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Themo Lobos: «Lean, lean todo, hasta los boletos de micro»

Refiriéndose a su amor
Refiriéndose a su amor

Cuando niños, tal vez uno de los primeros ejercicios que nos va humanizando es dibujar. Comenzar a dar vida a una hoja blanca incluyendo rayas que se van disparando hacia todos lados como si fueran un torbellino. Luego de eso vendría un adulto a preguntarnos qué era lo que quisimos hacer y ahí ya comenzábamos a contar una historia. Una muy particular.

El pasado martes 24 de julio murió en la quinta región uno de los más grandes contadores de historias de nuestro país: Themo Lobos, creador de historietas como Ñeclito y Alaraco, y continuador de las aventuras de Mampato, personaje creado originalmente por Eduardo Armstrong y Oscar Vega. Todas ilustraciones que entretuvieron a miles de niños y adultos durante años y que se han ido entregando de generación en generación hasta el día de hoy.

Un ejercicio que va dejando enseñanzas, que va generando saberes, conocimientos y valores, como los que difundía Lobos a través de sus personajes.  Tal vez una de las más grandes fue la importancia de la curiosidad.Lean todo, hasta los boletos de micro. Lean, lean, porque eso les va a formar un acervo de conocimientos que va a hacer nacer ideas nuevas dijo una vez. Una máxima que hoy pareciera estar perdida entre la televisión y las grandes ofertas de una sociedad que va relegando y desechando lo fundamental, esa búsqueda que da forma a los descubrimientos, a las asociaciones y al lagar del cual se alimenta la creación.

Personajes de Mampato
Personajes de Mampato

vida es búsqueda dice Themo Lobos y eso hacían sus personajes apenas terminaban de desayunar o apenas salían de clases, así como Mampato, que no se quedaba con lo que le enseñaban en el liceo y de inmediato tomaba su cinto espacio/temporal para ir a la época en cuestión. Hoy, cuando la educación está en crisis, esa curiosidad se vuelve fundamental tanto de padres como de estudiantes para ir y buscar, por sí mismo qué es lo hace el mundo funcionar como lo hace actualmente.

La época de creación de Themo Lobos coincidió con la dictadura. El año 1978 se deja de publicar Mampato, tiempos en que también inicia la llegada de personajes extranjeros, que fueron dejando de lado a algunos de los populares nacionales. La raíz se va perdiendo y nosotros en esa oscuridad. “La historieta es un género que puede sugerir una serie de ideas prohibidas, sobre todo cuando hay una dictadura. Entonces, para no correr riesgos, eliminaron todas las revistas de historietas subiendo los costos de impresión. La gente al final prefería comprar un kilo de pan antes que una revista. Y era muy lógico. La dictadura acabó con la historieta” dijo Themo, criticando la situación del Chile de entonces y sus políticas con la libertad de prensa.

El dibujante en su escritorio
El dibujante en su escritorio

Hoy se habla de ilustración, de novelas gráficas, de realizadores  y se van especificando sentidos que sirven para contener esos torbellinos que tenemos dentro los humanos. Antes, sólo había revistas y dibujantes,  antes hubo hombres como Temístocles Lobos y revistas como Mampato, que no solo quería hablar a los niños desde un sentido paternalista, sino como quién recibe a alguien nuevo en el museo de la cultura y lo único que puede hacer s entregar esos fragmentos que aún vale la pena transmitir.

Por eso Mampato siempre es un niño que sale, que investiga y curiosea buscando la huella, buscando una marca que hacía que sus historias terminaran siempre defendiendo a aquellos que estaban en problemas o a los que estaban oprimidos, desenmascarando las injusticias que se toapaba en diferentes momentos en la historia de la humanidad. “¡A los jóvenes no se les puede quitar su derecho a criticar! El derecho de los jóvenes es ser inconformistas“, dijo Themo Lobos y eso estaba en sus historietas y eso leímos todos.

 

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Lectura, educación e IVA al Libro: ¡no basemos la conversación sólo en el precio!

Entrada de una tradicional librería chilena, en pleno centro de Santiago
Entrada de a una  librería chilena, en pleno centro de Santiago

Mucho se ha comentado últimamente respecto a la ley que rebajaría el impuesto de valor agregado (IVA) al libro en Chile, lo cual, en teoría, reduciría su precio. Lo que puedo aportar desde esta columna va en una línea recopilatoria de alguien que trabaja en fomento lector y que propone reforzar la difusión de algunos aspectos. Como por ejemplo que  la ley del IVA al libro no mejoraría los índices de Lectura en Chile, lo cual  resulta más relevante que el gravamen de impuesto.

¿Por qué tanto arrojo al señalar esto? Porque para quienes trabajamos en fomento lector y en bibliotecas el hecho que se haya masificado tanto la preocupación en el IVA a los libros, más que en la lectura, es  sintomático de la forma errónea en que se aborda el tema en nuestro país. Desde todos los frentes: desde la señora que se empina en el mostrador para reclamar al librero que leer en Chile es muy caro,  desde los profesores que creen que en las bibliotecas sólo se celebra el día del libro y se organizan cuenta cuentos, hasta el Gobierno con los últimos veintitantos años de políticas públicas culturales que no han ido en la línea adecuada.

Esta semana un buen amigo me mandó una carta al editor de El Mercurio titulada ” El tema no es la lectura, es el libro” escrita por las Directoras de la  Fundación Había una vez para la Cultura Ciudadana. Además de sentirme reflejada en muchos de los antecedentes que aportaron Receba Domínguez, Carmen Paz Hernández y María Paz Garafulic me puse a pensar que es necesario seguir difundiendo y opinando respecto a la inestable relación entre  precio del libro y la lectura. Veamos porqué:

Cada vez  podemos ver más personas leyendo en el metro
El que quiere, puede: cada vez vemos más personas leyendo en el metro.

1) Toda ley responde a un objetivo. ¿Qué persigue ésta además de lo obvio? ¿Para qué queremos que los libros cuesten más baratos?. Al bajar el IVA, teóricamente uno de los atributos (el precio)  del producto (el libro) hará que éste sea más atractivo a los ojos de los  consumidores (los lectores).  Se supone que nosotros  compramos y/o consumimos aquello que nos resulta necesario, interesante, atractivo, inspirador, etcétera. Pero ¿Qué pasa si los chilenos no leen tanto como para que este cambio sea significativo? ¿Para que tenga un real impacto en la población?. El hecho que baje el precio no implicará que se compren más libros, no hará aparecer lectores enajenados que repleten las librerías para adquirir su lectura añorada. No generará presión de parte de los asiduos a las librerías para que las editoriales editen material de mejor calidad. Eso, en el largo plazo, no pasará ni por asomo. Como botón de muestra cito el estudio de Adimark «Chile y los libros» donde se pregunta en forma muy directa «Si los libros NO tuvieran IVA: ¿Compraría más?» El año 2066 un 60,1% responde afirmativamente, el 2008 la cifra aumentó al 65,3% y el 2010 la cifra cae al 53,7%.

2) El tema de la disponibilidad versus el  uso  -que daría para una columna aparte- se discutió durante el Gobierno de Michele Bachelett cuando se repartieron los maletines  literarios: el simple hecho que una familia haya tenido acceso a estos libros no significó que sus hijos los leyeran. Quizás sucedió… pero no tenemos idea. De hecho, hasta el día de hoy no hay informe que hable del resultado de esa “campaña” e inversión del MINEDUC. Les aseguro que si hubiese tenido los resultados esperados  nos habríamos enterado para generar,  desde ahí, nuevas formas de hacer leer a los chilenos.

3) Pero ya que estoy en esto, me permito ir un poco mas allá y señalar que en Chile hay bajos índices de lectura y no se compran libros porque-entre otras muchas razones-  el promedio los chilenos no entendemos lo que leemos.  Lo curioso y tremendo de esta situación es que en los establecimientos educacionales,  en las bibliotecas escolares, en los CRA -Centros de Recurso al Aprendizaje-  y en las bibliotecas universitarias parece haber una disociación entre: a) el aprendizaje, b) el estudio, c) la lectura, d) la conducta lectora y e) los niveles de comprensión de lectura. Frente a este panorama, permitan que esta bibliotecaria se sienta -aunque sea un poco- desconcertada frente a toda la difusión que genera el tema del IVA en los libros. Creo que hay otras cosas que priorizar. Y con esto no quiero que se entienda que estoy a favor del IVA en los libros. Pero me parece que la situación debe ponderarse y contextualizarse en toda su magnitud: Quién le da vida al libro es el lector. Para que éste exista, y quiera ejercer su derecho debe tener un estímulo, un impulso. Y éste no pasa, necesariamente por pagar  mil  o dos mil pesos menos en la librería más cercana. Muchos de los lectores se consiguen libros entre sus amigos, familiares, conocidos, etc. Compran en “la cuneta” o en la feria usando el comercio informal (no valido este medio, sólo señalo que se utiliza aunque no sea lo adecuado) van a San Diego o a los libreros de textos usados. Etcétera. Esos lectores, a los que de verdad les gusta leer, probablemente no van tan seguido a las librerías, o quizás compran libros de vez en cuando. ¿Sabe por qué?   porque ya tienen sus “book dealer” (amigos o conocidos con los que se recomiendan e intercambian libros)  y su “red de lectura” armada hace rato. Por lo tanto, si bajan el precio del libro quizás compren algunos títulos más al año, pero eso no causará impacto  en los índices de lectura porque son personas que ya  tienen el comportamiento lector arraigado. Los estudios que hablan de este tema aluden a un grupo etario menor de 25 años, pero de todas formas dan luces sobre el hecho que las librerías no son la principal fuente de acceso a la hora de conseguir libros.

En la FILSA dek 2011 hubo ofertas de libros de mil, dos mil y tres mil pesos.
En la FILSA del 2011 hubo ofertas de libros de mil, dos mil y tres mil pesos.

4) Porque hasta ahora no he escuchado la propuesta de desarrollo, optimización y competitividad que las editoriales (pequeñas, independientes, conglomerados, etcétera) tienen que presentar a los Chilenos. ¿Cuál es su planteamiento? ¿Se ha publicado en algún medio? ¿Qué planes tienen para el corto, mediano y largo plazo? ¿De qué forma aprovecharán la ventaja de no contar con el IVA como barrera para la edición? …Mutis por el foro.

5) ¿No les parece típico de nuestra  idiosincrasia eso de arreglar la mesa del restaurant colocando una tapa de botella en una de las “patas” que cojea? . Por que claro, en vez de reemplazarla o llevarla donde un mueblista a que sea reparada, se opta por una solución puntual que no va enfocada a solucionar el problema de cuajo. Pero ¡claro! y volviendo al tema del libro, al final  puede resultar mas amable  decir: “hacemos algo por el tema de la lectura y del libro en Chile: peleamos por el IVA”. Cuando en realidad hay muchas otras cosas que podemos hacer y que implican una labor más constate, potente, compleja, profunda y reflexiva. Es cierto: la labor que hace una madre por fomentar la lectura de sus hijos no se conoce, se basa más en la intuición que en otra cosa,  y  los resultados los atisbará sólo en unos años más. Esta labor no aparece en un video de Youtube y tampoco es masificada en una campaña.

Entiendo que los temas que planteo en esta columna son de otro calibre y van más allá del IVA  al libro. Pero, si vamos a señalar que la disminución del precio de los libros incide en el nivel de lectura de los chilenos, entonces consideremos el tema en todo su esplendor.

Creo que todos los que estamos por  mejorar el acceso al libro y la lectura tenemos un deber para con nuestro entorno mediato: ¿qué hace usted en su casa, con sus amigos y familiares, con sus hijos por fomentar el acceso al libro?  quizás algunas medidas simples que al parecer no tienen gran impacto, si se desarrollan a gran escala podrían redundar en mayores o similares beneficios que los que puede traer una disminución en el IVA a los libros. ¿No es eso lo que trata de propagar la campaña de cuidar el agua y la luz? ¿Que los pequeños actos cotidianos son los que, en el largo plazo, pueden hacer la diferencia?

 

Por eso, lo invito a  firmar por el fomento a la lectura, desde todo ámbito y medio. Aunque pensándolo bien…. no firme, mejor lea.

 

¿Le interesó este tema? Sugiero profundizar esta columna con artículos publicados en otros medios

 



Estudios

Canales de acceso a los libros.

  •  Hábito lector y comprensión de lectura en alumnos de Cuarto Medio. Estudio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

¿Dónde obtienes los libros que lees por interés personal?

  • El Placer de la Lectura. Estudio del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes

Lugares en que los/las encuestados tienen acceso a los libros por región

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Hablando de fomento lector en la escuela

Las pruebas de comprensión de lectura desincentivan el interés de los niños  por la lectura
Las pruebas de comprensión de lectura desincentivan el interés de los niños por la lectura

Mabel de Condemarín, que algo sabe de la enseñanza y didáctica, se refiera a la lectura recreativa en su libro  La lectura:  teoría, evaluación y desarrollo  «como una lectura voluntaria o independiente, en la cual los materiales escogidos por el lector son leídos durante una cantidad de tiempo igualmente voluntaria y a un ritmo personal”. No deja de llamar la atención que la idea de lectura independiente es equivalente a recreativa. Relación que la escuela y sus prácticas se encarga de disociar por completo.

Independiente se entiende en nuestro contexto escolar más bien como el niño que lee las lecturas complementarias del ramo de Lenguaje y Comunicación sin que lo obliguen o lo amenacen con las penas del infierno. El lector independiente es aquel niño al que no hay que dividirle la lectura de la novela en diez o quince páginas por día, sino que se sienta solito, sin que lo manden; y si se saca un azul, mejor, con eso, tarea cumplida. En la educación formal del colegio es suficiente con la lista de libros y sus respectivas evaluaciones; los planes lectores están orientados a desarrollar estrategias de comprensión, los niños leen para contestar preguntas de alternativas que responden a las distintas taxonomías y que les brindarán el anhelado semáforo en verde del SIMCE, entre otras mediciones.

En el colegio de Paine los niños los niños diseñan sus propios marcapáginas
En el colegio San Francisco de Paine la biblioteca invita a los niños  a diseñar y dibujar sus propios marcapáginas

En la escuela se trabaja durante todos los años y de muchísimas maneras hasta el hartazgo la comprensión de lectura, sin embargo, lo más importante no es intencionado: el estímulo lector. Si conversáramos con algunos de nuestros estudiantes y le planteáramos que la lectura puede ser recreativa pensaría que nos estamos haciendo los graciositos con un pésimo chiste. Y en este contexto, a los que nos interesa volver al mundo entero buenos lectores más que maestros o mediadores de la lectura parecemos personajes de otra dimensión arengando en jerigonza. Sin duda algo estamos haciendo muy mal. Por  enumerar solo algunas de las prácticas nocivas que tenemos que evitar diré que la biblioteca no debe, por ningún motivo, ser el lugar de castigo o que recibe a los atrasados de un colegio; que los “clásicos” no deben ser leídos obligatoriamente sólo por ser “clásicos”; que no es motivador escuchar un cuento interrumpido por todas las aclaraciones del docente; tampoco hacer esa ridícula lectura compartida en que cada niño lee un párrafo del texto con el fin de hacerla “dinámica”.

Recuerdo y veo constantemente tantas aberraciones con la lectura que me admiran aquellos que a pesar de la escuela desean seguir leyendo. Los docentes y los padres deben resignificar la palabra recreativo y su relación con la lectura. Efectivamente debemos educar en torno al placer lector, sólo así se ganan lectores independientes, es decir, que leen porque quieren saber, porque les entretiene, porque les permite pensar, porque encuentran en ese espacio tan íntimo sus propias preguntas y respuestas. En este sentido, los padres y maestros deben propiciar buenas y variadas lecturas. Si logramos  volver a nuestros estudiantes lectores independientes, ellos aumentarán su capacidad lectora y continuarán por sí solos el periplo literario iniciado en el aula. Por otra parte, no existe una única lectura recreativa, otro de los tantos sobrentendidos, un libro de filosofía puede ser tan recreativo para algunos como una novela rosa para otros, aunque con profundidades distintas, claro. Por lo demás, ese lector de novela rosa puede por sus debilidades existenciales y literarias interesarse en leer poemas de amor, y posteriormente consultar algún texto de lectura crítica que piense el amor y así terminar leyendo  teología para volver a leer aquella novela rosa que registró de su propiedad con todas las letras de su nombre y que siempre estuvo cerca, como un buen amigo.

Hay tantas posibilidades, tantas rutas y extravíos como títulos hay en una biblioteca. No podemos perder de vista, tampoco, que tenemos en el aula niños con inquietudes e intereses distintos que debiésemos conocer. Un verdadero plan lector debe partir indagando acerca de las preferencias de los estudiantes y brindar una variedad de textos literarios y no literarios que los niños puedan comprender y a la vez sentirse desafiados. Lo peor que podemos hacer es subestimarlos y pensar que la solución es darles sólo lectura de masas o los que están de moda, porque a no todos les gusta la magia o estos vampiros 2.0 que se encuentran en cuanta cuneta literaria hay en Santiago. Qué lindo sería que los niños participaran de la adquisición del material de lectura del colegio, por ejemplo. Probablemente los títulos serían muy variados. También es posible que la visita a la biblioteca fuera más asidua y sus préstamos con  sentido.

En la escuela-E-34 de Calama incentivan la lectura con portadas de cuentos en las puertas y ventanas de cada sala.  Más información en http://bit.ly/LLr8JJ
En la escuela-E-34 de Calama incentivan la lectura con portadas de cuentos en las puertas y ventanas de cada sala.

Que provechoso sería una biblioteca en la que los padres, profesores y personal del colegio sugirieran, prestaran y solicitaran libros, es decir, una comunidad educativa que compartiera sus lecturas, también la creación de pequeños clubes de lectores a partir de sus coincidencias,  salas que contaran con una pequeña estantería con los libros de los niños del curso, que se le otorgara más tiempo del día a leer en vez de hacer tareas tediosas y rutinarias, me imagino  profesores comentando lo que están leyendo con otros y con sus alumnos y que el intercambio fuera horizontal. Mi experiencia me dice que el gusto por la lectura en los niños y adolescentes es adquirido, sobre todas las cosas gracias a la transmisión positiva de la lectura y los libros de parte de esos adultos significativos. Para los niños pequeños, por ejemplo, la lectura de cuentos es una instancia muy grata de compartir y aprender junto a sus padres, y cuando sus profesores realizan lo mismo en voz alta, en un espacio acogedor, dispuesto a oír y a disfrutar, el niño recrea nuevamente los momentos cálidos y placenteros que vivió con sus padres. ¿Pueden dimensionar lo que eso significa en el contexto sala de clases? Sin embargo, algunos docentes arruinan este momento grandioso con sus evaluaciones y actividades después de la lectura, que en muchos casos duplica el tiempo que se invirtió en la misma. Mi experiencia me dice que hay que leerles constantemente a los niños, sin que exista siempre la necesidad de aplicar un instrumento de control: leer simplemente porque lo pasamos bien haciéndolo, porque queremos contarle a otro algo que sólo yo sé y que deseo compartir o porque después de la lectura se armará un diálogo exquisito y democrático. Sólo por eso, ni más ni menos.

Para terminar, les cuento que hace unas semanas estaba leyendo un cuento de Pepe Pelayo llamado Caperucítala, mis estudiantes estaban rindiendo una prueba, por lo tanto, la sala estaba en absoluto silencio. Yo fascinada con la lectura no podía contener mis risotadas con las ocurrencias de este autor. Al terminar la prueba muchos de los niños me pidieron prestado el cuento y como sólo tenía una copia quedé de leérselos otro día. No hay día en que no me cobren la promesa que les hice. Qué sencillo resultó entusiasmarlos, sólo bastó un pequeño cuento y alguien detrás de él inmerso en una lectura placentera.

Nota del editor: el Programa Lee Chile Lee seleccionó una serie de cuentos para promover la lectura en familia. Dentro de esa selección  «Caperucítala» desde este enlace es un cuento destacado, por lo que  le recomendamos descargarlo para disfrutarlo con sus hijos, alumnos, amigos, etc.

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Book Lovers

¿Book Lovers o Ratones de Biblioteca?

Los anglosajones suelen asociar la palabra «Lovers» (que  literalmente significa amante) a otra palabra, evidenciando de esta manera lo mucho que les gusta un determinado objeto, bien o servicio. Por ejemplo los «car lovers» son los fanáticos de los autos.  Es así como últimamente hemos visto en spots de televisión y otros medios las campañas publicitarias de conocidas marcas de comidas para mascotas, señalando que   los «Dog Lover» y «Cat Lover» deben comprar determinados alimentos para agasajar a sus cachorros.

Los libros  no han sido la excepción, por eso quienes son buenos para leer son llamados Book Lovers. En mi afán por indagar más respecto a esta expresión, observé que los Book Lovers no se caracterizan solamente por ser buenos lectores, ya que son personas que complementan su afán  con objetos asociados a la lectura: desde los separadores de libros, lápices, tazones, e incluso bolsos, teteras, poleras, calendarios, chapitas o pins. En general cualquier tipo de objeto que se relacione, aunque sea indirectamente, con la lectura. No importa que tan sofisticado sea el objeto: desde el clásico marcapáginas  o una buena libreta para anotar ideas. Todo vale.

"Perita" para leer más comodamente
«Perita» para leer más cómodamente

Hay Book Lovers que tienen a su haber accesorios, como aros, collares, anillos, e incluso cubrecamas (hay uno especialmente diseñado por Andrea Ayala Cosa que permite leer en climas fríos para evitar que se hielen brazos y manos). A tanto llega esta afición, que en Estados Unidos incluso celebran el día del Book Lover. Por eso, cada 9 de agosto numerosos blogs, sitios web, bibliotecas, y otros lugares asociados a la lectura se reúnen para conmemorar a los lectores con distintas actividades.  El afán ha llegado a tanto, que incluso han acuñado la frase «Los que aman los libros nunca se van a la cama solos» («Books lovers never go to bed alone») En Chile, la Biblioteca de la Universidad del Pacífico lanzó este año  una  campaña llamada «¿Qué estás leyendo?« para incentivar la lectura y premiar a los alumnos que comparten los libros que leen  a travésde una aplicación vinculada a Facebook. Y el premio fueron unos  «Kit Lector» con objetos asociados a la práctica de leer. Ahora bien, siguiendo con mi revisión, he encontrado sitios web -e incluso tiendas- con sugerencias  de  regalos para los “Book Lovers”  y otros sitios aplicaciones para smatrphones y tablets.

No estoy a favor  de acuñar vocablos y expresiones de habla inglesa sólo por seguir la  moda, pero claramente en Chile y otros países latinoamericanos, el spanglish se ha masificado mucho. Ya no tomamos un receso laboral para beber café, sino que hacemos un coffee break, vamos al mall, comemos brownies y seguimos rankings de diversos tipos. Eso, sólo por nombrra algunos ejemplos en los que el inglés se ha instaurado en nuestro lenguaje cotidiano. Por ende, hablar de Book Lover  sigue la misma línea.

Carl Spitzweg  pintó "Der Bücherwurm "  que se ha traducido como "El Gusano de Biblioteca" y que finalmente se ha aproximado a lo que hoy conocemos como el ratón de biblioteca.
«El Gusano de Biblioteca»

En mi niñez solían decirme «ratona de biblioteca» cuando me veían pasar tardes enteras entretenida con una novela. Y es que desde hace tiempo se relaciona a los ratoncillos que comen papel  con los buenos lectores que devoran libros. Hay una pintura de 1859, en la cual el artista alemán Carl Spitzweg  ilustró al ratón de biblioteca  como un bibliófilo inmerso en una vasta colección, tan grande que incluso debe usar una escalera para alcanzar los libros.  «Der Bücherwurm » (nombre original de la pintura) se traduce literalmente como «El gusano de Biblioteca» lo cual se acerca claramente al ratón al que alude este artículo  A eso se suman las innumerables imágenes de tiernos roedores con lentes, rodeados de libros, que hemos visto en caricaturas, cuentos e ilustraciones. Como ven, el tema no es nuevo.

Finalmente, lo que importa  más allá del idioma, modismos y expresiones es el fondo del asunto. Y hasta ahora -en mis múltiples búsquedas de información en internet- he encontrado más información para los fans de la lectura usando como palabra clave Book Lover.  Esa es la razón por la cual Leamos Más ha creado una nueva sección con ese nombre que va dirigida a los lectores de todo tipo: a quienes leen mucho y también a quienes leen poco; a quienes prefieren leer de la versión impresa y también a los que leen de ebooks o tablets; a quienes leen revistas, sitios web, el diario y libros. En general a todos los que se interesan por la lectura,  y gozan de ella en sus múltiples formas.

Después de todo, en estos fríos  días de invierno: ¿quién no goza estando en casa, cómodamente sentado con una humeante  taza de té o café?;  ¿A quién no le han dado ganas de tener a mano una libreta para anotar las ideas que van surgiendo de una lectura?, ¿Quién no ha querido tener a mano un práctico marcapáginas para el descanso en su lectura?. Creo que somos muchos los lectores y los Book Lovers que andamos dando vueltas por ahí. El afán es compartir datos, información y buenas ideas.

Por eso, si te sientes un Book Lover, te invitamos a contarnos qué es lo que más te gusta, y a leer otros artículos de la nueva sección dedicada a este tema.

Ideas para Book Lovers:

 

Galería de Imágenes

 

 

 

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Trabajando en red, el caso de las bibliotecas en Finlandia

En plena exposición, 29 de mayo
Claudia Gilardoni durante su exposición, 29 de mayo

El pasado martes 29 de mayo presenté en la Biblioteca de Santiago la charla «Red de Bibliotecas Públicas en Finlandia: sin comparaciones, sólo aprendizaje». En otras oportunidades  he abordado el tema de las bibliotecas en ese país, así como aspectos educativos,  sin embargo la ponencia de la semana pasada puso  acento en un tema que  siento más reiterativo en el medio educativo, cultural y bibliotecario: la conformación de redes de trabajo.

Una red de trabajo implica varios aspectos, y a pesar que en esta oportunidad me referiré a la experiencia en Finlandia, creo  firmemente que  debemos aprender a trabajar armando redes locales, privadas, públicas, especializadas, generales, multidisciplinarias,  ¡de todo tipo!. Al compartir información con 2 ò 3 personas y/o entidades con las que se relacionen frecuentemente, ya están actuando en red.  No importa el tamaño, importa lo que se genera gracias al enriquecimiento de los actores que le dan vida. Es la gestión y los resultados lo que  se valora. Y en especial su continuidad y permanencia.

En este post quisiera compartir, además de la presentación Red de Bibliotecas Públicas , y la grabación de la charla en video, algunos de los comentarios de las personas que asistieron a esta charla:

¿Qué le parece que podemos aprender y sacar en limpio para el funcionamiento de las Bibliotecas en Chile?

Trabajo de bibliotecarias referencistas en Finlandia
Trabajo de bibliotecarias referencistas en Finlandia
  • “Que las bibliotecas públicas tengan unas políticas estables, y que también tengan financiamiento dentro del Gobierno local (Municipalidades)”
  • “ La forma en la cual se trabajó, la disposición de materiales de biblioteca. Las capacitaciones de los bibliotecarios, creo que es muy importante para optimizar el trabajo en cualquier tipo de biblioteca”
  • “Me entregó varias ideas para desarrollar y cambiar ideas pre concebidas”
  • “La ambición por mejorar la educación parte desde el primer día de clases, pero debemos capacitar a todo el entorno”
  • “ Establecer una política pública de fomento lector a las políticas educativas relacionadas con la lectura y las bibliotecas, a nivel de política de estado independiente del Gobierno de turno”
  • “Asumir desde una visión de Gobierno una revaloración de nuestras bibliotecas. Ser creativos con los recursos con que contamos. Acercar a la biblioteca a nuestra comunidad”
  • “Tener más iniciativa como docentes, bibliotecarios, etc. Para mejorar todos los ámbitos del trabajo en biblioteca (colección, RRHH, espacio, etc) y buscar o crear redes de trabajo ya sea comunales o escolares”
  • “Debe haber mayor información en lo que se refiere a las bibliotecas públicas, a su uso, funcionamiento para que haya más aprovechamiento de ellas. Se deben crear redes de apoyo”

¿Tiene alguna idea, dato o antecedente que le gustaría compartir?

  • «Estoy implementando un proyecto en la Municipalidad de Santiago llamado «Leer es entretenido» y espero compartir esta experiencia cuando esté más implementada»
  • «Articulación del currículum con la Biblioteca»
  • «En nuestro establecimiento se realizan exposiciones de todo el material que llega, como una forma de incentivar a los niños a solicitar nuestros cuentos o libros que llamen la atención»
Al término de la actividad, los asistentes compartieron con la panelista
Al término de la actividad, los asistentes compartieron con la panelista
  • «El año pasado trabajé en la Biblioteca del colegio y hacía talleres de comprensión lectora desde pre kinder a cuarto básico. Lamentablemente algunos profesores de párvulo  manejan muy poca información y le tienen mucho miedo a la autonomía de pensamiento de los alumnos, coartando la creatividad»
  • «Es super importante aprovechar el material que el MINEDC entrega a los colegios, y son muy pocos los que lo implementan, como por ejemplo las lecciones CRA para apoyar a los estudiantes en su  autonomía  dentro de la Biblioteca y aprovechar los recursos que ella entrega.»
  • «En la búsqueda de este incentivo lector hemos trabajado  como profesoras de Lenguaje en mi Liceo, organizando cafés literarios, semanas del libro con diversas actividades como creación de libros gigantes, «exposición cultural»(globos con textos literarios en su interior, creación de marcadores de páginas, etc.)»
  • «En mi colegio hay una biblioteca  para niños de pre kinder a cuarto básico y otra para los alumnos más grandes. La biblioteca pequeña está atendida por una profesora que realiza clases en ella, comprensión de lectura, etc.y ha dado un excelente resultado con los más pequeños. Les fascina ir.»

Vea la charla completa, gracias a la grabación del equipo de trabajo de Canal UPA TV.

Galería de Imágenes

Entrada Biblioteca Pública
Panorámica sala de lectura central

Panorámica sala de lectura central

Sala de lectura biblioteca música
Sala de lectura biblioteca música
Sector central Biblioteca Pública
Sector central Biblioteca Pública
Piano para los "lectores"
Piano para los «lectores»
Sección circulación Biblioteca Nacional
Sección circulación Biblioteca Nacional
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Vista general de la Biblioteca pública de Jyväsklyä
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Uno de los pasillos con ehibidores
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Sección Hemeroteca (colección de revistas)
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Otra vista de la Biblioteca Pública de Jyväsklä

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Otra forma de entender la Novela Gráfica

Foto:Vanguardia/El Universal
Foto:Vanguardia/El Universal

Me han pedido que en breves líneas les comente lo que considero como novela gráfica. La verdad, creo que su invención responde más a un afán comercial que a una forma de cristalizar un impulso artístico (o como prefieran llamarlo). Sea como fuere, igualmente, los precios a los que asciende este formato en Chile hacen que la mayoría de nosotros, simples mortales con mucho entusiasmo y poco dinero, sólo conozcamos como novela gráfica lo que se almacena en los anaqueles de nuestras bien amadas bibliotecas públicas. Y, seamos francos, éstas no suelen estar muy nutridas de dicho material.

Aunque sea una perogrullada lo mejor que podemos hacer para definir este concepto de “novela gráfica” es descomponerlo en sus partes. Primero, por novela, tradicionalmente se entiende una narración extensa, en la que participa un número importante de personajes que actúan en torno a un conflicto central y otros de carácter secundario. Segundo, el concepto de “gráfico” no creo que precise demasiadas explicaciones, pero lo empleamos para aludir a la presencia de imágenes.

Por tanto, la novela gráfica podemos describirla, en primera instancia, como una narración que se desarrolla empleando imágenes. En un segundo momento, y con esta escueta aproximación en mente, cabe preguntarse qué es lo que eventualmente diferencia una novela gráfica de un cómic; pues la somera definición que hemos propuesto más arriba es válida para ambos formatos. Con el fin de desambiguar el concepto podemos apelar a que una novela gráfica, a diferencia de un cómic, se publica principalmente en tapas duras y en volúmenes únicos; distinguiéndose del cómic que suele publicarse en entregas (semanales, quincenales o mensuales) en las que, en su conjunto, plantean el desarrollo de una historia.

De lo anterior se desprende que el valor de la publicación de la novela gráfica sea superior al del cómic (tapa dura, pliegos cosidos, ilustraciones y gran cantidad de papel). Para no elevar tanto el costo, los editores privilegian el que las ilustraciones de la novela gráfica vayan en negro y que la calidad del papel se reduzca (recordemos que la mayoría del cómic publicado por DC o Marvel sale en papel couché y a cuatro tintas).

Portada de "El Principito" versión novela gráfica
Portada de "El Principito" versión novela gráfica

Si se les consultara, cualquier librero o editor diría que una novela gráfica, a diferencia de un cómic, es una obra completa en sí misma, o sea, una que no requiere de otros volúmenes para desarrollar una historia completa. Probablemente añadirían que posee un despliegue literario inexistente en el cómic, que los temas son más profundos (ojo aquí, asumir que el cómic no trata temas “serios” es una falacia del porte de un continente) y un sinfín de otros artilugios que apuntan a vender, más que a cualquier otra cosa.

Considerando mi experiencia con el formato novela gráfica, les aseguro que lo único que realmente la separa del cómic es la forma en que se publica y se vende al público.

Los invito a comentar este artículo, pues es la única manera que tenemos para conocer su opinión.
Yo por mi parte, estoy dispuesta a exponer uno a uno los argumentos que me llevan a creer que, como tal, la novela gráfica es un invento de escritores, dibujantes y editores para ganar compradores. Espero sus comentarios.

A propósito de la feria del libro que se está celebrando por estos días en Buenos Aires, les dejo el artículo «El esplendor creativo de la novela gráfica» de La Nación (periódico argentino) sobre el espacio que ocupa la novela gráfica en la feria.

 

Ejemplos de partes de la obra versión gráfica
Ejemplos de partes de la obra versión gráfica

 

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La importancia de contar un cuento: Día del libro infantil y juvenil

alusivo afiche de celebración, espuesto en el Centro Histórico de la hABANA
Alusivo afiche de celebración, espuesto en el Centro Histórico de la Habana

Ayer, 2 de abril, se conmemoró el Día internacional del libro infantil y juvenil. La elección de este día no es para nada arbitraria, pues un 2 de abril de 1805 nacía en Dinamarca  Hans Christian Andersen, quien con cuentos como “El patito feo” o “La sirenita” maravillaría a niños en todos los rincones del mundo, sorteando no sólo las fronteras geográficas, sino también las idiomáticas y las temporales, pues incluso hoy (a más de 200 años de su nacimiento) su obra se cuenta dentro de las más leídas y conocidas a nivel mundial.

No resulta excesivo afirmar que la obra del danés es primordial en la literatura infantil. Tampoco es exagerado declarar que, desde la época de Andersen hasta nuestros tiempos, la literatura destinada a los niños ha sufrido un sinfín de transformaciones. Cambios que, de una u otra manera, hacen posible que hasta el día de hoy mantenga su vigencia.

Más allá de cuáles son los valores y/o los estereotipos que son distribuidos y validados en sus cuentos, lo cierto es que Andersen ha creado un variado espectro de personajes e historias entrañables. Pero quizás más importante es el que haya creado relatos fáciles de recordar que pueden ser contados a los más pequeños.

Muchos de nosotros sabemos cuáles son las implicancias de leer cuentos a los niños. Quisiera, entonces, que nos detuviéramos brevemente para hablar sobre porqué es distinto e incluso importante contar los cuentos, en vez de leérselos en voz alta.

Estatua en honor a Hans Christian Andersen en Central Park, Nueva York
Estatua en honor a Hans Christian Andersen en Central Park, Nueva York

Cuando cuentas un cuento tienes la posibilidad de crear un vínculo con el que te escucha: puedes mantener el contacto visual; puedes también evaluar sus reacciones a tus cambios de entonación o volumen; puedes cambiar de estrategia si lo notas algo distraído o aburrido…

Lo que intento decir es que, al contarle un cuento a un niño, tienes la posibilidad exquisita de generar un espacio de intimidad. Se trata un poco de crear un lazo, de provocar un espacio en donde puede preguntar y dar su opinión, un  lugar en el que se le garantice que va a ser escuchado, un sitio donde todo el tiempo del mundo pueda estar destinado a que te escuche y a escucharlo.

No sólo contamos historias cuando le narramos un cuento a un niño: le damos la oportunidad de que se cuestione si está de acuerdo o no con el proceder de los personajes; lo dejamos proponer ideas y suposiciones sin temer al juicio o al rechazo; le damos la libertad de manifestarse y, más importante aún, tenemos la posibilidad de comenzar a conocerlo, de descubrir cuán complejo puede llegar a ser este niño y, al mismo tiempo, le damos (y nos damos) la posibilidad de acercarnos.

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Libros: un personal trainer en su cartera

Imagen portada del libro "Reading in the brain"
Imagen portada del libro "Reading in the brain"

La lectura no sólo tonifica la concentración y la memoria. También afina los sentidos y la coordinación. ¿El secreto? si las matemáticas son intuitivas, leer requiere un esfuerzo cultural y cerebral que lo convierte en un ejercicio poderoso.

Usted puede sentir el frío. Peor aún, usted puede sentir la condena de que morirá de frío. El responsable de esta sensación, más vívida que una película 3D, es el relato Encender una hoguera. Con esta historia, Jack London se convirtió en un imperdible en las listas de los cuentos mejor logrados, si por esto entendemos la capacidad del autor de ponernos en el pellejo del protagonista: un hombre que decide emprender un viaje acompañado sólo por un perro. El animal, puro instinto, sabe que el viajero morirá en su intento por desafiar los 45 grados bajo cero de Yukón, Alaska, como también lo adivina el lector que de todas formas lo sigue hasta un final desesperante como pocos.

Jack London (1976-1916) no tenía idea de neurociencia ni de plasticidad del cerebro, pero fue capaz de transmitir en el tiempo las mismas imágenes y sensaciones que su mente alguna vez concibió.

Antes lo llamaban telepatía; después, inteligencia emocional. Hoy, algunos científicos, como el francés Stanislas Dehaene, prefieren usar el término «cerebro lector» y lejos de asociarlo a la figura de un intelectual reposado, lo hacen al de un deportista vigoroso, vital.

¿La razón? Leer no sólo es un ejercicio que reporta agilidad mental. También tonifica las emociones y hasta ayuda a afinar el oído y coordinar mejor los movimientos.

Mejor todavía si se trata de ficción pura. Un estudio realizado por la U. de Toronto en 2006 reportó que los consumidores de géneros literarios como cuentos o novelas, al estilo de Crimen y castigo, desarrollan mejores habilidades sociales que quienes prefieren textos especializados, como Descubra los misterios de su cortadora de pasto. La clave está en identificarse con los personajes y sus peripecias, como con el hombre condenado a morir en cinco segundos si no logra encender una cerilla y armar un fuego.

La pregunta es cómo London y otros escritores fabricaron auténticos gimnasios mentales a punta de tinta y papel.

 

El patito feo, pero efectivo

 

La lectura activa las regiones cerebrales ligadas a las emociones
La lectura activa las regiones cerebrales ligadas a las emociones

Un estudio publicado en 2011 por NeuroImage nos da algunas pistas. Los encargados de la investigación con imágenes querían evitar la asociación refleja (y a estas alturas obvia) del lector con palabras con una fuerte carga emocional (dolor o sangre) para centrarse en cómo el sentido completo de una narración actúa sobre nuestros cerebros. Es decir, literatura en estado puro. Con este propósito eligieron el cuento infantil El patito feo, ya que al igual que Encender una hoguera, su estilo es más bien seco y libre de adjetivos empalagosos, debido a que sus autores privilegian la descripción de acciones.

¿El resultado? El patito feo activó las regiones cerebrales ligadas a las emociones con la consiguiente respuesta fisiológica (aumento del ritmo cardiaco) en aquellos párrafos que describían escenas de acción de los personajes, como huidas o peligros. Es decir, no sólo respondemos a palabras específicas de manera pavloviana, sino que también, al simular en nuestras mentes las acciones de los personajes de un cuento o de una novela.

Este fenómeno es posible gracias a las neuronas espejo. Lisa Aziz Zadeh, neurocientífica de la Universidad del Sur de California, reportó cómo la corteza premotora del cerebro muestra la misma actividad cuando un sujeto observa una acción en directo que cuando la lee. Lo interesante es que gracias a esta capacidad de afinar la empatía surgen otros beneficios asociados al ejercicio de la lectura, como la concentración y la coordinación motora.

Pero aunque estemos hablando de patitos que se transforman en cisnes, no toda esta historia es cuento de hadas. Y aquí reside la hermosa trampa de la naturaleza cuando dialoga con la cultura.

Como anotó Dehaene en su libro Les neurones de la lecture, el cerebro no es una pizarra virgen con una capacidad de aprender ilimitada, como anuncian los nuevos vendedores de la pomada neurocientífica.

Portada del libro "Las neuronas de la lectura"
Portada del libro "Las neuronas de la lectura"

Nuestra mente lectora tiene limitaciones y se frustra y patalea, porque a diferencia de las matemáticas, que ya vienen escritas en nuestros genes (los niños y muchos animales realizan intuitivamente algunas operaciones numéricas), la lectura sería 100% producto de nuestra cultura y aprendizaje. En estos casi cinco mil años desde que se inventó la escritura, los cerebros no han podido adaptarse a la lectura, ya que se trata de un tiempo mínimo en nuestra historia evolutiva como especie.

Pero es en este trabajo neuro-cultural que cada individuo realiza cuando se enfrenta a un texto (y que Dehaene asocia al «reciclaje neuronal») cuando sobrevienen todas las ventajas que convierten a la lectura en un ejercicio de alto rendimiento.

Por eso, entre un entrenamiento con ábaco y leer una buena novela no hay dónde perderse.

 

Letras y oído de zorzal

En el Portugal de los años 30, la mayoría de las familias no podía darse el lujo de enviar a todos sus hijos al colegio. La costumbre dictaba que la hija mayor debía permanecer en la casa a cargo de los hermanos menores y de los quehaceres domésticos, lo que convertía a la mayoría de estas mujeres en analfabetas. El equipo de Alexandre Castro-Caldas, de la U. Católica de Lisboa, aprovechó esta situación histórica para realizar un experimento que demostró cómo quienes no habían ido al colegio tenían dificultades para diferenciar palabras de pseudopalabras. Y si la alfabetización mejora el oído, entonces significa que la lectura ejercita los sentidos, en la misma línea que los ciegos desarrollan una mejor sensibilidad en el dedo que usan para leer en Braille.

El científico portugués también demostró cómo la lectura aumenta las conexiones neuronales del cuerpo calloso, la estructura encargada de conectar los dos hemisferios cerebrales.

¿Y qué implica este aumento de materia blanca? Una mayor coordinación motriz, del mismo modo que aprender a tocar piano durante la niñez facilita una conexión óptima entre las áreas encargadas del movimiento.

Entonces, en lugar de sentirse achanchado mientras se queda en la casa disfrutando de su autor favorito, piense que está matando dos pájaros de un tiro: ejercitando la memoria y la concentración, por un lado, y tonificando los sentidos y la coordinación motriz por otro.

Y todo sin moverse de su sofá.

 

Fuente: «La Tercera» sección tendencias.

Autor: Sonia Lira

Fecha publicación: Sábado 17 de marzo 2012

 

Información complementaria: Si te llamó la atención el cuento «Encender una hoguera» de Jack London, acá puedes ver una versión en cómic  de la historia.

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Leer será tener una copia ilegal en el cerebro

cc: derechoaleer.org
cc: derechoaleer.org

La polémica frase que brinda título a este artículo es de Christopher Kelty, profesor de la Universidad de California, frente al cierre de  la librería virtual «Library.nu». Kelty señala además  que el centro de la discusión debería estar entre la idea de criminalizar el acceso a los libros “ilegales” contrapuesto al asunto de compartir conocimiento.

 

La historia de Library.nu (también conocida como «Gigapedia») y del cierre de su sitio  -el cual albergaba miles de libros en línea en forma gratuita-  fue el broche de oro que marcó la contienda ganada por  la coalición de 17 editoriales que exigieron su clausura.  La misma coalición que ya bajó a  Megaupload y apretó a The Pirate Bay, entre otros. Sin embargo, ante la ausencia de un reemplazo considerable en relación con la oferta que había logrado Library.nu, instituciones y organizaciones que bregan por los derechos de los lectores,  profesores y estudiantes se preguntan si el daño sobre el acceso a la cultura no es mayor que el daño al “derecho de autor”. Es decir, Library.nu era un problema y también una gran solución.

Las diecisiete compañías editoras se unieron desde Estados Unidos, Inglaterra y Alemania para bajar al sitio que tenía una increíble oferta de literatura universal, la cual rondaba los 400 mil ejemplares y algunos dicen que podría haber llegado al millón. Entre las editoriales en contra, están Harper Collins, Oxford University Press y Macmillan.

cc: educationnews.org
cc: educationnews.org

Lo que cuestiona y plantea  Christopher Kelty, quien además de profesor es autor del libro «Two Bits: the cultural significance of the Free Software«, es que el sitio tenía principalmente libros escolares, monografías, análisis biográficos, manuales técnicos, investigaciones en ingeniería, matemática, biología y ciencia, textos con copyright pero fuera de mercado – mal y bien escaneados-  en inglés, francés, español o ruso.  Kelty va más lejos en  su artículo “The Disapearing virtual library” al señalar que esos “bárbaros que pusieron la industria editorial de rodillas no eran otros que estudiantes de cada rincón del planeta deseosos de aprender». Eso es lo que miles de jóvenes y adultos con avidez de aprendizaje hicieron con Library.nu, en apenas unos pocos años “crearon un mundo de lectura y apostaron a compartir contenidos”.

De acuerdo a lo expuesto en su artículo, Kelty señala que los editores piensan que se trató de una gran victoria en la “guerra contra la piratería”, que va a mejorar las ganancias de la industria y les ofrecerá mayor control. Por el contrario, los mal llamados “piratas” piensan que simplemente el contenido se irá hacia otro sitio. Sin embargo, el meollo del asunto  está en comprender que la demanda global por el aprendizaje y la escolarización no está siendo tenida en cuenta por la industria editorial. La gran clase media global está deseosa de  compartir conocimiento. Esta vez, el argumento en contra de Library.nu todavía es más difícil de defender, ya que  no se trata de entretenimiento sonoro o de jóvenes haciendo travesuras y copiando discos para que los bajen sus amigos, sino de un colosal acceso al conocimiento.

La furia por la interrupción al acceso al conocimiento se apoderó de las redes sociales, los blogs, los posts y miles de universidades de todo el mundo que habían encontrado en Library.nu un espacio para terminar con la escasez de acceso al saber, en un mundo en el que la industria editorial sigue pensando que el saber ocupa lugar y hay que pagar por él. O como dice magistralmente Kelty en un tramo de su artículo, “dentro de poco, leer será tener una copia ilegal de un libro en el cerebro”.

 

Artículo escrito por  Mariano Blejman  (@blejma) y extraído de a edición en línea del periódico argentino  página 12

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¿Es el libro un soporte de información y contenido?

Rescato este extracto de un artículo respecto a los soportes, el libro electrónico, los beneficios de la lectura y otros temas ad-hoc. Un aspecto más a considerar a la hora de hablar del libro electrónico y lo que supone como nuevo soporte de lectura e información.

Un libro no es un soporte

Entre el 2005 y el 2007 el arqueólogo David Elkington encontró en una gruta de Jordania un grupo de 70 libros con 15 hojas de hierro cada uno.
Entre el 2005 y el 2007 el arqueólogo David Elkington encontró en una gruta de Jordania un grupo de 70 libros con 15 hojas de hierro cada uno.

Es oportuno que distingamos entre lo que un libro es y lo diferenciemos de lo que significa simplemente un soporte.

Los libros han tenido a través de la historia distintos soportes, desde huesos hasta metales; desde las piedras al barro; desde la cera hasta los mosaicos; desde el papiro hasta el pergamino; desde la madera a la seda; desde el papel hasta el más reciente y asequible de la pantalla digital, el soporte llamado a protagonizar la más profunda revolución en el saber, la lectura y la cultura de todos los tiempos.

¿Qué es un libro? Es un escrito de cierta extensión apto para y cuyo propósito es, ser leído. La UNESCO ha establecido que, para ser llamado como tal, su tamaño tiene que superar las 49 páginas: 25 hojas mínimo. Menos de 49 le da al escrito categoría de folleto.

En muchos aspectos, el libro es el máximo logro de esa valiosa herramienta de cultura y civilización que es la escritura, el invento humano que nos sacó de la prehistoria y nos introdujo en la historia, y del que los primeros indicios conocidos nos remiten a los sumerios y demás pueblos de la Mesopotamia.

Los soportes indican las tecnologías y niveles de civilización que alcanzaron las distintas sociedades. No más.

Lo mismo el nivel de estilización de ese instrumento que es la escritura, originada en los pictogramas y glifos primitivos y que ha evolucionado y se ha perfeccionado con el paso de los siglos.

Distintos pueblos crearon mitos sobre el origen de la escritura. Los sumerios la atribuyeron a Enmerkar, rey de Uruk. Los aztecas al dios del viento Quetzalcóatl, la “serpiente emplumada”, inventor también de las artes. Y los mayas al dios del tiempo Itzamna. Los egipcios a Toth, el protector de los escribas y dios de las artes. Y los chinos a Chang Ji, enviado de Huang Di, el “dios amarillo”.

Valioso códice medieval que se encuentra en la catedral de León.
Valioso códice medieval que se encuentra en la catedral de León.

Hay quienes se enamoran de un soporte, idealizándolo. No creo que se produzcan libros más hermosos, trabajados con mayor primor y que reunieran mayores talentos que los manuscritos medievales. Eran tan apreciados que se daban como regalos reales.

Imagino lo traumatizado que quedaron  algunos privilegiados cuando aquellas joyas fueron sustituidas por las vulgares y visualmente desaliñadas hojas de imprenta. Sin embargo, unas décadas después los gabinetes de copistas eran cosa del pasado. La imprenta, la galaxia Gutenberg, los arrojó a la historia.

Ahora pasa lo mismo con los lectores digitales y la difusión digital del libro: las imprentas son cada vez más artefactos obsoletos. Lo mismo el libro impreso.

En mi personal opinión, yo soy un enamorado del contenido, no del soporte. Y en esa perspectiva es que valoro las inmensas posibilidades de democratizar el acceso al libro que proporciona la difusión digital de obras, ya que su multiplicación es de escasísimo costo y lo hace inmensamente asequible.

Yo, que acabo de pagar RD$2,250.00 por el tercer volumen de la trilogía de Vitali Shentalinski sobre los escritores represaliados por la KGB estalinista, libro que considero excesivamente costoso  y conste que es uno de tres tomos, no el precio de los tres. Creo que una copia digital contiene el mismo contenido y saldría por menos de diez dólares. Es de ese tipo de costo excesivo que los libros digitales están llamados a «salvarnos».

Artículo extraído del diario «El Librepensador»

Fuente original: artículo de Aquiles Julián, titulado: Los beneficios de la lectura, publicado el 17 de enero 2012.

Y tú: ¿Qué opinas al respecto? ¿Privilegias el soporte, el contenido o ambos?

cc: Blog The secret garden
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