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Bibliotecarios sin fronteras: cosas interesantes que hacen los bibliotecarios

Por Alison Peters via Bookriot

Cuando era pequeña quería ser médico, y me veía recorriendo continentes prestando una invaluable ayuda médica  como parte de Médicos Sin Fronteras. Finalmente acepté que soy  escritora, no una profesional de la medicina, pero ahora tengo la oportunidad para hacer realidad aquellos sueños en mi vida real: Estoy haciendo una práctica con el grupo más interesante que conozco, Bibliotecarios sin Fronteras. El mismo concepto básico, un producto ligeramente diferente.

Bibliotecarios sin Fronteras (Librarians Without Borders, LWB) se originó como un proyecto estudiantil ideado por su Fundador y Co-Directora Ejecutiva (y mi encantadora asesora de prácticas) Melanie Sellar , quien asistía por entonces a la escuela de la biblioteca de la Universidad de Western Ontario en Canadá. Ahora que se acerca su décimo aniversario, la organización sin ánimo de lucro está en una misión para «mejorar el acceso a los recursos de información, independientemente del idioma, la geografía o la religión, mediante la formación de asociaciones con organizaciones comunitarias en las regiones en desarrollo.» El objetivo es una sociedad global donde todas las personas tengan igualdad de acceso a los recursos de información. Para ello, LWB se ha asociado con tres grupos para promover la alfabetización, las bibliotecas  y el aprendizaje.

La Academia de Miguel Angel Asturias en Quetzaltenango, Guatemala es la vinculación más antigua de LWB . Grupos de estudiantes LWB y voluntarios trabajan en la biblioteca de la Academia, llevar los libros, y desarrollan investigación sobre las mejores prácticas que ayudan a ampliar la colección, la programación y los servicios de la biblioteca para ayudar aún más a los miembros de la comunidad. Hay una importante falta de acceso a libros para la mayoría de los guatemaltecos, donde el 75% de la población vive en la pobreza. Lograr que los niños se entusiasmen con los libros es un trabajo permanente, y la idea de una biblioteca de préstamo está haciendo sus primeras incursiones, en pleno siglo 21. LWB envía grupos de sus comités de estudiantes canadienses (código: «botas sobre el terreno») en viajes de servicio voluntario, y en 2013 trabajó con el grupo para hacer la transición desde una biblioteca sin servicio de circulación a «una donde los estudiantes y el personal pueden sacar libros y llevarlos a casa». Y todo el trabajo duro valió la pena: en su cuarto año, con la ayuda de un bibliotecario in situ financiado por LWB, los niños de Asturias superaron la meta de lectura de un modesto cuatro libros por año, consiguiendo un promedio de 14. A partir de 2013, la biblioteca ya contaba con más de 3200 materiales de referencia para ayudar a mejorar el aprendizaje de los estudiantes. Es dar nueva vida al viejo eslogan Reading Is FUNdamental  (leer es fundamental, con el juego de palabras donde FUN significa diversión).

Biblioteca de Accra, Ghana
Biblioteca Librii en Accra, Ghana, un programa socio de LWB

Librii , anteriormente conocida como Libraries Across Africa  (Bibliotecas a través de África) , es una organización sin ánimo de lucro que inició una exitosa campaña para financiar una biblioteca mejorada digitalmente para generar ingresos en Accra, Ghana. Librii no fue fundada por bibliotecarios, sino por ingenieros informáticos, arquitectos y antropólogos de la Universidad de Rice, y su objetivo es el despliegue de las estructuras físicas de la biblioteca, con componentes digitales, a través de África. LWB no construye las bibliotecas, sino que pone a disposición su expertiz “para ayudar a dar forma a la naturaleza de la biblioteca y a la definición del papel del bibliotecario”.  LWB ayuda investigando sobre necesidades como los problemas de espacio de la biblioteca; formas en que el  grupo puede trabajar para mantener una cultura de lectura, y formas emergentes de desarrollo de la colección para el sistema de bibliotecas que se está formando.

Librii sigue recaudando fondos con el objetivo de desplegar su primera biblioteca en Ghana: un impresionante modelo basado en contenedores acondicionados que esperan instalar  antes de finales de este año. Es sólo un pequeño paso en un continente donde, según la investigación de Librii, habitan más de mil millones de personas, pero menos del 20% tiene acceso a Internet de banda ancha, y con ella, la información instantánea. Pero imaginen las posibilidades.

Y el nuevo socio de LWB , Limitless Horizons (Saber Sin Límites) Ixil sirve a la comunidad de Chajul, Guatemala, un pueblo mayoritariamente indígena donde se practica la agricultura de subsistencia. En Chajul, el 93% de los habitantes vive en la pobreza y la comunidad sigue luchando para superar la violencia y el genocidio de devastadora guerra civil de 36 años que vivió Guatemala. LWB ayuda a apoyar la Biblioteca comunitaria de Chajul, que se inauguró en 2010 como la primera y única biblioteca de la comunidad en la zona.

Los bibliotecarios son investigadores y campeones de la información, en primer lugar, y la fuerza de LWB está en sus vínculos, donde el aprendizaje basado en proyectos es la manera divertida, interactiva y orientada al servicio para difundir el amor a la información. Lo que esto implica para nosotros, los tres internos afortunados de la Escuela de Información de la Universidad Estatal de San José , es que proveemos asistencia a los programas de socios de LWB en Ghana y Guatemala; la investigación de las mejores prácticas para la puesta en marcha debibliotecas rurales en las zonas en desarrollo, y la promoción de los programas a través de los medios sociales para hacer correr la voz (y reunir el capital). Básicamente, hacer todo lo que podamos para apoyar a LWB y el desarrollo de sus programas y objetivos.

En 2013, LWB ya tenía 1.325 miembros en más de 75 países, entre ellos Angola, Marruecos, Tanzania, Sri Lanka, Colombia, República Checa, y Zimbabwe. La mayoría se conecta a través de la página web de LWB, y se convierten en voluntarios empeñados en impulsar la misión de LWB.

El lema de LWB es: poner la información en las manos del mundo. Es un concepto simple que requiere mucho trabajo duro.  Simplemente otra cosa interesante que hacemos los bibliotecarios.

 

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Destacado Educación en Finlandia

Literatura Infantil y Juvenil finlandesa

Moomin, uno de los personajes más queridos de la literatura finlandesa
Moomin, uno de los personajes más queridos de la literatura finlandesa

Suele decirse que los protagonistas de los libros infantiles son aquellos personajes con los cuales el lector puede identificarse. La literatura finlandesa no es la excepción: está llena de personajes entrañables, partiendo con el traducidísimo Moomin, creado por Tove Jansson y siguiendo con  el Comisario Nuusku y el detective Vainunen, los perros policías de las novelas de misterio para niños de la escritora Asko Sirkiä. Se podría decir que la diferencia entre la literatura finlandesa y la latinoamericana radica en la base de la cual parten los libros, lo cual se puede observar  especialmente en la literatura juvenil, algo en lo cual profundizaremos más adelante.

Capítulo aparte merecen, claro está, los personajes que reciben además una forma visual gracias al lápiz y al arte de los ilustradores. El libro ‘El Kalevala Canino’ (1992) de Mauri Kunnas, basado en la conocida epopeya nacional finlandesa El Kalevala -vale la pena mencionar que Tolkien se inspiró en dicha epopeya para su conocida saga «El señor de los Anillos» y que la lengua de las hadas surgió de su interés por el finés- es un buen ejemplo de ello. También las hermanas Nopola, con la serie de ‘Sombrero de Paja y Zapatos de Fieltro‘ la cual les ha dado fama a nivel internacional gracias a la traducción a varios idiomas (entre los cuales lamentablemente no se cuenta el español) y la versión cinematográfica de los cuentos.

Ilustraciones de Rudolf Koivu
Ilustraciones de los cuentos de princesas de Rudolf Koivu

En Finlandia los libros infantiles están a menudo llenos de esperanza y optimismo, pero no siempre ya que las contradicciones integran los fuertes contrastes de la naturaleza. Algo siempre atractivo en la literatura infantil es la frontera entre lo natural y lo sobrenatural. Lo imaginario y lo luminoso se unen a lo real y lo cotidiano, e incluso a cuestiones existenciales o a los temas más escabrosos, en lo que respecta a la literatura juvenil.

Literatura infantil y agasajo al paladar

Es bien sabido por los investigadores de la literatura infantil que las escenas de glotonería de los cuentos para niños y las escenas de amor de las novelas, dirigidas a entretener a los adultos son frutos del mismo árbol del placer. Pensemos, por ejemplo en los clásicos británicos: en el libro de Kenneth Grahame ‘El viento en los sauces’, los animales protagonistas disfrutan del contenido de una cesta de merienda que nos recuerda al cuerno de la abundancia. ‘El Osito Pooh’ de Milne se atiborra de miel con tanto afán, que se queda atrancado en la madriguera de su amigo el conejo. ¿Y qué decir de los interminables tés de la novela de Lewis Carrol Alicia en el país de las maravillas?

Los finlandeses comparten esta debilidad. En los relatos más viejos, las fiestas son como una inacabable borrachera de azúcar. En el libro de Tove Jansson ‘El sombrero del mago’ (1948), la cantidad de masa para hacer tortas es tal, que sólo la bañera puede contenerla. Fiestas de este tipo eran la cara diametralmente opuesta a una realidad que en Finlandia estaba dominada por las cartillas de racionamiento. También en el Valle de los Mumin una buena comida es el contrapunto a todo lo negativo. Así, en Las hazañas de Papá Moomin (1950), éste comenta que las razones de su huída del orfanato fueron el triste olor de las papillas de avena y la prohibición de comer panecillos con sirope. Lo contrario sucede en ‘Una noche de San Juan bastante loca’ (1954), donde Mumintrol, Esnorquelina y Fillyjonk celebran una fiesta de tortitas de lo más divertida, pero terminan de cabeza en el calabozo por destrozar una señal de prohibición.

Portada de  La casita de Onneli y Anneli
Portada de La casita de Onneli y Anneli

También en la serie Onneli y Anneli, de Marjatta Kurenniem, una de las escritoras infantiles más premiadas en Finlandia, los manjares son sinónimo de felicidad. Uno de los libros de dicha serie ‘La casita de Onneli y Anneli’ (1966) termina con el relato de una fiesta de cumpleaños en la cual todos comen helado hasta hartarse y donde unos caramelos sorpresa ocasionan una lluvia de golosinas al estallar. Algo totalmente opuesto a lo que sucede en ‘Onneli, Anneli y los huerfanitos’ (1971), donde a los niños del orfanato vecino a la casa de las protagonistas les dan siempre de comer un plato gris y espeso de salvado.

Evolución hacia lo gastronómico

Pero todo ha cambiado en los últimos tiempos: ya no se busca la compensación de la carencia por medio de la gula, sino que ahora se clama por el espíritu gastrónomico. También los menús de los libros se han internacionalizado. En ‘Sombrero de Paja y Zapato de Fieltro’ (1989), de Sinikka y Tiina Nopola, la menor de las hermanas quisiera llenarse la panza de espaguetis, y no de patatas. En otro de los libros de la serie la madre de las protagonistas se aficiona a una nueva y saludable dieta que consiste en comer exclusivamente alimentos del color de los ojos de uno mismo.

En cambio, en el libro de Elina Karjalainen ‘El Osito Uppo y tío Tontón’ (1981), la niña Reeta visita París en compañía de su amigo el oso. Ambos acaban allí por ponerse morados de helado y dedicarse a buscar trufas con ayuda del cerdito Napoleón. En una escena cómica, el perro de la familia consigue salvar la cena organizada en un lujoso hotel sustituyendo al cocinero, que se enfermó. El cachorro, que naturalmente no tiene ni idea de cocina, prepara una comida muy simple de avena que es alabada por todos los franceses invitados a la fiesta, ya que ninguno se atreve a criticar la extraña comida finlandesa.

 Salla Simukka ganadora del premio
Salla Simukka ganadora del premio Topelius de este año

El premio Topelius: reconocimiento anual a la literatura infantil y juvenil finlandesa 

Este premio, en honor al escritor, periodista, poeta e historiador finés  Zacarías Topelius, se otorga desde 1946. Este 2013 la ganadora fue la escritora, poeta y traductora Salla Simukka por sus libro ‘Sin Rastro’ (2012) y ‘En cualquier lugar’ (2012). Es interesante observar que, al igual que en nuestro país, los jóvenes finlandeses han sido presa de las sagas literarias, y esta joven galardonada es autora de la saga  ‘La nieve blanca’, la cual ha llamado la atención de numerosos lectores en todo el mundo anglo (lamentablemente aún no ha sido traducida al español).  Simukka también es editora de la revista de Literatura infantil y Juvenil Lukufiilis.

Otra instancia de premiación en el país nórdico es el Finlandia Junior Prize, el cual se entrega desde 997, en diciembre. A diferencia del premio anterior, éste se focaliza sólo en literatura infantil. El año pasado el honor fue para la escritora e ilustradora  Christel Rönns por su libro ‘El huevo extraordinario’. 

Los escritores en Finlandia son muy reconocidos y respetados. Prueba de ello es que el Consejo Nacional de Literatura les entrega anualmente fondos y subsidios para que puedan dedicarse a su labor. Adicionalmente existe la Fundación Finlandesa del Libro desde el año 1983, la cual también vela por el patrimonio literario y editorial en el país.

Literatura finlandesa a nuestro alcance

Soffi
Soffi Oskannen es una de las escritoras que se puede encontrar en librerías chilenas

En Chile  todavía no se conoce mucho la exuberante labor literaria finlandesa, en parte porque no hay traducciones de todos los escritores y  en parte, también, porque sus autores no son tan promocionados en las librerías y editoriales nacionales. Sin embargo hay  escritores que ya han dado la vuelta al mundo y que están en nuestras librerías. Una de ellas es Soffi Oskannen, otro ejemplo es Arto Paasilinna aunque éstos últimos no están dedicados a literatura infantil. Por otro lado, Nórdica Libros  (sello Español) tiene la  colección Letras Nórdicas dedicada íntegramente a traducir obras del finés al español.

Y si de escritores infantiles se trata, Tove Jansson y Mauri Kunnas han sido traducidos al español y tienen títulos como ‘La familia Mumim’, ‘Memorias de Papá Mumin’, ‘La llegada del cometa’, ‘El libro del verano’, ‘La niña invisible’, por nombrar algunos traducidos por Alfaguara, Siruela y Noguer Caralt Editores. Por su lado, Editse Editorial se ha encargado de traducir a las novelas y cuentos infantiles de Mauri Kunnas, tales como ‘La magia de Papá Noel’, ‘La vuelta al mundo del señor Kánkel’, ‘Ven a conocer el universo’ y ‘Las traviesas aventuras de Robin Hood’ .

A juicio de Leena Haapaniemi, consejera del Fondo local de Cooperación de la Embajada de Finlandia, Jansson -quien empezó a escribir después de la segunda guerra mundial- “había vivido esta época, entendía cuales eran los retos, desafíos y dificultades que los niños tenían que confrontar, miedos, tenían que sobrevivir en condiciones difíciles, a través de sus libros le abrieron un mundo de imaginación, pero enseñando valores como amistad, tolerancia, el respeto a la diversidad, fomentando el sentido común. Estos autores enseñaron a utilizar la imaginación, porque la imaginación es la madre de los inventos, en la cultura finlandesa, tal vez la imaginación e inventos son los que nos han hecho prosperar como nación. Por otro lado, Kunnas es de una generación más joven, ha tratado de abrir otro tipo de puertas para los niños a través de unos personajes creados como perros u otros animales”

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Fomento lector

Subes al metro y llegas directo a la Biblioteca

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Es una biblioteca con estanterías y exhibiciones de libros, tal como en una biblioteca común y corriente, salvo que en este caso es virtual y está ubicada en el metro de Nueva York. Ya hemos comentado en otra oportunidad sobre el fomento lector en  las líneas del metro de la ciudad manzana, pero esto considera aspectos que nunca antes había visto.

 

Así lucen los libros en la estantería virtual
Así lucen los libros en la estantería virtual

El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro
El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro

El proyecto se llama «Underground Library» (biblioteca subterránea) y funciona de la siguiente forma: los pasajeros del metro tienen la posibilidad de «cargar» un libro en sus smartphones o tablets, y «hojear» sus primeras 10 páginas para ver si les gusta. Si es así, el sistema les indica la sucursal de la biblioteca pública más cercana, para que puedan pedir la versión impresa o la película en el caso que  la historia haya sido llevada al cine. El objetivo del sistema es propiciar el uso de las  bibliotecas públicas de Nueva York, y para eso se valen de brindar al lector la oportunidad de asegurarse y pedir  justo el libro que descargó en su celular, el mismo del cual ya leyó las primeras 10 páginas. ¿Y por qué sólo 10 páginas? porque se pretende que el  pasajero se entretenga mientras viaja en el metro y 10 páginas es suficiente. Si lo quiere seguir leyendo, se dirige a la biblioteca y lo pide. de esa forma se logra el objetivo: aumentar las visitas presenciales a la biblioteca. Esto no es antojadizo: la red de bibliotecas públicas de Nueva York es de las mejores en el mundo, ofrecen no sólo una variada colección en diversos formatos, sino que también acceso a exhibiciones, galería, cine y una serie de actividades culturales. En teoría, si una persona va a la biblioteca, seguro se encontrará con otras actividades y recursos que no sabía que estaban disponibles para él, y de esa forma podrá consumir no sólo libros, sino que también cultura en otros ámbitos.

Por ello, la selección de libros disponibles a través de este sistema ha considerado las lecturas  best-sellers y títulos que puedan ser de gusto de muchos. Después de todo, se debe considerar que el metro es un servicio utilizado por una enorme variedad de pasajeros. por lo que el sistema tenía que seleccionar los libros que pudiesen ser más populares.

Quienes trabajamos en bibliotecas estamos acostumbrados a recibir visitantes que llegan gracias a un «empujoncito» extra para ir a la biblioteca, ya que la mayoría va porque necesita algo específico. «Pues bien», se dijeron los gestores de este proyecto:  «crearemos la necesidad para que vayan a buscar un libro».

El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen
El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen y decidan si les gusta

El proyecto surgió en conjunto con tres estudiantes de la Miami Ad School (autodefinida como la Escuela de la Cultura Pop y la  ingeniería). El director de Arte,  Keri Tan, Max Pilwat y Ferdi Rodriguez  trabajaron crear esta estantería virtual para los pasajeros del metro, quienes sólo deben acercarse a una suerte de afiche dentro del carro del metro, para acceder a los libros usando sus celulares. Una prueba más de la forma como la tecnología nos ayuda a difundir la cultura y educación. El proyecto es parte de una campaña de ficción que los estudiantes debían armar como parte de su trabajo académico, para lo cual ellos escogieron como tema un plan para fomentar la lectura y llenar de lectores las bibliotecas. La idea se les ocurrió mientras realizaban una pasantía en Brooklyn (NY), tal como se explica en el blog de la universidad. Otro medio que se encargó de difundir la noticia fue la clásica revista The New Yorker la   cual le dedicó un extenso artículo titulado Empty libraries, captive subway audiences (Las bibliotecas vacías captan audiencia en el metro) en el cual se plantea: «Podría ser idealista pensar que a través del recordatorio digital de la existencia de las bibliotecas, la tendencia a verlas vacías irá en reversa. Pero quizás es un paso adelante que propicia el diálogo público respecto a los espacios cívicos en nuestra era digital»

La red del metro no tiene conexión Wi-Fi, pero usando la tecnología NFC (Near-Field Communication)  encontraron una manera para que los celulares pudiesen descargar, al menos, las primeras 10 páginas de un texto, sin costo alguno. La tecnología NFC  usa un sistema de radiofrecuencia electromagnética para transferir datos entre dos dispositivos, estando a centímetros de distancia.

El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo
El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo

Pero la novedad no termina ahí, ya que cuando el lector interesado se baja del carro del metro (gracias a lo cual puede acceder a 3G), automáticamente el sistema se comunica con su celular indicándole en un mapa el punto donde se localiza la biblioteca más cercana con una copia del título disponible, para que no se pierda en el camino.

Es interesante como el sistema de bibliotecas públicas de Nueva York quiere darle a los Neoyorkinos la posibilidad de hacer de su viaje algo más interesante y entretenido.  Algo que en Chile se hace hace tiempo, pero focalizado en campañas comerciales.

 

 

 

 

 


Publicado originalmente el 8 de marzo 2013 bajo el título «The Underground Library»  en Dezeen Magazine

 

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Novedades

La lectura en el metro de Nueva York

Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto
Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto

Seguramente a usted -tal como a mí- le ha llamado la atención ver gente leyendo en el transporte público: el metro, los buses, las «micros» e incluso en los paraderos mientras esperan su bus de turno.

Es atractivo ver a alguien sumerjido en las páginas de un libro. ¿Qué trama le tiene tan absorto? ¿Será bueno el libro? ¿Por qué lo está leyendo?. Quizás esas preguntas se multiplican cuando la persona en cuestión va frente a nosotros en un carro del metro, y no tenemos más entretención que mirar en derredor. Es ahí cuando nuestros ojos tratan de captar desesperadamente, al menos, el título del libro. Como ven, somos varios los que hemos caído en la tentación de observar lectores. Pero hay algunos que han ido más allá en sus ganas de curiosear.

Ese es el caso que les presento ahora:  Ourit Ben-Haïm,  una marroquí avecindada en Nueva York, quién de tanto atisbar en las lecturas de otros, se tomó tan en serio su curiosidad, que armó un proyecto a partir de ello. La idea no es nueva, ya que en otros países la han desarrollado de diversas formas. Por ejemplo en España, funciona «Zaragoza Lee» liderada por un entusiasta quién, además de sacar algunas fotos, registra una ficha del libro, con reseña e incluso lugares donde se puede adquirir la obra en cuestión.  » En Buenos Aires la campaña «La gente, en el metro, lee» (organizada por una editorial) insta a los viajeros del metro a leer en el «subte».  Respecto a Chile, no hay mucha información de lecturas en el metro de Santiago. Aunque la revista Terminal tiene una sección completa para el tema, llamada «lecturas en tránsito» donde muestra las aficiones literarias de los capitalinos en el metro o en el Transantiago (serivicio público de buses). Personalmente me ha tocado ver a muchos lectores -de libro impreso y digital- viajeros en Santiago. Cuando puedo, los fotografío y dejo el registro en la cuenta instagran de Leamos Más.  Pero sin duda lo que les presento a continuación va más allá de lo que se ve comúnmente, ya que su creadora no está patrocinada por ninguna campaña institucional, y realiza un trabajo diario en los vericuetos del metro de Nueva York. Conozca su historia:

 


The Underground New York Public Library (traducido como «El subterráneo de la Biblioteca de Nueva York») retrata qué leen los usuarios del metro neoyorquino, y con ello, cómo son los usos y costumbres del lector de la ciudad que nunca duerme. A la calidad técnica de las imágenes se une un especial buen gusto tanto en elaboración del propio concepto del proyecto como en el diseño del sitio web. que reúne fotos de gente anónima que lee en los andenes o el interior de los vagones del metro neoyorkino.

Así luce el sitio web
Así luce el sitio web

The Underground New York Public Library partió el año 2008, y desde entonces publica cada día una nueva fotografía, en la que no solo vemos al lector en el metro, sino que se nos muestran qué título está leyendo (por si no lo conseguimos apreciar bien en la foto). Pero, además, UNYPL tiene una serie de eventos semanales, que vendrían a ser los “horarios” de la biblioteca: los martes, un libro en lengua no inglesa (del que se averigua el título traducido gracias a la comunidad de internautas de UNYPL); los viernes se cuelga una foto de la que Ben-Haïm no sabe el título del libro, haciendo una llamada a la colaboración de los lectores para averiguarlo, algo que casi siempre se logra; los sábados cierra y, los domingos, el lector fotografiado tiene siempre una Biblia en sus manos. El proyecto tiene, además, espacio en las redes sociales  (TumblrFacebookTwitter, Google+) para fomentar la difusión.

La gracia del trabajo de esta artista, es que sus fotografías son de muy buena calidad y tomadas con tal maestría (ya sea por el tipo de lector, por el entorno que le rodea en el vagón, por la expresión que tiene, etc.), que dan ganas de saber más detalles de esa persona, como por ejemplo ¿por qué le gusta leer? y ¿qué le motivo a escoger ese libro?. Creo que es de ese tipo de cuestionamientos de los que se vale esta artista para fotografiarlos en ese instante íntimo, en el que sólo cuenta el lector y su historia.

En el sitio tiene una sección de preguntas frecuentes, donde se cuentan una serie de detalles respecto al proyecto, como por ejemplo el hecho de tomar fotos sin el consentimiento de las personas, el tipo de equipo que Ourit Ben-Haïm usa, y unos cuantos detalles más. Hay, además, una breve sección de poesía y algunas cuentas tumbler  de fotógrafos y escritores a quienes Ben-Haïm sigue y recomienda. Por si alguien tiene dudas respecto a la verosimilitud de las fotografías, su autora explica en la web que algunas de ellas se toman sin que el lector lo perciba; otras no, pero en ningún caso se trata de simulaciones.

Sin duda la lectura en un metro tan famoso como el de Nueva York atrae el interés de muchos. Tanto así, que el New York Times le dedicó un reportaje completo titulado What Are You Reading on the Subway? The Results. (Qué estás leyendo en el metro? Los resultados») donde entrevistaron a más de 8.000 mil lectores. El resultado se puede ver en este artículo «Lecturas de Metro» , que el blog de Lecturalia publicó el año 2009.

 

El placer de observar a un lector

Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste
Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste

Porque nos gusta ver leer no solo a personas bellas, sino a toda clase de gente: mujeres y hombres, jóvenes y viejos, gordos y flacos, blancos y negros. Puede que Marilyn Monroe o Paul Newman sean sexies leyendo el Ulises o el New York Times, pero no necesitan de la lectura para serlo.

Lo que nos gusta de una persona que lee es verla sumida en un mundo extraño, que no tiene nada que ver con el entorno que la rodea, mundo del que apenas podemos obtener mínimos indicios a través de su cara, sus expresiones, sus microgestos. Es decir, la cara de un lector es una suerte de ventana al mundo creado por el libro. Mejor dicho: el mundo creado por la conexión entre el libro y él.

 

 

Fuente: Estandarte. Pasión por leer, pasión por escribir. Publicado en Agosto 2012.

 


¿Y a ustedes?  ¿Qué les llama la atención cuando ven a un lector en el metro o en el bus?.

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Placeres y Lectura

El Gusano de los Libros en Beijing

La decoración es un elemento importante en el Gusano de los Libros
La decoración es un elemento importante en el Gusano de los Libros

Si, sigo en la ruta de los Cafés Literarios. Por ahora me he quedado en la línea internacional, pero ya pronto vendrán algunos de los que tenemos en Chile. En esta oportunidad un amigo caza-noticias bibliotecarias me envió un artículo sobre un curiosísimo café literario en Beijing, llamado El Bookwarm o Gusano de los Libros, una estilosa fusión de  cafetería, restaurante y biblioteca ubicada cerca del mercado Yashow en la ciudad de Beijing.

El lugar es muy heterogéneo, y a diferencia de los otros casos de Cafés literarios que he publicado anteriormente, no es una simple cafetería y restaurant. El Gusano de los Libros organiza anualmente un Festival de Literatura Internacional (el próximo se realizará entre el 8 y 20 de marzo del  2013) y  periódicamente desarrolla ciclos de charlas con escritores, firmas de libros, cuenta cuentos infantiles y actividades varias en torno al fomento lector.

El Festival de Literatrura Internacional es una de las mayores actividades del lugar
El Festival de Literatrura Internacional es una de las mayores atracciones del lugar

 

Como ven, no se trata sólo de comida y deliciosos cafés. Por ejemplo el Festival de Literatura Internacional va dirigido a profesores, bibliotecarios, artistas, escritores, ilustradores, editores, diseñadores, periodistas: un grupo diverso que tiene su lugar de reunión cada año en el Gusano de los Libros, y se promociona como un espacio de convergencia de ideas para pensadores del mundo del libro y la lectura. Este año en el Festival hubo workshops de escritura y edición , charlas (por ejemplo «De Repollos a Mounstruos) y  paneles de discusión en torno al libro y escritores. Además había contenidos para todo tipo de público, ya que consideró un programa especial para niños, y otro para inmigrantes. A ello se sumaron declamaciones literarias, puestas en escena, música y otras representaciones artísticas en torno al medio literario. Si le interesan los detalles, recomiendo ver la lista de podcast.

Otra característica es que el lugar funciona realmente como una biblioteca, ya que por la membresía  de 300 yuan anuales (poco más de 22 mil pesos chilenos) ofrece a sus parroquianos una colección de 16,112 títulos de libros en sus estanterías. Por otro lado, desde la perspectiva culinaria, la carta incluye comida occidental y aperitivos varios entre ensaladas, sándwiches y postres. Hay tres salones para comer y hasta una esquina infantil. Según leí, en verano la mejor opción es quedarse disfrutando la vista en la terraza. Además del menú de comida hay una carta de bebidas con tragos y cafetería variada a buen tamaño y precio razonable.

Hay muchas facilidades para los comensales lectores
Hay muchas facilidades para los comensales-lectores

El lugar está diseñado para satisfacer necesidades de distintas edades y tipos de públicos, el mejor ejemplo son sus actividades. Por ejemplo este  27 de septiembre hay una cata de vinos, y el sábado una sesión de cuenta cuentos para los más pequeños.  Además de eso tienen un book shop que ofrece reseñas literarias de los últimos libros de la colección, y en su sutio web periódicamente publican noticias relacionadas con el mundo de la literatura y la edición.

Tal como lo señalan sus administradores: «Es fácil ver porqué el Gusano de los Libros es un hits entre los habitantes de Beijing, ya que usted puede estar un rato  disfrutando un delicioso brownie, buscando entre miles de nuestros libros o saboreando un delicioso espresso. Si quiere algo más intelectual, puede asistir a una de las charlas de algunos de los eminentes escritores que se dan cita en el café, o bien encontrarse con su grupo de amigos o simplemente puede disfrutar una tarde revisando su cuenta de mails en alguno de nuestros computadores o en su dispositivop personal».

Como ven, toda una gama de actividades para los lectores que no sólo buscan alimento para sus paladares, sino que también para el intelecto y el espíritu.

 

 

 

 

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Placeres y Lectura

Bibliotecas con aroma a café

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Librería con café, en Lavapies, Madrid.            cc: www.minube.com

En mi constante afán por buscar información y nutrirme de cosas interesantes que estén pasando en Chile y el mundo, me encontré con este artículo escrito por la bibliotecaria Irene Blanco, de Madrid. Como ven, no importa el país del que provenga la información:  las inquietudes son muy similares.  En este caso: ¿De qué forma mejorar la experiencia del usuario en los lugares donde lee y se informa?. Me parece que el planteamiento de Irene es muy interesante, ya que propicia un diálogo frente al tema, junto con presentarnos este ejemplo en Madrid:

«He observado que, de un tiempo a esta parte, muchas librerías de toda la vida han transformado su modelo de negocio transformándose en café-librerías, han dejado únicamente de vender libros para poner cafés, tés, tartas, etc. y parece que les va muy bien. Me viene a la mente la “Libre de Lavapiés” (librería ubicada en el barrio Lavapiés de Madrid) o la librería especializada en cine “Ocho y medio»  y «Gatopardo” que combinan libros y cafés en uno de los rincones más agradables para los lectores de Madrid.   Y es que leer con un café en la mano -o con un té o comiendo un bizcocho- es uno de los placeres más grandes del mundo y es algo que en una biblioteca no podemos realizar. Más bien todo lo contrario, si entras con una bebida el amable bibliotecario –o el bibliotecario asesino, depende de la suerte que tengas- te pedirá que salgas y vuelvas cuando te lo hayas acabado…  ¡No vaya a ser que estropees algún libro! Y digo yo, ¿no será mejor que se utilicen los libros a pesar de que se puedan estropear? ¿No será mejor correr el riesgo de que caiga una gota de café y que ese lector esté a gusto en la biblioteca? No he tenido la suerte de dirigir una biblioteca, pero si lo hiciese, me gustaría que fuese un espacio de encuentro, de ocio, donde el usuario pudiese tomar un café y leer tranquilamente.

Librería Ocho y medio. cc: madridyyo.com
Imágenes Librería Ocho y medio. cc: madridyyo.com

De hecho y, si fuera posible, habilitaría un “rincón cafetería” para que el lector que quiera lo utilizase, apartado del resto, para no molestar a aquellos que buscan el silencio y la concentración. Y es que, volviendo a la reflexión con la que he comenzado el post, al igual que igual que muchas librerías de barrio se han adaptado a este modelo de “café y libros” y tienen las mesitas llenas de lectores, las bibliotecas podrían ser más utilizadas y por lo tanto más útiles para el usuario si se permitiese -o incluso favoreciese- un espacio donde tomar algo ¿no creéis?

Si conocéis alguna biblioteca que tenga un espacio similar o simplemente queréis dejar vuestra opinión sobre este tema, no dudéis en hacerlo a través de un comentario ;) ¡muchas gracias!»

Sin duda, como éste hay otros casos y ejemplos en todo el mundo. En Nueva York está D’Espresso, un bar-café con mucho estilo y diseño. En Chile tenemos la red de puntos de lectura  «Libro al Aire Libre» gestionados por el Sistema de Bibliotecas de la Municipalidad de Providencia a quienes felicitamos por la iniciativa. Sería ideal que ésta se replicase en otros barrios y provincias del país.

Agradezco Irene Blanco (En twitter @ireneblan) por haber compartido su artículo publicado originalmente  el 3 de septiembre del 2012 en Biblogtecarios. Sus comentarios pueden hacerlos en el post de Irene o  compartirlos directamente  en Leamos Más.