movimiento sin razón aparente. Ambos crean la explicación a lo desconocido mediante sus modos de expresión, las letras y la música. Entonces…

Así es como suena para Popol Vuh la cosmología escrita de los maya quiché:

[youtube http://www.youtube.com/watch?v=ZgT_YSy4Xwk]

La música de la banda es visceral, y crea una atmósfera que nos mueve de un lugar a otro, a situaciones y tiempos diferentes. Nos habla de paraísos perdidos en medio de la selva, mundos dentro del agua y dentro de las cavernas (es aquí donde más vuelven al origen de la música). Ellos juegan y mezclan diversos sonidos a través de las percusiones elementales y profundas, melodías suaves y presentes con el piano y la guitarra. Es una amalgama de instrumentos nativos, sonidos texturizados creados con sintetizador, sonidos de la naturaleza y cantos tipo religioso.

Examinando bien los términos y características que cada cual se adjudicó en su tiempo, podemos darnos cuenta que tienen más en común que solo el nombre.

También en el cine

Popol Vuh Aguirre
(c) Pilz, Ohr Records, 1972

La relación del Popol Vuh va más allá de la música y los libros, este acompaña y conforma una realidad cinematográfica que muestra el tiempo contemporáneo en que Popol Vuh libro, fue escrito. Tiempo en que los españoles comenzaron a invadir América, enloquecidos por la búsqueda de riquezas, lo que tuvo como consecuencia la pérdida de muchos legados de los indígenas.

El soundtrack se llama “Aguirre”, para “Aguirre, la cólera de Dios”, película de 1972 dirigida por el alemán Werner Herzog.

“Aguirre” no es un disco que refleje la avaricia, locura o desesperación de un invasor, más bien en la música de este soundtrack se refleja lo que mencionamos hace unos cuantos párrafos; se refiere a una naturaleza infranqueable y a la vida humana, y su frágil paso por el mundo.

Y creo que es así como la escritura de Popol Vuh nos muestra una realidad cultural muy distinta a lo que hoy somos, gracias al pensamiento y la cosmovisión que vemos de forma evidente en la escritura. En tanto la música, nos provoca una introspección primitiva en nuestro cuerpo, mente y espíritu.

*María de los Ángeles Moscoso es un ser humano de este planeta que estudio Producción Musical, y que ha trabajado como Gestora Cultural, entre otras cosas. Es una persona apasionada por el aprendizaje y el entendimiento de los universos circundantes, tales como la música, la naturaleza, la pintura y por sobre todo los libros que impregnan todas estas inquietudes directamente en su retina.

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Si ves el trailer del libro, ¿Te motivas a leerlo?

Imagen extraída de leechilelee.cl
Imagen extraída de leechilelee.cl

Recientemente conocí el proyecto Sinopsis de Libros, gracias al Seminario Acceso al Libro organizado por el Sistema de Bibliotecas de Providencia. Sinopsis de Libros es una iniciativa que fusiona el libro y la lectura buscando incentivar la lectura a través de 15 cortos cinematográficos, de  2 minutos de duración aproximadamente. Los coordinadores del proyecto señalan que uno de sus objetivos es incentivar la lectura de obras literarias chilenas, tanto de autores consagrados como de algunos más emergentes. Al respecto, Pablo Herrera, el Director del equipo, señala  «Ver una buena sinopsis lleva a mucha gente después a ver la película y en el caso de los libros queremos hacer lo mismo, sugerir que detrás del libro que estamos mostrando hay una buena historia, un buen tema y con eso motivar a mucha más gente.»

Sinopsis de Libros se se inauguró en noviembre del 2013, y cuenta con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes. Hasta ahora, la iniciativa se ha promocionado en entrevistas en la prensa, en medios escritos, en su sitio web sinopsisdelibros.cl y también en el canal cultural ARTV, el cual muestra los cortos en forma periódica.

A modo de ejemplo, les presento una selección de sinopsis de varios libros, comenzando con el  cuento de la escritora chilena Claudia Aldunate «Siempre te creíste la Virginia Wolf»

 

Entre los seleccionados de Sinopsis de libros hay novelas, cuentos, poesía, tales como: «Es olvido», de Nicanor Parra; «Altazor»,  de Vicente Huidobro; «Regalo Sospechoso»,  de Diego Muñoz; «La negra Esther»,  de Roberto Parra; «Post Mortem», de José Edwards; «Recado confidencial», de Elicura Chihuailaf y «Naturalezas Muertas», de Alejandra Costamagna;  entre otros.

VeoLeo

Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web
Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web

VeoLeo es otro proyecto que busca, desde mediados del año 2009, fomentar la lectura entre un público mucho más acotado:  escolares adolescentes. Para ello utilizan trailers de películas, pero a diferencia del caso anterior, usan el sistema de animación digital, conocido como motion graphics. VeoLeo desarrolló  50 trailers, cada uno con una duración entre entre 1 y 2 minutos. Para ello escogieron obras de la literatura universal muy reconocibles. Algunos de los seleccionados fueron: «La Metamorfósis», «20.000 leguas de viaje submarino», «El diario de Ana Frank», ·El fantasma de Cantervile», «El príncipe y el  mendigo», «La noche de los  muertos», «Mujercitas», «Robin Hood», entre muchos otros. VeoLeo también contó con aportes del Consejo Nacional de La Cultura y Las Artes el año de su lanzamiento.

Las creadoras de este proyecto, Jennifer King y Ximena Undurraga señalan «los diseñadores se basaron en premisas básicas para un lector juvenil, intentando no mostrar –en lo posible– a los protagonistas de cada novela, y así no truncar la imaginación del lector. Se utilizó una metodología rescatada directamente de los trailers de películas, por lo que los focos, en algunos casos, no son los formales literarios. En este sentido, se tomaron licencias creativas, y destacaron algunas partes por sobre otras, ateniéndose a los intereses de los jóvenes (…). Se rescató el humor, el suspenso y la aventura para generar ansiedad por leer cada libro, tal como hacen los trailers reales en el cine»

Les dejo un ejemplo de un clásico de la literatura,  Crimen y Castigo, de Fedor Dostoievski (duración: 2.03)

 

Fomento a los lectores. ¿Y los no lectores?

En general, los Book Trailers están de moda hace mucho tiempo y se utilizan frecuentemente en el  mercado editorial para promocionar un nuevo libro y aumentar las ventas del mismo. Pero en los dos casos que he expuesto, el fin no es comercial en lo absoluto. Lo que se busca es incentivar la lectura y lograr que más personas lean. Presumo que en formato impreso, porque en ambos casos ese dato no queda del todo explícito.

El fomento de la lectura, y el hecho de ganar más lectores a través de trailers me hizo pensar en cuan efectiva puede ser esta herramienta audiovisual, especialmente en aquellas personas que no son lectores frecuentes y que no suelen tomar un libro a menos que se sientan obligados a ello (como los estudiantes, tema que he comentado anteriormente en este medio) ya que muchas veces quienes disfrutamos la lectura nos vemos agasajados con manjares como los que he descrito en este post, por ejemplo, los cuales nos abren el apetito para encontrar nuevas obras para disfrutar.

Creo que es el goce y el placer donde radica, precisamente, una de las gracias de la lectura. Quienes tomamos un libro en nuestras manos -por interés personal- tenemos en común el hecho de saber que, mientras nos hundamos en sus páginas, disfrutaremos de un momento placentero. Un psicólogo me comentó, una vez, que el placer es el meollo del asunto en términos del fomento lector. Y mientras más lo pienso, más razón le encuentro. Sin embargo, para que llegar a sentir ese placer, previamente debe existir un background que permita que el lector asocie la lectura con el goce. Muchas veces un lector comienza con las primeras páginas de una novela, y aunque éstas  no lo satisfagan del todo, sabe -por su experiencia como lector- que no es sino hasta la primera mitad que empezará a sentirse intrigado con la historia, para luego dar paso a la identificación con alguno de los personajes y luego dejarse llevar  y comenzar a pasarlo bien. Sin embargo, quienes no tienen ese backgroud no que saben que deben esperar tan solo unas pocas páginas para comenzar con la diversión. Es por eso que me cuestiono la validez de los trailers de libros entre quienes no tienen una conducta lectora arraigada.

Si el trailer está muy bien hecho y genera mucho entusiasmo, probablemente el espectador quedará ensimismado y podrá proponerse buscar el libro, o pedirlo prestado a algún amigo o pariente lector. Pero del dicho al hecho hay  mucho trecho. He trabajado con muchos adolescentes y jóvenes que se entusiasman mucho con actividades en terreno referidas al libro, jurando por su madre que leerán el libro de punta a cabo. El entusiasmo les dura muy poco, precisamente porque no tienen un background que les lleve a cumplir con su promesa.  No hay asociación, no hay vínculo lector.

Creo que cuando desarrollamos herramientas y recursos de fomento lector, de una forma u otra terminamos trabajando para un público medianamente cautivo, que se sentirá identificado con lo que proponemos: ferias de libros, charlas con escritores, clubes de lectura, etc. No dudo de la eficacia de estas iniciativas, yo misma he trabajado en algunas de ellas con mucho convencimiento y ganas.  Pero ha sido desde esa experiencia que también he pensado que  es bueno que comencemos a captar a un público más difícil y desafiante: quienes dicen que no les gusta leer. Y digo «quienes dicen» porque he comprobado, también, que muchas veces las personas creen que no les gusta leer sólo porque nadie les ha hablado del tema o porque ni siquiera se han dado la oportunidad de acercarse a los libros. Como ven, la tarea no es tan compleja como parece, y es más: herramientas como los book trailers pueden ser sumamente eficaces entre quienes no han desarrollado el gusto por la lectura, si son acompañadas por un trabajo posterior.

Por ejemplo VeoLeo se coordinó con las bibliotecas escolares CRA para que sus trailers se utilizaran en los colegios en forma guiada, pero igualmente dando espacio a la imaginación. De esta forma, a través de breves ejercicios los alumnos iban trabajando en las expectativas que le generaba el libro en función del trailer que habían visto, o tenían que escribir un cuento basado en la historia que acabada de ver. No es sólo un trabajo de acompañamiento o mediación. Pero creo que eso da para un segundo post, ¿no lo creen ustedes?

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Sinopsis y Trailers de Libros

Imagen extraída  de leechilelee.cl
Imagen extraída de leechilelee.cl

Recientemente conocí el proyecto Sinopsis de Libros, gracias al Seminario Acceso al Libro organizado por el Sistema de Bibliotecas de Providencia. Sinopsis de Libros es una iniciativa que fusiona el libro y la lectura buscando incentivar la lectura a través de 15 cortos cinematográficos, de  2 minutos de duración aproximadamente. Los coordinadores del proyecto señalan que uno de sus objetivos es incentivar la lectura de obras literarias chilenas, tanto de autores consagrados como de algunos más emergentes. Al respecto, Pablo Herrera, el Director del equipo, señala  «Ver una buena sinopsis lleva a mucha gente después a ver la película y en el caso de los libros queremos hacer lo mismo, sugerir que detrás del libro que estamos mostrando hay una buena historia, un buen tema y con eso motivar a mucha más gente.»

Sinopsis de Libros se se inauguró en noviembre del 2013, y cuenta con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes. Hasta ahora, la iniciativa se ha promocionado en entrevistas en la prensa, en medios escritos, en su sitio web sinopsisdelibros.cl y también en el canal cultural ARTV, el cual muestra los cortos en forma periódica.

A modo de ejemplo, les presento una selección de sinopsis de varios libros, comenzando con el  cuento de la escritora chilena Claudia Aldunate «Siempre te creíste la Virginia Wolf»

 

Entre los seleccionados de Sinopsis de libros hay novelas, cuentos, poesía, tales como: «Es olvido», de Nicanor Parra; «Altazor»,  de Vicente Huidobro; «Regalo Sospechoso»,  de Diego Muñoz; «La negra Esther»,  de Roberto Parra; «Post Mortem», de José Edwards; «Recado confidencial», de Elicura Chihuailaf y «Naturalezas Muertas», de Alejandra Costamagna;  entre otros.

VeoLeo

Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web
Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web

VeoLeo es otro proyecto que busca, desde mediados del año 2009, fomentar la lectura entre un público mucho más acotado:  escolares adolescentes. Para ello utilizan trailers de películas, pero a diferencia del caso anterior, usan el sistema de animación digital, conocido como motion graphics. VeoLeo desarrolló  50 trailers, cada uno con una duración entre entre 1 y 2 minutos. Para ello escogieron obras de la literatura universal muy reconocibles. Algunos de los seleccionados fueron: «La Metamorfósis», «20.000 leguas de viaje submarino», «El diario de Ana Frank», ·El fantasma de Cantervile», «El príncipe y el  mendigo», «La noche de los  muertos», «Mujercitas», «Robin Hood», entre muchos otros. VeoLeo también contó con aportes del Consejo Nacional de La Cultura y Las Artes el año de su lanzamiento.

Las creadoras de este proyecto, Jennifer King y Ximena Undurraga señalan «los diseñadores se basaron en premisas básicas para un lector juvenil, intentando no mostrar –en lo posible– a los protagonistas de cada novela, y así no truncar la imaginación del lector. Se utilizó una metodología rescatada directamente de los trailers de películas, por lo que los focos, en algunos casos, no son los formales literarios. En este sentido, se tomaron licencias creativas, y destacaron algunas partes por sobre otras, ateniéndose a los intereses de los jóvenes (…). Se rescató el humor, el suspenso y la aventura para generar ansiedad por leer cada libro, tal como hacen los trailers reales en el cine»

Les dejo un ejemplo de un clásico de la literatura,  Crimen y Castigo, de Fedor Dostoievski (duración: 2.03)

 

Fomento a los lectores. ¿Y los no lectores?

En general, los Book Trailers están de moda hace mucho tiempo y se utilizan frecuentemente en el  mercado editorial para promocionar un nuevo libro y aumentar las ventas del mismo. Pero en los dos casos que he expuesto, el fin no es comercial en lo absoluto. Lo que se busca es incentivar la lectura y lograr que más personas lean. Presumo que en formato impreso, porque en ambos casos ese dato no queda del todo explícito.

El fomento de la lectura, y el hecho de ganar más lectores a través de trailers me hizo pensar en cuan efectiva puede ser esta herramienta audiovisual, especialmente en aquellas personas que no son lectores frecuentes y que no suelen tomar un libro a menos que se sientan obligados a ello (como los estudiantes, tema que he comentado anteriormente en este medio) ya que muchas veces quienes disfrutamos la lectura nos vemos agasajados con manjares como los que he descrito en este post, por ejemplo, los cuales nos abren el apetito para encontrar nuevas obras para disfrutar.

Creo que es el goce y el placer donde radica, precisamente, una de las gracias de la lectura. Quienes tomamos un libro en nuestras manos -por interés personal- tenemos en común el hecho de saber que, mientras nos hundamos en sus páginas, disfrutaremos de un momento placentero. Un psicólogo me comentó, una vez, que el placer es el meollo del asunto en términos del fomento lector. Y mientras más lo pienso, más razón le encuentro. Sin embargo, para que llegar a sentir ese placer, previamente debe existir un background que permita que el lector asocie la lectura con el goce. Muchas veces un lector comienza con las primeras páginas de una novela, y aunque éstas  no lo satisfagan del todo, sabe -por su experiencia como lector- que no es sino hasta la primera mitad que empezará a sentirse intrigado con la historia, para luego dar paso a la identificación con alguno de los personajes y luego dejarse llevar  y comenzar a pasarlo bien. Sin embargo, quienes no tienen ese backgroud no que saben que deben esperar tan solo unas pocas páginas para comenzar con la diversión. Es por eso que me cuestiono la validez de los trailers de libros entre quienes no tienen una conducta lectora arraigada.

Si el trailer está muy bien hecho y genera mucho entusiasmo, probablemente el espectador quedará ensimismado y podrá proponerse buscar el libro, o pedirlo prestado a algún amigo o pariente lector. Pero del dicho al hecho hay  mucho trecho. He trabajado con muchos adolescentes y jóvenes que se entusiasman mucho con actividades en terreno referidas al libro, jurando por su madre que leerán el libro de punta a cabo. El entusiasmo les dura muy poco, precisamente porque no tienen un background que les lleve a cumplir con su promesa.  No hay asociación, no hay vínculo lector.

Creo que cuando desarrollamos herramientas y recursos de fomento lector, de una forma u otra terminamos trabajando para un público medianamente cautivo, que se sentirá identificado con lo que proponemos: ferias de libros, charlas con escritores, clubes de lectura, etc. No dudo de la eficacia de estas iniciativas, yo misma he trabajado en algunas de ellas con mucho convencimiento y ganas.  Pero ha sido desde esa experiencia que también he pensado que  es bueno que comencemos a captar a un público más difícil y desafiante: quienes dicen que no les gusta leer. Y digo «quienes dicen» porque he comprobado, también, que muchas veces las personas creen que no les gusta leer sólo porque nadie les ha hablado del tema o porque ni siquiera se han dado la oportunidad de acercarse a los libros. Como ven, la tarea no es tan compleja como parece, y es más: herramientas como los book trailers pueden ser sumamente eficaces entre quienes no han desarrollado el gusto por la lectura, si son acompañadas por un trabajo posterior.

Por ejemplo VeoLeo se coordinó con las bibliotecas escolares CRA para que sus trailers se utilizaran en los colegios en forma guiada, pero igualmente dando espacio a la imaginación. De esta forma, a través de breves ejercicios los alumnos iban trabajando en las expectativas que le generaba el libro en función del trailer que habían visto, o tenían que escribir un cuento basado en la historia que acabada de ver. No es sólo un trabajo de acompañamiento o mediación. Pero creo que eso da para un segundo post, ¿no lo creen ustedes?

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Cine

¿El libro o la película? veamos una infografía

De acuerdo a % de los casos es mejor la versión literaria que la fílmica
De acuerdo a Lovereading.co.uk, en un 67% (39) de los casos es mejor la versión literaria que la fílmica

Desde que se filmó la primera película basada en un libro (hay tantas teorías al respecto que no me aventuro a señalar cual habrá sido esa película) se ha desatado una singular polémica que busca analizar, desde distintas posturas, si es la versión escrita o fílmica la más válida. En leamos Más creemos que ese es un tema sumamente interesante, tanto que le hemos dedicado toda una sección en la cual nos hemos dedicado a diseccionar el tema.

En esta oportunidad, queremos compartir una infografía titulada «La última confrontación: Libros v/s Películas» publicada por el sitio web británico  Lovereading.co.uk  (dedicado a promover la literatura) la cual compara los libros contra sus versiones cinematográficas de hace dos décadas.  Lovereading tiene toda una sección dedicada a este tema en la cual no solo presenta películas, sino que también series televisivas basadas en obras narrativas.

Lamentablemente Lovereading no entrega mucha información respecto a la metodología que usó para realizar este análisis, pero fueron fueron 58 los casos puestos a prueba. Entre estos, en 39 oportunidades los libros los ganadores frente a la versión fílmica.

En 19 casos las adaptaciones cinematográficas superan al libro. Entre estas últimas podemos encontrar algunos casos interesantes, por ejemplo:

  • Slumdog millionaire, escrita por Vikas Swarup, versión cinematográfica dirigida por Danny Boyle.
  • Brokeback mountain, escrita por Annie Proulx, versión cinematográfica dirigida por Ang Lee.
  • The english patient escrita por Michael Ondaatje y dirigida por Anthony Minghella.

Por el lado de las películas que son igualadas al libro, encontramos:

  • El pianista, escrita por Wladyslaw Szpilman, versión cinematográfica dirigida por Roman Polansky.
  • The virgin suicides escrita por JeffreyEugenides y cuya versión cinematográfica fue dirigida por Sofia Coppola.

¿Qué películas quedan muy por debajo de sus libros? Uno esperaría encontrar varias versiones, pero de forma sorpresiva, son pocos libro que quedan mal parados frente al libro.

  • Twilight saga: new moon de Stephenie Meyer, versión cinematográfica dirigida por Catherine Hardwicke. Confieso que no leí los libros y sólo vi la primera película, pero me cuesta trabajo pensar en cualquiera de las dos como obras maestras de la literatura o el cine.

No conozco algunas de las versiones cinematográficas o literarias de algunas de estas historias, así que me abstengo de opiniones personales. Pero aunque las conociera, creo que igualmente me abstendría de comentar, porque creo que libro y película son cuestiones completamente distintas. Además,  es bueno comprender qué se entiende por una adaptación. Y no es que quiera profundizar el tema o forzarlo a ser más sesudo de lo que es. Pero creo que cuando algo genera tanto cuestionamiento, es bueno ponerse de acuerdo en aquello de lo que se está hablando.

«Los cambios en los que vale la pena poner atención son aquellos que están relacionados con las elecciones estilísticas de los involucrados en la  producción. Es en estos cambios donde podemos apreciar de mejor forma el aporte novedoso de la nueva versión de un relato, y cada vez que vamos a ver un una adaptación tenemos que estar conscientes de que una adaptación no es una copia de algo sino que es un producto nuevo basado en algo anterior. Aquello que permanece del texto madre pueden incluso terminar siendo algo más cercano a tristes vestigios que a la materia prima misma de la película» señala Felipe Acevedo, Licenciado en Letras y colaborador de Leamos Más.

La infografía completa está disponible aquí, la misma que pueden agrandar con sólo un click en la misma imagen


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Adaptaciones Curiosas y Cultura Pop

Como ya hemos mencionado antes, una adaptación siempre es controversial y siempre se presta para la discusión entre aquellos que quedaron conformes con ésta y aquellos que siguen pensando en la versión narrativa. Sin embargo,  hay ocasiones en las que la discusión no existe porque se trata de una adaptación no explícita de una obra literaria, o en palabras más simples: una película inspirada en un texto.

elreyleon_1El primer caso que me gustaría exponer es el del Rey León (1994), porque claro, cuando salió casi todo el mundo que la vio quedó muy conmovido pero no recuerdo haber escuchado discusiones acerca de la fidelidad que tenía con su principal fuente inspiración: Hamlet, de Shakespeare. ¿No me creen? Revisemos la historia brevemente: Un rey es asesinado por su hermano sediento de poder para así tomarse el trono, mientras que el príncipe heredero se ve envuelto en un intento de retomar el reino y además recibe en el camino una visita del fantasma de su padre. Por razones obvias, la versión felina de la obra de Shakespeare omite situaciones como la locura de Ofelia/Nala y la eventual muerte de todos los personajes principales al final de la trama.

El segundo y último caso que me gustaría presentar (también dirigido a los niños y jóvenes de los 90s) es el de Clueless (traducida como Fuera de Onda, 1995), todo un clásico de la comedia adolescente. Muchos recordamos las aventuras e inseguridades de una chica de clase alta muy superficial que vive en Beverly Hills y que lentamente se va enamorando de su hermanastro a medida que vemos cómo va ganando madurez. Ahora cambiemos Beverly Hills por Inglaterra durante el Periodo de Regencia y tenemos en vez de Clueless a Emma (1815), la cuarta novela de Jane Austen. Por supuesto, nuevamente hay algunas libertades a favor de la liviandad juvenil que la película de 1995 quiere mostrar, y por lo mismo la diferencia de edad entre los personajes de Alicia Silverstone y Paul Rudd no va más allá de los 5 años, mientras que en la novela el personaje de George Knightley es 16 años mayor que Emma Woodhouse.

Estos son sólo dos casos de una situación que es muy recurrente en el cine, por ahí T.S. Eliot nos decía en su ensayo “Tradition and the Individual Talent” (La tradición y el talentpo individual) que no había nada nuevo que escribir porque ya estaba todo escrito y que la labor de un artista –su talento –no estaba en inventar historias nuevas sino que en catalizar la tradición anterior y transformarla en algo nuevo. Quizás es una referencia un poco académica, anticuada y radical para lo que hemos estado discutiendo, pero no podemos negar que tiene algo (o mucho) de cierto, y que cuando buenos guionistas le dan un aire fresco a los clásicos los resultados pueden sorprendernos gratamente.

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De guionistas, escritores y directores de cine

Hemos mencionado en ocasiones anteriores como la relación que tienen los lectores con las adaptaciones fílmicas tiende a ser un poco dura debido  a que se espera que haya una equivalencia inequívoca entre dos productos que pertenecen a lenguajes diferentes, el literario y el cinematográfico. Entonces, esto tiende a transformarse en que los lectores pueden terminar emitiendo juicios quizás un poco injustos a la adaptación. Quizás todos tenemos alguna experiencia personal donde más de una adaptación nos “decepcionó,” lo que ha llevado a muchos a pensar que en el traspaso de libro a película es más lo que se pierde que lo que se gana.

Portada edición de bolsillo de "Psicosis"
Portada edición de bolsillo de «Psicosis»

Sin embargo, aún bajo estos “severos” parámetros, nos encontramos con excepciones a la regla y donde el valor que la audiencia le ha entregado a la adaptación fílmica es mucho mayor al que le ha entregado a la fuente literaria, tanto así que incluso pasa casi al olvido la existencia del texto inicial. Un ejemplo de esto es Psicosis (1960) de Alfred Hitchcock, no muchos saben que esta película está basada en una novela del mismo nombre de Robert Bloch. La razón de esto no es porque el cine es un medio mucho más masivo que la literatura sino que es porque, sin querer caer en hacer los juicios severos que siempre critico, estimo que el talento de Hitchcock como director está muy por sobre el de Bloch como escritor. Entonces, siendo muy prácticos, lo que tenemos al final es una novela mediocre que se traduce como una de las mejores películas en el cine gracias a la genialidad del director. Luego, Bloch escribió una segunda parte mientras que Universal Pictures planeó de forma independiente hacer otra película completamente desligada a la saga de Bloch ya sin la participación del director inglés, ambas tuvieron una popularidad moderada sin mayores halagos de la crítica. De más está decir entonces que el éxito comercial y artístico de Psicosis fue responsabilidad del trabajo artístico de Hitchcock y no del talento narrativo de Boch o de lo interesante de la trama.

Vamos a otro ejemplo pero con un caso que difiere en varios aspectos al anterior. El Padrino (1969) de Mario Puzo fue una novela que tuvo gran éxito y que se la han reconocido varios méritos, como la humanización de los miembros de la mafia que son mostrados como personas y no como caricaturas. Tres años más tarde aparece la adaptación de esta novela a cargo de Francis Ford Coppola y el resto es historia conocida por todos, la versión fílmica se transformó rápidamente en no sólo una de las películas más populares de la historia sino que también en una de las favoritas de los críticos, llevándose en el camino 3 premios de la Academia, 4 Globos de Oro, entre otros. Una de las cosas interesantes en esta adaptación es la colaboración de Puzo, ya pelilibroque él estuvo a cargo del libreto junto con Coppola y se llevó un Oscar por este trabajo, un ejemplo de trabajo en equipo con resultados más que satisfactorios. Luego empiezan a ocurrir cosas interesantes, como el que una novela haya inspirado no sólo una adaptación de ésta sino que también una saga cinematográfica (El Padrino II y III) que se desprende del original y donde nuevamente tenemos a Puzo como guionista.

Con estos ejemplos vemos que la relación entre cine y literatura que se crea al momento de una adaptación no sólo existe el riesgo de la “pérdida de calidad” que siempre tememos, sino que también muchas veces -como ocurre en la traducción de un texto de un idioma a otro-, existe la posibilidad de que exista una ganancia importante en el resultado final del proceso de transformación.

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Cuando la historia es lo de menos

Una historia provoca nuestra imaginación
Una historia provoca nuestra imaginación

¿Son todas las historias buenas y originales? Háganse esta pregunta considerando todos los libros y películas que les han gustado;  problamente la respuesta será no. Piénsenlo bien, muchas veces las historias no resultan del todo originales, o presentan temas tan cotidianos que uno podría calificarlas como poco interesantes. Sin embargo, nos gustan y a veces mucho (pienso, por ejemplo, en Mrs. Dalloway de Virginia Woolf, una de mis novelas favoritas, pero si alguien me pidiera que le contara de qué trata probablemente la novela no sonaría muy interesante). Esto se debe a que no todo está en la historia, sino en la forma en que estas se cuenta y, quizás, es aquí donde se encuentra el verdadero talento de escritores y directores.

Déjenme dar un ejemplo un tanto extremo: The Life and Opinions of Tristram Shandy, Gentleman  (Vida y opiniones del caballeroTristram Shandy)  de Laurence Sterne. Esta es una novela tan peculiar que es, a la vez, amada y odiada con igual devoción. La razón:  consta de nueve volúmenes, con un total de casi 700 página que parecieran conducir a ningún lado. Su narrador revela que su intención es contar la historia de su vida desde el mismísimo comienzo, pero inmediatamente se encuentra con una piedra de tope. ¿Cuál es el comienzo? ¿Su concepción? ¿El nacimiento?  Es así cómo el narrador relata su nacimiento a lo largo de tres de los nueve volúmenes, pues la necesidad constante de hacer digresiones hacen que la historia se disuelva. Entonces, en esta novela, una de las primeras en tradición angloparlante, nos encontramos con que, finalmente, lo importante es disfrutar la experiencia misma de lectura y, al mismo tiempo, reflexionar sobre el  acto mismo de contar historias.

Por estas y muchas más razones se ha dicho que es una novela imposible de filmar. Quizás,  fue por esto mismo que el director de cine Michael Winterbottom (24 Hour Party People, Code 46, 9 Songs) decidió tomar el desafío y en el 2005 salió la película A Cock and Bull Story  (Sin traducción del título, pues éste pierde sentido)¿Y cómo se lleva a la pantalla un libro casi carente de trama? Simple, la película lidia con este conflicto, es una película dentro de una película que muestra el fracaso de llevar esta novela a la pantalla grande de la misma forma en que la novela fracasa en tratar de contar una historia detalladamente y desde el principio. Esta película, por lo tanto, resulta un reflejo de la experiencia de lectura de esta novela. La pelicula retrata la subjetividad de la lecutra, como cuando los personajes discuten sobre cuáles son los episodios más importantes de la novela que debiesen ser filmados.

Lo más rescatable de esta novela es, quizás, el modo en el que Winterbottom logra capturar que la verdadera esencia del libro que no está en la historia (o trama), sino en la forma en que está contada. Con todo esto, quiero invitarlos a deshacernos del prejuicio de pensar que todo está en la trama. Relájense y disfruten una película o novela dejándose llevar por la experiencia misma de ver o leer, el resto es anexo.

Referencias para su descarga:

 

 

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El libro al cine: seamos justos con la adaptación cinematográfica

¿Qué es lo que entendemos por adaptación? Este concepto tiene que ver con los cambios que algo sufre para poder adecuarse a un nuevo medio. Algo así como lo que se supone que hicieron algunos animales para poder subsistir en un nuevo hábitat. La palabra clave aquí es cambio, y en el caso de una adaptación cinematográfica hablamos de los cambios que debe sufrir un relato para poder sobrevivir en un nuevo lenguaje.

Son algunos de estos cambios los que provocan escozor en algunos espectadores, porque un cambio siempre conlleva a la pérdida de algo. Ejemplos de esto hay muchos y en varias ocasiones tiene que ver con aspectos narrativos que no siempre pueden traspasarse de forma exitosa (todo aquello que “se lee entre líneas” y que tanto disfruta el lector muchas veces se pierde en una adaptación), también muchas veces termina siendo una discusión de gusto personal (el cambio de color de pelo de un personaje por ejemplo), y a veces por una cuestión práctica las adaptaciones presentan pérdidas significativas de partes del relato, porque por tiempo no se incluyen subtramas que “no caben” en la película (por ejemplo los tumularios en El Señor de los Anillos).

Pero los cambios en los que vale la pena poner atención son aquellos que están relacionados con las elecciones estilísticas de los involucrados en la  producción. Es en estos cambios donde podemos apreciar de mejor forma el aporte novedoso de la nueva versión de un relato, y cada vez que vamos a ver un una adaptación tenemos que estar conscientes de que una adaptación no es una copia de algo sino que es un producto nuevo basado en algo anterior. Aquello que permanece del texto madre pueden incluso terminar siendo algo más cercano a tristes vestigios que a la materia prima misma de la película. Ejemplificando este caso, y recurriendo a  un caso evolutivo, se diría que del relato original puede quedar pequeños huesos de patas vestigiales, como en el caso de las ballenas que los tienen enterrados profundamente dentro del cuerpo.)

 

Lo último quizás se puede apreciar más en aquellas adaptaciones de obras que pertenecen a géneros que están más alejados de la novela, que es el género que tradicionalmente se adapta, y no me refiero solamente al cuento, sino que también a la poesía o la literatura infantil. Para finalizar los dejo con un caso que me parece que puede servir como un ejemplo interesante, Where the Wild Things Are (traducida al español como Donde viven los mounstruos) de Maurice Sendak es un cuento (libro-álbum para ser más exactos) que, como propio de su género, consiste básicamente en una historia ilustrada acompañado con oraciones simples, este texto fue tomado el 2009 por Spike Jonze para hacer una película de 104 minutos. Resulta curioso como un relato de un poco más de 40 oraciones termina convirtiéndose en una película de esa extensión, y esto se debe a que se hizo una lectura y posterior reescritura donde el texto madre pasa segundo plano para dar paso un producto creativo y artístico nuevo.

Quizás odien o amen las adaptaciones, pero la invitación queda abierta para que la próxima vez que vean una intenten observarla como algo independiente: una obra que se sostiene por si misma . De esa forma podrán apreciarla sin los recuerdos del libro que leyeron, y de paso, quizás descubrirán una historia con nuevos ribetes para disfrutar.

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¿Leer el libro o ver la película? He ahí el dilema

Hoy domingo, casi al terminar esta fría semana de Octubre, Felipe Acevedo debuta en Leamos Más con una nueva sección de Cine y Literatura. Anteriormente habíamos tratado tímidamente este tema, pero ahora lo hacemos como corresponde, de la mano de Felipe, con una sección nueva que asoma su contenido:

Pareciese que tenemos la costumbre de poner libros y películas en un solo paquete, los tratamos a veces como si fueran cosas equivalentes e intercambiables, pero ¿es realmente así? Por un lado tenemos que el hecho de que ambas formas de arte comparten una naturaleza narrativa (o al menos es así tradicionalmente) surge la costumbre de hacer equivalencias entre novelas y películas. Comparaciones podemos hacer muchas, pero al hacer equivalencias caemos en hacer juicios injustos, ya sea hacia el libro o la película en cuestión.

En esta nueva sección trataremos de ver cuáles son esas diferencias, que van más allá de ser distinciones entre formatos. Caemos entonces en la necesidad de hablar de distintos lenguajes que si bien pueden nutrirse el uno del otro, funcionan de forma independiente. Estaremos hablando de conceptos claves de estos temas, terminología recurrente, abriremos discusiones que se desprenden de la comparación de estos dos mundos, entre otras cosas.

 

Pero, ¿Cuál es la naturaleza de esta  diferencia? La respuesta es compleja y extensa (y por eso mismo le estamos dedicando una nueva sección completa). Sin embargo, demos un pie de partida y atrevámonos a hacer una afirmación definitiva: se trata de dos lenguajes diferentes. Con esto queremos decir que nos comunican el mensaje de formas muy diferentes, mientras que la literatura se basa mayoritariamente en la palabra escrita, el lenguaje cinematográfico se compone de varios elementos que trabajan juntos en la composición de este mensaje que recibimos como espectadores, no sólo imagen y diálogo sino que también música, manejo de cámara, edición, montaje, etc.

Las implicancias que esta diferencia puede tener van más allá del formato, si nos detenemos un momento a pensar en esto nos daremos cuenta de inmediato que el proceso imaginativo que sucede en nuestras cabeza y el “impacto emocional” que puede tener en nosotros se dará muy diferentemente. Esta diferencia en particular es algo que tenemos que tener en mente cada vez que comparamos película y libro, ya que fin de cuentas ambos apuntan a sensibilidades diferentes en nosotros.

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¿Por qué esperar que Hollywood nos diga qué leer?

cc: Lake Forrest Library

A muchos nos gusta el cine, y a otros tantos nos gusta leer. Y, si ustedes son de aquellos a los que les gusta practicar ambas actividades, seguro que pasan un buen rato apoltronados leyendo o viendo buenas películas.

Y claro, ante ese escenario muchas veces nos encontramos comparando una historia en base a lo que vimos o leímos, y casi siempre terminamos concluyendo que la película no se compara con la versión literaria. Esa es una opinión clásica de los lectores que imaginamos personajes y situaciones, para después encontrarnos con la versión fílmica de unos protagonistas sumamente distintos a aquellos que esperábamos. O, a veces queremos  ver en pantalla gigante  una de las partes del libro que más impacto nos causó, y nos encontramos con que el criterio del guionista y del director no coincidía con el nuestro. Y es que nuestro cerebro procesa en forma muy distinta toda la información que recibimos, de ahí la importancia de la lectura y la interpretación  que cada uno hace.

Pero ese tema da para mucho,  y es harina de otro costal. Volviendo a lo que nos convoca, planteo algunos ejemplos de clásicos de la literatura que han sido llevados al cine:

Sin duda la historia de “Alicia en el país de las maravillas” es un buen ejemplo.  Lewis Carroll, la escribió en 1865…Pero, ¿porqué es Hollywood el encargado de recordarnos, 147 años después, que esta historia es  espectacular? (me refiero a la versión de la película estrenada el año pasado, dirigida por Tim Burton) .  Para explicar su éxito hay miles de razones: Una niña enfrentada a una encrucijada: seguir siendo una nerd pelolais con delantal blanco, o ser una niña power  que se la juega en una aventura increíble. Y es que Alicia se enfrentó a sus temores infantiles tomándose un misterioso brebaje de una tentadora botellita, cuya etiqueta sólo rezaba “bébeme” y eso dio pie a una de las historias fantásticas más leídas por niños y adolescentes desde hace  casi 150 años. Pasando a temas fílmicos,  los hermanos Cohen hacen un feroz guiño a esta parte del cuento en una de sus películas Matrix ¿Quién no recuerda la escena de la encrucijada de Neo ante la decisión de escoger entre  la píldora azul o roja?

Lo mismo pasó con “Las crónicas de Narnia”  escrita por C. S. Lewis entre 1949 y 1955. La tierra de Narnia y sus personajes mágicos fascinaron a muchos. Y si sigo en esa línea, es imposible no recordar  “El señor de los Anillos”. En 1954 Tolkien logró que se editara la primera parte de la saga, en 1960 se editó en español por primera vez,  y en 1993 esa edición salió publicada en un solo volumen. Pero algunos tuvieron que esperar  ocho años para conocerla, hasta que Peter Jackson la estrenó en el cine el 2001. Muchos hemos disfrutado viendo esas películas, y muchos hemos tenido ganas de leer o re leer el libro tan pronto salimos del cine, inspirados. Bien lo saben las casas editoras, que se iluminan y se les ocurre editar versiones de lujo de estas obras,  justo después de los estrenos en la pantalla gigante.

La otra vereda exhibe casos de edición-producción cinematográfica express: Stephannie Mayer escribió “Crepúsculo” el 2005. En poco tiempo la novela se había traducido a 37 idiomas y había vendido más de 25 millones de ejemplares. Tres años después ya filmaban la película, y hordas de aspirantes a vampiros adolescentes  llenaban las salas de los cines. Caso aparte es el fenómeno de “Harry Potter”. Este mago juvenil, nacido de la imaginación de la escritora británica J.R. Rowling hizo leer a millones de niños en el mundo. Las estimaciones de ventas mundiales de la primera parte de la saga hablan de más de 110 millones de ejemplares vendidos… y eso no es magia.

El tema da para mucho, ¿Qué pasa con las versiones fílmicas que no se  parecen a las historias originales de los libros? ¿Nos importa eso? ¿Qué pasa con los derechos de autor? ¿Cuándo una película pasa a ser la adaptación de una novela?.  Hay tantas interrogantes como casos, y hay cientos de películas basadas en libros. Tanto así, que el periódico británico The Guardian publicó (en inglés) la lista de las mejores 50 adaptaciones

cc: Books as Movies
cc: Books as Movies

Es un hecho que hay un mundo infinito de historias, cuentos, novelas y leyendas. Nosotros somos los directores cuando las leemos. Vale la pena creer en  nuestras interpretaciones, nuestras subjetividades y nuestros rollos personales. Bienvenidas sean si nos ayudan a dibujar mentalmente las historias y a inventar versiones privadas de Narnia, de la Tierra Media del reino del Nunca Jamás o del Mundo de Oz.

Un par de ejemplos

No obstante, hay un par de buenísimos casos de versiones fílmicas de novelas que han sido muy bien logradas  según mi criterio lector: La insoportable levedad del ser, escrita por  Milan Kundera y dirigida por Philip Kaufman en 1987 es una de ellas por varias razones. Entre ellas destaco el casting, ya que   Juliette Binoche y Daniel Day Lewis interpretan a las mil maravillas a la dulce Teresa y al infiel doctor Thomas. El segundo ejemplo es «Crónica de una muerte anunciada» .  La película protagonizada por una hermosa e inspiradora  Ornella Mutti  es un fiel reflejo de la  novela de García Márquez, no sólo en cuanto a ambientación sino que la historia se reproduce en forma casi exacta.

Transformándonos en nuestros propios directores de cine

Hay una cosa clara: ¿porqué esperar a que Hollywood nos diga qué leer? si tenemos a nuestro alcance librerías, bibliotecas, la red bibliometro,  los libros de nuestra casa y los de los amigos generosos que nos proveen de lectura. A eso se suman los libros electrónicos y muchas otras opciones para encontrar buena literatura de nuestro agrado. Hollywood no debiese ser quien nos diga qué buena historia conviene leer. Y aunque no lo crean, para  muchos es así, no en vano las bibliotecas escolares muchas veces compran más ejemplares de los libros que son llevados al cine porque saben que habrá más interesados.  Pero bueno, si de leer se trata todo medio vale la pena.

No me malentiendan, amo el cine: soy de las que se acuesta a ver tres películas al hilo en las tardes invernales, arropada hasta el cuello. Pero a veces, también, prefiero contarme mis propios cuentos. Claro que si empiezo a compararme con los directores de cine, claramente salgo perdiendo…o al menos eso es lo que dicen las ventas de  taquilla del cine.