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El fenómeno Booktuber en Chile: Compartiendo Libros

Son jóvenes y apasionados por las letras. La mayoría comenzó por la misma razón: las ganas de compartir con el resto la aventura de leer. Entonces decidieron usar la tecnología en pro de la lectura y recomendar relatos haciendo videos en YouTube. Actualmente, colaboran con editoriales y ofrecen charlas sobre el fomento lector.

 

Por Valentina González. Estudiante de periodismo. Escritora de ocasiones. Encuéntrala en su blog Lacorduranoexiste

 


Es la hora de recreo de la enseñanza básica del colegio San Agustín de Ñuñoa. Un grupo de cuatro jóvenes aparece en el vestíbulo del establecimiento. Se identifican en la entrada, y luego atraviesan el patio. A medida que avanzan, los niños se les acercan y les dan la mano, como si fueran rockstars. No saben muy bien quiénes son ni qué hacen, pero están seguros que son los responsables de que el auditorio esté equipado para un evento.

booktubersUna vez dentro del salón se encuentran con una mesa larga, cubierta de un mantel blanco con cuatro vasos de agua sobre él. Frente a los jóvenes, más de 200 sillas que en unos minutos serán ocupadas por alumnos de enseñanza media. A sus espaldas se aprecia, proyectada sobre una tela gigante, una imagen que reza Comunidad Booktubers Chile.

—Traje libros para regalar. Así los chicos se motivan y participan—, dice Paulina Godoy, una de los exponentes, antes de iniciar la charla.

 

Comienza el ingreso de los estudiantes. Los profesores piden orden. Todos se sientan. “La idea de que estén todos reunidos aquí es porque, en el marco del Día del Libro, decidimos traer a algunos integrantes de la Comunidad de Booktubers Chile para que nos cuenten su experiencia”, dice un profesor de Lenguaje.

La moderadora de la sesión hace la primera pregunta:

—¿Qué es Booktube y qué significa ser booktuber?

Booktube viene de la combinación de las palabras book y tube, y consiste en subir videos de reseñas o críticas de libros a la plataforma digital YouTube. Los protagonistas de esta tendencia se hacen llamar booktubers y son, en su mayoría, jóvenes de entre 15 y 25 años.

booktubersEste fenómeno comenzó en España y México en el 2010. En estos países, la cantidad de suscriptores de los booktubers es estratosférica: los más populares sobrepasan los diez mil y algunos bordean los 200 mil. En cambio, en Chile este movimiento se masificó a fines del 2013 y aún está en crecimiento.

En julio de 2010, Gustavo Hernández cargó la primera entrada en su blog, Hojas Mágicas, y, simultáneamente, el primer video de su canal de YouTube con el mismo nombre. Fue uno de los pioneros en la materia y el primero en Chile en subir un video sobre libros.

Se había transformado en el primer booktuber.

“Comencé a leer Harry Potter por gusto y no tenía con quién comentarlo, así que me metí a internet y me di cuenta de que había gente que se apasionaba por las historias y por los personajes, igual que yo”, cuenta Gustavo.

Como otros bloggers, Gustavo buscó el apoyo de editoriales para dar mayor alcance a su blog. Por el 2011, para el mundo editorial la colaboración con booktubers y bloggers era una incógnita. “Tuve que contarles de qué se trataba. Les hice un mini curso”, dice Hernández.

La oferta resultó tentativa. Luego de un tiempo, Gustavo comenzó a recibir hasta 30 libros al mes para reseñar y subir al blog y al canal de YouTube. Fue así, mediante el contacto con editoriales, que dejó la docencia y consiguió su actual trabajo: Asistente de Marketing de Penguin Random House. Hoy, ya no sube videos a su canal pero sí mantiene activo el blog, que tiene más de seis mil me gusta en su página de Facebook.

booktuberLa colaboración con booktubers se hizo frecuente en la medida que el fenómeno creció y más jóvenes comenzaron a pararse frente a una cámara para hablar sobre libros. Las editoriales vieron una oportunidad de influir en un público que les había costado mucho tiempo alcanzar: el juvenil. “Los adultos llegan a la literatura por el diario, por las revistas; los adolescentes no leen estos medios. Los booktubers se convirtieron en el nuevo nicho de marketing que se puede explotar para llegar al público más joven”, cuenta Macarena Hansen, jefa de comunicaciones de Ediciones B.

La tendencia ha crecido exponencialmente, lo que ha obligado a protocolizar los acuerdos con las editoriales. En Penguin Random House el requisito para colaborar es tener un mínimo de 400 suscriptores y que los videos aporten contenido: “También nos importa que sus comentarios tengan valor y que no sea algo meramente superficial”, comenta Lorena Palavecino, periodista del grupo editorial. El número de libros que se les entrega mensualmente es proporcional a la cantidad de seguidores (pueden ir de uno hasta cuatro ejemplares). El plazo para subir la reseña a internet es de un mes. De lo contrario, se pone fin al acuerdo.

En editorial Planeta la modalidad de trabajo es similar: la cantidad de títulos varía entre tres y cuatro como mínimo, y son selectivos al momento de colaborar. Prefieren trabajar con quienes conocen desde antes y tienen confianza. “Llega un momento en que estos booktubers son tan profesionales que cumplen solos. Les damos libertad de trabajo. No nos interesa andar encima de ellos para que nuestra popularidad crezca, sino que creemos que es un trabajo mutuo”, expresa Karen Monsalve, encargada del área de prensa de Planeta.

 

Luz, cámara, acción

 

Paulina Godoy tiene 25 años, es actriz y le gusta leer. Le encanta leer: no vive sin menos de cinco lecturas mensuales.

Su amor por los libros partió con la famosa saga de J.K. Rowling: “Yo empecé con Harry Potter. Y es mi vida”, dice Paulina. De ahí, su radar de lectura se amplió. Fue así como encontró en internet blogs literarios que reseñaban textos. Se animó y en 2013 creó el suyo: Made of Papers. “Ahora creo que debí haberle puesto otro nombre. Pero uno no se da cuenta de esas cosas hasta después”.

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Dependiendo de los recursos de cada uno, los booktubers se enfrentan directamente a la cámara y se graban en forma casera

Una de sus amigas siguió sus pasos y abrió un blog que luego convirtió en un canal de YouTube. Invitó a Paulina a hacer lo mismo, pero había algo que se lo impedía: “no me atrevía porque, siendo actriz, le tenía pánico a la cámara. Tenía clases de televisión y cine, y me paralizaba porque me daba vergüenza. Un profesor, ese mismo año, me dijo toma una cámara, ponte delante de ella y habla cualquier cosa”.

Eso fue lo que hizo.

En noviembre de 2013, Paulina subió el primer video a su canal de YouTube, Made of Papers. Jamás pensó que llegaría a acumular 2.370 suscriptores y más de 30 videos.

De cabello color castaño rojizo, de personalidad extrovertida y risa explosiva. Se presenta en YouTube como Poly, y comenzó a colaborar con editoriales desde su blog, para luego sumar el nuevo proyecto digital. “Es la raja que te regalen libros, pero también es una pega. Por ejemplo, el mes pasado recibí ejemplares de Random House, Zig-Zag, Planeta y Océano. Entre todos, eran como diez. Estaba como mono, no paraba de leer”, cuenta.

Lo mejor de vivir entre libros no está en la belleza de algunas portadas ni en la elegancia de las últimas ediciones. “Lo mejor”, dice Paulina, “es que te digan que leyeron un libro gracias a ti”.

—¿No recibes comentarios negativos?

—Sí. Pero, ¿qué me van a hacer? ¿Escribirme en mayúscula hasta que se mueran? No, po.

 

El Rincón del Vago

 

Si a Ignacio Rebolledo (19) hace cuatro años le hubiesen dicho que leería más de seis libros al mes y que estudiaría Literatura en la Universidad Finis Terrae, se hubiera reído. “Yo era el tipo de persona que se leía el resumen en El Rincón del Vago un día antes de la prueba”, recuerda.

Al igual que Paulina, Ignacio descubrió su afición por la lectura gracias a una saga: Los Juegos del Hambre, parte II: Sinsajo. Quiso leer más y se dio cuenta de que había reseñas de libros en blogs, pero no le pareció atractiva la idea, así que saltó directo a YouTube. Ahí encontró un mundo nuevo: cientos de videos de cientos de libros que había ignorado gran parte de su vida.

Seguía principalmente a booktubers de México y España. “Me volví fanático de estos videos”, confiesa Ignacio, quien sostiene en su mano un libro lleno de post-its con anotaciones.

El 14 de abril de 2013, cuando aún cursaba cuarto medio y su futuro universitario estaba indeciso, Ignacio esperó que sus papás salieran de casa, encendió una cámara y se puso a hablar del libro que lo había iniciado en la lectura. “Necesito desahogarme con alguien”, dice tímido y con la voz entrecortada en el primer video de su canal de YouTube, Libros Inmortales, que ahora suma más de seis mil suscriptores y lo convierte en el booktuber más popular de Chile.

Su prestigio y credibilidad hizo que las editoriales pusieran los ojos en su trabajo. Actualmente colabora con más de siete y ha llegado a recibir 17 libros mensuales para reseñar, además de los que compra él mismo. Ha recorrido el país dando charlas en ferias, colegios y universidades sobre el fomento lector, y próximamente viajará a la Feria Internacional del Libro, en Buenos Aires. “Nunca, pero nunca en la vida me imaginé que me iban a invitar a otro país. Yo ya estaba emocionado porque me invitaran a un acto en la comuna”, cuenta.

Para Ignacio todo sigue siendo una casualidad: “Y pensar que partí todo esto porque estaba aburrido en mi casa”, reflexiona.

 

 

La agrupación

 

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Los booktubers han concitado mucha atención entre el público. En la fotografía, exponen en un seminario de la Biblioteca del Parque Balmaceda

Los booktubers encontraron su espacio en la red de a poco. Y de apoco comenzaron a reconocerse entre sí. Ni se percataron cuando habían concretado una amistad online, que pronto saldría de las redes sociales para trasladarse a la vida real.

Así, un grupo de amigos decidió formar la Comunidad Booktubers Chile: una página de Facebook donde compartirían sus propios videos y se les daría difusión a los nuevos exponentes del género. Actualmente, tiene más tres mil seguidores y cuenta con 32 miembros estables.

Fue tal el éxito del gremio, que editoriales y medios de comunicación los empezaron a percibir como una agrupación. De ahí anotaron su mayor logro hasta la fecha: ser invitados a la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) para dar una charla sobre el fomento lector. Las propuestas siguieron: colegios, universidades, y más ferias de libros. “Nos llamaron de LUN (Las Últimas Noticias) para hacernos una nota, luego de La Tercera, El Mercurio. Nos impresionó que diarios de esa magnitud se interesaran en nosotros. Aún no dimensionamos bien lo que hacemos”, dice Ignacio Rebolledo, uno de los fundadores de Booktubers Chile.

 

Estos jóvenes amantes de la lectura, que luego se consolidaron como una comunidad literaria bajo el alero de la tecnología, jamás pensaron que lograrían que personas que nunca habían tomado un libro por gusto comenzaran a leer por una simple sugerencia de YouTube. Nunca imaginaron que el sentirse incomprendidos en su círculo cercano debido a su afición por la lectura marcaría un antes y un después en sus vidas.

—¿Tienes fans?

—Es raro decir que tienes fans. Pero también es muy emocionante cuando te piden una foto. En FILSA una niña me regaló una carta que tenía ovejas, y a mí me encantan las ovejas. Siempre lo he dicho en mis videos. Fue lo mejor que me ha pasado—, recuerda Paulina Godoy, coordinadora de la Comunidad de Booktubers Chile.

 

 

 

 

En el auditorio del colegio San Agustín de Ñuñoa solo se escucha el eco de los micrófonos. No ha sido necesario que los profesores pidan orden otra vez.

Los alumnos de cuarto medio están atentos a cada palabra de los booktubers. De vez en cuando se oyen risas. Carcajadas. A ratos, la charla de fomento a la lectura se transforma en un número de comedia improvisado.

El público es interactivo: cuando mencionan un título que le agrada a la audiencia, aplauden y gritan; cuando les desagrada, pifian.

Se abre la ronda de preguntas. Los booktubers son consultados por sus libros favoritos, su opinión acerca de la literatura chilena y sobre consejos de escritura.

Al final del evento, los asistentes corren hacia la mesa larga cubierta con mantel blanco para obtener marcadores de libros y sacarse selfies con los protagonistas de la jornada.

Las autoridades del colegio les entregan un presente en forma de agradecimiento. Cada uno recibe un paquete rectangular, perfectamente envuelto en papel de regalo. Al parecer se trata de un libro.

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Bibliotecas públicas

Fomento Lector en el Centro Nacional de Conservación y Restauración

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Restauración de una colección de estampas japonesas

Hace poco más de tres meses, el viernes 10 de octubre, veinte alumnos de tercero medio de las especialidades Asistente de Geología, Atención de Párvulos, Secretariado, Contabilidad y Electrónica del Centro Politécnico Particular de Conchalí visitaron el Centro Nacional de Conservación y Restauración ubicado en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica (Av. Recoleta 963, comuna de Recoleta).
No es fácil acceder a este recinto, habitualmente no es un lugar abierto al público. Desde el año pasado que deseábamos visitar especialmente el Laboratorio de Papel y Libros, enmarcado en las actividades de valoración del libro y la lectura en la asignatura de Lengua Castellana y Comunicación. Esas clases incluyeron exposiciones de los primeros libros de las culturas sumeria, egipcia y china, pasando por el proceso de encuadernación hasta la creación de libros objetos por los alumnos. Finalmente, la visita se gestionó a través de la convocatoria a “Museos, laboratorios y observatorios abiertos 2014” organizados por Explora, programa CONICYT del Ministerio de Educación. Los estudiantes asistentes fueron seleccionados de acuerdo con sus intereses y desempeño en la asignatura, por lo tanto, estaban muy entusiasmados y conscientes de que conocer la labor de los expertos en cada área de trabajo era una oportunidad especial y, probablemente, única.

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Centro Patrimonial Recoleta Domínca

Antes de ingresar al Centro Nacional de Conservación y Restauración, recorrimos los jardines que pertenecieron al Convento de los Padres Domínicos. Algunos alumnos se fotografiaron como si fueran niños en ese delicado entorno. Luego, en el tercer patio, nos recibió Claudia Pradenas, Conservadora del Laboratorio de Papel y Libros, quien nos guió y acompañó durante el recorrido.
Las primeras salas que visitamos fueron las del Laboratorio de Papel y Libros. En una de ellas se restauraban obras confeccionadas a base de papel, por ejemplo, un papiro chino que se trabajaba sobre un papel japonés empleando una carpeta como soporte para evitar la manipulación directa y, además, se evaluaba la posible restauración de una pintura religiosa de una iglesia patrimonial de Chiloé. Luego, ingresamos al taller de encuadernación donde se trabaja con pinturas para reconstruir empastes, agujas e hilos para coser lomos, pliegos de papel similar a los originales, entre otros materiales. Al respecto, una alumna señaló “parece una clínica para el papel”.
A continuación, conocimos uno de las salas de mayor impacto en los jóvenes. Nos referimos al Laboratorio de Arqueología, no sólo por ser una de las salas más grandes donde trabaja un mayor número de expertos sino que también por la antigüedad y la clase de objetos que restauran y conservan. Encontramos, por ejemplo, restos de un fémur de milodón de la Patagonia chilena; una momia de un niño de tres años de San Pedro de Atacama, que aún se encontraba envuelta y acompañado de una radiografía que da cuenta de su postura corporal. También se trabajaba en la conservación de un paño fúnebre y la restauración de una vasija del norte del país. Lamentablemente, no fue posible fotografiar los objetos que se encuentran en el CNCR, debido a que se encuentran en calidad de préstamo y los derechos de autor pertenecen a otras instituciones.
En el Laboratorio de Pintura nos encontramos con la restauración de dos obras pictóricas religiosas de gran tamaño. El trabajo de las expertas consistía en restaurar la tela y la pintura de los fragmentos deteriorados siguiendo el principio de “la mínima intervención posible”. El propósito es que la mirada del espectador se concentre en la totalidad de la obra y no en los defectos que ésta presenta. Es parte del propósito de este laboratorio, que un ojo atento sea capaz de reconocer la intervención de la restauración para distinguirla del trabajo original del autor.
La siguiente área visitada fue la de Documentación Visual e Imagenología formada por dos salas. En la primera se realizan fotografías en tres dimensiones del objeto a restaurar o conservar. La finalidad es registrar el momento de entrada (diagnóstico visual inicial) y de salida al CNCR, es decir, fotografiar “un antes y un después” de la obra. En la segunda, se trabaja con luces infrarroja y ultravioleta, de este modo, se descubren detalles que a simple vista no se distinguen. En esta ocasión, observamos la dedicatoria de un retrato del Expresidente de la República Arturo Alessandri Palma que, sin este procedimiento, era ilegible.

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Parte del equipo de especialistas del CNCR

Más tarde, ingresamos al Laboratorio de Análisis. Un equipo de químicos se dedica a investigar los materiales originales que utiliza una obra, determinando las características físicas y químicas del objeto. Por ejemplo, uno de los científicos se dedicaba a reproducir la intensidad exacta del color rojo de una tela a restaurar. En otra sección del mismo laboratorio, se empleaba un sofisticado mecanismo para eliminar larvas del marco de un cuadro. Se envolvía la obra en nylon y con una máquina se extraía el aire para secar la madera y retirar las larvas con el menor impacto posible sobre la obra original.
El último laboratorio que recorrimos fue el Laboratorio de Esculturas y Monumentos. En una de las salas vimos la restauración de un Buda. Por un lado se trabajaba en restaura la escultura maciza y, por otro lado, en su atavío. En la sala contigua conocimos una virgen con el niño, escultura en madera maciza de una sola pieza y; una estatua de una mujer desnuda de estilo clásico en mármol macizo que se exhibía en un patio exterior del Museo Benjamín Vicuña Mackenna. Ambas tenían, además de un valor artístico, una riqueza histórica.
btcaPor último, nos dirigimos a la Biblioteca Guillermo Joiko. En este lugar se guardan los documentos que acreditan el tránsito de las obras conservadas y /o restauradas por el CNCR. Allí, descasamos y recuperamos energía para dar un vistazo general al resto del Centro Patrimonial Recoleta Domínica. Nos despedimos agradecidos de nuestra guía y de todo lo que aprendimos.
Regresamos al patio de la entrada y otro guía, el Sr. Hugo Castillo, accedió a presentarnos en el escaso tiempo que nos quedaba otros lugares interesantes aunque habitualmente están abiertos al público. Subimos al segundo piso y conocimos detalles del Libro de Las Horas, obra religiosa del siglo en el Museo de Artes Decorativas; luego, joyas y atuendos que utilizaron los Padres Domínicos junto a un mapa, una maqueta de la iglesia y pinturas que ilustran su llegada y presencia en nuestro país en el Museo Histórico Domínico y; por último, la espectacular Biblioteca Patrimonial Recoleta Domínica que alberga miles de libros donados por la congregación. Allí, vimos títulos que hablaban de la mazonería, magia negra, el infierno, entre otros. Algunos de estos libros son sólo de exhibición y la mayoría se presta para lectura en sala.
Nos fuimos con la sensación de haber recorrido un poco de nuestra historia en un lugar que, pese a ubicarse tan cerca de nuestro colegio, no conocíamos. Para algunos de nosotros, fue una valiosa oportunidad que podremos compartir y difundir en nuestras familias y comunidad escolar.

Les invitamos a ver el video de la visita de los alumnos al CNCR:

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Proyectos

Descubriendo una librería de tomo y lomo

Estudiantes de tercero medio del Centro Politécnico Particular de Conchalí visitan la librería Qué Leo en Providencia.


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Conversación con Juan Carlos Fau, dueño de Librería Qué Leo

El lunes 18 de agosto a las nueve de la mañana veintidós alumnos de tercero medio de las especialidades de Atención de párvulos, Secretariado, Geología, Electrónica y Contabilidad del Centro Politécnico Particular de Conchalí partían rumbo a la librería Qué Leo ubicada en Av. Pedro de Valdivia 40 en la comuna de Providencia. En ese lugar nos esperaba Claudia Gilardoni, bibliotecóloga, que contactó a Juan Carlos Fau, dueño de la librería, para que conversara con nosotros acerca del oficio del librero, de cómo nació su negocio, de cómo ordena sus libros, entre otros temas de interés de los alumnos.

 

La librería está organizada por secciones de acuerdo con los temas que pueden interesar a los clientes. En la entrada se ubican los libros más vendidos, las novedades y los best sellers que están dirigidos a los que no quieren dedicar mucho tiempo a escoger un libro. Más al interior, se encuentran secciones más específicas, tales como, literatura infantil, literatura juvenil, literatura vinculada al deporte y textos escolares. Al fondo, se encuentra el espacio destinado a las novelas gráficas para que sean revisadas con más calma y sin interrupciones. Lo interesante de esta librería es que está pensando para que los libreros puedan orientarte y recomendarte el tipo de libro que andas buscando y no te vayas con las manos vacías. Pero, si sólo quieres hojear un poco también respetan tu espacio sin exigirte que compres algo.

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Estudiantes de tercero medio recorriendo la librería

Uno de los aspectos que más llamó la atención de los estudiantes es la ambientación que combina lo clásico con lo moderno transformándolo en un lugar atractivo y acogedor. Queda abierta la posibilidad de que otros lectores conozcan este espacio destinado a la lectura y transiten por donde ellos y los libros sean los protagonistas.

 

CONVERSACIÓN CON JUAN CARLOS FAU (fragmento)

 

¿Cómo nace el logo de la librería? (Camila Aravena, III B)

No es nada muy original, está basado en un dibujo de Magritte y en realidad nosotros cambiamos algunos detalles. El más conocido es el que aparece con una manzana, pero aquí encontré este, miren (nos muestra un libro donde aparece la imagen de un hombre con sombrero de espalda).

¿Qué nos puede contar acerca del oficio del librero? (Gabriela Velasco, encargada de biblioteca)

Es la única pega en que mientras más viejo más conocimiento tienes. Al trabajr con libros la mente se amplía creando un mapa de la librería. Nosotros estamos todo el día ordenando libros y en la noche en tu casa, también. Es más, puede que el libro que buscaste todo el día lo encuentres en la noche. Un compañero después de tres días trabajando en esto me contó lo que le pasaba y yo le dije, yo también, uhh, hueón, pensé que me estaba volviendo loco. Soy normal, entonces.

La profesora nos contó algunas cosas suyas y una de ellas era que le gustaba mucho el cinismo, la ironía ¿Por qué le gusta tanto lo irónico? (Carla Cartes, III D)

Sí, el cínico o el irónico me gusta mucho, porque es un tipo que le ha dado tres vueltas a la idea, es decir, primero pensó en algo, luego se puso en el lugar del otro y después volvió a pensarlo antes de decirlo. Lo encuentro inteligente.

Para mí la tranquilidad es sentarme a leer un libro. Para otros, especialmente los jóvenes, es estar en facebook o twitter.

¿Qué opina Ud. del éxito del libro “Bajo la misma estrella”? (Karla Toro, III B)

“Bajo la misma estrella” es lo mismo que Ana Frank, ¿conocen la historia, cierto? Es sólo que cambiamos a los nazi por el cáncer, suena fuerte pero es la misma idea. O sea, los protagonistas se enamoran, luchan contra algo, saben que van a morir pero disfrutan la vida igual.

Ana Frank, ¿tenía pololo? (risas)

Sí (mirada con picardía). Es que ustedes no se imaginan lo que se puede hacer en un clóset o lo que se puede llegar a hacer.

Sí, sabemos (risas)

Leánlo.

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Cine Material de Trabajo Videos

Si ves el trailer del libro, ¿Te motivas a leerlo?

Imagen extraída de leechilelee.cl
Imagen extraída de leechilelee.cl

Recientemente conocí el proyecto Sinopsis de Libros, gracias al Seminario Acceso al Libro organizado por el Sistema de Bibliotecas de Providencia. Sinopsis de Libros es una iniciativa que fusiona el libro y la lectura buscando incentivar la lectura a través de 15 cortos cinematográficos, de  2 minutos de duración aproximadamente. Los coordinadores del proyecto señalan que uno de sus objetivos es incentivar la lectura de obras literarias chilenas, tanto de autores consagrados como de algunos más emergentes. Al respecto, Pablo Herrera, el Director del equipo, señala  «Ver una buena sinopsis lleva a mucha gente después a ver la película y en el caso de los libros queremos hacer lo mismo, sugerir que detrás del libro que estamos mostrando hay una buena historia, un buen tema y con eso motivar a mucha más gente.»

Sinopsis de Libros se se inauguró en noviembre del 2013, y cuenta con el patrocinio del Consejo Nacional de la Cultura y Las Artes. Hasta ahora, la iniciativa se ha promocionado en entrevistas en la prensa, en medios escritos, en su sitio web sinopsisdelibros.cl y también en el canal cultural ARTV, el cual muestra los cortos en forma periódica.

A modo de ejemplo, les presento una selección de sinopsis de varios libros, comenzando con el  cuento de la escritora chilena Claudia Aldunate «Siempre te creíste la Virginia Wolf»

 

Entre los seleccionados de Sinopsis de libros hay novelas, cuentos, poesía, tales como: «Es olvido», de Nicanor Parra; «Altazor»,  de Vicente Huidobro; «Regalo Sospechoso»,  de Diego Muñoz; «La negra Esther»,  de Roberto Parra; «Post Mortem», de José Edwards; «Recado confidencial», de Elicura Chihuailaf y «Naturalezas Muertas», de Alejandra Costamagna;  entre otros.

VeoLeo

Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web
Logotipo de VeoLeo, extraído de su sitio web

VeoLeo es otro proyecto que busca, desde mediados del año 2009, fomentar la lectura entre un público mucho más acotado:  escolares adolescentes. Para ello utilizan trailers de películas, pero a diferencia del caso anterior, usan el sistema de animación digital, conocido como motion graphics. VeoLeo desarrolló  50 trailers, cada uno con una duración entre entre 1 y 2 minutos. Para ello escogieron obras de la literatura universal muy reconocibles. Algunos de los seleccionados fueron: «La Metamorfósis», «20.000 leguas de viaje submarino», «El diario de Ana Frank», ·El fantasma de Cantervile», «El príncipe y el  mendigo», «La noche de los  muertos», «Mujercitas», «Robin Hood», entre muchos otros. VeoLeo también contó con aportes del Consejo Nacional de La Cultura y Las Artes el año de su lanzamiento.

Las creadoras de este proyecto, Jennifer King y Ximena Undurraga señalan «los diseñadores se basaron en premisas básicas para un lector juvenil, intentando no mostrar –en lo posible– a los protagonistas de cada novela, y así no truncar la imaginación del lector. Se utilizó una metodología rescatada directamente de los trailers de películas, por lo que los focos, en algunos casos, no son los formales literarios. En este sentido, se tomaron licencias creativas, y destacaron algunas partes por sobre otras, ateniéndose a los intereses de los jóvenes (…). Se rescató el humor, el suspenso y la aventura para generar ansiedad por leer cada libro, tal como hacen los trailers reales en el cine»

Les dejo un ejemplo de un clásico de la literatura,  Crimen y Castigo, de Fedor Dostoievski (duración: 2.03)

 

Fomento a los lectores. ¿Y los no lectores?

En general, los Book Trailers están de moda hace mucho tiempo y se utilizan frecuentemente en el  mercado editorial para promocionar un nuevo libro y aumentar las ventas del mismo. Pero en los dos casos que he expuesto, el fin no es comercial en lo absoluto. Lo que se busca es incentivar la lectura y lograr que más personas lean. Presumo que en formato impreso, porque en ambos casos ese dato no queda del todo explícito.

El fomento de la lectura, y el hecho de ganar más lectores a través de trailers me hizo pensar en cuan efectiva puede ser esta herramienta audiovisual, especialmente en aquellas personas que no son lectores frecuentes y que no suelen tomar un libro a menos que se sientan obligados a ello (como los estudiantes, tema que he comentado anteriormente en este medio) ya que muchas veces quienes disfrutamos la lectura nos vemos agasajados con manjares como los que he descrito en este post, por ejemplo, los cuales nos abren el apetito para encontrar nuevas obras para disfrutar.

Creo que es el goce y el placer donde radica, precisamente, una de las gracias de la lectura. Quienes tomamos un libro en nuestras manos -por interés personal- tenemos en común el hecho de saber que, mientras nos hundamos en sus páginas, disfrutaremos de un momento placentero. Un psicólogo me comentó, una vez, que el placer es el meollo del asunto en términos del fomento lector. Y mientras más lo pienso, más razón le encuentro. Sin embargo, para que llegar a sentir ese placer, previamente debe existir un background que permita que el lector asocie la lectura con el goce. Muchas veces un lector comienza con las primeras páginas de una novela, y aunque éstas  no lo satisfagan del todo, sabe -por su experiencia como lector- que no es sino hasta la primera mitad que empezará a sentirse intrigado con la historia, para luego dar paso a la identificación con alguno de los personajes y luego dejarse llevar  y comenzar a pasarlo bien. Sin embargo, quienes no tienen ese backgroud no que saben que deben esperar tan solo unas pocas páginas para comenzar con la diversión. Es por eso que me cuestiono la validez de los trailers de libros entre quienes no tienen una conducta lectora arraigada.

Si el trailer está muy bien hecho y genera mucho entusiasmo, probablemente el espectador quedará ensimismado y podrá proponerse buscar el libro, o pedirlo prestado a algún amigo o pariente lector. Pero del dicho al hecho hay  mucho trecho. He trabajado con muchos adolescentes y jóvenes que se entusiasman mucho con actividades en terreno referidas al libro, jurando por su madre que leerán el libro de punta a cabo. El entusiasmo les dura muy poco, precisamente porque no tienen un background que les lleve a cumplir con su promesa.  No hay asociación, no hay vínculo lector.

Creo que cuando desarrollamos herramientas y recursos de fomento lector, de una forma u otra terminamos trabajando para un público medianamente cautivo, que se sentirá identificado con lo que proponemos: ferias de libros, charlas con escritores, clubes de lectura, etc. No dudo de la eficacia de estas iniciativas, yo misma he trabajado en algunas de ellas con mucho convencimiento y ganas.  Pero ha sido desde esa experiencia que también he pensado que  es bueno que comencemos a captar a un público más difícil y desafiante: quienes dicen que no les gusta leer. Y digo «quienes dicen» porque he comprobado, también, que muchas veces las personas creen que no les gusta leer sólo porque nadie les ha hablado del tema o porque ni siquiera se han dado la oportunidad de acercarse a los libros. Como ven, la tarea no es tan compleja como parece, y es más: herramientas como los book trailers pueden ser sumamente eficaces entre quienes no han desarrollado el gusto por la lectura, si son acompañadas por un trabajo posterior.

Por ejemplo VeoLeo se coordinó con las bibliotecas escolares CRA para que sus trailers se utilizaran en los colegios en forma guiada, pero igualmente dando espacio a la imaginación. De esta forma, a través de breves ejercicios los alumnos iban trabajando en las expectativas que le generaba el libro en función del trailer que habían visto, o tenían que escribir un cuento basado en la historia que acabada de ver. No es sólo un trabajo de acompañamiento o mediación. Pero creo que eso da para un segundo post, ¿no lo creen ustedes?

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Columnas y artículos

Fanfiction: ¿tendencia literaria?

«En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras (…). Crea, así, diversos  porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan.»

J.L. Borges,  «El jardín de los senderos que se bifurcan».

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué significa Fanfiction? Este término, traducido al español, significa algo así como ‘ficción escrita por fans’. Y esta ficción replanteada por los admiradores de una obra,  les permite basarse en los textos literarios como referentes para tomar  el rol del escritor y elabora su propia trama de la historia. El área de inspiración para estos escritores-lectores es bastante amplia: novelas de todo tipo (las de la Jane Austen, junto con las sagas de Harry Potter y Crepúsculo arrasan en la red), historietas, animé, mangas, películas, juegos… si tomamos solamente el caso de los fanfiction (o fanfics) derivados de la literatura podremos descubrir que estos nuevos textos surgen desde libros validados por los adolescentes.

Gracias a esto aparece un universo ajeno a la escolarización, pero adquirido por los jóvenes desde la informalidad. Estas historias recreadas los representan y por eso se las apropian. Y si a ello agregamos las nuevas formas de lectura que se generan a través de internet, podemos ir entendiendo ese amplio panorama en donde las delimitaciones entre escritor y lector son cada vez más difusas.

Jóvenes: leyendo y escribiendo en otros márgenes

Durante las 21as Jornadas para Docentes y Mediadores en Lectura de la Feria del Libro Infantil y Juvenil (Buenos Aires 2011) el pedagogo catalán Daniel Cassany dio una charla titulada Literatura juvenil electrónica: remix, fanfic, posts y blogs’. En ésta señaló que escribir mensajes de texto, blogs y en foros de Internet delimita la capacidad de procesar textos escritos y leídos de forma correcta y eficiente pero, al mismo tiempo, que los adolescentes están leyendo y escribiendo más que nunca, pese a que lo hacen en ámbitos no autorizados, evaluados o convalidados por los canales educativos oficiales.

Claro ejemplo de cómo los fanfic pueden impactar en el mercado literario
«Master of the Universe» es un claro ejemplo de cómo los fanfic pueden impactar en el mercado literario

Cassany señala que  la red propicia tanto la lectura como la escritura y los adolescentes se aprovechan plenamente de esto; sin embargo, esta actividad netamente literaria no se refleja en los resultados medibles dentro de las materias afines del colegio, como lo es el área de Lenguaje. Según este autor, el problema puede ser de las instituciones educativas, al no adaptarse correctamente a esta nueva realidad. Y aquí va contra la idea estereotipada —y al revés— de que las redes sociales están dispersando la capacidad de concentración y desarrollo lingüístico de los jóvenes.

En esta línea, puedo dar como ejemplo la novela erótica ’50 sombras de Grey’, la cual empezó como un fanfiction de Crepúsculo titulado ‘Master of the Universe’ en donde, lógicamente, los protagonistas originales eran Bella y Edward. Dado la gran popularidad que adquirió este fanfic en la red, es que terminó convirtiéndose en el popular Best Seller conocido a nivel mundial.Por otra parte, como ya es sabido, internet no filtra contenidos, por lo que, en algunos casos, los jóvenes estarían expuestos a leer contenidos no aptos para ellos.

 Fanfiction versión chilena

Pero este no es el primer caso en donde un escritor de fanfiction logra convertirse en un éxito editorial: Francisca Solar, escritora chilena, publicó – a los 21 años y mientras estudiaba Periodismo –  en Fanfiction.net su versión del sexto tomo de la saga de Harry Potter, ‘El ocaso de los altos elfos’, dos años antes de la aparición del sexto tomo original escrito por J. K. Rowling. El éxito de esta versión conllevó su traducción al inglés e italiano, con más de un millón de lectores a nivel mundial, y se ha reconocido en cátedras y tesis académicas como uno de los ejemplos más exitosos de este fenómeno de escritura online en el mundo. Esto llamó la atención de la editorial Random House Mondadori quien le ofreció un contrato editorial para escribir una saga encabezada por “La Séptima M”. Con esto, el despliegue del desarrollo editorial de la autora. En palabras de Francisca: “Todas las cosas que sé sobre literatura, sobre escribir, las aprendí en el mundo del fanfiction. Se lo debo todo”.

Las sagas literarias y el Fanfic

Aunque no todos los fanfiction derivan de la literatura, sí es interesante destacar algunos nexos entre ellos y las sagas literarias:

  • los lectores de sagas escriben y leen más fanfiction.
  • las sagas son transficcionales e integradoras de distintos lenguajes (exponentes de las nuevas prácticas culturales: tendencias en lectura y escritura en medios electrónicos).
  • tanto las sagas como los fanfiction podrían considerarse ‘nuevas’ formas de lectura y escritura con gran potencial para la promoción de la educación literaria.

Al respecto, algunos puntos interesantes a considerar son:

  1. cómo desde un tronco inicial se desarrollan múltiples narraciones sobre la base común de un espacio, tiempo y/o repertorio de personajes.
  2. El papel estratégico que juega el lector/receptor: él es quien elige saga de culto y la imita en formatos y lenguajes distintos.
  3. Las sagas y los fanfiction son ejemplos de la dinámica entre fragmentos e integración entre conjuntos textuales mayores: el límite entre escritor – recreador – lector podría formar, entonces, una nueva categoría: los ‘escrilectores’.
  4. Además, y con una mediación responsable y adecuada, las sagas y los fanfiction pueden establecer puentes entre jóvenes y libros clásicos.

Como reza un antiguo refrán anónimo: ‘Dicen que el buen lector, es aquel, que al terminar un libro es capaz de escribir una página más’.

El fanfic "The Deal" destaca por su potente visión del mito de Batman
El fanfic «The Deal» destaca por su potente visión del mito de Batman

Con todo lo expresado, podría parecer que los fanficion son una especie de ‘panacea’ del fomento lector… pero no es así ya que esta modalidad también tiene sus riesgos: sumado al hecho del poco filtro que tienen los jóvenes en cuanto a la obtención de información mediante la red, otro riesgo que esta práctica podría desencadenar es que, sin educación literaria y una mediación adecuada, se podrían generar monomanías por parte de los jóvenes. Quienes trabajamos como mediadores entre la lectura y los adolescentes, podemos hacer una reflexión sobre esta nueva ‘modalidad literaria’ para comprender mejor los intereses lectores de los jóvenes y ver la posibilidad de generar nuevos vínculos asociados a la lectura.

Cabe señalar que, aunque el tema de la reescritura no es una novedad, sí lo es la conexión que se hace, a través de la red, con lectores – escritores de todo el mundo lo que conlleva a generar casi infinitas posibilidades de nuevas historias en donde la retroalimentación viene de esta dualidad de ‘lecto-escritores’. Por ejemplo  la novela erótica ’50 sombras de Grey’, la cual empezó como un fanfiction de Crepúsculo titulado ‘Master of the Universe’ en donde, lógicamente, los protagonistas originales eran Bella y Edward. Dado la gran popularidad que adquirió este fanfic en la red, es que terminó convirtiéndose en el popular Best Seller conocido a nivel mundial.

 

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Entrevistas Proyectos

Conversamos con la ilustradora Pati Aguilera sobre creatividad y lectura

Patricia Aguilera
Patricia Aguilera, en su oficina en AjíColor.

En  AjíColor trabajan Pati Aguilera y Fito Holloway, diseñadores e ilustradores que crearon esta agencia el año 2005.  Ellos también son socios y fundadores de Plop! Galería , otro lugar especial en el centro de Santiago, dedicado a la ilustración y el diseño  que se ganó un espacio en Leamos Más.

El arte de un escritor y el de un ilustrador tiene un vínculo que va mucho más allá del nexo entre el texto y la imagen. Tanto nos ha interesado desentrañar y aprender de este vínculo, que los alumnos del  Centro Particular Politécnico de Conchalí (CPPC) – en el cual desarrollo un proyecto con Leamos  Más-  fueron agasajados con una exposición de libros ilustrados, de la cual aprendimos muchísimo respecto nuevas ediciones de historietas, novelas gráficas, libros álbum, etc. De esta actividad nacieron  las ganas de descubrir más  respecto a la lectura de imágenes y al rol que los ilustradores tienen en el fomento lector. Es por eso que, junto a un grupo de 12 alumnos de Segundo Medio del CPPC fuimos a la “casa-taller” AjíColor para que Pati Aguilera nos contara sobre su trabajo y contestara algunas de nuestras múltiples dudas sobre el tema.

La cita tuvo un lugar un caluroso día de noviembre. Los alumnos y yo estábamos expectantes de conocer a Pati, de quien sólo habíamos leído en algunas entrevistas publicadas en internet. A los saludos de rigor, siguió el descenso por  una escalera de caracol para llegar a la oficina principal de AjíColor, donde Pati y Fito trabajan. El aire antiguo del edificio -ubicado en calle Merced, en el centro de Santiago- y las gruesas murallas de la habitación nos hablaron de una época en que las construcciones eran más resistentes y consideraban otros criterios de calidad y distribución espacial en Santiago.

La escalinata nos invitó a la oficina principal, con un hermoso piso de parquet. En la pared principal, destacaba una repisa de muro a muro, parte de la cual servía de bodega para guardar el material de trabajo y los productos terminados de esta agencia. Otra escalera con rieles sujetos a las repisas permitía alcanzar los tres metros de altura de la repisa. Esta escalera fue, precisamente, uno de los objetos que más llamó la atención de los alumnos, ya que tenía unos diseños al estilo del director de cine Tim Burton. En general, todo invitaba a observar e interesarse: pequeños detalles que delataban a los habitantes de AjíColor:  postales, afiches, trozos de la pared con ilustraciones hechas por Pati, Fito o por algún otro ilustrador amigo, cuadros y un sinfín de objetos que hablan de una vida dedicada al diseño.

La caja del maetín literario permitía, al abrirla, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.
La caja del maletín literario, diseñada por AjíColor,  permitía, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.

Nos mostraron la caja que diseñaron para “El maletín literario” que entregó el Ministerio de Educación. También apreciamos libros, afiches, autohadesivos, libretas  y otros tantos artículos producidos por AjíColor. Naturalmente nos llamaron la atención  los libros «Geografía de Máquinas» (Pehuén editores) escrito por María José Ferrada e  ilustrado por Fito Holloway  y «Para chuparse los dedos. recetario Ilustrado» (Letra Capital Ediciones, 2013) escrito e ilustrado por Pati Aguilera. Además de eso, observamos los computadores y el equipo especialmente adaptado para el trabajo de un diseñador gráfico.

Tanto los alumnos como yo estábamos inquietos y curiosos. No sabíamos por donde empezar , ya que  los distractores visuales eran muchos. Pero la primera pregunta y surgió en forma espontánea fue: «¿De dónde sacan tanta creatividad? ¿En qué se inspiran?: «La creatividad puede venir de una conversación con mi hija de tres años, de una caminata por el parque, de los sabores y colores que hay en la cocina, de cualquier lugar» nos contesta Pati en forma sencilla. Y agrega que muchas veces una idea no decanta en forma inmediata, sino que se queda en su cabeza dando vueltas, hasta que en cualquier momento la asalta y la motiva a dibujar o armar algo.

El grupo visitante, en pleno
El grupo visitante, en pleno

Ser diseñador, ilustrador y  además participar de la creación de una agencia y de una galería no deben ser roles tan fáciles de manejar. Por eso, le preguntamos por las dificultades que entraña su trabajo, y nos comenta: «Yo diría que lo más difícil es realizar actividades que no son parte de mi profesión. Dirigir, organizar, administrar… ser jefe es muy complejo. Además, Ilustrar y diseñar no es una pega sencilla ni rápida. Nuestro trabajo requiere tiempo para investigar, reflexionar y luego crear. Lamentablemente muchas veces nos encontramos con clientes que nos hacen encargos de un día para otro en donde la presión y el poco tiempo pueden convertirse en factores negativos que influyen en la calidad y desarrollo de un buen resultado, y eso es justamente lo que no queremos.»

Ya avanzada la charla, le pedimos que nos cuente su relación con la lectura. Nos comenta que mientras estuvo en el colegio no era muy buena lectora. Leía por obligación para los controles de lectura y en general no tenía interés en los libros. Años después, cuando ya salió del colegio, descubrió los libros ilustrados, los libro álbum y las novelas gráficas, los cuales comenzaron a formar parte de sus intereses. Esa relación que nació en forma espontánea, siendo más joven, no la abandonado nunca y la ha llevado a cuestionarse y a expresar su trabajo como ilustradora. Hoy tienen una biblioteca en su casa, con libros ilustrados que provienen de distintos autores, con diversos estilos y que hablan del trabajo de la ilustración en distintos países. Además, fomenta en su pequeña hija de 3 años el gusto por la lectura, pero por aquella que tiene sentido y que se vincula con sus intereses. Porque los niños, aunque sean muy pequeños, tienen sus intereses y saben lo que les gusta.

Patricia Aguilera, explicando algunas de sus ideas a los alumnos
Pati, explicándonos algunas de sus ideas

A Pati, la lectura de imágenes le resulta tan natural como respirar. Algo que encuentro natural dada su profesión, y que me deja con la sensación que nosotros, los profesores de Lenguaje, en general no sabemos como enfrentar la gran riqueza en las fotografías, las imágenes y los dibujos  para ayudarnos a acercar la lectura a los estudiantes. Le comento que nuestro sistema educacional lamentablemente no potencia ese aspecto, y que nos prepara más bien para enseñar a comprender y analizar un texto, más que para disfrutarlo y mucho menos para leer sus imágenes. Además de estar de acuerdo, Pati nos comenta que para ella leer imágenes resulta vital para establecer un nexo con lo que se lee. La imagen no sólo acrecienta y enriquece lo que aparece escrito, también lo traduce a una nueva forma.  Hay que fijarse en los detalles, en el hilo de las imágenes desde la primera a la última  página, en los colores y el lugar donde están dispuestos los objetos y las personas, en sus expresiones e incluso en la ropa que llevan puestas. Todos esos elementos gritan cosas que, a veces, el texto deja a contraluz.  Ser capaz de leer una imagen y hacerla conversar con lo que se ha leído requiere adentrarse en la lectura a un nivel muy profundo. Tanto o más que si comprendiésemos al 100% todo lo que está escrito, por que la sutileza de la imagen es muy difícil de reproducir en el texto.

Esta conversación y las reflexiones a las que he llegado me dejan contenta. En especial porque no he sido sólo yo la que ha sucumbido a este ejercicio. Mis alumnos también  han escuchado atentamente y han entendido -de primera fuente- que no sólo hay que  aprender a darle sentido a las palabras escritas. Ir más allá y acercarse a las cosas que parecen no ser tan obvias son una de las principales conclusiones que han sacado de este encuentro.

Queremos agradecer a Pati Aguilera por recibirnos en AjíColor y por mostrarnos una esquina de su mundo.

 

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Columnas y artículos

¿La lectura juvenil es una pasarela para la educación literaria?

Imagen extraída del blog El bibliófilo enmascarado
Imagen extraída del blog El bibliófilo enmascarado

He leído en ocasiones que la lectura de relatos destinados a los adolescentes puede ser o es una buena pasarela para formar lectores de literatura. Es decir, para conseguir una educación literaria.

Los artículos que he leído sobre el tema (no he hecho una búsqueda intensiva) se basan sobre todo en apreciaciones, en vivencias personales, en investigaciones cualitativas muy pegadas a los sujetos investigados o con un corpus reducido.

Curiosamente, la mayoría de estas afirmaciones surgen de la experiencia personal, es decir, son docentes entusiastas, preparados, en continua formación y con buenas cualidades para la interacción con sus estudiantes… En otras palabras, estoy convencida de que son profesionales a quienes les irá bien utilicen el texto que utilicen, porque su trabajo estará arropado por la reflexión, por el diseño de secuencias didácticas complejas y en las que no faltará la evaluación. Y no nos referimos a la evaluación del alumno, que siempre está presente, hablamos de evaluar la actuación del profesor, de los materiales, de los tiempos o de los resultados. Una evaluación necesaria porque que les ayudará a perfeccionar y a mejorar el trabajo que realizan.

De hecho, cuando estos docentes afirman que la lectura es un puente para la educación literaria, si analizamos lo que hay detrás de esta afirmación, sentimos la necesidad de ajustar a la realidad la afirmación que realizan. Tal vez, sería más preciso decir que en las secuencias de trabajo que yo programo, desarrollo y evalúo, en algunos sujetos, la lectura juvenil puede ser una pasarela para conseguir una educación literaria.

Porque puestos a hablar de vivencias, compartir creencias o apreciaciones también podríamos afirmar lo contrario, es decir, que la lectura juvenil no puede ser una pasarela a la lectura literaria porque en muchos casos mezclamos conceptos diferentes. Como mucho, comparten papel y letras [vid. «Las lecturas deslocalizadas de la escuela«].  Y eso sin detrimento de una ni de la otra… Simplemente son escrituras y propuestas discursivas diferentes.

También podríamos traer aquí otros ejemplos:

Según las listas de ventas y diferentes estudios de mercado los habitantes de los EUA son grandes lectores de libros de autoayuda pero, desgraciadamente, no ha sido un puente ni una vía para llegar a leer a Cioran o Espinoza o a Ramon Llull.

Pero no me confundan. ¿Quiero decir que la lectura juvenil no es buena?

En absoluto, miren algunos de los post de este mismo blog y verán que afirmo lo contrario. De hecho, cada vez hay más mejores relatos y mundos de ficción [vid. categoría Recomendación lectura].

¿Quiero decir que la lectura juvenil no tiene que entrar en el aula o en la escuela? En absoluto, miren las propuestas que aparecen en La lectura al Centre o en Del oral, audiovisual y digital a la lectura (y la escritura) en secundaria.

¿Quiero decir que no tiene sentido leer estos relatos? En absoluto, la casa, el metro, el autobús, las redes sociales, los clubs de lectura físicos o virtuales, los blogs, los foros, la biblioteca pública o la escolar son espacios en los que ya se habla, se lee, se comparten estos espacios y ayudan a la socialización, a escribir, a compartir, a madurar intelectualmente… Miren si no el tiempo y las publicaciones que he dedicado a unos relatos que me apasionan y que considero valiosos e imprescindibles.

Pero es que no estoy hablando de eso, estoy hablando de educación literaria. De esto: de secuencias didácticas que trabajan el retrato moral del Cid, las églogas de Garcilaso de la Vega o los jaikus.

 

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De esto: de una lectura guiada de Luces de bohemia en Twitter y enTuenti.

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De esto: de la lectura de un clásico como El Quijote

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Y para finalizar, hay una pregunta para la que no tengo respuesta: ¿por qué en vez de «perder el tiempo» en buscar pasarelas no dedicamos más esfuerzo a ver cómo podemos trabajar  la tradición literaria, las obras clásicas o los textos fundacionales de nuestras culturas?

 


Artículo publicado originalmente por Gemma Lluch en su sitio web homónimo en septiembre de este año

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Proyectos

El valor del Libro como Objeto para Fomentar la Lectura

Los alumnos, posando con los libros que más llamaron su atención
Un grupo de alumnos de 2do. Medio, posando con los libros que más llamaron su atención

El 4 y 5 de septiembre, en medio de banderas y escudos chilenos, inauguramos la ansiada Exposición de Libros Artísticos en el Centro Politécnico Particular de Conchalí. Se presentaron 40 libros: 22 en calidad de préstamo y 18 de la biblioteca del colegio, los cuales habían llegado hace poco y los estudiantes no conocían. Los libros se escogieron minuciosamente prestando especial énfasis en el trabajo del ilustrador y en el formato del libro. Estos aspectos eran importantes, pues durante el primer semestre y en función del proyecto que se realiza con Leamos Más, se comentó la importancia de la imagen, el formato, la encuadernación y, en general,  el aspecto físico del libro como objeto. Para los alumnos esto ha sido un proceso y un descubrimiento, pues su acercamiento con los libros no es tan estimulante como se quisiera. La mayoría lee de los libros que sus padres compran en la feria o el comercio informal, o bien hereda los ejemplares usados de sus hermanos mayores.

Por ello, todos los textos  eran visualmente muy atractivos. Algunos de los  más comentados fueron: el álbum ilustrado ‘Cuentos silenciosos‘ de Benjamín Lacombe, ‘La media naranja’ de Elena Ferrádiz, ‘El libro negro de los colores’ de Menena Cottín y Rossana Faría y ‘Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Lessmore’ de William Joyce. Por lo menos, eso es lo que opinaron los alumnos, quienes escogían el que más les gustaba al término de la exposición.  El ejercicio no fue en vano, ya que gracias a la selección de los estudiantes se está elaborando una lista de títulos que serán adquiridos para invertir en una biblioteca de aula, la cual quedará a disposición de los alumnos participantes del proyecto para seguir estimulando su interés por el libro y la lectura.

"Cuentos Silenciosos"
Una de las páginas del libro «Cuentos Silenciosos»

Es importante destacar el la labor de las editoriales, muchos de los ejemplares son reediciones de textos o personajes clásicos: como El Extranjero, Drácula, y Ulises. Las editoriales Zorro Rojo y Edelvives han destacado haciendo un trabajo de lujo con estas ediciones. Por otro lado, muestras de libros como las que hay en la Galería Plop dan cuenta de las ganas que hay en el medio  de ir innovando, no sólo en cuanto a novedades editoriales para los  más pequeños, sino que también para adolescentes y jóvenes que igualmente merecen tener lo mejor. Esta renovación y aire fresco de las editoriales ayuda a que profesores y bibliotecarios estamos alertas a actualizar e incorporar libros a los que acostumbramos recomendar, y eso es lo que precisamente se traspasa a actividades como la descrita. Por ejemplo, en la sala de la exposición el día del evento, los textos se distribuyeron por categoría con sus correspondientes trípticos explicativos: libros álbumes, libros con ilustraciones, novelas gráficas, historietas y libros de artista. De esa forma, cada estudiante se llevaba, de acuerdo a su interés, el tríptico que más le gustó. En los días siguientes, varios alumnos se acercaron a la biblioteca del colegio, tríptico en mano, a solicitar alguno de libros de la exposición. Una maravillosa forma de continuar disfrutando de los libros, especialmente para aquellos(as) que no son tan aficionados(as) a la lectura. Este aspecto no llama tanto la atención si se considera que en el proyecto se ha estado trabajando, precisamente, para buscar otros alicientes respecto al libro que no se relacionen tanto con el contenido. Las ilustraciones, anécdotas, trabajo visual e incluso la historia del libro han sido los principales elementos que han servido para atraer la atención de quienes se dicen «no-lectores». Y hasta ahora vamos bien encaminadas. En este sentido, Karla Toro de segundo medio «A» señala  respecto a sus compañeros a quienes no les gusta mucho leer: «Hay varios que han cambiado sus gustos por leer, porque antes no leían ni lo que escribía la profesora en la pizarra. Pero ahora están más motivados a leer y más preocupados del tema de los libros». Y respecto a las reacciones de este mismo grupo de compañeros frente a la exposición: «les llamó la atención que haya distintas formas para contar una historia». Karla pertenece al grupo de alumnos que disfruta leyendo, con o sin exposiciones mediante, y  junto a otros compañeros  me han planteado sugerencias para que evalúe las habilidades de lecto-escritura  en base a enseñarles a escribir guiones de libros, representaciones escénicas de los mismos, etc.  La última idea fue realizar un debate en base a las lecturas que están compartiendo. Sin duda es la motivación que todo profesor querría.

Otro aliciente para esta actividad fue la  ayuda de un grupo de estudiantes de la especialidad de Secretariado, quienes entregaron un valioso aporte en el orden y cuidado de los libros durante los dos días que duró la exposición. Asimismo, otro grupo de alumnos de segundo medio se encargó de la ornamentación de la sala, de esa forma todos colaboraron y se sintieron partícipes. El proceso de la exposición, para cada grupo que visitaba la sala, culminaba con dos cortometrajes basados en dos títulos expuestos: : ‘Enco, travesías a vapor‘ y ‘Los fantásticos libros voladores del Señor Morris Lessmore’. Así, en pocos minutos, se cerraba el círculo de entusiasmo y motivación que se abría apenas la puerta de la sala daba paso a los libros expuestos. En total, unos 40 a 45  minutos de novedades y misterios develados para estos alumnos de enseñanza media de un establecimiento técnico.

La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos
La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos

En general, los estudiantes se mostraron contentos de conocer algo a lo que, de otro modo, no habrían tenido acceso por desconocimiento o falta de interés. ¿Cómo podrían solicitar un libro álbum sin saber de qué se trata? La actividad tuvo muy buena acogida en la comunidad escolar, incluso entre profesores y directivos, algunos de los cuales lamentaron que la muestra no se hubiese extendido por más días. Siempre es escaso el tiempo cuando uno quiere dedicarse al placer de leer.  Ahora, en clases de Lengua Castellana y Comunicación estamos trabajando en la producción de comentarios de libros observados, disfrutados y leídos.

Esta es una más de las actividades para que los estudiantes aprecien los libros, no sólo desde el contenido lingüístico sino que también por su valor estético. Tal vez, esta sea una forma en la que aquellos que siempre comentan “qué lata leer”, agreguen una segunda frase que diga: “pero igual hay algunos que parecen interesantes”. Ese primer acercamiento en segundo año de enseñanza media puede transformarse en el punto de partida para ampliar el horizonte de estudiantes que todavía tienen mucho que aprender.

 


Artículo presentado en forma conjunta por la Profesora de Lengua Castellana y Comunicación Carolina Olivares y por la bibliotecóloga Claudia Gilardoni, quienes también han diseñado y dirigido en terreno el proyecto «El docente de Lenguaje y su rol en el aula fomentando la lectura» en el Centro Politécnico Particular de Conchalí desde marzo 2013 a la fecha.


 

Entrevista a Valeria Flores de Segundo Medio «B» (realizada por Claudia Gilardoni, el 5 de septiembre 2013)

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=0WwKb1N2ov0]

 

Galería de imágenes de la Exposición:

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Fomento lector

Sagas literarias ¿Cómo sacarles partido para fomentar la lectura?

Las sagas se desarrollan en la época mediaval escandinava
Las sagas comienzan a desarrollarse en la época mediaval escandinava

Ante el ‘boom’ que está viviendo la literatura infantil y juvenil un buen gancho al respecto han sido las ‘sagas’ (es decir, aquellos libros cuya historia se ha extendido en varios tomos como las aventuras de Harry Potter, Memorias de Idhún, Crepúsculo, Dune, Crónicas de Spiderwick, Verano en pantalones, etc…) Si bien este concepto no es nuevo (hay que recordar las historias de Papelucho o las aventuras de Las Crónicas de Narnia, por nombrar algunas) sí se puede aprovechar las nuevas que han surgido para incentivar la lectura. Es decir que, a partir de una saga, es posible guiar la lectura hacia otras, quizás, más complejas. Por ejemplo, gracias a la saga de ‘Crepúsculo’ fue posible, en su momento de ‘boom’, que un grupo de alumnas de I° Medio avanzaran a leer a Jane Austen, Emily Brönte  y William Shakespeare… ¿cómo se logró esto? Pues, porque la protagonista de Crepúsculo era una ávida lectora que solía leer y releer el libro ‘Cumbres Borrascosas’ (de la autora Emily Brönte), además, dentro de ‘Crepúsculo’, también la protagonista citaba ‘Romeo y Julieta’ (William Shakespeare) y ‘Orgullo y Prejuicio’ (Jane Austen) por lo que, se organizaron grupos de lectura y conversaciones estas alumnas de I° Medio fanáticas de ‘Crepúsculo’ para conversar sobre esa obra y así, ir introduciéndoles estos clásicos recién nombrados y otros como ‘Drácula’ de Bram Stocker y ‘Frankenstein’ de Mary Shelley. Todo esto, aprovechando momentos en la biblioteca, los cuales fueron muy apreciados por las alumnas.

El romance entre Heathcliff y Cathy, en "Cumbres Borrascosas" puede ser tan o más emocionante que el de Crepúsculo
El romance entre Heathcliff y Cathy, en «Cumbres Borrascosas» puede ser tan o más emocionante que el de Bella y Edward, de Crepúsculo

Otra actividad interesante en donde se puede aprovechar estas sagas contemporáneas es hacer el nexo entre libro y película. Una idea es empezar por la película y después la lectura, en donde se puedan establecer actividades como: charlas literarias, elegir personajes para analizar, establecer similitudes y diferencias entre ambas representaciones, etc. (con Las Crónicas de Spiderwick, por ejemplo o, con cursos más avanzados, con Los Juegos del Hambre).

Ahora, con cursos de Enseñanza Media, quizás con los electivos, se puede partir de una saga para analizar temas más profundos y transversales dentro del análisis literario. Por ejemplo: con ‘El señor de los anillos’ es posible plantear a los alumnos una lectura más profunda en donde se analicen los temas del viaje y del héroe, ambos arquetipos de la literatura universal y así, desde estos análisis que se pueden coordinar con los profesores de Lenguaje, avanzar hasta lecturas como ‘La Odisea’ o ‘El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha’.

Lo que sí hay que tener en cuenta es que no existe una fórmula perfecta: lo fundamental es conocer a los alumnos y estar abiertos  a que, mientras el libro sea adecuado a su edad, se pueden ‘probar’ distintas estrategias hasta encontrar las que nos acomode más… ¡no hay que olvidar que, para poder motivar, primero tenemos que estar motivados los mediadores!


María José Castro es Licenciada en literatura y profesora de lenguaje. Participa desde el año 2009 en la Corporación Ibby Chile, y ahora está comenzando a colaborar como columnista en Leamos Más. Sus áreas de interés son LIJ, fomento lector y gestión de bibliotecas. María José, ferviente lectora,  se desempeña como bibliotecaria en el Colegio Padre Hurtado y Juanita de los Andes donde aplica estas y otras estrategias para encantar a niños y jóvenes con la lectura.

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Fomento lector

¿Es recomendable la llamada literatura juvenil?

En el metro o diversos medios de transporte podemos ver a los jóvenes leyendo
En el metro o diversos medios de transporte podemos ver a a mucha gente leyendo, y entre ellos a jóvenes de diversas edades

Determinadas colecciones se publican pensando especialmente en el lector adolescente, una estrategia que muchas veces responde más a criterios editoriales, de mercado, que a la necesidad real de una diferenciación. Entre los títulos de las colecciones juveniles hay obras de indudable interés, no sólo para los jóvenes, sino para todo tipo de lectores. Del mismo modo, hay estupendas obras literarias muy recomendables para el lector adolescente que se publican fuera de estas colecciones, sin etiquetas que las identifiquen necesariamente con este público.

La saga con la historia de los vampiros fue todo un éxito entre los adolescentes
La saga con la historia de los vampiros fue todo un éxito entre los adolescentes

Los jóvenes, como cualquier otro lector, necesitan libros de calidad. Es preferible dar con buenos autores, que consideremos adecuados a los gustos e intereses de nuestros hijos, que seguir a ciegas una colección fija.

Hay, eso sí, ciertas temáticas literarias vinculadas a la psicología propia de esta edad, que suelen interesar al adolescente: viajes iniciáticos, relatos sentimentales, búsquedas fantásticas, cuentos de misterio y terror, historias de pandillas y tribus. La clave en la selección es saber combinar el atractivo que suscitan determinadas argumentos, muchas veces con contextos cercanos a sus vivencias personales, junto a propuestas literariamente estimulantes, que les planteen retos y les permitan crecer como lectores.


Fuente: Este artículo fue publicado originalmente en septiembre del 2010 en el Blog de Leer.es