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Fomento lector

Los Juegos del Hambre v/s los Juegos del Libro

Este fin de semana ví en video «Los Juegos del Hambre«, historia de la que había oído hablar mucho. Confieso que ni me había acercado al film o al libro (mejor dicho a la trilogía ya que es una saga de tres novelas de la escritora norteamericana Suzanne Collins). Pero tuve algunas motivaciones extras que me impulsaron a ver la película, gracias a lo cual descubrí una historia interesante y  me dieron ganas de leer los libros. Como me quedé con gusto a poco esta obra se transformó en nueva alternativa de lectura para mis deseos lectores 2013.

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Pero volviendo al punto, decidí verla no sólo por mera entretención, también porque  la gamificación ha sido uno de mis intereses este último tiempo, y aunque no lo crean hay relación entre una cosa y otra. ¿Curiosos por conocer ese nexo? les cuento: unos  bibliotecarios de la Universidad de Texas desarrollaron un video titulado «The Research Games: you learn or you die» (Los juegos de la investigación: o aprendes o mueres») el cual se inspira completamente en la película «Los Juegos del Hambre». El video tiene dos partes (de 9 y 2 minutos respectivamente), y es un trabajo de muy buena calidad, con casting, desarrollo de personajes, trama, locaciones, vestuario, maquillaje y toda la dedicación que un trabajo de este tipo merece. De acuerdo a lo que revisé, el video se basó en  «Los Juegos del Hambre» porque se necesitaban una historia popular que hiciera verosímil el hecho de jugarse el «todo por el todo», y por la necesidad de recurrir al concepto de «mentores» para  tener ayuda. Pues bien, los astutos bibliotecarios usaron su buen humor  y se prestaron para disfrazarse y adquirir diversos roles como forma de evidenciar la ayuda que un bibliotecario le brinda a un estudiante universitario: de esa forma nace el  experto en artes marciales, otro especialista en estrategias bélicas y en guerras. Otros, en cambio, conservaron un rol más tradicional, y se quedaron con los roles de la bibliotecaria del fondo histórico validando la importancia del libro impreso,  y el bibliotecario «computín» o tecnológico experto en TIC’s y en tecnología de punta para diseminar información, etc.

A los universitarios la ayuda les caía del cielo a veces, al igual que en la película
A los jugadores universitarios la ayuda les caía del cielo a veces, al igual que en la película

Los videos tienen muchos guiños a la película, incluyendo el hecho que sólo un ganador logrará sobrevivir en estos «Juegos de la Investigación».

¿Relación con la Gamificación?

Por ahora todo parece indicar que los bibliotecarios de Texas produjeron estos videos con tres objetivos:

a) Motivar a los estudiantes de los campus de su Universidad a usar los recursos de las bibliotecas (presenciales y virtuales)

b) Destacar el rol del bibliotecario

c) Potenciar las habilidades informacionales como un arma a favor de los universitarios. Después de todo, si un estudiante no sabe buscar información, ¿cómo va a estudiar?

Sin embargo, relacionando el juego con la Gamificación, no observo una continuidad del video, tanto en concursos u otras actividades que exijan un rol más participativo de los alumnos en relación al video o al mismo hecho de investigar  usando todos los recursos de información que las bibliotecas disponen. No deja de causarme extrañeza este hecho, ya que «Los Juegos de la Investigación» ejemplifica muy bien la importancia de ser rápido y preciso en las búsquedas de información, especialmente cuando hay poco tiempo para estudiar y estamos invadidos por información de todo tipo y calidad. Pero al parecer esta etapa del trabajo considera sólo la parte audiovisual y la motivación de la historia.

Sería interesante saber si en las bibliotecas de la Universidad de Texas planean  darle un giro a la historia recurriendo a estrategias de gamificación. Por ahora, con la interrogante presente, les dejo el video introductorio:

Y su continuación, el desenlace de la historia y el ganador de «Los Juegos de la Investigación»

¿Y los  Juegos del Libro?

En la historia vemos que los alumnos son retados a buscar de la forma más rápida un ejemplar de «El Arte de la guerra« de Sunt-Tzu. La prueba es planteada por una de las profesoras de la universidad. Para sortearla, los alumnos recurrirán a toda suerte de alternativas: algunos lo descargan de una base de datos, otros corren a las estanterías a buscarlo, otros recurren a la copia de reserva, etc. Se muestran varias opciones para obtener el preciado tesoro y ganar la competencia, validando el hecho que unas soluciones consideren una copia impresa, otra digital, u otra de una base de datos.

En las bibliotecas nos vemos puestos a prueba constantemente para promover los distintos recursos de información por los usuarios. En mi caso, trabajando en el  Sistema de Bibliotecas de la Universidad del Pacífico todos los años junto a mis colegas y equipo de trabajo me veo en la necesidad de enseñar a los alumnos de primer año a usar la biblioteca durante las primeras semanas de clases. Para ello hay diversas formas de realizar la llamada «inducción de usuarios»: un video, un tutorial, una charla masiva, una clase, etc. Desde hace años enfrento la misma situación, y últimamente he recurrido a otras dinámicas para hacer de la biblioteca un lugar popular entre los novatos universitarios. Desde hace un tiempo realizamos charlas especializadas en la sala de clases de los alumnos de primer año, de acuerdo a las distintas carreras, momento en el cual les enseñamos a usar los distintos recursos de acuerdo a las necesidades específicas que su disciplina demanda. Este año hemos decidido complementar ese trabajo con una parte lúdica basada en la gamificación.  Y es así como nacen «Los Juegos del Libro». Concuerdo en que el juego de palabras puede no ser tan novedoso, especialmente después de ver el video, pero creo que le da un giro interesante usando el nombre de un libro que ha sido popular entre los jóvenes.

Por ahora, «Los Juegos del Libro» no han comenzado, precisamente estamos preparándonos para ello, informando en redes sociales esta novedad, pero prometo que cuando el juego termine, les contaré cómo ha resultado y que conclusiones saco de esta iniciativa.

Sería interesante conocer la opinión o ideas de los lectores de Leamos Más frente al eterno reto de masificar el uso de las bibliotecas y de la lectura entre sus usuarios. ¿Nos contarían sus experiencias?

¡Ese si que es un desafío digno del mejor de los juegos!

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Gamificación: ¿Qué es y para qué nos sirve?

La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende
La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende

Es cierto: queremos que las personas lean más y mejor. Queremos más lectores inquisitivos en las bibliotecas, queremos más preguntas de referencia y queremos un aumento en las estadísticas de uso de los servicios que ofrecemos en los distintos tipos de unidades de información. También es cierto que hemos probado varias formas de hacer atractivo el uso de los libros, las bibliotecas y en general de fomentar la lectura. La tecnología ha estado de nuestro lado: redes sociales, aplicaciones, e-readers, etc. La lista es extensa y variada. La gamificación es una alternativa más que demuestra que la tecnología y las aplicaciones se ponen de nuestro lado para ayudarnos.  En este caso, sin embargo, hay algunas diferencias que han llamado mi atención ya que llevan la entretención a su máxima expresión, y -lo que es más interesante- mezclan el mundo virtual con el real.

La gamificación se ha estado desarrollando desde hace algunos años en las bibliotecas. Para quienes no estén familiarizados con el vocablo, puedo comentar que éste tiene su origen en la palabra en inglés “Game” (juego) de la cual deriva Gamification (que se podría traducir -aunque no es exacto- como ludificación). Desde ese término, los hispanoparlantes usamos  “Gamificación”, lo cual alude a una metodología que se basa en la tecnología y el uso de redes sociales para atraer usuarios o adeptos a un servicio/producto valiéndose del juego como principal atractivo. Utiliza el diseño de juegos y sus mecánicas, así como también mucho diseño e ilustración. A veces la gamificación tiende a confundirse con los videojuegos, pero difiere de éstos ya que sus fines que van más allá de lo lúdico.

Inocentemente, todo comienza con un terrón de azúcar: una dulce tentación que genera un vínculo entretenido con el usuario. Y éste, en la medida que disfruta el dulce, participa y aprende diversos contenidos bajo la forma de una sutil entretención. Lo que el juego pretende es dar respuesta a un requerimiento en especial. Éste puede ser la respuesta a una pregunta, la forma de ejecutar una tarea o de realizar un proceso en la biblioteca. De esta forma, sin siquiera darse cuenta, el usuario que ha probado el terroncito es guiado por un camino en el cual recibe recompensas a medida que avanza y aprende. Las recompensas apelan al espíritu lúdico que hay en todos, y van desde etiquetas, insignias (badges) por avanzar en etapas, e incluso premios tangibles.

La Biblioteca de NY tiene todo un proyecto en torno a la gamificación
La Biblioteca de NY desarrolló todo un proyecto en torno a la gamificaciónm llamado «Encuentra el Futuro» (Find The Future)

El usuario puede ser etiquetado como «mega lector»; «aprendiz de mago»; «lector novato» y una serie de otras calificaciones que le dan reputación respecto a los otros jugadores o lectores que usan la misma aplicación. Veamos como funciona con un ejemplo más concreto: si detecto que los usuarios de una biblioteca universitaria de la Facultad de Ciencias de una determinada Casa de Estudios no usan las bases de datos, puedo usar una aplicación en gamificación para motivarlos a que se acerquen a este recurso y desarrollen gusto por usarlo. Otras opciones para icentivarles sería mostrarles un tutorial, dar una charla en sus salas de clases, citarlos a una demostración en la biblioteca, etc. Pero  generalmente  no sabemos si aprendieron, o si repetirán el ejercicio cuando se encuentren frente a una duda que amerita el uso de bases de datos. Ante esta situación, la gamificación  es una alternativa válida porque desde una perspectiva tecnológica y entretenida enfrenta al estudiante con un tema que le puede resultar árido o incluso aburrido, ya que quizás lo relacione con sus deberes académicos.

Siguiendo con el ejemplo, hago un plan de difusión para dar a conocer a los estudiantes de la Facultad de Ciencias que hay una nueva aplicación para usar bases de datos.  Se les pide que ingresen a un sitio web o plataforma en línea, donde están todas las instrucciones del juego. Una vez «logeados» las fases del juego irán explicando en forma didáctica, con muchas imágenes, y  usando mensajes breves y precisos que hay herramientas diversas para encontrar información, que van desde uso de motores de búsqueda, usar el google académico, buscar en el catálogo de la biblioteca, repositorios o en bases de datos. A medida que explica los distintos medios, se van destacando las ventajas del uso de bases de datos y se da puntaje y recompensas para aquellos que  las usen. Se puede presentar un video introductorio o un tutorial,  luego de lo cual, se le pide al alumno que busque un par de temas en las Bases de Datos. En estos casos, las peticiones no son complejas, la idea es hacer ejercicios simples. Frente a este reto del juego, el usuario puede usar la aplicación para enviar -en línea- algunos papers que haya descargado de la base de datos. Estos resultados llegan a un bibliotecario referencista quien los revisa y asigna puntaje. Todo esto funciona en tiempo real, ya que con una buena logística se puede tener a un referencista evaluando las fuentes que seleccionaron los alumnos en un horario pre definido.  Una vez que el usuario recibe su puntaje, éste puede aparecer publicado en su muro de facebook (si la aplicación y ellos así lo permiten) o simplemente puede aparecer como dato más en la ficha del alumno. De acuerdo al puntaje (que se va sumando al que el jugador ha ido acumulando) el alumno puede tener una nueva categoría, como por ejemplo «investigador» y recibir una insignia u otra recompensa.

Si al final del día todos queremos que los lectores de una biblioteca pidan más libros, que comenten lo que han leído, que sean autónomos y hasta que nos dejen mensajes en el fan page de nuestras páginas en Facebook, creo que es interesante ir descubriendo nuevas artimañas que la tecnología pone a nuestro servicio. Además de adaptarnos al estilo y medios que los usuarios utilizan, estaremos descubriendo nuevas formas de comunicarnos con ellos desde una perspectiva más informal, relajada y amena.

Algunos ejemplos extranjeros

La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego
La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego

En Gran Bretaña, la biblioteca de la Universidad de Huddersfield usa la gamificación para la inducción de usuarios de primer año. Tienen un sistema para bibliotecas universitarias llamado “Lemon Tree” (Limonero) que enseña a los alumnos técnicas básicas para usar los servicios. Mediante un clásico carné de biblioteca que pasa de un azul  congelado a un rojo hirviendo,  el usuario va ganando puntos en la medida que acierta en sus respuestas. También tiene un sistema de rendimiento y resultados por facultad, y una página en Facebook.

Al principio del post les señalé que hay algunos casos interesantísimos donde la gamificación lleva el juego a la vida real: eso fue lo que pasó en Nueva York. El año 2011 la biblioteca pública de la ciudad manzana usó la gamificación para celebrar su centenario, y crearon una aplicación que titularon «Encuentra el Futuro». Lo mejor del caso es que el juego le pedía a los participantes que incluso escribieran breves ensayos en base al tema. Finalmente,  la noche del 20 de mayo, los organizadores del juego citaron a los 500 jugadores con más puntaje para que se encerraran en la biblioteca a desentrañar misterios cual Indiana Jones. Lo que debían descubrir eran 100 objetos que han inspirado a la humanidad, como por ejemplo una carta de Charles Dickens o una copia de la Declaración de la Independiencia de los Estados Unidos.  Lógicamente los que descubían las pistas y avanzaban tenían más puntaje hasta llegar a un gran ganador final. Esta actividad suscitó mucha atención en la ciudad y en los medios. La  revista Wired publicó un artículo titulado «Una noche en la Biblioteca de Nueva York«  que recomiendo leer y ver, porque además viene acompañado de un video muy motivante.

 

Algunos casos que -quizás- conocemos y usamos

La gamificación está presente en nuestras vidas desde hace bastante tiempo bajo la forma de aplicaciones que podemos bajar en nuestros smartphones. Personalmente uso foursquare (para comentar lugares que frecuento), waze (para el tráfico y rutas de manejo) y ahora empezaré a usar Nike+ (para trotar). Eso me ha ayudado a entender mejor como podría funcionar un servicio de gamificación en una biblioteca y a darme cuenta de lo interesante que es jugar en un entorno ficticio. Sólo se ven las etiquetas y avatar de otros jugadores quienes -como yo- buscan un buen restaurant,  quieren motivarse para trotar, o simplemente buscan la ruta más despejada para llegar a sus casas. Los juegos, las insignias y etiquetas no son sólo para los niños: a todos nos gusta jugar, y prueba de ello es que estas aplicaciones son muy bien recibidas por personas de todas las edades. Si les interesa aprender un poco más respecto a como podría funcionar la gamificación en un entorno bibliotecario, les sugiero hacerse fans de estas aplicaciones y darle cuerda a su imaginación y creatividad.


Este artículo fue publicado originalmente, por la misma autora, en Infotecarios el 13 de marzo 2013

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Fomento lector

Subes al metro y llegas directo a la Biblioteca

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Es una biblioteca con estanterías y exhibiciones de libros, tal como en una biblioteca común y corriente, salvo que en este caso es virtual y está ubicada en el metro de Nueva York. Ya hemos comentado en otra oportunidad sobre el fomento lector en  las líneas del metro de la ciudad manzana, pero esto considera aspectos que nunca antes había visto.

 

Así lucen los libros en la estantería virtual
Así lucen los libros en la estantería virtual

El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro
El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro

El proyecto se llama «Underground Library» (biblioteca subterránea) y funciona de la siguiente forma: los pasajeros del metro tienen la posibilidad de «cargar» un libro en sus smartphones o tablets, y «hojear» sus primeras 10 páginas para ver si les gusta. Si es así, el sistema les indica la sucursal de la biblioteca pública más cercana, para que puedan pedir la versión impresa o la película en el caso que  la historia haya sido llevada al cine. El objetivo del sistema es propiciar el uso de las  bibliotecas públicas de Nueva York, y para eso se valen de brindar al lector la oportunidad de asegurarse y pedir  justo el libro que descargó en su celular, el mismo del cual ya leyó las primeras 10 páginas. ¿Y por qué sólo 10 páginas? porque se pretende que el  pasajero se entretenga mientras viaja en el metro y 10 páginas es suficiente. Si lo quiere seguir leyendo, se dirige a la biblioteca y lo pide. de esa forma se logra el objetivo: aumentar las visitas presenciales a la biblioteca. Esto no es antojadizo: la red de bibliotecas públicas de Nueva York es de las mejores en el mundo, ofrecen no sólo una variada colección en diversos formatos, sino que también acceso a exhibiciones, galería, cine y una serie de actividades culturales. En teoría, si una persona va a la biblioteca, seguro se encontrará con otras actividades y recursos que no sabía que estaban disponibles para él, y de esa forma podrá consumir no sólo libros, sino que también cultura en otros ámbitos.

Por ello, la selección de libros disponibles a través de este sistema ha considerado las lecturas  best-sellers y títulos que puedan ser de gusto de muchos. Después de todo, se debe considerar que el metro es un servicio utilizado por una enorme variedad de pasajeros. por lo que el sistema tenía que seleccionar los libros que pudiesen ser más populares.

Quienes trabajamos en bibliotecas estamos acostumbrados a recibir visitantes que llegan gracias a un «empujoncito» extra para ir a la biblioteca, ya que la mayoría va porque necesita algo específico. «Pues bien», se dijeron los gestores de este proyecto:  «crearemos la necesidad para que vayan a buscar un libro».

El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen
El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen y decidan si les gusta

El proyecto surgió en conjunto con tres estudiantes de la Miami Ad School (autodefinida como la Escuela de la Cultura Pop y la  ingeniería). El director de Arte,  Keri Tan, Max Pilwat y Ferdi Rodriguez  trabajaron crear esta estantería virtual para los pasajeros del metro, quienes sólo deben acercarse a una suerte de afiche dentro del carro del metro, para acceder a los libros usando sus celulares. Una prueba más de la forma como la tecnología nos ayuda a difundir la cultura y educación. El proyecto es parte de una campaña de ficción que los estudiantes debían armar como parte de su trabajo académico, para lo cual ellos escogieron como tema un plan para fomentar la lectura y llenar de lectores las bibliotecas. La idea se les ocurrió mientras realizaban una pasantía en Brooklyn (NY), tal como se explica en el blog de la universidad. Otro medio que se encargó de difundir la noticia fue la clásica revista The New Yorker la   cual le dedicó un extenso artículo titulado Empty libraries, captive subway audiences (Las bibliotecas vacías captan audiencia en el metro) en el cual se plantea: «Podría ser idealista pensar que a través del recordatorio digital de la existencia de las bibliotecas, la tendencia a verlas vacías irá en reversa. Pero quizás es un paso adelante que propicia el diálogo público respecto a los espacios cívicos en nuestra era digital»

La red del metro no tiene conexión Wi-Fi, pero usando la tecnología NFC (Near-Field Communication)  encontraron una manera para que los celulares pudiesen descargar, al menos, las primeras 10 páginas de un texto, sin costo alguno. La tecnología NFC  usa un sistema de radiofrecuencia electromagnética para transferir datos entre dos dispositivos, estando a centímetros de distancia.

El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo
El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo

Pero la novedad no termina ahí, ya que cuando el lector interesado se baja del carro del metro (gracias a lo cual puede acceder a 3G), automáticamente el sistema se comunica con su celular indicándole en un mapa el punto donde se localiza la biblioteca más cercana con una copia del título disponible, para que no se pierda en el camino.

Es interesante como el sistema de bibliotecas públicas de Nueva York quiere darle a los Neoyorkinos la posibilidad de hacer de su viaje algo más interesante y entretenido.  Algo que en Chile se hace hace tiempo, pero focalizado en campañas comerciales.

 

 

 

 

 


Publicado originalmente el 8 de marzo 2013 bajo el título «The Underground Library»  en Dezeen Magazine

 

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Reseñas Literarias

El curioso incidente del perro a medianoche. Una novela para todos

Portada del libro
Portada del libro

En febrero volvemos al ruedo de las reseñas literarias, siguiendo los consejos de los libreros de «Que Leo» de la galería comercial drugstore (Santiago, Chile). Mi visita a la librería fue providencial, ya que estaba buscando novelas con una trama fuera de lo común, que pudiesen ser del interés de grandes y chicos. Fue así como me invitaron a leer «El curioso incidente del perro de medianoche». Para ustedes, en «Que Leo»  van los agradecimientos por colaborar con Leamos Más.

 

El curioso incidente del perro a medianoche. Una novela para todos.

Por Mark Haddon

 

Christopher Boone, protagonista de la novela, es un chico que prefiere un día de clases a uno de vacaciones. Aunque parezca increíble este quinceañero disfruta más dando de comer a Toby, su rata doméstica, resolviendo ecuaciones y viendo documentales de ciencia que yendo de vacaciones a Francia. Para sentirse bien, necesita tener un plan que le permita administrar su tiempo y saber qué ocurrirá durante el día. Intelectualmente es brillante. Ama la ciencia, la lógica y, especialmente, la matemática. Sin embargo, tiene dificultades para relacionarse con personas que no pertenecen a su entorno habitual. Interpretar las intenciones de los demás es, para él, todo un desafío.

No le agradan los desconocidos porque realizan acciones inesperadas y tienen actitudes impredecibles. Según sus palabras “cuando estoy en un sitio nuevo y hay montones de personas es incluso más difícil (pensar con claridad), porque las personas no son como las vacas y las flores y la hierba…” (2004: 178) que estarán ahí pastando o yacendo al final del día. Las multitudes lo desesperan porque su mente se satura al registrar tanta información de una sola vez. Tampoco le gusta el contacto físico, ni siquiera de sus padres. Si alguien llega a tocarlo, se siente invadido y reacciona defendiéndose violentamente.

La vida de Christopher transcurre con normalidad hasta que descubre que el perro de la Sra. Shears, su vecina, está muerto. Entonces, se propone descubrir al agresor porque está seguro de que fue asesinado. Su padre se entera de la inquietud detectivesca de su hijo y se enfada a tal punto que le hace prometer que no continuará con la investigación. En el fondo, teme que conozca una verdad que ha tratado de ocultarle. Christopher está decidido a escribir un libro acerca del atentado y buscará la forma de saber lo que ocurrió sin quebrantar su promesa o, al menos, intentará que así sea.

El curioso incidente de la muerte de Wellington, la mascota de la Sra. Shears, constituye el hilo conductor de la novela. El agrado por los animales lleva a Christopher, no sólo a escribir un libro, sino que también a conocer la verdadera historia de su familia. Por esta razón, se siente impulsado a salir de su entorno protegido y enfrentarse al mundo exterior. El protagonista deja de sentirse a salvo con su padre y, en consecuencia, decide que su madre es la única persona que puede seguir cuidando de él. Pero, ella vive en otra ciudad…

Novela narrada por su protagonista que muestra la perspectiva singular de un chico con síndrome de Asperger que asiste a una escuela especial. Esta obra amplia el horizonte de nuestra vida cotidiana mostrándonos cómo acciones sencillas pueden brindar bienestar o representar una hazaña para otros.

Trailer del libro:

Mark Haddon, Mark  El curioso incidente del perro de medianoche. Una novela para todos. / Barcelona: Salamandra, 2004. Puedes descargar el libro completo en PDF

 


Haddon es, además de escritor, ilustrador, pintor y profesor
Haddon es, además de escritor, ilustrador, pintor y profesor

Mark Haddon nació 1963 en Inglaterra. Ilustrador, pintor, poeta, profesor de escritura creativa y guionista de televisión. Ha trabajado con niños con deficiencias físicas y mentales. Su novela El curioso incidente del perro a medianoche (publicada en idioma original el 2003, y en español el 2004) es un reflejo de ello y ha sido un éxito desde su publicación.

El año 2003 gano el premio Whitbread al mejor libro del año. Al respecto, señala en una entrevista a un medio español: «Fue una enorme sorpresa. La cosa funcionó cuando liberé mi forma de escribir y me permití a mí mismo ser divertido. No es que el libro sea gracioso -unos lo ven así, otros lo juzgan al revés-, pero en mis novelas trato de hacer algo que veo en los grandes escritores que me gustan, como Jane Austen y Charles Dickens, que eran muy divertidos; también en Shakespeare hay momentos de gran hilaridad».

 

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Videos

Video: Toda una vida acompañada por los libros

El video plantea de forma muy clara el mundo de fantasía y ensoñación que muchas veces acompaña una lectura
El video plantea de forma muy clara el mundo de fantasía y ensoñación que muchas veces acompaña una lectura

Cada cierto tiempo mis alertas de google me mandan campañas de fomento lector de distinto calibre. Y en base a ello he publicado algunos artículos en ocasiones anteriores. En esta ocación me enviaron ver un video muy dulce, suave y envuelto en un halo de ensoñación.

Este video me pareció significativo porque hace patente el acompañamiento que los libros y la lectura en general hacen en la vida de una persona: desde que es pequeña hasta que llega a la tercera edad. Es hermoso ver ese proceso de crecimiento y descubrimiento al mismo tiempo, que vive la protagonista. El video no contempla guión de ningún tipo, sólo  una suave música acompaña las imágenes. Pero éstas son tan obvias que en realidad acá las palabras sobran.

Sin más preámbulos, les dejo el video.

Si quieren conocer los detalles de este libro, les invitamos a ver este video:

 

 


Este video fue dirigido por Matthias Zentner. Y claramente se presenta como un viaje a través de los sueños y pesadillas donde el libro es protagónico, dejando absorta a esta niña-mujer que vaga por una casa sin levantar casi la vista de su lilbro. La historia da un giro al momento de representar a la niña, la joven, la adulta y la anciana. Sin duda esto representa más que el acompañamiento de la lectura durante toda la vida, también plantea que ésta puede ser transmitida de generación en generación.
El video fue grabado en dos días, en Kiew (Ukrania).

 

 

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Columnas y artículos

Los Robots llegaron a las Bibliotecas

El clásico catálogo de fichas impresas ya es casi una reliquia en las bibliotecas.
El clásico catálogo de fichas impresas ya es casi una reliquia en las bibliotecas.

A pesar que la imagen de portada que acompaña esta nota puede parecer un poco exagerada y futurista, bien sabemos que con tantos y tan rápidos adelantos tecnológicos la realidad a veces rebasa nuestra imaginación. Por lo menos eso fue lo que me pasó cuando conocí el funcionamiento de la logística de estantería de las bibliotecas en Europa. Se trata de un sistema  automatizado de suministro de libros para optimizar su funcionamiento, atendido por máquinas que cumplen una de las tareas más pesadas y poco entretenidas en una biblioteca: trasladar libros desde la estantería al mesón de atención de público y viceversa, e incluso hacer el proceso de inventario. El servicio no es nuevo, lleva en funcionamiento varios años en países anglosajones Europeos. Sin embargo, para los países de América Latina, es una innovación que aún no llega a estas latitudes. Averiguando un poco a este respecto me entero que hay una empresa nacional que representa la marca en Chile, y que estaría en negociaciones con grandes Bibliotecas universitarias Chilenas para instalarlo en nuestro país. Será una completa novedad para nosotros.

El servicio ya está en funcionamiento en la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda, en la de Rusia y en otros países como Finlandia y Noruega.  La compañía que se dedica a vender e instalar este nuevo servicio Swisslog, que lleva años trabajando en estos sistemas automatizados que no sólo  han instalado en las bibliotecas,  sino que también en otros rubros como el hospitalario. Respecto a su servicio, ejecutivos de la empresa Suiza señalan: “Puede parecer de ciencia ficción, pero en Europa y otros países occidentales se introdujo hace tiempo este sistema. Y es que el personal de la biblioteca emplea mucho tiempo en trasladar los fondos del depósito a la sala principal del edificio. Lo que proponemos es automatizar este proceso mediante un dispositivo monocarril».

Este carro permite transportar una estantería completa de libris
Este carro permite transportar una estantería completa de libros

«El sistema consta de contenedores automotrices que se trasladan por una red de rieles que se encuentra no solo en el piso, sino también en las paredes y techos del edificio, y las ‘estaciones’ de este sistema de transporte se encuentran en todos los lugares de la biblioteca”, explican.

Además, para automatizar completamente el proceso de traslado, búsqueda, entrega y devolución de libros,se considera introducir la tecnología de etiquetas RFID (Radio Frequency Identification), que debe ayudar a encontrar automáticamente los libros y seguir sus movimientos. Esto permite no sólo mantener todo ordenado, sino que disponer de un servicio de autopréstamo que mantenga en orden todo el sistema de acuerdo a los servicios que vayan utilizando los usuarios, en tiempo real.

Los dos sistemas juntos permiten automatizar el proceso de recepción de libros de los lectores y hacerlo posible durante todo el día. El usuario de la biblioteca podrá devolver los libros a cualquier hora en una ventana especial, de donde el sistema robotizado los recoge, los reconoce con ayuda de la tecnología RFID y hace una marca correspondiente en su tarjeta personal de lector.

Una bibliotecaria dejando libros en las estanterías, sin moverse de su escritoriohttp://es.wikipedia.org/wiki/RFID
Una bibliotecaria dejando libros en las estanterías, sin moverse de su escritorio

¿Y cuánto costará esta maravilla?se preguntarán algunos. En el caso de Rusia la Biblioteca Nacional de San Petersburgo gastará entre 70 y 80 millones de rublos (entre 2,2 y 2,5 millones de dólares) en estas innovaciones. Lo interesante de esto no es el presupuesto ni los adelantos tecnológicos (aunque ese sea el tema central del artículo) sino la variedad de servicios y facilidades que se pueden desarrollar en las bibliotecas gracias a la automatización del trabajo.

El futuro que algunos vislumbran -al estilo Nicholas Negroponte–  en el cual las personas serán cuasi reemplazados por máquinas no es viable. Vivimos en la era del capital intelectual, donde la innovación, la creatividad  y el replantamiento de los servicios están a la orden del día.  Y no sólo eso: la capacidad de las personas de comprender las actitudes de sus usuarios, adaptarse y crear a partir de ello nuevos y mejores servicios es lo que precisamente se necesita hoy en día.

Los robots y máquinas pueden emular a la perfección lo que hacemos en términos físicos y logisticos -que mejor ejemplo que este-  pero no pueden diseñar el mejor servicio de fomento lector para niños con problemas de déficit atencional, o que planifique la mejor estrategia de comunicación para hacer marketing en una biblioteca  universitaria, ni tampoco generar el mejor ambiente y calidez en un lugar  para que el lector se sienta bien atendido en forma personalizada. No que yo sepa (si alguno tiene noticias de lo contrario, le agradeceré que la comente para ir nutriendo el artículo)

 

 

 

El sistema funciona en base a carros que, a través de rieles en el techo, transportan libros en las estanterías
El sistema funciona en base a carros que, a través de rieles en el techo, transportan libros en las estanterías

Una sistema de "bandejas" distribuye los libros por materias
Un sistema de «bandejas» distribuye los libros por materias

 

Si te interesó el sistema y quieres conocer más detalles, revisa este video de la Biblioteca Nacional de Nueva Zelanda

 

Y ustedes, ¿Cómo se imaginan los servicios robotizados en las bibliotecas del futuro?

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Campañas

Video Inspiración: ¿Que sucede en una librería durante la noche?

Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería
Portada de uno de los "juguetones" libros que habita esta librería

Hace poco más de un año  Sean Ohlenkamp  -un director creativo canadiense– y su esposa crearon un maravilloso video de stop motion titulado «The joy of Books» (La alegría de los libros) el cual presenta la vida secreta que podría vivirse al interior de una librería, justo cuando sus dueños cierran la puerta, la cortina cae y todo queda en silencio.

¿Acaso usted se imagina que una librería es un lugar silencioso y  en perfecto orden? ¿acaso la vida se desarrolla sólo cuando los clientes pululan entre las estanterías y mesas abarratodas de novedades editoriales? ¿acaso habrá algo de magia?. Pues fíjese que sí, y ésta ha quedado documentado en este hermoso video: el mundo de maravillas y personajes escondidos sale de las estanterías y cobra vida en una vorágine de actividad. Libros, lápices, libretas y otros simpáticos seres buscan algo de diversión.

¿Quién podría juzgarlos? si los pobres han estado apretujados y escondidos todo el dia esperando por un ávido lector que quiera llevárselos a casa.

El Canadiense y productor de este video es, en efecto, dueño de una librería en Toronto llamada  Type Books. Para la realización del video fue necesario trabajar de noche en su tienda , y congregar a más de 20 colaboradores quienes debían dejar todo en perfecto orden para que el negocio siguiera vendiendo al día siguiente.  Fueron 4 noches completas de trabajo, pero todo ha rendido frutos pues en opinión de sus creadores este trabajo ha sido muy bien recibido en el medio editorial y librero. El video fue producido con la ayuda de la agencia Lowe Roche en la cual este librero-artista se desempeña. Multifacético el hombre, ¿no?

Ohlenkamp señala que le gustaría crear conciencia en las personas respecto a lo que pasa en una librería. De esa forma -agrega- «si por ejemplo un conductor va manejando y en medio del camino se topa con una librería cualquiera, quizás se acuerde  de este video y le den ganas de parar su auto y entrar,  a ver si puede experimentar algo de la magia que se aprecia en el video».

Agradecemos a los creativos y creadores  por «joyitas» como ésta.

¿Te interesó el tema? ¿Quieres saber más?  revisa una entrevista a Sean Ohlenkamp  (en inglés)

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Columnas y artículos

Profesores usan las redes sociales en forma inteligente para fomentar la lectura

Artículo extraído del blog español  TotemGuard: recursos TIC’s para profesores

cc: Público.es

«¿Te gustaría contagiar tu pasión por la lectura a tus alumnos? Añadir un aspecto social a la lectura podría ayudarles a desarrollar el gusto por leer. Del mismo modo que ocurre con un club de lectura, leer en compañía puede mejorar el entendimiento de lo que se lee y disfrutar más de un libro. Aunque las opiniones varían según los expertos, parece que los estudiantes de hoy en día sí leen, de hecho más que nunca, pero lo hacen a través de blogs, wikis y redes sociales.

Aprovechando este nuevo canal, algunos docentes han recurrido a las redes sociales dedicadas a los libros y a la literatura para seducir a sus alumnos en el gusto por esta actividad. Para engancharse a la lectura, el alumno debe gozar y entretenerse con un libro y todo indica que un libro compartido es mucho mejor libro.

 

Estas redes sociales dedicadas a la literatura y los libros permiten evaluar y comentar los libros que se están leyendo, compartir opiniones, darles una calificación, recibir recomendaciones para descubrir nuevos libros y conocer otros lectores con nuestros mismos gustos. Algunas de las redes sociales dedicadas a los libros más activas son:

  • Goodreads: El facebook de los amantes de los libros pero se encuentra exclusivamente en inglés. Destaca por sus más de cinco millones de usuarios y su gigantesca base de datos con obras de cualquier tema. Cuenta además con un diseño muy atractivo y multitud de opciones para ayudar al alumno a escoger su próximo libro. Un aplicación propia permite integrar Goodreads con el perfil del alumno en Facebook para que sus compañeros vean y comenten lo que se está leyendo.
  • aNobii: Una red social veterana que permite publicar tu colección de libros, mediante la url de la información de libro o de su ISBN. También se puede compartir la colección de libros en el blog del aula mediante un código y un widget que te proporciona.
  • Lecturalia: Una red social popular en España, que además de permitir valoraciones y referencias a todo tipo de libros, también te permite comprar directamente su versión digital. Muy completa en cuanto a las novedades literarias, con múltiples comentarios y reseñas hechas por la comunidad. Su base de seguidores en Twitter supera los 150.000.

    Sitio web de Lecturalia
    Sitio web de Lecturalia
  • Entrelectores:  Una red social de recomendación de libros que realizan los propios lectores. También tiene una base de seguidores muy importante en Twitter, más de 90.000 y pretende unir tanto a lectores como autores, librerías y editoriales.
  • Librofilia: Una red social más reciente pero con una gran comunidad en castellano. Como particularidad, esta red social usa un sistema basado en el karma para priorizar las aportaciones de los usuarios. El karma se calcula según el envío de libros, críticas, tiempo de conexión, etc. de cada uno. Además incorpora una navegación por categorías muy útil, como por ejemplo, Premio Planeta, libros que defraudan, más populares, etc.
  • LibraryThing: Una red social con una comunidad de más de un millón de apasionados por los libros y disponible en español, aunque la mayoría de comentarios están escritos en inglés. Sin embargo incluye una página interesante con estadísticas  como los 50 mejores autores valorados, los 25 libros más reseñados, libros gratuitos y más.
  • Què llegeixes?: Una red social consolidada, completamente en catalán, que consta con más de 10.000 usuarios. Consta de tres forums divididos por edades para que cada uno se encuentre con libros y lectores de su generación: Forum Llapis para alumnos de hasta 11 años, Forum Boli de 11 a 16 años y Forum Ploma de 17 años en adelante. También son muy interesantes sus concursos, premios y sección de juegos.
  • QueLibroLeo.com: Una red social de intercambio de opiniones literarias con más de 17.900 fans en su página de Facebook. Te anima a puntuar los libros que lees y encontrar otros lectores con gustos afines que te recomendarán las próximas lecturas. Además han creado unClub de lectura en Facebook en el que se elige entre todos un libro y se va analizando capítulo a capítulo. Los alumnos pueden dejar sus dudas, comentarios, interpretaciones, etc. Una propuesta muy interesante para el aula.
  • Libros.com: Una red social vallisoletana que ya cuenta con un catálogo de 250.000 títulos. Aparte de descubrir libros, organizar listas y realizar valoraciones, también puedes comprar libros al mejor precio. Hasta el 19 de diciembre, si te registras puedes ganar un iPad. También hay una lista de recomendación de libros para estas Navidades.
  • Shelfari: La red social de libros de Amazon que está disponible en inglés únicamente pero que ofrece una fácil navegación a través de las etiquetas que se usan para clasificar los libros. En España algunos centros educativos lo usan para crear y publicar una estantería virtual de libros en su blog de aula como el Biblioteca Escolar del IES de San Francisco de los Ríos en Córdoba. También permite crear un grupo alrededor de un libro favorito.
  • Dejaboo es una red social cultural en fase de prueba en donde se pueden intercambiar opiniones y reseñar libros y obras musicales. La web fomenta conectar con otros grupos con gustos afines según los comentarios que se publican.

    Logotipo de Bukear
    Logotipo de Bukear
  • Bukear: Una red social desarrollada en Argentina que nos dice que lo importante no es lo que lees, sino las sensaciones que te provocan esas lecturas y lo que piensas de lo que has leído. Esta red pretende iniciar un diálogo a partir de las preferencias de las lecturas (historia, ciencia ficción, novela, etc). Permite a la clase la posibilidad de tener una biblioteca online con todos los libros que se leen, y así recordar qué nos gusta más, qué no y qué autores nos dejan más interesados.
  • Sopa de libros: Una red social que al igual que las demás ofrece recomendaciones, votaciones, comentarios, críticas ylistas de libros a través de una web sencilla e intuitiva.
  • #Bookcamping: Una biblioteca abierta y colaborativa que nace a raiz del 15 de mayo. Con el hashtag en Twitter #YesWeRead pretenden crear una estantería virtual de libros, muchos de ellos relevantes con su movimiento. Seguramente una propuesta que seducirá a algunos alumnos de tu aula por su actualidad.

Otra interesante propuesta, en donde los alumnos pueden compartir una lectura, sería a través deGoogle Libros integrado con la red social Google+. Si los alumnos, por ejemplo, están leyendo Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, pueden pulsar el botón de “Compartir” desde la página de este libro dentro de Google Books, escribir su comentario y seleccionar el círculo de las personas con las que quieren compartir la lectura. El mismo Google Libros te incluye un enlace al libro y una descripción del mismo.

 

cc: Google books

Finalmente muchos  han optado por crear su propio club de lectura a través de un blog de aula. Puedeb ver algunos ejemplos como Club de Lectura IES GuadalquivirClub de lectura IES Extremadura (Montijo), Biblioteca IES Carolina y Biblioteca Escolar de IES de San Francisco de los Ríos» .

 

 

 

Fuente original: redes sociales para contagiar las ganas de leer en el aula

 

Comentario de Leamos Más:

¿Te interesa este tema y quieres más información? revisa este video con la opinión de los editores:

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Cine

¿Por qué esperar que Hollywood nos diga qué leer?

cc: Lake Forrest Library

A muchos nos gusta el cine, y a otros tantos nos gusta leer. Y, si ustedes son de aquellos a los que les gusta practicar ambas actividades, seguro que pasan un buen rato apoltronados leyendo o viendo buenas películas.

Y claro, ante ese escenario muchas veces nos encontramos comparando una historia en base a lo que vimos o leímos, y casi siempre terminamos concluyendo que la película no se compara con la versión literaria. Esa es una opinión clásica de los lectores que imaginamos personajes y situaciones, para después encontrarnos con la versión fílmica de unos protagonistas sumamente distintos a aquellos que esperábamos. O, a veces queremos  ver en pantalla gigante  una de las partes del libro que más impacto nos causó, y nos encontramos con que el criterio del guionista y del director no coincidía con el nuestro. Y es que nuestro cerebro procesa en forma muy distinta toda la información que recibimos, de ahí la importancia de la lectura y la interpretación  que cada uno hace.

Pero ese tema da para mucho,  y es harina de otro costal. Volviendo a lo que nos convoca, planteo algunos ejemplos de clásicos de la literatura que han sido llevados al cine:

Sin duda la historia de “Alicia en el país de las maravillas” es un buen ejemplo.  Lewis Carroll, la escribió en 1865…Pero, ¿porqué es Hollywood el encargado de recordarnos, 147 años después, que esta historia es  espectacular? (me refiero a la versión de la película estrenada el año pasado, dirigida por Tim Burton) .  Para explicar su éxito hay miles de razones: Una niña enfrentada a una encrucijada: seguir siendo una nerd pelolais con delantal blanco, o ser una niña power  que se la juega en una aventura increíble. Y es que Alicia se enfrentó a sus temores infantiles tomándose un misterioso brebaje de una tentadora botellita, cuya etiqueta sólo rezaba “bébeme” y eso dio pie a una de las historias fantásticas más leídas por niños y adolescentes desde hace  casi 150 años. Pasando a temas fílmicos,  los hermanos Cohen hacen un feroz guiño a esta parte del cuento en una de sus películas Matrix ¿Quién no recuerda la escena de la encrucijada de Neo ante la decisión de escoger entre  la píldora azul o roja?

Lo mismo pasó con “Las crónicas de Narnia”  escrita por C. S. Lewis entre 1949 y 1955. La tierra de Narnia y sus personajes mágicos fascinaron a muchos. Y si sigo en esa línea, es imposible no recordar  “El señor de los Anillos”. En 1954 Tolkien logró que se editara la primera parte de la saga, en 1960 se editó en español por primera vez,  y en 1993 esa edición salió publicada en un solo volumen. Pero algunos tuvieron que esperar  ocho años para conocerla, hasta que Peter Jackson la estrenó en el cine el 2001. Muchos hemos disfrutado viendo esas películas, y muchos hemos tenido ganas de leer o re leer el libro tan pronto salimos del cine, inspirados. Bien lo saben las casas editoras, que se iluminan y se les ocurre editar versiones de lujo de estas obras,  justo después de los estrenos en la pantalla gigante.

La otra vereda exhibe casos de edición-producción cinematográfica express: Stephannie Mayer escribió “Crepúsculo” el 2005. En poco tiempo la novela se había traducido a 37 idiomas y había vendido más de 25 millones de ejemplares. Tres años después ya filmaban la película, y hordas de aspirantes a vampiros adolescentes  llenaban las salas de los cines. Caso aparte es el fenómeno de “Harry Potter”. Este mago juvenil, nacido de la imaginación de la escritora británica J.R. Rowling hizo leer a millones de niños en el mundo. Las estimaciones de ventas mundiales de la primera parte de la saga hablan de más de 110 millones de ejemplares vendidos… y eso no es magia.

El tema da para mucho, ¿Qué pasa con las versiones fílmicas que no se  parecen a las historias originales de los libros? ¿Nos importa eso? ¿Qué pasa con los derechos de autor? ¿Cuándo una película pasa a ser la adaptación de una novela?.  Hay tantas interrogantes como casos, y hay cientos de películas basadas en libros. Tanto así, que el periódico británico The Guardian publicó (en inglés) la lista de las mejores 50 adaptaciones

cc: Books as Movies
cc: Books as Movies

Es un hecho que hay un mundo infinito de historias, cuentos, novelas y leyendas. Nosotros somos los directores cuando las leemos. Vale la pena creer en  nuestras interpretaciones, nuestras subjetividades y nuestros rollos personales. Bienvenidas sean si nos ayudan a dibujar mentalmente las historias y a inventar versiones privadas de Narnia, de la Tierra Media del reino del Nunca Jamás o del Mundo de Oz.

Un par de ejemplos

No obstante, hay un par de buenísimos casos de versiones fílmicas de novelas que han sido muy bien logradas  según mi criterio lector: La insoportable levedad del ser, escrita por  Milan Kundera y dirigida por Philip Kaufman en 1987 es una de ellas por varias razones. Entre ellas destaco el casting, ya que   Juliette Binoche y Daniel Day Lewis interpretan a las mil maravillas a la dulce Teresa y al infiel doctor Thomas. El segundo ejemplo es «Crónica de una muerte anunciada» .  La película protagonizada por una hermosa e inspiradora  Ornella Mutti  es un fiel reflejo de la  novela de García Márquez, no sólo en cuanto a ambientación sino que la historia se reproduce en forma casi exacta.

Transformándonos en nuestros propios directores de cine

Hay una cosa clara: ¿porqué esperar a que Hollywood nos diga qué leer? si tenemos a nuestro alcance librerías, bibliotecas, la red bibliometro,  los libros de nuestra casa y los de los amigos generosos que nos proveen de lectura. A eso se suman los libros electrónicos y muchas otras opciones para encontrar buena literatura de nuestro agrado. Hollywood no debiese ser quien nos diga qué buena historia conviene leer. Y aunque no lo crean, para  muchos es así, no en vano las bibliotecas escolares muchas veces compran más ejemplares de los libros que son llevados al cine porque saben que habrá más interesados.  Pero bueno, si de leer se trata todo medio vale la pena.

No me malentiendan, amo el cine: soy de las que se acuesta a ver tres películas al hilo en las tardes invernales, arropada hasta el cuello. Pero a veces, también, prefiero contarme mis propios cuentos. Claro que si empiezo a compararme con los directores de cine, claramente salgo perdiendo…o al menos eso es lo que dicen las ventas de  taquilla del cine.

 

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Los libros cobran vida

Existen muchas formas de motivarnos a leer, y algunas de ellas están siendo exploradas audiovisualmente por diversas instituciones educativas y culturales alrededor del mundo.

Viendo el video que da inicio a este artículo, observarán que la idea va mucho más allá de promover el libro y el acto de leer. En este caso el New Zealand Book Council (NZBK) envía un mensaje que extrapola, en pocos minutos, muchas perspectivas y voces en torno al tema. La animación no es nueva -data del 2008- pero a pesar de ello “Books Come to Live” («Los libros cobran vida») genera, en el espectador, asombro y curiosidad por la historia. Puede ser una mezcla de la visión que tiene el NZ Book Council respecto al fomento de la lectura, o la producción espectacular de Colenso BBDO, o también se deba al brillante desarrollo que hizo el estudio Andersen M y al exquisito manejo de la banda sonora sobrepuesta al trabajo visual. Sea como fuere, desde que se lanzó este trailler en youtube, las visitas y comentarios desde diversos blogs y sitios webs no han parado.

El video está íntegramente en inglés, pero aunque no estemos familiarizados con el idioma, el solo hecho de ver y disfrutar las imágenes ya es entretenido. La idea de sus creadores es  “vivir la lectura” en un tono ágil y aventurero. El mismo que hace sentir que pueden pasar muchas cosas leyendo un libro, y que no es sólo en las películas donde podemos experimentar acción. Para eso , los capos del NZ Book Council escogieron la novela “Going West” (Viajando al Oeste) del autor Neozelandés, Maurice Geeconocido entre los kiwis como uno de los mejores storyteller (para ilustrar mejor el concepto, Vargas Llosa, reciente ganador del Nobel, es conocido en los países anglo como otro storyteller).

La metáfora visual cumple las dos E: efectista y efectiva. El libro cobra vida de una forma alucinante. Si a eso se añade la voz en off del narrador (confieso que ese tono profundo me ha perturbado un poco) se obtiene un resultado de gran calidad. Lamentablemente los libros de Gee aún no han sido traducidos a nuestro idioma (la información en español respecto a él y su obra es muy escasa,  por no decir nula). Supongo que habrá que esperar para que una editorial se avispe y nos traduzca algunas de sus novelas, o seamos nosotros los avispados que las compremos por amazon.

Retomando el video, quedé intrigada por la historia que relata. Algunos reseñan a “Going West” como una autobiografía de Gee, cosa que él ha negado. Pero el hecho es que su novela recrea un pueblo pequeño, con una escuela y un escenario muy similar al que conoció en sus años mozos. Gracias a la papiroflexia y a la animación audiovisual, ese pueblo cobró vida para las andanzas del protagonista de la novela.

 

De campañas y comparaciones

 

Para delicia de quienes somos aficionados al tema, ejemplos de campañas como los del NZBC hay muchos. A nivel nacional e internacional las redes se unen para comentar, dialogar y promover actividades de difusión y campañas de lectura. En este sentido, en nuestro país estamos avanzando lento pero seguro y cada vez estamos hablando más de este tema (no sólo desde la obvia perspectiva que relaciona la lectura con la educación). Sin embargo, no puedo evitar pensar lo lejos que estuvo, nuestro Gobierno, del NZ Book Council cuando lanzó hace dos años  la campaña “Leo 2009″. ¿Se acuerdan?: esa que decía “Yo leo cantando”; “Yo leo en el baño”, “Yo leo en la ducha”.

Si sé: las comparaciones son odiosas, vanas e inútiles, pero de ello podría sacar algo en limpio: la gran cantidad de publicistas, editores, diseñadores, audiovisuales, escritores, ilustradores, cineastas y muchos otros que podrían unir fuerzas para hacer una campaña espectacular en Chile. Por mientras pienso y devaneo, les dejo algunos ejemplos a modo de inspiración:

 

Campañas en español:


Leer está de moda,
 Notable e impresionante
Campaña contra el maltrato a los libros (Nótese la música de fondo de Lady Gaga!)

Campañas en Inglés: Stop motion animation using figures