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Entrevistas

El lugar de las ilustraciones

La curiosidad gana, y dan ganas de mirarlo todo
La curiosidad gana. Es usual ver a los clientes ensimismados en la tienda

Al entrar sorprende todo y dan ganas de empezar a tomar cosas para saber qué son. Puede ser un lápiz, una taza, una libreta o un libro.  Pero todo tiene un dibujo, una ilustración, una gráfica, haciendo de PLOP! Galería una de las iniciativas más originales y entretenidas del circuito cultural de Santiago.

Desde 2010 opera en el barrio Lastarria. Ahí se ha posicionado con un estilo único de tienda, librería y galería de arte con constantes exposiciones, que mezcla libros ilustrados, obras originales de artistas nacionales y extranjeros, además de objetos para regalar o coleccionar que  juegan a la perfección con el diseño y la gráfica.

La idea nació de los diseñadores Adolfo Holloway y Patricia Aguilera y de los periodistas Isabel Molina y Claudio Aguilera, quienes buscaron un lugar que tuviera como eje una galería dedicada exclusivamente a la ilustración y la historieta, donde pudiera darse a conocer el trabajo de distintos realizadores. Un esfuerzo que luego de dos años  ya tiene resultados concretos. Así lo ve Isabel Molina: “Hoy hay una mayor presencia de la ilustración en la prensa, en las bibliotecas, en los colegios y universidades, prácticamente todas las editoriales le están dando espacio en sus catálogos.  Y sentimos que hemos aportado a que así sea” dice.

Hervi (nombre artístico del legendario humorista gráfico Hernan Vidal) fue el protagonista de su primera exposición. Luego vendrían chilenos como Alberto Montt, Isabel HojasFrancisco Javier Olea, Pati Aguilera, Loro Coirón y Marcela Trujillo y también extranjeros como Oliver Jeffers, Satoshi Kitamura, Cristian Turdera, Diego Bianchi y Laura Varsky, entre muchos otros de gran trayectoria.

Pero, ¿qué diferencia una ilustración de un dibujo? La pregunta podría parecer obvia. Para Isabel Molina todo está en la intención de creador. “Una ilustración es una imagen que cuenta una historia por sí misma. Es una narración que tiene la misma importancia que el texto escrito y se enriquecen mutuamente.

La ilustración en la historia

Visitantes en la galería
Interesados en la ilustración y la gráfica visitan la galería

Desde fines de la década del treinta hasta mediados de los setentas en Chile existió una fuerte cultura del libro. Las revistas infantiles, culturales o misceláneas, vivieron una época de esplendor permitiendo el desarrollo de una gran cantidad de ilustradores e historietistas. Todo respondía a las necesidades de los chilenos de antaño. “En Chile existía una tradición letrada, y sobre todo a partir de los años 30, con el surgimiento y consolidación de la clase media,  la educación, la lectura y cultura en general se transforman en símbolos de progreso y desarrollo colectivo e individual”, dice Claudio Aguilera, uno de los gestores de PLOP! Galería.

Un panorama que cambió drásticamente durante la dictadura, cuando libertad de expresión y el acceso a la cultura fueron sometidos a fuertes restricciones. “Leer, escribir, publicar o estudiar dejó de ser bien visto. La sociedad  se volcó al libre mercado y la cultura no sólo era considerada potencialmente subversiva, también dejó de ser relevante o prioritaria para las políticas pública y quedó fuera de la lógica de mercado”, agrega Aguilera.

En el caso de las revistas infantiles, a esto se sumó la masificación de la televisión y la arremetida de las ediciones extranjeras, lo que obligó a muchas publicaciones a cerrar y a que sus artistas se vieran obligados a recurrir a los periódicos u otras labores para sobrevivir.

“Antes de los años setenta, muchos ilustradores vivían de sus obras. Hoy poco a poco, los creadores nacionales están recuperando su espacio. Es por eso que nos interesa, junto con difundir el trabajo de los ilustradores dentro de Chile, generar relaciones con artistas extranjeros y llevar fuera de nuestra fronteras el talento nacional”, señala.

En ese sentido, una de las finalidades de PLOP! es consolidar una red latinoamericana en torno a la ilustración para lo cual ya mantienen contacto con México, Colombia, Ecuador, Argentina y Brasil. Además, gracias a un Fondo del Libro están preparando el primer catálogo de ilustración chilena, una obra que reunirá a 60 artistas nacionales y se distribuirá en los principales espacios de la ilustración mundial.

Mientras los proyectos internacionales se desarrollan, siguen consolidando un mercado interno para la ilustración y la historieta. “Tenemos dos segmentos de público: uno compuesto por jóvenes y estudiantes, que vienen a nuestros lanzamientos o exposiciones, y optan por llevar libros u objetos ilustrados, y otro público, con un poco mayor poder adquisitivo, que tiene interés por coleccionar de forma seria e informada ilustración e historieta chilena. Algo que no sucedía hace un par de años” comenta Isabel Molina.

Isabel Molina y Claudio Aguilera
Isabel Molina y Claudio Aguilera

Para Claudio Aguilera hay otro aspecto relevante: la capacidad de la ilustración y la historieta de desarrollar una mirada atenta y crítica.  “Es necesario enseñar y aprender a leer imágenes. La ilustración, como cualquier otra rama de las artes visuales, tiene un lenguaje y signos que uno tiene que aprender a codificar. Sería muy útil entregar una educación visual, porque así uno podría ver los noticiarios, las fotos en el diario o una publicidad, y saber qué significa una imagen en un  contexto determinado, cuál es el mensaje y la opinión que está transmitiendo. Me parece un paso esencial para ser ciudadanos críticos y ahí el libro ilustrado y la novela gráfica pueden ser un gran aporte”.

Disciplinas con una creciente presencia tanto en el mundo editorial, como en los medios de comunicación, investigaciones académicas, bibliotecas y colegios. La ilustración y la historieta están siendo reconocidas también como potentes herramientas de promoción del libro y la lectura. “Así lo ha comprendido también el Ministerio de Educación, que ha incrementados sus compras de libros ilustrados  y apostado por publicaciones que conjugan textos clásicos y poesía con propuestas gráficas, ayudando al desarrollo de la ilustración y proponiendo un concepción más amplia del libro”, puntualiza uno de los dueños.

Por lo pronto, podemos contarles que Leamos Más se adscribe a esta postura, la misma que nos invita a leer no sólo textos lineales o hipertexto, sino que también imágenes e ilustraciones . ¡Es que vivimos rodeados de ellas!   tanto que casi no nos damos cuenta que necesitamos afinar nuestras habilidades para entenderlas a cabalidad. Lo mismo  pasa con la música: es un gusto adquirido, que se disfruta en cómodas medidas.

Y de esta conciencia y valoración por la ilustración es que nace un nuevo vínculo con PLOP! Galería, dando pie a actividades, proyectos e iniciativas coordinadas con otras bibliotecas con el fin de reforzar la lectura y la ilustración en todos sus colores, formas e interpretaciones.

Te invitamos a visitar Plop Galería, ¡acá van los datos!

Dirección: Merced 349. Local 7. Barrio Lastarria (Metro Bellas Artes o Metro Católica)

Teléfono: (56-2) 6332902

Mail: [email protected]

Horario: Martes a domingo de 12.00 a 21.00 hrs. (15.30 a 16.30 hrs. cerrado)

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Columnas y artículos

Hablando de fomento lector en la escuela

Las pruebas de comprensión de lectura desincentivan el interés de los niños  por la lectura
Las pruebas de comprensión de lectura desincentivan el interés de los niños por la lectura

Mabel de Condemarín, que algo sabe de la enseñanza y didáctica, se refiera a la lectura recreativa en su libro  La lectura:  teoría, evaluación y desarrollo  «como una lectura voluntaria o independiente, en la cual los materiales escogidos por el lector son leídos durante una cantidad de tiempo igualmente voluntaria y a un ritmo personal”. No deja de llamar la atención que la idea de lectura independiente es equivalente a recreativa. Relación que la escuela y sus prácticas se encarga de disociar por completo.

Independiente se entiende en nuestro contexto escolar más bien como el niño que lee las lecturas complementarias del ramo de Lenguaje y Comunicación sin que lo obliguen o lo amenacen con las penas del infierno. El lector independiente es aquel niño al que no hay que dividirle la lectura de la novela en diez o quince páginas por día, sino que se sienta solito, sin que lo manden; y si se saca un azul, mejor, con eso, tarea cumplida. En la educación formal del colegio es suficiente con la lista de libros y sus respectivas evaluaciones; los planes lectores están orientados a desarrollar estrategias de comprensión, los niños leen para contestar preguntas de alternativas que responden a las distintas taxonomías y que les brindarán el anhelado semáforo en verde del SIMCE, entre otras mediciones.

En el colegio de Paine los niños los niños diseñan sus propios marcapáginas
En el colegio San Francisco de Paine la biblioteca invita a los niños  a diseñar y dibujar sus propios marcapáginas

En la escuela se trabaja durante todos los años y de muchísimas maneras hasta el hartazgo la comprensión de lectura, sin embargo, lo más importante no es intencionado: el estímulo lector. Si conversáramos con algunos de nuestros estudiantes y le planteáramos que la lectura puede ser recreativa pensaría que nos estamos haciendo los graciositos con un pésimo chiste. Y en este contexto, a los que nos interesa volver al mundo entero buenos lectores más que maestros o mediadores de la lectura parecemos personajes de otra dimensión arengando en jerigonza. Sin duda algo estamos haciendo muy mal. Por  enumerar solo algunas de las prácticas nocivas que tenemos que evitar diré que la biblioteca no debe, por ningún motivo, ser el lugar de castigo o que recibe a los atrasados de un colegio; que los “clásicos” no deben ser leídos obligatoriamente sólo por ser “clásicos”; que no es motivador escuchar un cuento interrumpido por todas las aclaraciones del docente; tampoco hacer esa ridícula lectura compartida en que cada niño lee un párrafo del texto con el fin de hacerla “dinámica”.

Recuerdo y veo constantemente tantas aberraciones con la lectura que me admiran aquellos que a pesar de la escuela desean seguir leyendo. Los docentes y los padres deben resignificar la palabra recreativo y su relación con la lectura. Efectivamente debemos educar en torno al placer lector, sólo así se ganan lectores independientes, es decir, que leen porque quieren saber, porque les entretiene, porque les permite pensar, porque encuentran en ese espacio tan íntimo sus propias preguntas y respuestas. En este sentido, los padres y maestros deben propiciar buenas y variadas lecturas. Si logramos  volver a nuestros estudiantes lectores independientes, ellos aumentarán su capacidad lectora y continuarán por sí solos el periplo literario iniciado en el aula. Por otra parte, no existe una única lectura recreativa, otro de los tantos sobrentendidos, un libro de filosofía puede ser tan recreativo para algunos como una novela rosa para otros, aunque con profundidades distintas, claro. Por lo demás, ese lector de novela rosa puede por sus debilidades existenciales y literarias interesarse en leer poemas de amor, y posteriormente consultar algún texto de lectura crítica que piense el amor y así terminar leyendo  teología para volver a leer aquella novela rosa que registró de su propiedad con todas las letras de su nombre y que siempre estuvo cerca, como un buen amigo.

Hay tantas posibilidades, tantas rutas y extravíos como títulos hay en una biblioteca. No podemos perder de vista, tampoco, que tenemos en el aula niños con inquietudes e intereses distintos que debiésemos conocer. Un verdadero plan lector debe partir indagando acerca de las preferencias de los estudiantes y brindar una variedad de textos literarios y no literarios que los niños puedan comprender y a la vez sentirse desafiados. Lo peor que podemos hacer es subestimarlos y pensar que la solución es darles sólo lectura de masas o los que están de moda, porque a no todos les gusta la magia o estos vampiros 2.0 que se encuentran en cuanta cuneta literaria hay en Santiago. Qué lindo sería que los niños participaran de la adquisición del material de lectura del colegio, por ejemplo. Probablemente los títulos serían muy variados. También es posible que la visita a la biblioteca fuera más asidua y sus préstamos con  sentido.

En la escuela-E-34 de Calama incentivan la lectura con portadas de cuentos en las puertas y ventanas de cada sala.  Más información en http://bit.ly/LLr8JJ
En la escuela-E-34 de Calama incentivan la lectura con portadas de cuentos en las puertas y ventanas de cada sala.

Que provechoso sería una biblioteca en la que los padres, profesores y personal del colegio sugirieran, prestaran y solicitaran libros, es decir, una comunidad educativa que compartiera sus lecturas, también la creación de pequeños clubes de lectores a partir de sus coincidencias,  salas que contaran con una pequeña estantería con los libros de los niños del curso, que se le otorgara más tiempo del día a leer en vez de hacer tareas tediosas y rutinarias, me imagino  profesores comentando lo que están leyendo con otros y con sus alumnos y que el intercambio fuera horizontal. Mi experiencia me dice que el gusto por la lectura en los niños y adolescentes es adquirido, sobre todas las cosas gracias a la transmisión positiva de la lectura y los libros de parte de esos adultos significativos. Para los niños pequeños, por ejemplo, la lectura de cuentos es una instancia muy grata de compartir y aprender junto a sus padres, y cuando sus profesores realizan lo mismo en voz alta, en un espacio acogedor, dispuesto a oír y a disfrutar, el niño recrea nuevamente los momentos cálidos y placenteros que vivió con sus padres. ¿Pueden dimensionar lo que eso significa en el contexto sala de clases? Sin embargo, algunos docentes arruinan este momento grandioso con sus evaluaciones y actividades después de la lectura, que en muchos casos duplica el tiempo que se invirtió en la misma. Mi experiencia me dice que hay que leerles constantemente a los niños, sin que exista siempre la necesidad de aplicar un instrumento de control: leer simplemente porque lo pasamos bien haciéndolo, porque queremos contarle a otro algo que sólo yo sé y que deseo compartir o porque después de la lectura se armará un diálogo exquisito y democrático. Sólo por eso, ni más ni menos.

Para terminar, les cuento que hace unas semanas estaba leyendo un cuento de Pepe Pelayo llamado Caperucítala, mis estudiantes estaban rindiendo una prueba, por lo tanto, la sala estaba en absoluto silencio. Yo fascinada con la lectura no podía contener mis risotadas con las ocurrencias de este autor. Al terminar la prueba muchos de los niños me pidieron prestado el cuento y como sólo tenía una copia quedé de leérselos otro día. No hay día en que no me cobren la promesa que les hice. Qué sencillo resultó entusiasmarlos, sólo bastó un pequeño cuento y alguien detrás de él inmerso en una lectura placentera.

Nota del editor: el Programa Lee Chile Lee seleccionó una serie de cuentos para promover la lectura en familia. Dentro de esa selección  «Caperucítala» desde este enlace es un cuento destacado, por lo que  le recomendamos descargarlo para disfrutarlo con sus hijos, alumnos, amigos, etc.

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Book Lovers

¿Book Lovers o Ratones de Biblioteca?

Los anglosajones suelen asociar la palabra «Lovers» (que  literalmente significa amante) a otra palabra, evidenciando de esta manera lo mucho que les gusta un determinado objeto, bien o servicio. Por ejemplo los «car lovers» son los fanáticos de los autos.  Es así como últimamente hemos visto en spots de televisión y otros medios las campañas publicitarias de conocidas marcas de comidas para mascotas, señalando que   los «Dog Lover» y «Cat Lover» deben comprar determinados alimentos para agasajar a sus cachorros.

Los libros  no han sido la excepción, por eso quienes son buenos para leer son llamados Book Lovers. En mi afán por indagar más respecto a esta expresión, observé que los Book Lovers no se caracterizan solamente por ser buenos lectores, ya que son personas que complementan su afán  con objetos asociados a la lectura: desde los separadores de libros, lápices, tazones, e incluso bolsos, teteras, poleras, calendarios, chapitas o pins. En general cualquier tipo de objeto que se relacione, aunque sea indirectamente, con la lectura. No importa que tan sofisticado sea el objeto: desde el clásico marcapáginas  o una buena libreta para anotar ideas. Todo vale.

"Perita" para leer más comodamente
«Perita» para leer más cómodamente

Hay Book Lovers que tienen a su haber accesorios, como aros, collares, anillos, e incluso cubrecamas (hay uno especialmente diseñado por Andrea Ayala Cosa que permite leer en climas fríos para evitar que se hielen brazos y manos). A tanto llega esta afición, que en Estados Unidos incluso celebran el día del Book Lover. Por eso, cada 9 de agosto numerosos blogs, sitios web, bibliotecas, y otros lugares asociados a la lectura se reúnen para conmemorar a los lectores con distintas actividades.  El afán ha llegado a tanto, que incluso han acuñado la frase «Los que aman los libros nunca se van a la cama solos» («Books lovers never go to bed alone») En Chile, la Biblioteca de la Universidad del Pacífico lanzó este año  una  campaña llamada «¿Qué estás leyendo?« para incentivar la lectura y premiar a los alumnos que comparten los libros que leen  a travésde una aplicación vinculada a Facebook. Y el premio fueron unos  «Kit Lector» con objetos asociados a la práctica de leer. Ahora bien, siguiendo con mi revisión, he encontrado sitios web -e incluso tiendas- con sugerencias  de  regalos para los “Book Lovers”  y otros sitios aplicaciones para smatrphones y tablets.

No estoy a favor  de acuñar vocablos y expresiones de habla inglesa sólo por seguir la  moda, pero claramente en Chile y otros países latinoamericanos, el spanglish se ha masificado mucho. Ya no tomamos un receso laboral para beber café, sino que hacemos un coffee break, vamos al mall, comemos brownies y seguimos rankings de diversos tipos. Eso, sólo por nombrra algunos ejemplos en los que el inglés se ha instaurado en nuestro lenguaje cotidiano. Por ende, hablar de Book Lover  sigue la misma línea.

Carl Spitzweg  pintó "Der Bücherwurm "  que se ha traducido como "El Gusano de Biblioteca" y que finalmente se ha aproximado a lo que hoy conocemos como el ratón de biblioteca.
«El Gusano de Biblioteca»

En mi niñez solían decirme «ratona de biblioteca» cuando me veían pasar tardes enteras entretenida con una novela. Y es que desde hace tiempo se relaciona a los ratoncillos que comen papel  con los buenos lectores que devoran libros. Hay una pintura de 1859, en la cual el artista alemán Carl Spitzweg  ilustró al ratón de biblioteca  como un bibliófilo inmerso en una vasta colección, tan grande que incluso debe usar una escalera para alcanzar los libros.  «Der Bücherwurm » (nombre original de la pintura) se traduce literalmente como «El gusano de Biblioteca» lo cual se acerca claramente al ratón al que alude este artículo  A eso se suman las innumerables imágenes de tiernos roedores con lentes, rodeados de libros, que hemos visto en caricaturas, cuentos e ilustraciones. Como ven, el tema no es nuevo.

Finalmente, lo que importa  más allá del idioma, modismos y expresiones es el fondo del asunto. Y hasta ahora -en mis múltiples búsquedas de información en internet- he encontrado más información para los fans de la lectura usando como palabra clave Book Lover.  Esa es la razón por la cual Leamos Más ha creado una nueva sección con ese nombre que va dirigida a los lectores de todo tipo: a quienes leen mucho y también a quienes leen poco; a quienes prefieren leer de la versión impresa y también a los que leen de ebooks o tablets; a quienes leen revistas, sitios web, el diario y libros. En general a todos los que se interesan por la lectura,  y gozan de ella en sus múltiples formas.

Después de todo, en estos fríos  días de invierno: ¿quién no goza estando en casa, cómodamente sentado con una humeante  taza de té o café?;  ¿A quién no le han dado ganas de tener a mano una libreta para anotar las ideas que van surgiendo de una lectura?, ¿Quién no ha querido tener a mano un práctico marcapáginas para el descanso en su lectura?. Creo que somos muchos los lectores y los Book Lovers que andamos dando vueltas por ahí. El afán es compartir datos, información y buenas ideas.

Por eso, si te sientes un Book Lover, te invitamos a contarnos qué es lo que más te gusta, y a leer otros artículos de la nueva sección dedicada a este tema.

Ideas para Book Lovers:

 

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Book Lovers

¿Bibliofilia? ¿Bibliomanía?

La Bibliofilia es el amor por los libros; y el bibliófilo es el amante o aficionado a las ediciones de ciertos títulos, a los empastes especiales, al aroma de las páginas, y en general a todo lo que se relacione con mantener una nutrida colección de libros. La bibliofilia, como concepto, surge durante el Renacimiento, época en que los humanistas, reyes, príncipes y grandes señores se dedicaron  a recorrer países de Europa en busca de manuscritos, cartas, autógrafos, incunables, y otros tipos de libros sofisticados. El bibliófilo ama la lectura, así como el admirar y coleccionar libros, por lo que arma una gran y especializada colección. Sabe, además, distinguirlas e identificarlas ya sea por la pureza de su texto, su tipografía, ilustración, la calidad del papel y la encuadernación. Los bibliófilos no necesariamente ansían adueñarse del libro que desean: como alternativa tienen el admirarlos en antiguas bibliotecas. Sin embargo el bibliófilo es frecuentemente un ávido coleccionista, algunas veces buscando erudición  sobre la colección, y otras poniendo la forma por sobre el contenido con un énfasis en libros caros, antiguos,  raros, primeras ediciones, libros con encuadernación inusual, copias autografíadas, etc. Los bibliófilos están organizados: se agrupan sociedades como la prestigiosa «Association Internationale de Bibliophilie» en la que anualmente se reúnen investigadores y  acaudalados coleccionistas. En Chile existe desde 1954  la Sociedad de Bibliófilos Chilenos.

 

Biblioteca de Pablo Neruda en "La Chascona"
Vista parcial de la Biblioteca de Pablo Neruda en «La Chascona»

Algunos bibliófilos han tenido un papel relevante para el desarrollo académico y cultural de sus países, como por ejemplo Pablo NerudaAndrés Bello – a quien se le dedicó el Archivo Central Andrés Bello–  el ex Presidente de Chile Arturo Alessandri Palma –quien incluso ejerció como bibliotecario entre los años 1890 y 1893 llegando a ser  el segundo director de la Biblioteca del Congreso Nacional   y por supuesto José Torobio Medina, célebre bibliófilo, quien tiene a su haber la sala Medina en la Biblioteca Nacional. Cuentan las malas lenguas -en categoría de anécdota, pues no hay referencia al respecto- que el  amor del señor Medina por los libros y manuscritos era tal, que algunas veces los «pedía prestados» en las Bibliotecas, valiéndose de sus ropas para ocultar los textos. Un caso extranjero y poco conocido de bibliofilia es el de  Marilyn Monroe, quien llegó a tener una biblioteca con más de 400 títulos. Sin embargo, en mi vida como bibliotecóloga, hasta ahora el único bibliófilo de pura cepa que  he conocido es el señor  Julio Ortúzar, ex Rector y fundador de la Universidad del Pacífico,  quien tiene más de 3.800 títulos en una biblioteca especialmente acondicionada. A tanto llega su amor por la lectura, que a los  12 años decidió  pedir permiso al obispo  para leer a Voltaire porque estaba entre los libros prohibidos por la iglesia.

Portada del texto
Portada del texto

Actualmente el coleccionismo de libros antiguos es un instrumento que ocupa el tercer puesto en la cifra de negocio de las grandes casas de subastas internacionales, tras la pintura y la escultura. Tanto así, que Christies ha subastado primeras ediciones por hasta USD 8 millones siendo el caso de «Las aves de América», adquirido por un  coleccionista norteamericano. He escuchado a algunas personas señalar que compran una determinada edición sólo por la belleza de las ilustraciones o la delicadeza del empaste, sin que piensen remotamente en leerlo. En esos trances leer es harina de otro costal, sin embargo estimo que la mayoría de los bibliófilos leen el material en el que invierten.

Respecto a publicaciones que traten el tema en español, sólo encontré el «Manual del Bibliófilo Hispanoamericano», publicado originalmente en 1930. Contiene cientos de facsímiles de portadas y primeras páginas de libros antiguos. Conserva cubiertas originales. Es un interesante  trabajo de recopilación, con infinidad de  bibliografía de  libros hispanoamericanos incunables.

Ahora bien, para conocer el otro caso, y retomar la línea del título de este artículo, puedo contarles que la Bibliomanía es la manía por acumular libros. Esto puede asociarse  con una enfermedad,  pues el fin de acumulación pasa por lo cuantitativo, más que por el contenido o la calidad de la lectura. El Bibliomaníaco tiene el perfil de los acaparadores compulsivos, quienes poseen un número siempre creciente de libros (u objetos) que no necesariamente usan o leen, aunque también se les relaciona con un desorden obsesivo-compulsivo (TOC). Para el bibliomaníaco el criterio de selección  no es la belleza, calidad o exclusividad de la edición, sino que la acumulación.  Gracias a ello logra aplacar su afán, hasta que nuevamente vuelven sus ganas de  conseguir más libros.

Bolsos, tazones, poleras y otros objetos como éstos se asocian al libro
Bolsos, tazones, poleras y otros objetos como éstos hacen las delicias de los «Book Lovers»

Sin embargo, independiente de las descripciones y conceptos, hay un elemento en común: el amor por los libros como un objeto que va más allá del acto de leer. En mi búsqueda de información respecto al tema encontré un término anglosajón que  me interesó bastante:  los «Book Lovers»,  personas a quienes les gusta leer y que además se rodean de un sinfín de objetos relacionados con el ejercicio de la lectura. Pueden ser marcapáginas (destaco la colección de la bibliotecaria Chilena Olga Sotomayor), pins, libretas, collares, aros, tazones, poleras, e incluso muebles como sillones y lámparas hechas a partir de libros. A tanto llega esta afición, que he encontrado buenas sugerencias de regalos para los «Book Lovers» e internet. Personalmente me considero una buena lectora con muchas características de  Book Lover.

Amantes de los libros y de la lectura hay por todos los rincones del mundo, y si este amor se relaciona con los objetos y el diseño eso es sólo una prueba más de lo significativo que puede llegar a ser el libro, y las implicancias que ha llegado a tener en la sociedad.

 

¿Interesado(a) en más información? quizás quiera revisar: 

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Trabajando en red, el caso de las bibliotecas en Finlandia

En plena exposición, 29 de mayo
Claudia Gilardoni durante su exposición, 29 de mayo

El pasado martes 29 de mayo presenté en la Biblioteca de Santiago la charla «Red de Bibliotecas Públicas en Finlandia: sin comparaciones, sólo aprendizaje». En otras oportunidades  he abordado el tema de las bibliotecas en ese país, así como aspectos educativos,  sin embargo la ponencia de la semana pasada puso  acento en un tema que  siento más reiterativo en el medio educativo, cultural y bibliotecario: la conformación de redes de trabajo.

Una red de trabajo implica varios aspectos, y a pesar que en esta oportunidad me referiré a la experiencia en Finlandia, creo  firmemente que  debemos aprender a trabajar armando redes locales, privadas, públicas, especializadas, generales, multidisciplinarias,  ¡de todo tipo!. Al compartir información con 2 ò 3 personas y/o entidades con las que se relacionen frecuentemente, ya están actuando en red.  No importa el tamaño, importa lo que se genera gracias al enriquecimiento de los actores que le dan vida. Es la gestión y los resultados lo que  se valora. Y en especial su continuidad y permanencia.

En este post quisiera compartir, además de la presentación Red de Bibliotecas Públicas , y la grabación de la charla en video, algunos de los comentarios de las personas que asistieron a esta charla:

¿Qué le parece que podemos aprender y sacar en limpio para el funcionamiento de las Bibliotecas en Chile?

Trabajo de bibliotecarias referencistas en Finlandia
Trabajo de bibliotecarias referencistas en Finlandia
  • “Que las bibliotecas públicas tengan unas políticas estables, y que también tengan financiamiento dentro del Gobierno local (Municipalidades)”
  • “ La forma en la cual se trabajó, la disposición de materiales de biblioteca. Las capacitaciones de los bibliotecarios, creo que es muy importante para optimizar el trabajo en cualquier tipo de biblioteca”
  • “Me entregó varias ideas para desarrollar y cambiar ideas pre concebidas”
  • “La ambición por mejorar la educación parte desde el primer día de clases, pero debemos capacitar a todo el entorno”
  • “ Establecer una política pública de fomento lector a las políticas educativas relacionadas con la lectura y las bibliotecas, a nivel de política de estado independiente del Gobierno de turno”
  • “Asumir desde una visión de Gobierno una revaloración de nuestras bibliotecas. Ser creativos con los recursos con que contamos. Acercar a la biblioteca a nuestra comunidad”
  • “Tener más iniciativa como docentes, bibliotecarios, etc. Para mejorar todos los ámbitos del trabajo en biblioteca (colección, RRHH, espacio, etc) y buscar o crear redes de trabajo ya sea comunales o escolares”
  • “Debe haber mayor información en lo que se refiere a las bibliotecas públicas, a su uso, funcionamiento para que haya más aprovechamiento de ellas. Se deben crear redes de apoyo”

¿Tiene alguna idea, dato o antecedente que le gustaría compartir?

  • «Estoy implementando un proyecto en la Municipalidad de Santiago llamado «Leer es entretenido» y espero compartir esta experiencia cuando esté más implementada»
  • «Articulación del currículum con la Biblioteca»
  • «En nuestro establecimiento se realizan exposiciones de todo el material que llega, como una forma de incentivar a los niños a solicitar nuestros cuentos o libros que llamen la atención»
Al término de la actividad, los asistentes compartieron con la panelista
Al término de la actividad, los asistentes compartieron con la panelista
  • «El año pasado trabajé en la Biblioteca del colegio y hacía talleres de comprensión lectora desde pre kinder a cuarto básico. Lamentablemente algunos profesores de párvulo  manejan muy poca información y le tienen mucho miedo a la autonomía de pensamiento de los alumnos, coartando la creatividad»
  • «Es super importante aprovechar el material que el MINEDC entrega a los colegios, y son muy pocos los que lo implementan, como por ejemplo las lecciones CRA para apoyar a los estudiantes en su  autonomía  dentro de la Biblioteca y aprovechar los recursos que ella entrega.»
  • «En la búsqueda de este incentivo lector hemos trabajado  como profesoras de Lenguaje en mi Liceo, organizando cafés literarios, semanas del libro con diversas actividades como creación de libros gigantes, «exposición cultural»(globos con textos literarios en su interior, creación de marcadores de páginas, etc.)»
  • «En mi colegio hay una biblioteca  para niños de pre kinder a cuarto básico y otra para los alumnos más grandes. La biblioteca pequeña está atendida por una profesora que realiza clases en ella, comprensión de lectura, etc.y ha dado un excelente resultado con los más pequeños. Les fascina ir.»

Vea la charla completa, gracias a la grabación del equipo de trabajo de Canal UPA TV.

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Entrada Biblioteca Pública
Panorámica sala de lectura central

Panorámica sala de lectura central

Sala de lectura biblioteca música
Sala de lectura biblioteca música
Sector central Biblioteca Pública
Sector central Biblioteca Pública
Piano para los "lectores"
Piano para los «lectores»
Sección circulación Biblioteca Nacional
Sección circulación Biblioteca Nacional
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Vista general de la Biblioteca pública de Jyväsklyä
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Uno de los pasillos con ehibidores
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Sección Hemeroteca (colección de revistas)
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Otra vista de la Biblioteca Pública de Jyväsklä

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Columnas y artículos

Tras el balance 2011 de Fomento lector en Chile

Durante la presentación del estudio, en diciembre 2011
Durante la presentación del estudio, en diciembre 2011

La idea de que la educación es clave para elevar las condiciones y expectativas en la calidad de vida es, podríamos decir, una certeza instalada desde hace mucho en la población. Y por ende, también, una verdad no cuestionada por la gente. Ahora, esto no es sólo una percepción sino que son las conclusiones actuales de todos los estudios recientes de la OCDE (Organisation for Economic Co-operation and Development) , la CEPAL (Comisión Económica para América Latina)  , expertos nacionales y del “Estudio del Comportamiento Lector en Chile”, publicado hace 6 meses.

De ahí la lógica aspiración de las familias para que sus hijos sean profesionales, incluso a un costo económico devastador muchas veces, y de ahí también la obligatoriedad de la educación en gran parte del mundo, también en Chile (aquí, al menos, la básica y media). Pero la contundencia de los estudios y la legítima ambición de las personas y del país, si bien son un inicio fundamental, no son suficientes elementos para lograr la mejoría de la calidad educativa.

Un Plan Nacional para fomentar la lectura

Parte del equipo que trabajó en el estudio
Parte del equipo que trabajó en el estudio

Es sabido hace bastante tiempo que un porcentaje importante de los chilenos no entiende lo que lee, pero que esa cifra sea, a fines de 2011, un 84% y que además sólo el 3% logra realizar una internalización crítica de lo leído, esos ya son datos menos conocidos, y preocupantes.

Lo anterior se agrava al considerar, también, que quienes se declaran lectores poco frecuentes son quienes efectivamente menos nivel de comprensión lectora demuestran y que eso tiene una importante incidencia en la productividad y por ende en las condiciones y expectativas en la calidad de vida de las personas.

Este escenario es el que dio a conocer, a mediados de diciembre del año 2011, el estudio mencionado. El informe fue realizado por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, con data desagregada, considerando factores diversos desde etáreos, hábitos de lectura y otros antecedentes que se cruzaron a su vez con datos socioeconómicos. Además se hizo una correlación con la productividad que podría alcanzar el país de mejorarse el nivel de comprensión lectora. Para los profesionales involucrados en estas materias, fue un estudio muy serio que arrojó resultados que permitirán la creación de pautas para la mejora real en la calidad educativa.

El estudio consideró que la lectura es un acto personal, de ahí la necesidad de estudiar las conductas individuales. Vale decir, analizar qué leen las personas, cuándo, cómo, etc.  Esta información da insumos invaluables a la hora de generar una política pública al respecto. Lo anterior es muy relevante, pues esta investigación fue hecha por mandato gubernamental, es decir estos insumos se transformaron en datos oficiales y están dentro de la fase de diagnóstico de un Plan Nacional para el fomento de la lectura.

Esto es muy relevante, puesto que de acuerdo a la información que manejo, hasta ahora había iniciativas de entregar libros, que, como  hemos sabido, no funcionaban mucho, como lo ocurrido con El Maletín Literario o los libros de CONACE. Había iniciativas aisladas que no siempre erav medidas y evaluadas tras su aplicación. Ahora, la diferencia relevante del planteamiento del estudio citado es que aquí se distingue entre el fomento de libros y el fomento de la lectura.

Por supuesto que es indudable, como también lo evidencian estudios de la UNESCO que el tener libros es un gran aporte. Pero es como las máquinas de ejercicios, no tonifcan el cuerpo con sólo existir, se deben usar y bien. Es decir, este docuemnto toma como premisa de partida, y como estandarte además, que lo importante es estimular que las personas lean, donde importa, así, por ejemplo, que los niños vean que sus mayores leen.

Al respecto, también es cierto, como refiere el mismo informe, que un porcentaje importante de la población se declara no lector. Eso ya se sabía hace tiempo y si bien tanto la prueba PISA  como el informe del “Lee Chile lee” demuestran que ha mejorado la comprensión lectora entre los jóvenes en la última década, el índice actual sigue bajo los estándares necesarios para un desarrollo país satisfactorio.

Lo anterior refleja que las acciones que se han realizado hasta ahora han mitigado el problema de la no comprensión lectora en el segmento más joven de la población, pero no lo han solucionado. Y entonces podría surgir la pregunta ¿por qué las cosas habrían de mejorar ahora? La respuesta podría estar el contexto.

 

Contexto actual, el factor que puede ser determinante

Durante el lanzamiento oficial de la campaña de difusión del Plan Nacional de Fomento Lector “Lee Chile Lee”
Durante el lanzamiento oficial de la campaña de difusión del Plan Nacional de Fomento Lector “Lee Chile Lee”

El año 2011 se caracterizó por las fuertes demandas a la Educación y el apoyo de la ciudadanía a esas peticiones. También tuvo fue importante la publicación de la OCDE dando el triste primer lugar a Chile como el país con mayor nivel de desigualdad dentro de los países de esa organización. Y tanto esa entidad, como la CEPAL, entre otros expertos consideraron que para disminuir esa situación la Educación es la clave.

Ahora, en Chile más de los dos tercios de la población tiene ingresos inferiores,  y el promedio nacional de los trabajadores oscila en los 360 mil pesos mensuales. Con ese panorama, y sabiendo cuál es el costo real de la vida en nuestro país, se entiende el apoyo de la ciudadanía  a los estudiantes, el cual fue ratificado por diversas encuestas. Lo anterior, además, se une a que el libro de no ficción más vendido desde su publicación en septiembre de este año fuera Universitarios: ¡El problema no es el lucro, es el mercado!”. Todo ello evidencia una ciudadanía ávida por participar, opinar.

Todo este contexto potencia, como nunca, que las medidas para mejorar la calidad de la educación en Chile, por ende el fomento de la lectura,  tengan mucha mejor recepción en la ciudadanía, si son las adecuadas.

 

Ya, pero y ¿para mí qué?

Este Plan Nacional de Fomento de la Lectura, donde participan el Consejo Nacional de la Cultura, el Mineduc, y la Dibam, está constituido por un equipo de profesionales de excelencia, partió realizando el estudio referido, evidenciando así la importancia  de tener una base informada y cuantitativa para poder analizar los diversos factores involucrados y considerar pautas adecuadas para el mejoramiento de la lectura en Chile.  Y  da cuenta, también, que este es un tema serio para el país. Cuyo fin es generar una política pública efectiva.

Esa política podría materializarse en más libros para las casas, los colegios, o las bibliotecas públicas de todo el territorio. Pero serían los libros adecuados para que sean leídos, serían los insumos necesarios para que un niño de una isla chilota lejana, o quizá de un pueblo perdido al interior de Arica, se entusiasmara con historias u otros relatos, que hagan de él, luego, tal vez, una persona instruida que tenga la posibilidad de incidir en el aumento de la productividad y por ende en el desarrollo del Chile del futuro que todos queremos.

Así que a la hora del balance de rigor, tras seis meses de haber sido publicados esos resultados, si bien se ha evidenciado el descontento de la población en muchos frentes, al menos en uno, importante dada su relación con las demandas callejeras, la educación, es justo explicitar que el Plan del Fomento de la Lectura con el Programa “Lee Chile lee” hizo un aporte relevante al realizar este estudio.

Estaremos atentos para ver en qué decanta todo este proceso y las nuevas políticas en materia educativa y cultural.


Artículo escrito por Katina Ferrer, columnista invitada.

 

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Leyendo en Gráfico

Panel con la participación de Carolina Leiva, Camila Rojas, editora de Quilombo Ediciones; Claudio Aravena de Fundación la Fuente y la ilustradora Isabel Hojas
Panel con la  docente Carolina Leiva, Camila Rojas, de Quilombo Ediciones; Claudio Aravena de Fundación La Fuente.

Desde hace un tiempo he estado conociendo el maravilloso mundo de las ilustraciones y su relación con el fomento lector. A través de la Galería Plop! me he interiorizado sobre el trabajo de artistas como Isabel Hojas -quien participó en la campaña «Un libro, infinitas lecturas»-, Paloma ValdiviaSol DíazAlberto Mont, y de editoriales que dedican su trabajo a producir un maravilloso material que no sólo deslumbra en cuanto al libro objeto, sino que además son un excelente ejemplo del rol que los cómics, los libros ilustrados y las novelas gráficas pueden hacer para fomentar la lectura en grandes y chicos. Ejemplo de ello son Quilombo Ediciones y Feroces Editores.

Precisamente destaco el trabajo de esta última editorial a través de un artículo que publiqué el año 2010 en Belelú, dando a conocer «Maliki 4 ojos», trabajo con el que me familiaricé con la artista Marcela Trujillo, y gracias al cual empecé a conocer el increíble mundo de los cómics y sus derivados.

isabel Hojas, exponiendo
Isabel Hojas, exponiendo

Aunque ahora me avergüence un poco decirlo, era una de esas lectoras que disfrutaban más con la lectura lineal, en vez de gozar con las viñetas, dibujos e historias que los ilustradores ponían a mi disposición. Pero, después de un tiempo conociendo más de cómics e ilustradores, a tanto llegó mi fascinación por este trabajo que, además de comenzar a invertir en libros ilustrados, decidí indagar en el vínculo que se genera entre editores, ilustradores, artistas y profesionales que producen estas obras, las cuales claramente tienen un rol en cuanto a propiciar la lectura.

Por ello, el pasado 31 de junio participé como moderadora del Panel «De lecturas, bibliotecas y formatos: pedagogos fomentando la lectura en el aula», actividad organizada por Leamos Más y  Sistema de Bibliotecas de la Universidad del Pacífico, donde se abordó no sólo el papel que juegan profesionales de la edición en el fomento lector, sino que también el de los docentes que llevan estas lecturas a manos de sus alumnos.

Reflexionando respecto a este tema, recordé cuando autofomenté mi amor por la lectura, esta vez de la mano de la creación de Marcela Trujillo. Es por ello que me permito recuperar este artículo para dar inicio a una serie de notas que destaquen el trabajo de editores y artistas en relación al fomento lector.

Si quiere escuchar la ronda de preguntas del panel, pase y entérese 
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Maliki, la heroína narrativa

Portada
Portada

Aunque esta portada podría evocar a  “Sex and the City”, es mejor no confundirse. Una de las primeras diferencias con la serie es el formato: Maliki es un libro de cómics, seguido por su temática que no tiene nada que ver con las aventuras de las cuatro singleton de Manhattan.

Las historias de Maliki se condensan en cuatro crónicas, más varios episodios autobiográficos (bajo el rol de profesora, artista, madre, esposa) presentadas en versión cómic por Marcela Trujillo, la misma que ha sido bautizada como la “Wonderwoman” chilena. Yo la veo como una heroína que va sorteando aventuras y corriendo riesgos. Y ¿cómo no habría de hacerlo? si Maliki sigue el camino amarillo que su creadora supo dibujarle.

Lejos de pedirle al personaje que exorcice sus problemas personales, Marcela Trujillo logra estrujar a punta de lápiz, papel y talento lo que todos esperamos al leer un cómic: que nos dé risa, que nos dé curiosidad y que las ilustraciones sean lo suficientemente vívidas como para que uno termine con “gusto a poco”. Pero, por sobre todo, Maliki logra que nos den ganas de leer y leer, deleitándonos con las realistas imágenes, acompañadas de un diálogo demasiado reconocible en el ideario criollo.

En materia de lectura, no tuve posibilidad de perderme porque soy buena para leer, pero hasta ahora los comics no me habían atraído mucho, encontraba que los dibujos y las palabras peleaban por acaparar mi interés, y eso me desconcentraba. Pero en esta ocasión me llamó la atención ver -hace menos de dos semanas, y expuesto como en pasarela- un libro con una evocadora portada al estilo Barbie. Me imaginé de inmediato los típicos dibujos de Jordi Lavanda, con esas flacas pasadas a estilo. Pero en vez de las lustrosas y sonrientes Lavanda’s ladies, me topé con el alter ego, divertido y original, de una mujer como la que podría ser yo, o alguna de mis amigas. Es decir: de las que van por la vida sin capa ni espada porque no hay tiempo para artilugios lateros.

Obviamente no me aguanté las ganas y compré un ejemplar. Maliki me cayó bien desde un principio, e independiente de las hilarates nano-historias con las que agasaja curiosidades femeninas de todo tipo, me cayó bien porque es una mujer que se la puede aunque a veces no tiene ni idea de los «cachos» en que se mete. Menos mal que a su favor tiene el arma más letal y potente que se podría desear: Maliki sabe lo que quiere.

Y qué sería eso…¿Ah?

Maliki quiere aprender inglés, quiere tener un pololo, y no contenta con eso, se quiere titular en una academia de arte en la ciudad que nunca duerme. Maliki quiere lograr todo eso, partiendo con un casi nulo inglés, sin muchos dólares, con sus kilitos regalones en la cintura  y más encima con las exigencias académicas del The Art’s students League of New York

Invitación lanzamiento del libro en "Galería Plop!"
Invitación lanzamiento del libro en «Galería Plop!»

Ante esa situación, opera el arma secreta y tras muchas vicisitudes, Maliki lo logra. Ahora bien, la forma como lo logra Marcela Trujillo en idénticas condiciones también amerita lectura. Pero supongo que para eso habrá que esperar por la versión biográfica y novelada, porque al final de cuentas ella también es una heroína narrativa. Precisamente la versión novelada vino de la mano con «El diario íntimo de Maliki» el cual por supuesto me compré y he disfrutado leyendo.

La literalidad de las ideas, o cuando a uno “se le prende la ampolleta”

Cuando Maliki tiene una idea, las bombillas que tiene a cada lado de sus orejas se encienden… ideal, ¿cierto? Marcela relata en la entrevista que da pié a su libro: “Inventé un personaje que era como yo cuando chica y la llamé Maliki. Era chiquitita, redondita, con cachos, bototos y dos ampolletitas sobre su cabeza que se le prendían cuando se le ocurría una idea. Era una niñita que ayudaba a los artistas para que se les ocurrieran ideas cuando no las tenían. Lo absurdo fue que en la pintura no se entendía esa historia. Cuando empecé a dibujar cómics me dije: Esa soy yo, pero tiene que ser grande”.
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