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Cápsulas Lectoras

Cápsula Lectora #4: Habilidades Informacionales en Educación Secundaria

Yasna Catalán, junto a los alumnos que recibieron una de sus capacitaciones
Yasna Catalán -al extremo izquierdo- junto al bibliotecólogo Cristián Nuñez, acompañando a un grupo de alumnos del Liceo Técnico Puente Ñuble

¿Qué son las habilidades informacionales? la respuesta a esta pregunta parece ser muy necesaria para contarles el desarrollo de esta iniciativa, que marca la cuarta entrega de las Cápsulas Lectoras.

La AASL (American Association of School Libraries) señala que son las «habilidades para encontrar y usar información«. Esta clara y breve frase es citada en el documento de la IFLA : «Directrices sobre habilidades informativas» , el mismo que se apura en comentar que “los estudiantes con habilidades informativas acceden a la información efectiva y eficientemente, evalúan la información de manera crítica y competente y la utilizan de manera creativa y precisa”.

Con este marco, podemos agregar que, en Chile, las habilidades informacionales han sido estudiadas y desarrolladas en las bibliotecas universitarias. Las pocas experiencias en educación secundaria han sido desarrolladas por Yasna Catalán, Jefe de la Biblioteca de la Universidad de Concepción, campus Chillán y Magíster en Educación. Para ella y su afán por desarrollar programas de ALFIN (Alfabetización Informacional) va esta Cápsula Lectora.

Para conocer el programa “ALFIN para Cuartos Medios” que Yasna ha implementado, le pedimos una entrevista. De temperamento amable, y conversación llana, Yasna no tuvo problemas en explayarse contando los pormenores de su trabajo, así que partí muy entusiasmada inquiriendo detalles respecto a su inquietud por desarrollar programas de infoalfabetización, y esto fue lo que nos comentó: «La inquietud estuvo siempre. Casi toda mi carrera profesional la he realizado en instituciones de enseñanza superior. Al realizar los `Programas de formación de usuario` durante el primer año de universidad detectaba la enorme falencia que había entre los estudiantes que ingresan a la universidad, en torno al uso de la biblioteca y sus recursos. Aún con todo lo que se habla de ALFIN (Alfabetización Informacional) es lamentable comprobar que muchos estudiantes de enseñanza media no tienen la posibilidad de contar con un programa de infoalfabetización. Además tuve la posibilidad de comenzar a estudiar el área de infoalfabetización con una “Maestra”, con la Dra. Gladys Matus Sepúlveda. Ella fue la primera persona del área de la bibliotecología que escuche hablar de ALFIN, con un concepto distinto a la tradicional ´formación de usuarios´. Bajo este concepto de la Dra. Matus, ALFIN era algo más que enseñar a usar automáticamente las bases de datos u otros recursos«.

En su afán por innovar, Yasna no sólo tocó la puerta de los establecimientos educacionales con los que quería trabajar. También lo hizo con la institución en la que se desempeña: la Universidad de Concepción. De esa forma logró que se autorizara su permiso para trabajar en los colegios y Liceos de la zona, que pusieran recursos a disposición del proyecto y que éste se incorporara a la planificación anual del Sistema de Bibliotecas. «Mi institución me permitió cumplir con un deseo, que para mí era importante: trabajar con la comunidad externa. Creo en las bibliotecas universitarias de puertas abiertas» señala Catalán.

A la fecha, esta emprendedora bibliotecóloga, ha realizado programas de ALFIN en varios establecimientos educacionales en la ciudad de Chillán y en las comunas de San Ignacio y San Nicolás. Empezó trabajando con el Colegio Padre Hurtado, y siguió avanzando con el Colegio Agrícola de Chillán, el Liceo Técnico Agrícola San Rafael, el Liceo Politécnico de San Nicolás, el Liceo Técnico Puente Ñuble y el Liceo Maria Ward. Después de 3 años en esta labor, su percepción ha cambiado: « creo que la experiencia me ha permitido adecuar el programa de habilidades informacionales a distintos niveles educativos, así mismo he aprendido a comunicar las ventajas de este programa de manera dinámica y activa, buscando siempre encantar a los estudiantes.»

Resultados e Impacto

Yasna (en la fotografía) realiza personalmente todas las sesiones de capacitación en ALFIN
Yasna (en la fotografía) realiza personalmente todas las sesiones de ALFIN

Yasna está consciente de la importancia de ir desarrollando estos programas en la educación secundaria.Y no sólo de ello: también de demostrar que este tipo de competencias deben ser abordadas en los programas curriculares. Más que convencer a los alumnos, al parecer el desafío es que los profesores, Jefes UTP y Directivos escolares se entusiasmen y participen de esta iniciativa. Y es que los principales beneficiarios se motivan de inmediato. «Para ellos todo es novedad», comenta Yasna respecto a los alumnos. Y agrega: «Descubren un mundo distinto, donde se les enseña qué es la información. No sólo su definición, también las razones por las cuales la necesitan. Y esto no pasa sólo para hacer sus deberes escolares, sino también para prepararlos como ciudadanos responsables, con opinión. Tratamos que entiendan que las técnicas que les entregamos les van a servir, para toda la vida, para un aprendizaje continuo y lo más importante que aprendan a evaluar esa información (crítica) y la comuniquen en forma ética, con las citas y referencias respectivas.»

Para despertar el interés de los alumnos, Yasna tiene algunas estrategias que comparte con nosotros: «Los asustamos un poquito, y les hablamos de los programas o software que actualmente descubren el plagio, como Docode de la Universidad de Chile o Turnitin. Para los interesados en llegar a la universidad, saber que los pueden descubrir copiando y pegando, no es una buena noticia.»

Paulatinamente, los establecimientos educacionales están considerando elaborar programas y proyectos que desarrollen en el estudiantado sus habilidades, no sólo para buscar la información, también para procesarla y descubrir qué hacer una vez que fueron capaces de llegar a esa información. Al respecto, Catalán señala que no han tenido el mismo éxito en todos los liceos y colegios con los que han trabajado: «cuando invitamos a los liceos a participar, nos preocupamos incluso en ir a buscar y a dejar a los alumnos. Vamos en locomoción que pone a disposición la Universidad de Concepción. A veces nos hemos encontrados con casos en que los alumnos no vienen a cargo de ningún profesor. Eso nos lleva al cuestionamiento respecto al interés que los docentes ponen en estas capacitaciones, ya que si el profesor no participa, ¿de qué forma se va a generar el vínculo con el colegio o liceo?. En este caso los alumnos deben ser nuestros promotores, porque llegan preguntando al liceo por los servicios del CRA»

El uso del laboratorio de computación es impresindible:  cada alumno debe contar con un PC conectado a internet para seguir el curso
El uso del laboratorio de computación es imprescindible: cada alumno debe contar con un PC conectado a internet para seguir el curso

Yasna tiene muy claras las debilidades y fortalezas de este tipo de programas, por lo que se apura en precisar: «No quisiera desanimar a los colegas que quieran emprender un proyecto de este tipo, ya que también hemos tenido casos en que los alumnos han participado con el profesor de una asignatura, el cual inmediatamente se siente motivado y al próximo año nos está ubicando, para trabajar con otro curso. Es en estos casos donde existe un seguimiento, puesto que los profesores nos comunican sus intereses de búsqueda y hacemos trabajos prácticos, que luego ellos evalúan. Igualmente los alumnos aprenden a presentar una bibliografía y a citar correctamente.». La vinculación con los establecimientos educativos es otro aspecto que esta profesional destaca: «ahora sólo falta que más bibliotecólogos se atrevan desde sus universidades. En la medida en que la acreditación y su aspecto relativo a la ´Vinculación con el Medio´ se vaya masificando, será posible que otras bibliotecas universitarias se atrevan con este desafío».

El perfil del profesor que participa de estos programas ALFIN es un aspecto importante, generalmente son docentes «busquillas», que acostumbran usar mucho el computador, internet, aplicaciones, etc. A este respecto, la bibliotecóloga comenta: «generalmente el vínculo se genera con los profesores jóvenes y con aquellos que creen en la estrategia de unión entre la biblioteca y proceso educativo».

Toda iniciativa conlleva una cuota de dificultad. De otra manera, no sería tan sabroso el gusto por los logro en la medida que se van logrando. Este caso, Yasna Catalán tiene muy patentes los aspectos más débiles o complicados del proyecto: «Lo más complicado, al principio, fue ingresar a los liceos a través de la biblioteca escolar o CRA. Las personas encargadas, no entendían nuestra intervención, no comprendían el alcance de nuestro trabajo. En algunos casos creían que sus trabajos corrían peligro con nuestra presencia. No comprendían por qué queríamos trabajar con los alumnos, en un proyecto gratuito». Esto fue rápidamente comprendido por los gestores de este proyecto, por lo que decidieron ingresar a los liceos a través de Dirección del Establecimiento o a través de la Unidad Técnico Pedagógica.

 

Los estudiantes de cuarto medio con los que he trabajado no diferenciaban las secciones de una biblioteca, no conocían lo que es una hemeroteca, y mucho menos sabían de la existencia de una sección de reserva, por ejemplo.

 

En la medida que se desarrollan estas intervenciones y actividades de tipo práctico, tanto profesores como alumnos le van tomando el gusto a aprender. Perciben, en la práctica, los beneficios de manejar adecuadamente las estrategias en búsqueda y uso de la información. Naturalmente eso puede dar pie a seguir profundizando e incluso a desarrollar proyectos de mayor envergadura. Y respecto a esta motivación se nos comenta: «Hay personas motivadas por naturaleza, es posible que en un inicio sólo exista la voluntad, pero poco a poco se va ganado el espacio. El programa “ALFIN para Cuartos Medios” sólo es una de las varias actividades que nuestra biblioteca tiene en beneficio de la comunidad externa. Inicialmente empezamos con los CESFAM (Centros de Salud Familiar) y fue eso lo que nos hizo imaginar otro escenario y atrevernos con los establecimientos educacionales». Yasna aconseja en este sentido: «lo importante es entrar siempre con respeto a la comunidad que se quiere ayudar, no se deben esperar grandes cambios inmediatos. Seguramente los cambios serán paulatinos, sólo se debe pensar en dar la mano a una comunidad que lo necesita».

Difusión en Alfabetización Informacional

“ALFIN para Cuartos Medios” también ha considerado actividades de difusión para ponerlo a disposición de otras instituciones universitarias y darse a conocer en el medio. Para ello, Yasna ha hecho una labor de producción de ponencias y artículos basados en la experiencia que ha ganado en esto tres años trabajando en ALFIN en educación secundaria.

Ha expuesto en congresos y jornadas de bibliotecología, en uno de los cuales presentó la ponencia «Compromiso social y vinculación con el medio. Un aporte a la educación, la inclusión, la comunidad y a la gestión d e la biblioteca universitaria«. Paralelamente el programa «ALFIN para Cuartos Medios» se ha dado a conocer en medios y en noticias locales y también en un artículo, que Yasna publicó en una revista especializada de bibliotecología. Para quienes tengan interés en seguir aprendiendo sobre este tema, les recomendamos leer este artículo titulado: «Informacion científica, bases de datos y alfabetización informacional (ALFIN) para todos«.

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Bibliotecas Comunitarias

El Fruto de los Libros cumple 8 años madurando en la Vega

El 2005, un grupo de jóvenes motivados por las artes y la cultura fundó la BiblioVega. Como toda semilla, fue necesario de abono para  germinar y  asomarse a la luz. Parte de ese abono se tradujo, ese mismo año, en un Fondo de Cultura adjudicado a través del CNCA.  Ese año se pudo implementar  una parteconsiderable de la colección bibliográfica, y el sitio web. Hoy, el abono lo conforman los lectores y el entusiasmo de quienes siguen sacando adelante este proyecto que crece en medio de los pregones de los caseros de la Vega Central.


Un cliente-lector, regateando la mejor lectura
Un cliente-lector, regateando la mejor lectura

Este sábado 30 de Noviembre se cumplen 8 años de crecimiento y desarrollo de la biblioteca  El Fruto de los Libros, iniciativa ubicada en un sector de La Vega, que busca promover el afán por la lectura entre los locatarios de esta feria y entre los clientes. La iniciativa actualmente está a cargo de Sebastián Santander (Bibliotecario Documentalista y Gestor Cultural ), Natalia Barraza ( Coordinadora de Administración y Gestión Cultural, también es  Actriz y estudia un diplomado en Bibliotecas Públicas.),  Aida Farfán (es la encargada de la BiblioVega. Trabaja además como Historiadora y Docente) , Yorka Sepúlveda (realiza trabajo voluntario en apoyo en Atención de Usuarios y en asesoramiento financiero ya que es contadora auditora)  y Cecilia Ramallo ( voluntaria en atención de usuarios. Es Historiadora y Musicóloga.).  De apoco, y durante estos años han pasado varios voluntarios, muchos usuarios y otros tantos interesados en colaborar al descubrir que dentro de la Vega Central, hay un árbol y que de sus ramas penden frutos, libros jugosos y de hojas verdes, sanos para la mente,  y deliciosos para saborear con ávidos ojos de lectores.

A juicio de sus coordinadores, la BiblioVega busca «generar instancias de lectura y valoración del libro en lugares que habitualmente están desprovistos o alejados de centros culturales. Esto se logra manteniendo esta biblioteca comunitaria auto-gestionada»

La BiblioVega entonces, se perfila no solo como un espacio de transito de lecturas, tradición oral y lectores curiosos, sino también como la oportunidad para cubrir una necesidad no satisfecha: la de un público lector incipiente, el mismo que se se asoma para descubrir y descubrirse. Hay que considerar que esta biblioteca comunitaria puede ser, en muchos casos, la única para quienes habitan o trabajan y pasan casi todo el día en el sector de la Vega Central.

Ocho años aportando color con los libros

Afiche publicitario del aniversario
Afiche publicitario del aniversario

Actualmente no sólo cumplen con el servicio de préstamo de libros -tanto por días como por horas para ser leído o revisado en las instalaciones de la BiblioVega– , también han abierto a su comunidad de usuarios otras facilidades tales como alianzas con otras instituciones culturales de la comuna, un fondo bibliográfico actualizado a través de una constante revisión de novedades editoriales y de un minucioso trabajo de descarte de algunos de los libros que han resultado dañados producto del constante ir y venir entre las manos de los muchos lectores, gestionando canje y donación de nuevos libros con instituciones públicas y privadas, realizando actividades de extensión (esta celebración es una buena prueba de ello) así como Clubes de Lectura, Talleres de Alfabetización, Talleres de Escritura, Manualidades. La BiblioVega también se ha estado perfilando como un InfoCentro, ya que la gente que transita se acerca a la biblioteca a hacer variadas consultas que siempre son cordialmente recibidas Natalie Barraza, quien atiende diariamente.

Además de las bondades ya descritas, el Fruto de los Libros cuenta con otras ventajas

  • Un equipo de 5 profesionales,  quienes trabajan en Bibliovega en forma ad-honorem, convencidos del éxito del proyecto, y en especial de la necesidad de tener este espacio de lectura en este sector de Santiago
  • Buena ubicación, ya que se encuentra en un lugar de alto tráfico
  • Más de 800 usuarios inscritos durante el último año, lectores activos quienes constantemente hacen uso del servicio de préstamo de la BiblioVega
  • Cercanía con la comunidad veguina
  • Ocho años de trayectoria y experiencioa
  • Fidelidad y constancia de los lectores inscritos

Respecto a los parroquianos de la BiblioVega, la gran mayoría  son personas que llegan a la Vega en busca de sus víveres de consumo básico. A través de estos ocho años han convertido a la biblioteca en un lugar de encuentro para su consumo básicos de lectura, considerando a los locatarios del Fruto de los Libros como a un casero más.

La celebración de este sábado 30 de Noviembre

Así luce el  kiosko del Fruto de los Libros en La Vega
Así luce el Fruto de los Libros en La Vega

 

Con esta breve reseña que hemos querido presentar en Leamos Más no quisiéramos alejar la atención del objeto principal de este post: la celebración del octavo aniversario. Esta sábado 30 entre las 11.00 y las 16.00 hrs. se realizarán diversas actividades para conmemorar los ocho años de esta biblioteca comunitaria , desde una exposición de los libros de la colección, concursos literarios, un taller de ilustración, un cuenta cuentos y para la delicia de los más pequeños habrá también un «pinta caritas. Te invitamos a  revisar el  Programa Aniversario BiblioVega.

La celebración de este fin de semana es el anticipo de una serie de  mejoras que los  coordinadores de este proyecto vienen planificando desde hace meses. Por ejemplo, muy pronto -en diciembre- sigue mejorando la infraestructura de la BiblioVega, ya que pintarán la fachada y adquirirán materiales para ordenar la disposición de los libros y  materiales de trabajo. En enero, se viene el diario mural y una intervención artística en la fachada.

 

Con el carrito de lecturas en una mano, y el de las compras en el otro

Pequeños lectores de la BiblioVega
Pequeños lectores de la BiblioVega

Nuestros usuarios-caseros tienen edades variadas, es el caso de Fernando Manríquez que con solo 4 años viene todos los sábados con mamá y papá en busca de sus libros. Todos los sábados, mamá compra, papá y Fernando leen o viceversa lo que hace el venir a La Vega un momento íntimo y de apego entre ellos. Fernando tiene muy claro el tipo de literatura que quiere, nada de dibujo, solo letras y nos ha comunicado que, cuando sea grande quiere tener una biblioteca para que todos  niños vayan a leer con sus papás. Su primera disertación la hizo sobre la Bibliovega.

Agatha también es una de nuestras usuarias más jóvenes. A sus 5 años ya tiene claro lo que le gusta, y en este momento está dedicada a las enciclopedias  infantiles. Además de disfrutar sus lecturas, le lee a su pequeña hermana de tan solo 1 año. Naturalmente la compañía de sus padres completa el cuadro de esta familia asidua a la BiblioVega.

Por otro lado están los usuarios-locatarios de La Vega Central como don Sigifredo Navarrete de 50 años, él atiende su local de papas. Le gusta la literatura rusa, las historias de revolución y también la literatura y poesía, de preferencia Neruda. Muchas veces nos ayuda abrir la BiblioVega. Entre sus costumbres de lectura podemos comentar que  le gusta leer muy temprano en la mañana, ya que disfruta su desayuno acompañado de un buen libro,   ya que llega a la Vega las 07:00 am hrs. aproximadamente.

Los coordinadores de la BiblioVega comentan que en estos años han creado un intercambio entre caseros, locatarios y visitantes, aprendiendo en conjunto los gustos y preferencias de cada uno de ellos, cosechando nuestros frutos.

 

Creemos que ya es momento de comenzar con el fortalecimiento, diseño y aplicación de actividades de extensión, de la mano con el aumento de usuarios y préstamos que realizamos por año.

 

Finalmente, y en palabras de los cinco coordinadores de BiblioVega, ninguna entidad cultural puede fortalecer sus troncos y raíces sin el apoyo de otros espacios de cultura, ya sea -en este caso- de la Administración de la Vega Central, como otras bibliotecas, centros comunitarios o culturales. Desde Leamos Más nos permitimos agregar que ese fortalecimiento también pasa al realizar actividades como esta celebración de aniversario, en el que se produce una apropiación de la BiblioVega, no sólo desde quienes van a leer y esxoger libros, también desde quienes simplemente pasan por allí y curiosean libros como si se tratase de peras, manzanas y lechugas. Son estas actividades las que permiten que todos se apropien de esta biblioteca comunitaria. Es por eso que en Leamos Más queremos colaborar con esta iniciativa dando a conocer este maravilloso espacio de lectura e invitando a que otros se sumen a celebrar un año más de vida del Fruto de los Libros.

¡Larga vida a las Hojas de los Libros de la BiblioVega!

 

En la variedad está el gusto
En la variedad está el gusto
Datos de contacto:
  • Dirección: Sector Rucaray, Vega Central, Comuna de Recoleta. Santiago, Chile. ¿Cómo llegar?
  • Horario: BiblioVega atiende a sus usuarios de martes a viernes en el horario de 10:00 a 14:00 horas; y los sábados de 11:00 a 15:00 horas. La persona encargada de la atención diaria de los usuarios es Natalie Barraza Toledo.
  • Mail Contacto: [email protected]
  • Sitio web: El Fruto de Los Libros
  • BiblioVega en Facebook
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Cápsula Lectora # 3: El primer Archivo Digital de Artes Visuales en Chile

En el subsuelo del mismo Palacio de la Moneda, el Centro de Documentación de Artes Visuales equilibra accesibilidad con la apertura de espacios para que la investigación de las disciplinas artísticas no sea tema de puros expertos.

Los más de 4 mil ítemes bibliográficos del CEDOC se distribuyen entre libros, revistas,
Los más de 4 mil ítemes bibliográficos del CEDOC se distribuyen entre libros, revistas, separatas, manuscritos, cartas, entre otros materiales.

En el tercer subterráneo del Centro Cultural La Moneda, cada cierto tiempo se pueden ver sendas cajas provenientes de distintas partes del mundo. Dentro de ellas llegan colecciones de arte sumergidas en burbujas de plástico y plumavit, que han viajado kilómetros para ser colocadas por las manos de los encargados del montaje de las exposiciones del lugar. Dos pisos más arriba, en la entrada del edificio subterráneo, los traqueteos y martillazos de la instalación irrumpen en una pequeña biblioteca que podría pasar inadvertida a los ojos de un visitante apurado. Se trata del Centro de Documentación de Artes Visuales–CEDOC- que abrió sus puertas el año 2006. Soledad García es su coordinadora desde el 2009. A ella se debe el silencioso ambiente que hoy requieren los investigadores que llegan para revisar los 4.000 ítems distribuídos  en colecciones audiovisuales y monográficas. Éstas tratan, principalmente, del arte producido en nuestro país desde los años sesenta en adelante. Para Soledad, Licenciada en Teoría e Historia del Arte y MFA en Curatoría, desde la inauguración de este espacio se han dado ciertas particularidades: “Acá hemos funcionado de manera anómala. Se hacen exposiciones y hay documentos, y antes estuvo abierto para que la gente observara y no necesariamente para investigar”, comenta. El lugar en el que se encuentra la colección dedicada a educación artística–que debe tener medidas similares a las de un conteiner- ha servido para trabajar con cerca de 130 profesores de carreras de las pedagogía en artes , diseño y otras ad-hoc al área de niveles básicos y medios; más el Archivo Histórico y el Archivo Digital que nos ocupa en esta Cápsula Lectora.

Así luce la entrada del Centro de Documentación
Así luce la entrada del CEDOC

Es que el CEDOC comparte similitudes con cualquier biblioteca y al mismo tiempo, no. Tiene libros, catálogos, revistas y ensayos, pero también afiches, maquetas de publicaciones, fotografías y material gráfico, además de registros en video y audio. El hecho de trabajar con elementos que hablan de arte o que referencian objetos artísticos es, la  mayoría de las veces, todo un desafío pues no son tan simples de catalogar, clasificar y asignar a un patrón común como puede suceder en una biblioteca más tradicional. Por otro lado, la labor de digitalización  demandó mucho esfuerzo por el material, los derechos de autor, la calidad de la imagen y otros aspectos propios de una obra artística, que difieren mucho de lo que puede ser un texto impreso.

Lograr mayor apertura a las artes visuales y propiciar la investigación

“Existe una brecha comunicacional entre el espacio universitario y el institucional. Nuestro nicho son las ciencias sociales, pero el contacto entre uno y otro no es natural, quizás los alumnos están acostumbrados a ir a exposiciones pero las relaciones más orgánicas entre uno y la institucionalidad no es tan inmediata, ahí hay un problema”, nos comenta la coordinadora del CEDOC.

En Chile, pocos son los investigadores del área de las ciencias sociales que tratan temas sobre el arte chileno en forma exhaustiva. Eso cree Soledad, por ello, al asumir la dirección del CEDOC quiso destacar la investigación por sobre todo y, para ello, comenzó el desarrollo de un Archivo Digital que reuniera todo el material físico del CEDOC, y lo volviera accesible para todo tipo de usuario que quisiera estudiar o investigar. Sin embargo el proceso ha ido más lejos. Ella y su equipo han buscado difundir el tema contactando y creando redes con universidades, para sensibilizar, estar presente y darse a conocer.

La relevancia del Archivo Digital -proyecto que se materializó en junio del 2012-  es la accesibilidad al material de investigación. El hecho que los documentos se transformen a un soporte al cual los investigadores de distintos puntos de Chile y el mundo puedan utilizarlos para sus trabajos, concreta el deseo de los bibliotecarios y de Alejandra Serrano, directora del Centro Cultural, pues de esa forma logran dejar de lado las limitaciones geográficas  y multiplicarse en la red. Para ello la difusión del Archivo Digital fue bastante importante, e igualmente estratégica. Desde la coordinación del CEDOC se desarrolló un proceso de inducción en el uso de este recurso, dirigido principalmente a académicos y estudiantes de universidades. También hubo visitas y capacitaciones en el Centro de Documentación, durante las cuales se enseñaba, computador en mano, como sacar provecho de la plataforma de búsqueda del Archivo Digital. Las notas en medios, diarios y revistas especializadas también sirvieron para que este proyecto se diera a conocer.

Efecto Dominó

Esta es la portada del sitio web que da la bienvenida a los usuarios del Archivo Digital del CEDOC
Esta es la portada del sitio web que da la bienvenida a los usuarios del Archivo Digital del CEDOC

Poco a poco la idea de desarrollar el primer Archivo Digital de artes visuales en Chile fue tomando forma en las Autoridades del Centro Cultural y también para Soledad García y su equipo. Poco a poco, también, esta idea pasó a tomar forma y se convirtió en un proyecto como tal. Soledad García nos comentó, en una de las entrevistas que gracias al Archivo Digital el CEDOC tuvo más visibilidad, y fue ganando la confianza de artistas y agentes del arte, quienes donaron material de sus colecciones. Y esa confianza se ganó  porque demostraron que no sólo podían resguardar los documentos y las obras que les hicieron llegar, sino que también podían digitalizarlas y colocarlas a disposición de cualquier persona interesada en el tema, en Chile y en el mundo. Vieron que esta plataforma funcionaba, que se estaba leyendo, que había postulantes al concurso de Ensayos (el cual ya está en su cuarta versión) y que había una mayor divulgación de las artes visuales contemporáneas en Chile.

«El Archivo Digital provocó un efecto muy positivo que significó no solamente la lectura, sino que también la retroalimentación de documentos», concluye Soledad García.

 

Otro de los efectos dominó del Archivo Digital fue el posicionamiento del CEDOC dentro del medio bibliotecario nacional, ya que este Centro de Documentación ganó, para su equipo humano-  un bibliotecólogo que llegó a hacerse cargo de los aspectos técnicos propios del mantenimiento del Archivo, tales como la sistematización y actualización  de los registros, así como también el cuidado por las directrices bibliotecarias ante los nuevos formatos y materiales que se han ido sumando. Porque no hay duda que el Archivo Digital sigue creciendo, y lo que se gestó hace unos años ya no es lo mismo que se está organizando hoy en día.

 

Chile contemporáneo a través de las Artes Visuales

 

Soledad García y Diego González, en medio  de la entrevista
Soledad García y Diego González, en medio de la entrevista

El Archivo Digital cuenta con 4.500 registros, entre los cuales se pueden encontrar materiales de las décadas ´70, ´80 y ´90 tan disímiles como documentos manuscritos, programas de festivales (algunos escritos a máquina) y cartas. También hay libros objetos (los cuales, por su naturaleza, fueron difíciles de digitalizar), catálogos, revistas  (como por ejemplo Pájaro de cuentas, Manuscritos),  separatas, e incluso libros completos disponibles para su descarga. También hay documentos inéditos y maquetas de revistas. Entre éstas se destaca la maqueta de las revistas ‘Daga‘ y ‘En Hola Gay’ (la primera publicación en Chile de 1985 que se refiere a la homosexualidad. Nunca circuló en los medios, pero en el archivo Digital se pueden ver las maquetas)

La historia contemporánea de nuestro país, en cuanto a las artes visuales, puede ser descubierta en este Archivo Digital. Un investigador, por ejemplo, puede seguir la pista a la producción artística de los ´90. En esa época la democracia ya se había instaurado en Chile, por lo tanto la circulación de material era mucho más fácil y las instituciones eran más sólidas que en las décadas anteriores. Ello permitió que se pudiese identificar el trabajo y la producción de los espacios y movimientos artísticos del periodo.  En cambio, durante los ´70 y ´80 el desarrollo artístico ocurría en espacios más aislados y privados. Los catálogos y los programas artísticos de esos años no circularon ni tuvieron distribución ya que muchos se hacían en la privacidad del hogar de alguno de los artistas o agentes del rubro. Las galerías, a veces estaban ubicadas en la parte trasera de otras tiendas de medios cercanos al artístico, aunque con un enfoque completamente comercial. Ese fue el caso de varias galerías de arte, en Santiago, que comenzaron funcionando en la trastienda de fábricas de muebles.

El trabajo no se detiene

Soledad García lideró el proyecto del Archivo Digital desde su diseño hasta la fecha
Soledad García -coordinadora del CEDOC-  lideró el proyecto del Archivo Digital desde su diseño hasta la fecha

Una de las características de un proyecto como este, es que no hay  no tienen fecha de término, y por ello necesitan seguir desarrollándose en forma permanente. No sólo en términos numéricos, también respecto a la calidad de lo que se ofrece y su alcance. En el caso del Archivo Digital la forma de asegurar que haya un permanente crecimiento es a través de labor de rastreo que realiza la coordinadora del CEDOC. Soledad  se dedica a revisar los catálogos y el trabajo curricular de artistas contemporáneos, buscando en sus exposiciones y obras un hilo cronológico que le permita seguir el rastro productivo del artista.

Gracias a ello, logra contrarrestar aquello que está disponible en el Archivo Digital, y descubrir los vacíos de los artistas. Una verdadera pesquiza digna de un detective.  Tras eso, Soledad les contactaba y les informaba la labor del Archivo Digital, dándoles a conocer sus alcances y las lagunas que hay en la colección en lo que a su trabajo se refiere. La respuesta es, la mayoría de las veces, positiva. Muchos de los artistas responden al llamado prestando sus obras e incluso donándolas.  Pero la labor no termina sólo allí, puesto que el material debe ser revisado y evaluado para saber si es factible digitalizarlo. Y una vez que se aprueba su ingreso al Archivo, comienza todo el proceso productivo que vincula al resto del equipo de trabajo del CEDOC, equipo compuesto por Horacio Valdés, quien se desempeña como referencista y Miguel Hernández, bibliotecólogo a cargo del Archivo Digital.

Otra forma de detectar vacíos en la colección es a través de las consultas de los investigadores del Archivo Digital, después de todo: ¿Quién mejor que los propios usuarios para señalar sus necesidades?.  Es una manera muy precisa para ir detectando las necesidades documentales de uno de los principales grupos de usuarios del CEDOC.  Por ejemplo, Soledad nos comenta que actualmente hay una línea investigativa respecto a la producción artística durante el periodo de dictadura militar, la misma producción que se generó desde instituciones, como por ejemplo la Universidad de Chile y la Universidad Católica. Sin duda nuevos campos para seguir investigando en nuestro país.

Salir, conocer y conversar con los otros

«Lo más importante, al desarrollar un proyecto de esta envergadura -comenta Soledad- es salir  la calle. Salir y mirar que están haciendo los otros. Informarse”. Cuando nosotros partimos con la idea de este proyecto fuimos a la Biblioteca nacional, con los archivos que ya trabajaban con plataformas digitales. Les preguntamos por sus aciertos, por aquello que habrían hecho mejor, etc. Soledad valora mucho la importancia de esta etapa de contexto, la cual no requiere presupuesto.  Sólo el interés de conectarse con los otros: con aquellos que ya tuvieron una idea similar a la tuya y que, de una forma u otra, llegaron a destino por diversa vías. Y en este sentido, concluye: «Hay que sondear que esta pasando alrededor para saber que se puede adaptar a tu espacio. Hay que tener el contexto respecto a lo que puedes hacer en tu medio, con los recursos que tienes.». Y  en ese sentido nos comenta que existe una multiplicidad de fondos concursables a nivel nacional e internacional, a los que vale la pena estar atentos pues son una excelente vía de financiamiento para proyectos como el Archivo Digital u otros similares.

Y es en esa línea que en el Centro Cultural de la Moneda están pasando muchas cosas, y un nuevo ejemplo de ello es el Archivo Digital de la Cineteca, el cual comenzó a funcionar a partir de  junio de este año. Sin duda otra aventura que será interesante de reportear en alguna de nuestras futuras Cápsulas Lectoras.


 

Soledad García, Licenciada en Teoría e Historia del Arte y coordinadora del CECOD, quien estuvo a cargo del proyecto del Archivo Digital desde su concepción, diseño y puesta en marcha. Actualmente sigue trabajando en la divulgación y acopio de más material para seguir enriqueciendo esta fuente de información en línea:

[youtube=http://youtu.be/lJOI84ZrUD8]

 

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Bibliotecas de Aula #2: Seamos Estratégicos(as)

Se pueden hacer campañas para recolectar libros en cada curso
Se pueden hacer campañas para recolectar libros en cada curso


Hace un mes publicamos la primera parte de este artículo dedicado a las Bibliotecas de Aula. Ahora va la prometida segunda parte -y final- donde profundizo los consejos que señalé anteriormente, especificando qué, cómo, cuándo y por qué en el caso que quieran armar sus Bibliotecas de Aula o deseen mejorar la que ya tengan.

Implementar y mantener Bibliotecas de Aula requiere que cada establecimiento educacional  tenga su biblioteca escolar conformada. De lo contrario será más dificultoso mantener la biblioteca de aula  por mucho tiempo ya que no podrá ir variando  la muestra de libros, y eso podría jugar en contra del entusiasmo de profesores y alumnos.

Respecto a esto, hay dos instancias que pueden ‘revertir’ esta desventaja:

  • Aprovechar los recursos otorgados por las bibliotecas CRA del Mineduc, cuyo material no sólo incluye textos literarios sino también material pedagógico lúdico.
  • Hacer una campaña de recolección de libros entre los mismos alumnos y apoderados. También se puede contar con el recurso de las ferias libres: en ellas, siempre se venden libros usados entonces, se puede pedir a los papás y alumnos que donen libros o hacer alguna actividad como curso para reunir los fondos y designar encargados de comprarlos. Es verdad que los libros se van deteriorando pero es importante reforzar que este deterioro sea por su uso y no por descuido. Aquí también puede apoyar la bibliotecaria, enseñando técnicas de cuidado de libros.

También es fundamental que la sala cuente con un espacio físico determinado para recibir su Biblioteca de Aula. Además, este espacio debe contar con un mural o afiches de colores atractivos que señalen que están esperando por los libros en cuestión. El lugar debe ser visible y alcanzable por los niños del curso.

En esta sala, se ha dejado un espacio en el sector de atrás
En esta sala, se ha dejado un espacio en el sector de atrás

Hay que considerar el tiempo del profesor, lo cual es una inversión que puede rendir muchos frutos si se hace a la par del tiempo que dedica a preparar las clases. Se sugiere distribuir este tiempo en actividades como:

  • Diseñar y aplicar actividades para usar los libros, pero no sólo en actividades aisladas. El objetivo es usarlos en el contexto del programa de su asignatura (lenguaje, biología, química, etc.) conjugando los objetivos de ésta con los contenidos de los textos, logrando que se vayan incorporando en la medida que se avanza y profundiza en la materia.
  • Evaluar semestralmente el uso que se le ha dado a la biblioteca de aula, a los materiales y también al aprendizaje que han tenido los alumnos. Hay muchos criterios en este sentido, y cada profesor puede construir su propia pauta.
  • En función de lo anterior, ir implementando nuevas estrategias que le permitan sacar más partido de este recurso, evaluar nuevos materiales para adquirir a futuro y nuevas habilidades y destrezas que los alumnos deben ir desarrollando respecto a los textos técnicos.
  • Profundizar el nexo con el/la bibliotecóloga de su establecimiento educacional,  ya que  es quien puede colaborar en enriquecer el material de su biblioteca de aula, desarrollar estrategias para infoalfabetizar  (desarrollar estrategias para buscar y usar información) y fomentar la lectura en sus alumnos, a la par de otras actividades que se les puede ir ocurriendo en conjunto.

 

¿Qué otras estrategias puedo usar para motivar a mis alumnos a usar una Biblioteca de Aula?

 

  • Sumado a todo lo anteriormente dicho, es muy importante el incorporar a los niños a esta actividad y que ésta sea incorporada a la rutina de la sala de clases como una actividad más que los involucre. Por esta razón, se recomienda destinar a un par de alumnos para hacerse cargo de la Biblioteca de Aula, revisándola a diario, contando los ejemplares y guiando a sus demás compañeros a cuidar este material. También se puede designar un alumno al día quien, en algún momento libre ya sea al inicio de la jornada o en algún cambio de hora,  le recomiende a sus compañeros algún libro de la misma.
  • Exporar con otros aspectos del libro es una buen aidea. Siempre y cuando éstos hayan sido "dados de baja"
    Explorar con otros aspectos del libro es una buena idea. Siempre y cuando éstos hayan sido «dados de baja». Puede servir para adornar la Biblioteca de aula y coordinar el trabajo con la profesora de artes plásticas

    Respecto a la selección de libros, recomiendo que se prepare un listado variado que comprenda, además de los contenidos curriculares que los niños estén aprendiendo, material literario del gusto de los lectores: mitos, leyendas, cuentos, revistas, cómics, diarios, revistas,  etc.  Esta lista de libros puede ser organizada por el profesor jefe, la bibliotecaria o ambos.

  • Es muy importante es que se conozca el gusto de sus alumnos (después de todos, son ellos y no los adultos los que deben motivarse a leerlos)  y que el resultado final sea variado y atractivo. También pueden participar algunos alumnos en este proceso, como una forma de estímulo.
  • Una vez que el material para la Biblioteca de Aula ha sido seleccionado, se debe hacer un listado  (esto es muy importante ya que esta lista debe ser presentada a los alumnos y quedar en un lugar visible de la sala, diario mural o al lado de la Biblioteca de Aula, para que así todos los alumnos tengan acceso a ella y puedan ayudar a cuidar los libros).
  • Cuando la Biblioteca de Aula sea presentada al curso, éste debe ser un momento importante  en donde cada libro sea presentado de manera individual. Algunas ideas son: la profesora les exhibe los libros encima de su escritorio, mientras le refuerza a sus alumnos la importancia de cuidarlos y disfrutarlos, también puede leer alguno de ellos ha pedido de los mismos niños. Asimismo, resulta muy bien cuando se designan alumnos encargados de la Biblioteca de Aula, quienes deben cuidar que los libros no se caigan al suelo y que, al final del día, estén todos (según el listado ya mencionado).
  • Lo ideal es que sean lo suficientes para que los alumnos los puedan compartir entre ellos pero tampoco demasiados para que genere desorden y desinterés. Dependiendo del espacio físico, alrededor de 15 libros es una cifra buena.
  • Las Biblioteca de Aula evidencian el tipo de alumnos que hay en la sala de clases, y eso podría ser un arma de doble de filo pues nos juega a favor y en contra. Un curso con alumnos poco acostumbrados a estar en contacto  con libros y a cuidarlos, estará expuesta a que los ejemplares sean mal cuidados, se descuadernen o rayen. Esto no es problema de las bibliotecas o de los profesores o bibliotecólogos,  más bien es una demostración de la poca relación que los alumnos han establecido con los libros. Pero también es la oportunidad para trabajar con los niños un aspecto tan importante como el cuidado y la valía del libro como objeto. Hay que estar dispuesto a extraviar y perder -por daños o por exceso de uso-algunos libros.
  • Los indicadores de uso, registros estadísticos u otras mediciones de uso de los libros no son tan fáciles de obtener, ya que cada vez que un alumno saca un libro para leerlo, revisarlo u hojearlo no hay un sistema de préstamo automatizado que contabilice el hecho. Puede que en algunos casos los profesores lleven un registro de los préstamos a domicilio, quizás con un afán de verificar su posterior devolución más que con un espíritu de conteo estadístico. Es verdad que es difícil cuantificar la lectura pero, usando el cuaderno de registro y recogiendo la opinión de los alumnos (mediante encuestas semestrales o anuales, por ejemplo) se puede tener alguna estimación.

La unión hace la fuerza

Sigo reforzando la idea que el fomento lector en toda su dimensión (en este caso aplicado a las Bibliotecas de Aula) debe ser una política de cada establecimiento educacional. Naturalmente un profesor y un(a) bibliotecólogo(a) motivados pueden hacer una gran diferencia, pero si sus acciones no van acompañadas de un clima institucional que evidencie la importancia de la Biblioteca de Aula,  y en general del vínculo de la lectura con la sala de clases, entonces los esfuerzos serán positivos, pero no tendrán la fuerza como para causar un impacto mayor.

Si analizan este punto con detención, se darán cuenta que el uso de las Bibliotecas de aula no  están estandarizadas, ni existe un manual de buenas prácticas o protocolo respecto a su utilización. Más bien éste queda supeditado al criterio del profesor. Por ende, su aprovechamiento es muy dispar entre una asignatura y otra, y entre distintos establecimientos. Esto podría darle el carácter de una herramienta prescindible cuyo resultado queda supeditado al interés de los profesores interesados, y no a las prácticas educativas del establecimiento. Una pésima práctica, si se piensa en resultados a mediano y largo plazo.

Finalmente, no hay que olvidar que, para poder motivar es fundamental estar motivados nosotros primeros por lo que la actitud que tengamos ante las Bibliotecas de Aula serán claves en la actitud que tendrán también nuestros alumnos.

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Columnas y artículos

¿La lectura juvenil es una pasarela para la educación literaria?

Imagen extraída del blog El bibliófilo enmascarado
Imagen extraída del blog El bibliófilo enmascarado

He leído en ocasiones que la lectura de relatos destinados a los adolescentes puede ser o es una buena pasarela para formar lectores de literatura. Es decir, para conseguir una educación literaria.

Los artículos que he leído sobre el tema (no he hecho una búsqueda intensiva) se basan sobre todo en apreciaciones, en vivencias personales, en investigaciones cualitativas muy pegadas a los sujetos investigados o con un corpus reducido.

Curiosamente, la mayoría de estas afirmaciones surgen de la experiencia personal, es decir, son docentes entusiastas, preparados, en continua formación y con buenas cualidades para la interacción con sus estudiantes… En otras palabras, estoy convencida de que son profesionales a quienes les irá bien utilicen el texto que utilicen, porque su trabajo estará arropado por la reflexión, por el diseño de secuencias didácticas complejas y en las que no faltará la evaluación. Y no nos referimos a la evaluación del alumno, que siempre está presente, hablamos de evaluar la actuación del profesor, de los materiales, de los tiempos o de los resultados. Una evaluación necesaria porque que les ayudará a perfeccionar y a mejorar el trabajo que realizan.

De hecho, cuando estos docentes afirman que la lectura es un puente para la educación literaria, si analizamos lo que hay detrás de esta afirmación, sentimos la necesidad de ajustar a la realidad la afirmación que realizan. Tal vez, sería más preciso decir que en las secuencias de trabajo que yo programo, desarrollo y evalúo, en algunos sujetos, la lectura juvenil puede ser una pasarela para conseguir una educación literaria.

Porque puestos a hablar de vivencias, compartir creencias o apreciaciones también podríamos afirmar lo contrario, es decir, que la lectura juvenil no puede ser una pasarela a la lectura literaria porque en muchos casos mezclamos conceptos diferentes. Como mucho, comparten papel y letras [vid. «Las lecturas deslocalizadas de la escuela«].  Y eso sin detrimento de una ni de la otra… Simplemente son escrituras y propuestas discursivas diferentes.

También podríamos traer aquí otros ejemplos:

Según las listas de ventas y diferentes estudios de mercado los habitantes de los EUA son grandes lectores de libros de autoayuda pero, desgraciadamente, no ha sido un puente ni una vía para llegar a leer a Cioran o Espinoza o a Ramon Llull.

Pero no me confundan. ¿Quiero decir que la lectura juvenil no es buena?

En absoluto, miren algunos de los post de este mismo blog y verán que afirmo lo contrario. De hecho, cada vez hay más mejores relatos y mundos de ficción [vid. categoría Recomendación lectura].

¿Quiero decir que la lectura juvenil no tiene que entrar en el aula o en la escuela? En absoluto, miren las propuestas que aparecen en La lectura al Centre o en Del oral, audiovisual y digital a la lectura (y la escritura) en secundaria.

¿Quiero decir que no tiene sentido leer estos relatos? En absoluto, la casa, el metro, el autobús, las redes sociales, los clubs de lectura físicos o virtuales, los blogs, los foros, la biblioteca pública o la escolar son espacios en los que ya se habla, se lee, se comparten estos espacios y ayudan a la socialización, a escribir, a compartir, a madurar intelectualmente… Miren si no el tiempo y las publicaciones que he dedicado a unos relatos que me apasionan y que considero valiosos e imprescindibles.

Pero es que no estoy hablando de eso, estoy hablando de educación literaria. De esto: de secuencias didácticas que trabajan el retrato moral del Cid, las églogas de Garcilaso de la Vega o los jaikus.

 

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De esto: de una lectura guiada de Luces de bohemia en Twitter y enTuenti.

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De esto: de la lectura de un clásico como El Quijote

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Y para finalizar, hay una pregunta para la que no tengo respuesta: ¿por qué en vez de «perder el tiempo» en buscar pasarelas no dedicamos más esfuerzo a ver cómo podemos trabajar  la tradición literaria, las obras clásicas o los textos fundacionales de nuestras culturas?

 


Artículo publicado originalmente por Gemma Lluch en su sitio web homónimo en septiembre de este año

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Premios

¿Conocemos al último premio nobel de literatura?

Alice Munro, y su clásico cintillo.
Alice Munro, luciendo su clásico cintillo.

Este mes se dio a conocer el nombre del último premio Nobel de literatura: Alice Munro, y muchas veces nos pasa que no sabemos quién es realmente porque estamos más acostumbrados a conocer a los clásicos y poca idea tenemos de la escena literaria actual. Entonces ¿Quién es Alice Munro? Alice Munro es una escritora canadiense nacida en 1931, y es quizás el hecho de que ella es canadiense uno de los datos más importantes sobre ella debido a que gran parte de su obra se desarrolla en Canadá y también es la primera canadiense en ganarse el nobel. Muchos destacan el color local de su obra sirviendo casi como un espejo cultural de una sociedad de la que poco se habla, pero en realidad su obra cruza todas las fronteras

Mayormente escritora de cuentos, Munro pone poca atención a la trama y mucho énfasis en lo que ocurre por debajo de ésta y como muchos grandes del cuento contemporáneo, el momento epifánico de los personajes, es decir cuando ellos se dan cuenta de una gran verdad que les cambia el mundo, es el golpe que nos deja knock-out  como lectores. Sus protagonistas suelen ser del sexo femenino y es interesante como al comienzo de su obra

Wingham, Ontario, ciudad natal de Alice Munro
Wingham, Ontario, ciudad natal de Alice Munro

éstas eran niñas convirtiéndose en mujeres y a medida que ha pasado el tiempo éstas han ido envejeciendo con la autora, mostrándonos así claves de las distintas etapas de la vida de una mujer. Aun no existen adaptaciones cinematográficas de Munro, y la verdad es que considerando el carácter interno de sus narraciones es difícil imaginar cómo esto se podría llevar a la pantalla grande.

 

Así que por ahora, la invitación es a conocer más a esta autora con esta nota periodística sobre la premiada:

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=N6O_dfCQc8Y]

 

Algunas de las portadas de sus libros:

 

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Book Lovers

Más del Libro Objeto: un Cuento sobre Tela

El Libro Objeto ha sido un tema que siempre ha atraído la atención de Leamos Más. Por ello hemos publicado algunos post al respecto y cada vez que leemos artículos, vemos videos o  fotografías en los medios sobre este tema, nuestra curiosidad se desata.

En esta ocasión encontramos un artículo en el suplemento de decoración de un periódico nacional destacando un libro hecho completamente de arpillera por un grupo de artesanas de la Región Metropolitana. Una obra digna de mención no sólo por su calidad de libro objeto, sino que también por la historia que devela su contenido y también por los detalles de su creación:


Así luce este libro objeto
Así luce este libro objeto

«Un libro hecho de pedazos de género no es nada nuevo. Pero un libro realizado con la técnica de las arpilleras, sí. Sobre todo si lo que se relata en él son historias que rescatan la tradición oral. La agrupación Arpilleristas de Melipilla, Región Metropolitana, presentó una pieza al Sello de Excelencia de Artesanía 2013 que reunió múltiples factores: innovación, rescate de un oficio tradicional y  fomento a la lectura. A la inauguración de la muestra de las nueve piezas de artesanía seleccionadas este año, que se realizó recientemente en la sala del museo MAPA del GAM, llegó un grupo de artesanas, desde Melipilla, con el fin de dar a conocer su obra.

La representante de las arpilleristas, María Carter, cuenta que “personalmente con este libro descubrí lo que era capaz de hacer y que nunca imaginé lograr. Con esta pieza despertamos, ya que uno como artesana no se da cuenta del valor que tiene el trabajo, pero igual lo hace con cariño. No piensas que va a trascender en el tiempo”. Y agrega que “esto nos cambió, ya que ahora hay un esfuerzo por hacer mejor las cosas. En cuanto al Sello, hay que respetarlo y cuidarlo, y la manera de hacerlo es entregando un buen trabajo con cariño y dedicación”.

Lo interesante de este objeto es que logra una síntesis entre una técnica tradicional vinculada al arte popular y un uso contemporáneo. Concebida como un soporte narrativo que pone en valor el bordado y la aplicación de telas con una fuerte expresión cultural, sostenida sobre historias populares. Recién en noviembre de este año se sabrá cuál de todos los trabajos que postularon será el ganador.»

 

Las arpilleristas de Melipilla

 

El taller está integrado por  veinte mujeres. Ellas  desarrollan temas de carácter rural, mostrando situaciones cotidianas a partir de un trabajo en conjunto de artesanía y diseño desde su significado y contenido como soporte narrativo de tradiciones y costumbres chilenas, potenciando al máximo la capacidad narrativa de este oficio.

Una de las páginas internas
Una de las páginas internas

Según un documento realizado por las artesanas, ellas definen su agrupación así: “Las arpilleristas nacimos bajo el difícil periodo político y económico posterior al año 1973, bajo el alero de la Iglesia Católica, donde se agrupaban la mujeres para representar de manera artesanal las difíciles situaciones sociales de la época, imprimiendo de manera original el contexto histórico de un momento particular de la historia de Chile, utilizando para ello solo lana, agujas y géneros. Combinando dichos elementos nos convertimos en un medio para decir al mundo en bordados lo que no se podía hablar de manera explícita. Con el tiempo vino el cambio también para las bordadoras y comenzamos con nuevos desafíos de diseño, siempre reflejando nuestro entorno, en especial la vivencia campesina a través de sus costumbres y quehaceres de norte a sur. Piezas únicas entregadas con mucha dedicación y cariño que buscan en los temas cotidianos ese sentimiento que aflora con la sencillez y orgullo de la gente de nuestro pueblo”.

Fuente: artículo  escrito por Francisca Jimenez y publicado el 12 de Octubre en Revista Mas Deco, La Tercera.


Más antecedentes:

Las nueve obras distinguidas fueron evaluadas por un jurado de especialistas en relación a los criterios de excelencia, autenticidad, innovación, respeto al medioambiente y potencial comercializable. A este respecto, Juan Ignacio Carmona, Director Metropolitano de Cultura,  explica:

 

«En el caso de del Libro de Arpillera (…) lo que se logra con autenticidad es poner en valor una técnica tradicional vinculada al arte popular a través de un nuevo uso totalmente contemporáneo y que cumple con calidad y técnica de oficio”.

 

Ficha Libro de arpilleras


Artesanas:
   Arpilleristas de Melipilla
Diseñadora:  Carolina Gutiérrez
Localidad:  Melipilla, Región Metropolitana
Medidas:  20 cm × 24 cm × 3 cm
Peso:   100 gr
Producción mensual:  10 unidades

 

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Proyectos

El valor del Libro como Objeto para Fomentar la Lectura

Los alumnos, posando con los libros que más llamaron su atención
Un grupo de alumnos de 2do. Medio, posando con los libros que más llamaron su atención

El 4 y 5 de septiembre, en medio de banderas y escudos chilenos, inauguramos la ansiada Exposición de Libros Artísticos en el Centro Politécnico Particular de Conchalí. Se presentaron 40 libros: 22 en calidad de préstamo y 18 de la biblioteca del colegio, los cuales habían llegado hace poco y los estudiantes no conocían. Los libros se escogieron minuciosamente prestando especial énfasis en el trabajo del ilustrador y en el formato del libro. Estos aspectos eran importantes, pues durante el primer semestre y en función del proyecto que se realiza con Leamos Más, se comentó la importancia de la imagen, el formato, la encuadernación y, en general,  el aspecto físico del libro como objeto. Para los alumnos esto ha sido un proceso y un descubrimiento, pues su acercamiento con los libros no es tan estimulante como se quisiera. La mayoría lee de los libros que sus padres compran en la feria o el comercio informal, o bien hereda los ejemplares usados de sus hermanos mayores.

Por ello, todos los textos  eran visualmente muy atractivos. Algunos de los  más comentados fueron: el álbum ilustrado ‘Cuentos silenciosos‘ de Benjamín Lacombe, ‘La media naranja’ de Elena Ferrádiz, ‘El libro negro de los colores’ de Menena Cottín y Rossana Faría y ‘Los fantásticos libros voladores del Sr. Morris Lessmore’ de William Joyce. Por lo menos, eso es lo que opinaron los alumnos, quienes escogían el que más les gustaba al término de la exposición.  El ejercicio no fue en vano, ya que gracias a la selección de los estudiantes se está elaborando una lista de títulos que serán adquiridos para invertir en una biblioteca de aula, la cual quedará a disposición de los alumnos participantes del proyecto para seguir estimulando su interés por el libro y la lectura.

"Cuentos Silenciosos"
Una de las páginas del libro «Cuentos Silenciosos»

Es importante destacar el la labor de las editoriales, muchos de los ejemplares son reediciones de textos o personajes clásicos: como El Extranjero, Drácula, y Ulises. Las editoriales Zorro Rojo y Edelvives han destacado haciendo un trabajo de lujo con estas ediciones. Por otro lado, muestras de libros como las que hay en la Galería Plop dan cuenta de las ganas que hay en el medio  de ir innovando, no sólo en cuanto a novedades editoriales para los  más pequeños, sino que también para adolescentes y jóvenes que igualmente merecen tener lo mejor. Esta renovación y aire fresco de las editoriales ayuda a que profesores y bibliotecarios estamos alertas a actualizar e incorporar libros a los que acostumbramos recomendar, y eso es lo que precisamente se traspasa a actividades como la descrita. Por ejemplo, en la sala de la exposición el día del evento, los textos se distribuyeron por categoría con sus correspondientes trípticos explicativos: libros álbumes, libros con ilustraciones, novelas gráficas, historietas y libros de artista. De esa forma, cada estudiante se llevaba, de acuerdo a su interés, el tríptico que más le gustó. En los días siguientes, varios alumnos se acercaron a la biblioteca del colegio, tríptico en mano, a solicitar alguno de libros de la exposición. Una maravillosa forma de continuar disfrutando de los libros, especialmente para aquellos(as) que no son tan aficionados(as) a la lectura. Este aspecto no llama tanto la atención si se considera que en el proyecto se ha estado trabajando, precisamente, para buscar otros alicientes respecto al libro que no se relacionen tanto con el contenido. Las ilustraciones, anécdotas, trabajo visual e incluso la historia del libro han sido los principales elementos que han servido para atraer la atención de quienes se dicen «no-lectores». Y hasta ahora vamos bien encaminadas. En este sentido, Karla Toro de segundo medio «A» señala  respecto a sus compañeros a quienes no les gusta mucho leer: «Hay varios que han cambiado sus gustos por leer, porque antes no leían ni lo que escribía la profesora en la pizarra. Pero ahora están más motivados a leer y más preocupados del tema de los libros». Y respecto a las reacciones de este mismo grupo de compañeros frente a la exposición: «les llamó la atención que haya distintas formas para contar una historia». Karla pertenece al grupo de alumnos que disfruta leyendo, con o sin exposiciones mediante, y  junto a otros compañeros  me han planteado sugerencias para que evalúe las habilidades de lecto-escritura  en base a enseñarles a escribir guiones de libros, representaciones escénicas de los mismos, etc.  La última idea fue realizar un debate en base a las lecturas que están compartiendo. Sin duda es la motivación que todo profesor querría.

Otro aliciente para esta actividad fue la  ayuda de un grupo de estudiantes de la especialidad de Secretariado, quienes entregaron un valioso aporte en el orden y cuidado de los libros durante los dos días que duró la exposición. Asimismo, otro grupo de alumnos de segundo medio se encargó de la ornamentación de la sala, de esa forma todos colaboraron y se sintieron partícipes. El proceso de la exposición, para cada grupo que visitaba la sala, culminaba con dos cortometrajes basados en dos títulos expuestos: : ‘Enco, travesías a vapor‘ y ‘Los fantásticos libros voladores del Señor Morris Lessmore’. Así, en pocos minutos, se cerraba el círculo de entusiasmo y motivación que se abría apenas la puerta de la sala daba paso a los libros expuestos. En total, unos 40 a 45  minutos de novedades y misterios develados para estos alumnos de enseñanza media de un establecimiento técnico.

La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos
La profesora a cargo de la actividad mostrando detalles de uno de los textos

En general, los estudiantes se mostraron contentos de conocer algo a lo que, de otro modo, no habrían tenido acceso por desconocimiento o falta de interés. ¿Cómo podrían solicitar un libro álbum sin saber de qué se trata? La actividad tuvo muy buena acogida en la comunidad escolar, incluso entre profesores y directivos, algunos de los cuales lamentaron que la muestra no se hubiese extendido por más días. Siempre es escaso el tiempo cuando uno quiere dedicarse al placer de leer.  Ahora, en clases de Lengua Castellana y Comunicación estamos trabajando en la producción de comentarios de libros observados, disfrutados y leídos.

Esta es una más de las actividades para que los estudiantes aprecien los libros, no sólo desde el contenido lingüístico sino que también por su valor estético. Tal vez, esta sea una forma en la que aquellos que siempre comentan “qué lata leer”, agreguen una segunda frase que diga: “pero igual hay algunos que parecen interesantes”. Ese primer acercamiento en segundo año de enseñanza media puede transformarse en el punto de partida para ampliar el horizonte de estudiantes que todavía tienen mucho que aprender.

 


Artículo presentado en forma conjunta por la Profesora de Lengua Castellana y Comunicación Carolina Olivares y por la bibliotecóloga Claudia Gilardoni, quienes también han diseñado y dirigido en terreno el proyecto «El docente de Lenguaje y su rol en el aula fomentando la lectura» en el Centro Politécnico Particular de Conchalí desde marzo 2013 a la fecha.


 

Entrevista a Valeria Flores de Segundo Medio «B» (realizada por Claudia Gilardoni, el 5 de septiembre 2013)

[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=0WwKb1N2ov0]

 

Galería de imágenes de la Exposición:

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Material de Trabajo

Bibliotecas de Aula #1: Ideas y beneficios

Los niños pueden leer en la sala, como también llevarse los libros a sus casas
Los niños pueden leer en la sala, como también llevarse los libros a sus casas

Las Bibliotecas de Aulas podrían definirse como ‘un conjunto de diversos materiales bibliográficos y didácticos que están a disposición de un curso o asignatura específica, y cuyo criterio de selección responde tanto a las materias que estén aprendiendo los alumnos como a sus intereses particulares’. A esta sencilla descripción personal es importante añadir que la selección de los textos debe ser variada y comprender, mediante cuentos, adivinanzas, trabalenguas, poesías, enciclopedias, libros de consulta, etc., las áreas de Lenguaje, Matemáticas, Ciencias y Sociedad.

También es importante agregar que estos libros deben ser interesantes y atractivos para los alumnos y que, por esta razón, es importante incluir -según el nivel del curso- cómics, novelas gráficas y libros álbum. Por ejemplo, los Ogú y Mampato que tratan sobre episodios de la Historia de Chile (‘El cruce de los Andes’, ‘La reconquista’) son un gran apoyo en los 3°’s Básicos.

Podríamos agregar, además, que las Bibliotecas de Aula pretenden apoyar el fomento lector en los niños a la vez que lograr cierta transversalidad entre la biblioteca escolar y las distintas asignaturas. Con esto, las Bibliotecas de Aula pueden apoyar a los niños a buscar nuevos momentos de lectura como lo son al terminar una prueba o guía o, incluso, en algunos recreos en los que ellos tengan la posibilidad de quedarse en la sala (como en los días de lluvia, por ejemplo).

¿Cómo nos beneficiamos a través de las Bibliotecas de Aula?

  • Fomentando la lectura desde la sala de clases, logrando un nuevo nexo Aula-biblioteca. Por ejemplo, si quedan 10 minutos de la clase de ciencias, se puede leer algún extracto del contenido recién visto en la Biblioteca. O, en el caso de las pruebas, los alumnos que hayan terminado, pueden pararse en silencio a buscar algún libro de su agrado mientras los demás alumnos terminan la evaluación (por eso es tan importante la variedad de temas y títulos para que cada alumno pueda escoger).
  • Estableciendo cierta transversalidad entre la biblioteca escolar y las distintas asignaturas. Es muy importante, por ejemplo, cuando se escojan los libros que acompañarán a un curso determinado durante un año o semestre, que se observe una directa relación entre las distintas materias vistas por el profesor y los capítulos o partes de los textos, revistas, películas, etc.

Por ejemplo: para niños de 1° Básico que estén aprendiendo sobre animales, se deberían considerar  enciclopedias, además de literatura relacionada (‘Animaletras’,  o los cuentos de la Keiko Kasza de la colección Buenas Noches en donde los animales sean protagonistas). O, como mencionamos anteriormente, los Ogú y Mampato con temas históricos para apoyar los contenidos de Historia y Geografía. Considerando el mismo tema, pero en otro formato, una excelente opción es la revista Super Mascotas.

  • Concientizando a los alumnos en el manejo y cuidado de los libros (ya que cada curso administra y se responsabiliza por su Biblioteca de Aula). Para apoyar este punto, la alianza entre el profesor y el(la) bibliotecario(a) resulta fundamental ya que la persona que dirige la biblioteca es quien puede enseñar a los alumnos sobre el cuidado de los libros y del proceso que éstos pasan antes de llegar a su sala (selección, compra o donación, clasificación, catalogación, tratamiento físico, etc.). Incluso hay algunos kits y accesorios que pueden interesar a los más pequeños en esta etapa, y quizás más de alguno quiera ofrecerse como voluntario para ir a ayudar a ordenar los libros.
Los profesores tienen que entrar a las bibliotecas escolares y buscar a su gusto todo el material que necesiten
Los profesores tienen que entrar a las bibliotecas escolares y buscar a su gusto todo el material que necesiten
  • Apoyando la educación de los niños dentro de la sala de clases ya que la Biblioteca de Aula complementa la información entregada por el profesor y reforzar los contenidos enseñados por el profesor ya que la biblioteca de aula muchas veces es usada dentro de la hora de clase por el docente, para mostrar imágenes, leer noticias o anécdotas relacionadas con la asignatura, enlazar contenidos (por ejemplo: leer una poesía sobre el cuerpo humano en los últimos minutos de la clase de ciencias, aprovechar un cómics de mitos chilenos en la clase de historia, aprovechar la biografía de un pintor famoso antes de empezar la clase de arte, etc.)

Por ahora he querido plantearles algunas ideas y buenas prácticas en materia de Bibliotecas de Aula, basado en mi experiencia de varios años  trabajando en bibliotecas de educación escolar básica. Naturalmente otra cosa es armar una Biblioteca de estas características, para lo cual les dejo la invitación a que esperen la segunda parte de este post, donde precisamente hablaré de ese tema.

Si quieren comentar sus ideas, consejos o dar algunos ejemplos de lo que les ha pasado trabajando con profesores, bibliotecarios, alumnos etc. formando bibliotecas de aula, ¡bienvenidos sean!

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Destacado Educación en Finlandia

Literatura Infantil y Juvenil finlandesa

Moomin, uno de los personajes más queridos de la literatura finlandesa
Moomin, uno de los personajes más queridos de la literatura finlandesa

Suele decirse que los protagonistas de los libros infantiles son aquellos personajes con los cuales el lector puede identificarse. La literatura finlandesa no es la excepción: está llena de personajes entrañables, partiendo con el traducidísimo Moomin, creado por Tove Jansson y siguiendo con  el Comisario Nuusku y el detective Vainunen, los perros policías de las novelas de misterio para niños de la escritora Asko Sirkiä. Se podría decir que la diferencia entre la literatura finlandesa y la latinoamericana radica en la base de la cual parten los libros, lo cual se puede observar  especialmente en la literatura juvenil, algo en lo cual profundizaremos más adelante.

Capítulo aparte merecen, claro está, los personajes que reciben además una forma visual gracias al lápiz y al arte de los ilustradores. El libro ‘El Kalevala Canino’ (1992) de Mauri Kunnas, basado en la conocida epopeya nacional finlandesa El Kalevala -vale la pena mencionar que Tolkien se inspiró en dicha epopeya para su conocida saga «El señor de los Anillos» y que la lengua de las hadas surgió de su interés por el finés- es un buen ejemplo de ello. También las hermanas Nopola, con la serie de ‘Sombrero de Paja y Zapatos de Fieltro‘ la cual les ha dado fama a nivel internacional gracias a la traducción a varios idiomas (entre los cuales lamentablemente no se cuenta el español) y la versión cinematográfica de los cuentos.

Ilustraciones de Rudolf Koivu
Ilustraciones de los cuentos de princesas de Rudolf Koivu

En Finlandia los libros infantiles están a menudo llenos de esperanza y optimismo, pero no siempre ya que las contradicciones integran los fuertes contrastes de la naturaleza. Algo siempre atractivo en la literatura infantil es la frontera entre lo natural y lo sobrenatural. Lo imaginario y lo luminoso se unen a lo real y lo cotidiano, e incluso a cuestiones existenciales o a los temas más escabrosos, en lo que respecta a la literatura juvenil.

Literatura infantil y agasajo al paladar

Es bien sabido por los investigadores de la literatura infantil que las escenas de glotonería de los cuentos para niños y las escenas de amor de las novelas, dirigidas a entretener a los adultos son frutos del mismo árbol del placer. Pensemos, por ejemplo en los clásicos británicos: en el libro de Kenneth Grahame ‘El viento en los sauces’, los animales protagonistas disfrutan del contenido de una cesta de merienda que nos recuerda al cuerno de la abundancia. ‘El Osito Pooh’ de Milne se atiborra de miel con tanto afán, que se queda atrancado en la madriguera de su amigo el conejo. ¿Y qué decir de los interminables tés de la novela de Lewis Carrol Alicia en el país de las maravillas?

Los finlandeses comparten esta debilidad. En los relatos más viejos, las fiestas son como una inacabable borrachera de azúcar. En el libro de Tove Jansson ‘El sombrero del mago’ (1948), la cantidad de masa para hacer tortas es tal, que sólo la bañera puede contenerla. Fiestas de este tipo eran la cara diametralmente opuesta a una realidad que en Finlandia estaba dominada por las cartillas de racionamiento. También en el Valle de los Mumin una buena comida es el contrapunto a todo lo negativo. Así, en Las hazañas de Papá Moomin (1950), éste comenta que las razones de su huída del orfanato fueron el triste olor de las papillas de avena y la prohibición de comer panecillos con sirope. Lo contrario sucede en ‘Una noche de San Juan bastante loca’ (1954), donde Mumintrol, Esnorquelina y Fillyjonk celebran una fiesta de tortitas de lo más divertida, pero terminan de cabeza en el calabozo por destrozar una señal de prohibición.

Portada de  La casita de Onneli y Anneli
Portada de La casita de Onneli y Anneli

También en la serie Onneli y Anneli, de Marjatta Kurenniem, una de las escritoras infantiles más premiadas en Finlandia, los manjares son sinónimo de felicidad. Uno de los libros de dicha serie ‘La casita de Onneli y Anneli’ (1966) termina con el relato de una fiesta de cumpleaños en la cual todos comen helado hasta hartarse y donde unos caramelos sorpresa ocasionan una lluvia de golosinas al estallar. Algo totalmente opuesto a lo que sucede en ‘Onneli, Anneli y los huerfanitos’ (1971), donde a los niños del orfanato vecino a la casa de las protagonistas les dan siempre de comer un plato gris y espeso de salvado.

Evolución hacia lo gastronómico

Pero todo ha cambiado en los últimos tiempos: ya no se busca la compensación de la carencia por medio de la gula, sino que ahora se clama por el espíritu gastrónomico. También los menús de los libros se han internacionalizado. En ‘Sombrero de Paja y Zapato de Fieltro’ (1989), de Sinikka y Tiina Nopola, la menor de las hermanas quisiera llenarse la panza de espaguetis, y no de patatas. En otro de los libros de la serie la madre de las protagonistas se aficiona a una nueva y saludable dieta que consiste en comer exclusivamente alimentos del color de los ojos de uno mismo.

En cambio, en el libro de Elina Karjalainen ‘El Osito Uppo y tío Tontón’ (1981), la niña Reeta visita París en compañía de su amigo el oso. Ambos acaban allí por ponerse morados de helado y dedicarse a buscar trufas con ayuda del cerdito Napoleón. En una escena cómica, el perro de la familia consigue salvar la cena organizada en un lujoso hotel sustituyendo al cocinero, que se enfermó. El cachorro, que naturalmente no tiene ni idea de cocina, prepara una comida muy simple de avena que es alabada por todos los franceses invitados a la fiesta, ya que ninguno se atreve a criticar la extraña comida finlandesa.

 Salla Simukka ganadora del premio
Salla Simukka ganadora del premio Topelius de este año

El premio Topelius: reconocimiento anual a la literatura infantil y juvenil finlandesa 

Este premio, en honor al escritor, periodista, poeta e historiador finés  Zacarías Topelius, se otorga desde 1946. Este 2013 la ganadora fue la escritora, poeta y traductora Salla Simukka por sus libro ‘Sin Rastro’ (2012) y ‘En cualquier lugar’ (2012). Es interesante observar que, al igual que en nuestro país, los jóvenes finlandeses han sido presa de las sagas literarias, y esta joven galardonada es autora de la saga  ‘La nieve blanca’, la cual ha llamado la atención de numerosos lectores en todo el mundo anglo (lamentablemente aún no ha sido traducida al español).  Simukka también es editora de la revista de Literatura infantil y Juvenil Lukufiilis.

Otra instancia de premiación en el país nórdico es el Finlandia Junior Prize, el cual se entrega desde 997, en diciembre. A diferencia del premio anterior, éste se focaliza sólo en literatura infantil. El año pasado el honor fue para la escritora e ilustradora  Christel Rönns por su libro ‘El huevo extraordinario’. 

Los escritores en Finlandia son muy reconocidos y respetados. Prueba de ello es que el Consejo Nacional de Literatura les entrega anualmente fondos y subsidios para que puedan dedicarse a su labor. Adicionalmente existe la Fundación Finlandesa del Libro desde el año 1983, la cual también vela por el patrimonio literario y editorial en el país.

Literatura finlandesa a nuestro alcance

Soffi
Soffi Oskannen es una de las escritoras que se puede encontrar en librerías chilenas

En Chile  todavía no se conoce mucho la exuberante labor literaria finlandesa, en parte porque no hay traducciones de todos los escritores y  en parte, también, porque sus autores no son tan promocionados en las librerías y editoriales nacionales. Sin embargo hay  escritores que ya han dado la vuelta al mundo y que están en nuestras librerías. Una de ellas es Soffi Oskannen, otro ejemplo es Arto Paasilinna aunque éstos últimos no están dedicados a literatura infantil. Por otro lado, Nórdica Libros  (sello Español) tiene la  colección Letras Nórdicas dedicada íntegramente a traducir obras del finés al español.

Y si de escritores infantiles se trata, Tove Jansson y Mauri Kunnas han sido traducidos al español y tienen títulos como ‘La familia Mumim’, ‘Memorias de Papá Mumin’, ‘La llegada del cometa’, ‘El libro del verano’, ‘La niña invisible’, por nombrar algunos traducidos por Alfaguara, Siruela y Noguer Caralt Editores. Por su lado, Editse Editorial se ha encargado de traducir a las novelas y cuentos infantiles de Mauri Kunnas, tales como ‘La magia de Papá Noel’, ‘La vuelta al mundo del señor Kánkel’, ‘Ven a conocer el universo’ y ‘Las traviesas aventuras de Robin Hood’ .

A juicio de Leena Haapaniemi, consejera del Fondo local de Cooperación de la Embajada de Finlandia, Jansson -quien empezó a escribir después de la segunda guerra mundial- “había vivido esta época, entendía cuales eran los retos, desafíos y dificultades que los niños tenían que confrontar, miedos, tenían que sobrevivir en condiciones difíciles, a través de sus libros le abrieron un mundo de imaginación, pero enseñando valores como amistad, tolerancia, el respeto a la diversidad, fomentando el sentido común. Estos autores enseñaron a utilizar la imaginación, porque la imaginación es la madre de los inventos, en la cultura finlandesa, tal vez la imaginación e inventos son los que nos han hecho prosperar como nación. Por otro lado, Kunnas es de una generación más joven, ha tratado de abrir otro tipo de puertas para los niños a través de unos personajes creados como perros u otros animales”