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Literatura, edición y políticas públicas chilenas en la Feria del Libro de Buenos Aires

Manuel Peña
Manuel Peña Muñoz

Hace menos de una semana especialistas chilenos en Literatura, edición y fomento lector  nos presentamos en la 23a Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires, lo cual comentamos recientemente en este medio. Ya de regreso en Chile, y con la calma que trae el descanso, queremos contarles detalles de lo que fue una jornada dedicada a la Literatura chilena en el marco de esta celebración al Libro y la Literatura organizada por la Fundación El Libro de Argentina.

El jueves 18 de julio, a eso de las 10.15 hrs. y tras recibir el saludo del Presidente del Comité Organizador de la Fundación, se presentó la periodista y especialista en LIJ Susana Itzcovich para dar la introducción al tema que inauguró la sesión:  los precursores de la Literatura Infantil y Juvenil Latinoamericana. La ponencia, a cargo de Manuel Peña Muñoz, fue un viaje que nos dejó absortos y deseosos de seguir escuchando más sobre literatur. En la conferencia de Peña se pasearon nombres tan insignes como el de José Martí, Rafael Pombo, Gabilondo Soler, Pascuala Corona, Rubén Darío, Horacio Quiroga, Carmen Lyra, Marcela Paz (pseudónimo de Esther Huneuss), Gabriela Mistral, Alicia Morel, entre muchos otros. También se comentó respecto a medios como El Peneca,  que cultivó entre niños y jóvenes el amor por la literatura infantil en Latinoamérica.

Fanny Caviedes y Mauricio Paredes
Fanny Caviedes y Mauricio Paredes

La jornada de la tarde fue acompañada por un  diálogo más especializado, ya que se presentó la mesa de diálogo Panorama de la literatura infantil y juvenil chilena contemporánea. Los especialistas fueron -en orden de presentación-  la Licenciada en Lenguas y Literatura Fanny Caviedes, el escritor infantil Mauricio Paredes, la editora Catalina Infante y la bibliotecaria Claudia Gilardoni. Fue Caviedes quien  tuvo la labor de presentar a los expositores y coordinar el dialogo., acompañó su presentación invitando a los presentes a conocer LIJ Chilena , espacio destinado a la investigación y divulgación de la Literatura Chilena contemporánea a través de tres líneas de acción: manifiesto y rescate de nombres y obras cruciales en la literatura chilena, creación de nuevas obras a través del surgimiento de nuevos escritores que refresquen el panorama nacional, y finalmente por medio de la divulgación, actividad fundamental para darse a conocer y potenciar el trabajo de editores, profesores, bibliotecarios y escritores, entre otros agentes del mundo del libro en Chile.

Posteriormente el escritor chileno Mauricio Paredes expuso respecto a los autores e ilustradores chilenos del Siglo XIX que han marcado la pauta en la escena literaria chilena más reciente. Paredes, gran conocedor del medio nacional, planteó en poco más de veinte minutos el who is who  en forma ágil, acompañado de numerosas fotografías y de portadas de las publicaciones de cada escritor e ilustrador. Mención aparte reciben sus comentarios personales, rescatando más de alguna anécdota con algunos de los artistas que iba dando a conocer. Interesante recorrido que, debido al poco tiempo que había para exponer, permitió sacar a colación sólo algunos de los escritores e ilustradores más representativos entre los que estaban María Teresa Ferrer, Sergio Gómez, Andrea Maturana, Felipe Jordán, María José Ferrada (quien destaca en poesía, y cuyo libro «El Baile Diminuto» fue reseñado en Leamos Más) y Camila Valenzuela, quien se integra recientemente al medio nacional con la entrega de Zahorí, el primer volumen de una saga de tres títulos. Otros mencionados fueron los ilustradores Isabel Hojas (a quien nos dimos el gusto de entrevistar en  este medio) Alex Pelayo, Alejandra Acosta y Raquel Echeñique, Gracias a esta selección conocí el trabajo de ilustradores con quienes no estaba familiarizada, como por ejemplo Lolly y Bernardilla, Marko Torres, Soledad Sebastián y Carmen Cardemil. Como ven, una excelente oportunidad para estar actualizado en cuanto al trabajo de algunos de quienes enriquecen el mercado editorial infantil y juvenil.

Catalina Infante
Catalina Infante

La jornada siguió de la mano de Catalina Infante, de Editorial Catalonia, quien es la responsable de su línea Infantil y Juvenil. Infante, con su ponencia Temas patrimoniales en la literatura infantil  chilena se encargó de dejarnos entusiasmadísimos y con ganas de conocer más de su trabajo presentando la labor que realiza para el rescate patrimonial de tangibles e intangibles en nuestro país. Bajo el nombre de diversas especies chilenas en peligro de extinción, la Editorial ha sacado ya tres colecciones en relación al tema. Monito del Monte es una de ellas, dedicada a mitos de los pueblos indígenas chilenos desde los Aymara hasta los Selknam. Todas las publicaciones fueron hechas bajo la investigación de la antropóloga Sonia Montecino. Siguiendo su trabajo patrimonial, la editorial  ha editado -junto con el Museo Histórico Nacional- la publicación de tres cuentos infantiles que buscan estimular las visitas  a este emblemático Museo de la capital chilena, poniendo especial atención en algunos objetos tan singulares y valiosos como los zapatos de Javiera Carrera, el perro embalsamado ULK -perteneciente al ex presidente Arturo Alessanri- o  una colección de espejos orientales. La labor, especializada y minuciosa de edición y publicación, ha considerado el trabajo de especialistas, escritores e ilustradores nacionales. A pesar del poco tiempo, Infante no dejó de mencionar algunos antecedentes respecto al mercado editorial en Chile, y la forma como algunas editoriales han sabido conjugar la calidad de un buen sello con las variables económicas y de mercado.

 

Claudia Gilardoni
Claudia Gilardoni

Los comentarios finales estuvieron a cargo de quien les escribe, Claudia Gilardoni.  A pesar que  ya había pasado más de una hora y media con los otros panelistas y que la tarde anunciaba un pronto receso, percibí que el público tenía ganas de seguir escuchando la experiencia chilena, por lo que me lancé sin contemplaciones contra el reloj. Mi presentación dio a conocer algunos hitos de los Planes Nacionales de Fomento Lector, partiendo con «Chile quiere Leer» y siguiendo con el actual «Lee Chile Lee». Aspectos a favor y en contra fueron los comentarios de rigor, en los cuales la articulación del CNCA, el MINEDUC y la DIBAM marcaron la pauta de los principales avances en esta materia en el país. Algunos indicadores respecto al número de chilenos a quienes no les gusta leer -emanados de los estudios «Chile y los Libros» del 2006, 2008 y 2010-  sumados a las principales razones que se esgrimen al respecto fueron algunos de los indicadores que utilicé para plantear que en Chile, pese a todos los esfuerzos e inversión, seguimos sin tener avances considerables en esta materia. Desde el punto de vista educacional, los resultados SIMCE 2006-2012 permitieron plantear que en materia de nivel de comprensión de lectura ha habido aumentos sostenibles en educación básica, gracias a los avances de los estudiantes de cuarto año básico. Lamentablemente en  educación secundaria los jóvenes de segundo medio siguen con un nivel que no nos permite sentirnos tan contentos respecto a sus mejoras en lectura. Estos antecedentes cuali-cuantitativos, sumados a las conclusiones, fueron los antecedentes que marcaron la pauta de mi ponencia. Justo cuando los organizadores parecían tener ganas de quitarme el micrófono, pues estaba usando las reservas del tiempo a disposición de esta mesa de diálogo.

A esas alturas no había tiempo para las preguntas y comentarios. Me quedé -y sospecho que el resto de los panelistas también- con la sensación que algunas personas querían más detalles, que hubiesen deseado hacer algún comentario y/o exponer su punto de vista considerando lo que sucede en Argentina. Pero había un horario por cumplir, por lo cual nuevamente Fanny Caviedes  tomó la palabra y agradeció al público despidiendo a los panelistas.  De todas formas nos acompañaron al estrado algunos interesados del público, como el caso de la coordinadora de las jornadas de capacitación;  la escritora argentina de libros infantiles Cristina Colombo; y algunas bibliotecarias de Universidades de Buenos Aires  quienes se sintieron reflejadas en las observaciones que escucharon respecto a la escasa información en fomento lector para los jóvenes de educación superior.

Gracias al permiso de los expositores, tenemos disponibles las presentaciones de cada uno:

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Leamos Más en la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires

Los niños son los invitados de honor: han pintado, escuchado cuentos, ilustrado cómics, etc
Los niños son los invitados de honor: han pintado, escuchado cuentos, ilustrado cómics, etc

Desde el 8 al 23 de julio se ha estado llevando a cabo en Buenos Aires la «Feria del Libro Infantil y Juvenil, la magia continúa» una de las más concurridas de habla hispana en su tipo. Participan cerca de 100 expositores y la visitan más de 300.000 personas de acuerdo a los antecedentes proporcionados por «Fundación El Libro» institución organizadora en Argentina.

Este año Leamos Más estará presente , en las Jornadas para Docentes y Mediadores de Lectura «Ábrete Libro« participando en la mesa redonda «Panorama de la literatura infantil y juvenil chilena contemporánea» que se realizará el jueves 18 de julio a las 16.15 hrs. El grupo estará conformado por  Catalina Infante editora de Catalonia y Licenciada en Literatura, por quien les escribe Claudia Gilardoni. La coordinadora de esta actividad es Fanny Cavieres Silva, licenciada en Lengua y Literatura, a cargo de  LIJ Chilena y Lij Alemana. En particular, me corresponderá comentar respecto a las políticas públicas en torno al fomento lector en Chile, aspecto que compete a la Dirección de Archivos y Museos, el MINEDUC y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de nuestro país.

Pero Chile no será representado sólo con este grupo, ya que los entusiastas especialistas en LIJ chilena del otro lado de la cordillera también nos manifestaremos en la voz del escritor y experto en Literatura Latinoamericana Manuel Peña Muñoz, quien abrirá la jornada con la conferencia Los precursores de la Literatura Infantil y Juvenil Latinoamericana. Posteriormente el escritor chileno de libros infantiles Mauricio Paredes planteará la temática «Literatura Juvenil Latinoamericana» junto con Javier Arévalo (Perú), Liliana Bodoc. El programa completo está disponible en el detalle de la jornada planificada para este jueves 18 de julio 

 

 

Panoramas y material para compartir sin moverse del escritorio

Como es de esperar, la sección infantil de la Feria es una de las que más atrae público
Como es de esperar, la sección infantil de la Feria es una de las que más atrae público

La Feria del Libro Infantil y Juvenil ofrece material para compartir con editores, coordinadores y encargados de bibliotecas, bibliotecarios, y por supuesto con los buenos lectores de todas las edades. En otras oportunidades he publicado post sobre ferias del libro en el extranjero (Frankfurt, Guadalajara)a las cuales no he tenido oportunidad de asistir, sin embargo visitando sus sitios web siempre termino encontrando algo novedoso de lo cual saco algo en limpio que me sirve de una u otra forma. Esta no es la excepción, revisando el web de la Feria del Libro Infantil y Juvenil de Buenos Aires encontré algunas actividades y recursos interesantes que compartir con ustedes:

Quizás ustedes revisen el sitio web y vean algunas otras novedades de su interés. O quizás en su muro de Facebook  o en siguiéndolos en twitter @ferialibroinf

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El poder del Colibrí

medallacolibriEl colibrí logra quitarse gotas de lluvia de la cabeza, mientras sigue en pleno vuelo sin perder  un ápice de su estabilidad. Gracias al estudio de esta ave, se han generado diversas teorías y estudios que han permitido aplicaciones  en disciplinas como la aerodinámica, la biomecánica y la mecánica, por nombrar algunas.

Si un ave que sólo pesa 8,5 mg. es capaz de inspirar a ingenieros, astronautas, mecánicos y quien sabe cuantos otros profesionales y científicos más, imaginen lo que logrará inspirando a editores, escritores e ilustradores. Puede que  haya sido eso lo que pensaron los miembros de IBBY Chile  y del Centro Lector Lo Barnechea cuando decidieron lanzar, a nivel nacional, este concurso. Pero en realidad el nombre se debe a que Ibby Chile es la Corporación del Libro Infantil y Juvenil, lo que abreviado nos lleva a Colibrí. Además de contarnos el origen del nombre, los coordinadores de esta iniciativa señalan: “La Medalla Colibrí pretende seleccionar y recomendar libros para niños y jóvenes dentro de una producción cada vez más abundante de volúmenes, siendo un referente para los mediadores de lectura”.

Versión 2013 de la Medalla Colibrí
Versión 2013 de la Medalla Colibrí

El año pasado tuve el gusto de asistir a la premiación 2012 en el marco de la FILSA, por lo que este año sigo participando a través de la difusión de este concurso. En esta etapa el objetivo es llegar a todos los interesados que hayan publicado durante el año 2012, para que haya muchos postulantes a lo largo del país  en cada una de las categorías (infantil, juvenil, colección, editorial). Editores, escritores, bibliotecarios, ilustradores, diseñadores y en general  todas las personas vinculadas con el mundo de la edición, la publicación y la literatura LIJ están invitadas a revisar las Bases Medalla Colibrí 2013.

 

¿Interesados(as)? Pongan atención a las bases 

En esta convocatoria  podrán participar las obras editadas en Chile entre enero y diciembre 2012 y también aquellas de autores o ilustradores chilenos o extranjeros publicadas en el país en idioma castellano. Las obras serán seleccionadas por un jurado conformado por especialistas de diferentes áreas vinculadas a la literatura infantil y juvenil: docentes, bibliotecarios, ilustradores, investigadores, diseñadores, mediadores de lectura y fomento lector.

La premiación se llevará a cabo en la 33ª Feria Internacional del Libro de Santiago, que este año tendrá lugar del 25 de octubre al 10 de noviembre en el Centro Cultural Estación Mapocho. Información y consultas a los correos electrónicos [email protected] o [email protected].

Quienes deseen postular pueden hacerlo  hasta el 12 de Julio 2013Puedes informarte sobre éste y otros detalles en las bases del concurso 2013, así como también puedes conocer los ganadores que hubo el  año 2012 en cada una de las categorías.

 

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Material de Trabajo

Storytelling: el arte de contar historias

Las historias tienen un comienzo común
Las historias tienen un comienzo común

Las historias han existido siempre, y el arte de contarlas también. Desde los cuentos infantiles hasta las más elaboradas tramas que mezclan distintas narrativas. Y es ese el tema del que se ocupa este nuevo post, pues hablaremos del concepto Storytelling, conocido también como Narrativa Transmedia.  Fue Henry Jenkins (sociólogo y académico del MIT) quien planteó este concepto el año 2003 con el objetivo de definir la técnica narrativa basada en la creación de historias que se desarrollan a través de múltiples medios y plataformas, integrando experiencias de carácter interactivo. Fue en su famoso artículo ,Transmedia Storytellig  donde introdujo el término  y señaló: «los niños que han crecido consumiendo y disfrutando Pokémon a través de varios medios se esperan la misma experiencia de otras historias a medida que se hagan mayores. Pokémon se despliega a través de juegos, programas de televisión, películas y libros, y ningún medio se privilegia sobre el otro«. El storytelling no es simplemente una adaptación de un lenguaje a otro, puesto que introduce nuevos giros a la historia, otros personajes e incluso finales alternativos que el autor no hubiese imaginado. Y si a eso se agrega el hecho de plantear nuevas experiencias de lectura que consideran el uso de tecnología, el resultado es muy disímil a lo que ocurre con las adaptaciones narrativas que comúnmente conocemos. En esta línea hay casos emblemáticos de los que me he enterado preparando este post, que se han basado en historias como «El señor de los anillos«, «Harry Potter» «La Guerra de las Galaxias» e incluso «Orgullo y Prejuicio». Estas historias concebidas como novela han sido traspasadas, sucesivamente, a formato cómic, película, al de juegos en línea y otros medios que se basan en la historia central. Aunque en algunos casos ésta ha cambiado mucho, como en el caso de Orgullo y Prejuicio llevada a una historia de zombies en formato cómic (claramente esto tiene sus detractores, por la deformación con la hsitoria original).

Aplicaciones del Storytelling

El storytelling ha ganado mucho peso tanto en el ámbito empresarial como en el político. En el ámbito comercial ha tenido un impacto fuerte y a sido muy aplicado en campañas publicitarias, de «recordación» y fidelización de marcas. La aerolínea Air New Zealand usó el storytelling valiéndose del hecho que en su país se filmó «El Señor de los Anillos», para lo cual recreo una parte de la historia de los hobbits en un video que promueve la seguridad abordo del avión. De esa forma, el clásico video de seguridad que nadie quiere ver porque es aburrido,  ha cambiado y es tan entretenido que su nivel de recordación aumentó considerablemente. La campaña está muy bien hecha, considerando que participe incluso el mismo Peter Jackson (quien duera director del tres películas de la saga «El señor de los anilos»). De acuerdo a quienes usan el storytelling en el ámbito de la publicidad y las campañas:    «un buen relato ha de contener siempre valor narrativo y para ello ha de tener acción y debe poder contarse a terceros». Desde este punto de vista, entonces, es necesario seducir mediante el relato, logrando que los interlocutores queden emocionados y entusiasmados con la historia. Visto desde este punto de vista, el valor añadido de la historia se encuentra en conseguir que los demás se entusiasmen y participen a tal punto, que deseen contárselo a otros.

 

Es en esta línea que destaco lo que señala el asesor y especiaslista en el tema Antonio Nuñez  en su artítulo El Storytelling y la hoguera digital: «La NASA contrató al guionista Syd Field para que sus científicos relataran sus descubrimientos de manera seductora. Los think tanks (centros de estudio e investigación) responsables de las estrategias de los partidos republicano y demócrata estadounidenses han cedido sus mejores despachos y presupuestos a especialistas en la materia, como Frank Luntz o el neurolingüista George Lakoff. La industria cinematográfica y los grandes grupos multimedia utilizan el storytelling para crear sus películas y videojuegos». Y así, la lista suma y sigue hasta llegar al mercado editorial. El año 2011 se publicó el primer experimento editorial en español que explora la narrativa transmedia o storytelling con eñ libro «El silencio se mueve»   del escritor español Fernando Marías en la que el lector podía interactuar  con personajes. La novela  emplea diversos elementos narrativos, como varios relatos cortos, un cómic, varias páginas web e incluso un número de teléfono al que el lector puede llamar para saber más sobre los personajes.

Páginas internas del "Silencio te mueve"
Páginas internas del «Silencio se mueve»

¿Moda? ¿Más tecnología para quienes no aprendemos a usar al 100% los smaptphones? ¿Distractores? ¿Nuevos recursos multimediales que nos enseñan que hay que seguir aprendiendo y descubriendo nuevos métodos y didácticas?. No tengo la respuesta, quizás este post es un intento de llegar a mis conclusiones y de paso saber que opinan los lectores de Leamos Más.

¿Cuentacuentos?

Desde la perspectiva de fomento lector, sin duda queremos que los lectores queden ensimismados con las historias de los cuentos, novelas, cómics, películas y todos los formatos que tenemos disponibles. Es por ello que destaco las técnicas que devela el Storytelling para aprender de qué forma ir captando más adeptos a la lectura sin que sea necesariamente la misma historia tradicional aquella que los envuelva. Sería interesante preguntarse: ¿de qué forma pueden los niños y jóvenes que asisten a sesiones de cuentacuentos, lecturas guiadas, etc participar del relato? ¿Cómo transmitirlo de una forma más vívida? ¿es necesario hacerlo o quizás debamos seguir con las prácticas habituales de cuentacuentos? ¿Hasta que punto puede atraer a niños y jóvenes curiosos el hecho de recrear una historia tradicional?.

Desde siempre los cuentacuentos y las narraciones orales son acompañafas de la habitual práctica del debate y conversación guiada respecto al tema. Unos ocn más habilidades teatrales que otros, los mediadores de lecturas, bibliotecarios, parvularias, profesores e incluso los padres van dibujando la historia frente a los ojos de niños y niñas. Sin duda escuchar sus argumentos acerca de tal o cual punto es una actividad tan significativa que la mantenemos hasta hoy, sin duda las prácticas de dibujo, actuación y hasta de juego de roles que se utilizan en estas mediaciones también son atractivas, pero de acuerdo a la defnición de Storytelling, éstas no interfieren con la historia  y no generan esa comunión especial que hace que el interlocutor se sienta motivado al máximo. Si comprendemos que una de las claves está en  dejar nuestra marca personal en el relato, en darle un valor añadido, creo que el trabajo de los cuentacuentos y de las actividades de lectura guiada no van en la línea de la narrativa transmedia o storytelling. Quizás debamos probar… quizás debamos aprender, leer más sobre el tema y darnos cuenta si es posible aplicarlo en alguna medida en nuestras actividades de fomento lector, cuentacuentos o la actividad que sea que realicemos para contar historias.

El artículo de Ñuñez termina señalando: «(…) paradójicamente, la aparición de Internet nos ha hecho “retroceder” unos milenios en nuestra manera de comunicar, resucitando el “espíritu de la hoguera”. Cada persona es mucho más dueña de su relato, real o virtual, que antes. Ante cualquier necesidad de sentido, acudimos a la hoguera tribal de nuestra era, Internet. Alrededor de ella  compartimos y nos contamos los relatos que contienen las verdades de la tribu. Si las grandes comunidades de hoy solo se pueden encontrar al calor de un relato común, los profesionales de la comunicación debemos desempolvar la ancestral sabiduría de los mitos, ritos, arquetipos y metáforas para seguir desempeñando nuestro trabajo.»

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Proyectos

Cápsula Lectora # 1: Abrir la Biblioteca

Así lucía, en diciembre 2012, la entrada a la biblioteca
Así lucía, en diciembre 2012, la entrada a la biblioteca

Esta semana debuta Cápsulas Lectoras, nueva sección mensual a través de la cual les mostraremos casos concretos de diversos tipos de bibliotecas en las cuales sus coordinadoras y/o bibliotecarios(as) presenten ejemplos, ideas y situaciones que fomenten la lectura. Este mes hemos querido dar a conocer el caso de una Biblio CRA (Centro de Recursos de Aprendizaje) en Quinta Normal.


La entrada a la biblioteca de la Escuela Lo Franco (ubicada en la comuna de Quinta Normal) queda en un segundo piso al medio de un largo pasillo que conecta las escaleras con las salas de clases. La puerta tiene una portentosa estructura de fierro forjado y está asegurada con un pesado candado, que María Soledad Álvarez Correa  -la encargada-  a diario abre para que los estudiantes visiten la biblioteca y tengan la posibilidad de aprender y entretenerse con el material educativo que hay a su disposición.

El ejercicio de abrir y cerrar es simbólico. Hasta el año 2011 esta biblioteca no funcionaba igual, ya que no tenía continuidad en el horario, y sus anaqueles acumulaban el polvo. “Cuando llegué esto era como una bodega, los libros estaban en estanterías cerradas y los niños no tenían acceso a ellos”, recuerda María Soledad. Y mira la sala a la que a diario asisten pequeños de pre  kínder a octavo básico provenientes de comunas como Cerro Navia, Renca y Quinta Normal.

El perfil del estudiante es un factor determinante. Aproximadamente un 86% proviene de familias no constituidas, y los estudiantes viven con uno de los padres o con algún abuelo. De acuerdo a la ficha SIMCE, son de estrato socioeconómico medio bajo, y de sectores vulnerables, “en algunos casos los padres de los niños están en la cárcel, algunos por problemas de tráfico de drogas. En otros, hay chicos que incluso inician su despertar sexual a los 11, 12 años”, comenta María Soledad para ilustrar algunas de las situaciones más extremas.

Una situación precaria, que se diferencia de la vivida hace dos años por la misma encargada CRA (Centro de Recursos para el Aprendizaje) en un colegio  de Vitacura. Ahí, recuerda, » la biblioteca era diferente: había espacios abiertos y una gran cantidad de textos a disposición”.

Vista parcial de la sala de lectura
Vista parcial de la sala de lectura

Por ello, lo primero que pensó al llegar al nuevo colegio  fue abrir la biblioteca y realizar actividades que acercaran a estudiantes,  profesores, e incluso a los apoderados. “Estaba todo cerrado, había muchas cosas en cajas. Revisando encontré libros para las encargadas de integración, y se los pasé.  Es algo que hago siempre: busco cosas que les puede servir a los profesores y los distribuyo de acuerdo a los intereses de cada cual”, especifica la encargada CRA. Y si bien el entorno social no cambia, hoy en día existe un lugar al que grandes y chicos pueden acudir, pues está permanentemente abierto: la biblioteca.

Abrir la biblioteca

Ese fue el paso que dio María Soledad, entregando a los niños la posibilidad de acercarse directamente a los textos, instalando estanterías abiertas. Algo que logró gracias a su gestión y al apoyo de un apoderado y una  profesora interesados en mejorar el colegio.  Y aunque el espacio es pequeño, alcanza para que los cursos hagan uso de las horas de biblioteca que reglamentariamente les corresponden por malla curricular.

Algunos de los libros de "El Legado" hechos por los propios niños
Algunos de los libros de «El Legado» hechos por los propios niños

Otra iniciativa que María Soledad destaca con especial énfasis  es “El Legado”. Una idea simple, pero cargada de significado, en que los estudiantes de octavo básico escriben una historia en un libro hecho por ellos mismos. Así, y a mano, van surgiendo las hojas de esta suerte de testimonio, que toma forma gracias a la creatividad de los más grandes y al uso de cartulina, mostacillas, lápices de colores y  otros divertidos materiales. La idea es que al momento de abandonar el colegio para continuar sus estudios, una parte de estos ex alumnos quede reflejada en esas hojas, para que los más pequeños de kínder y primero básico puedan leer como si fuera parte de su propia historia.

El vínculo que María Soledad establece con los alumnos, apoderados y profesores va más allá del cuenta cuentos y de distribuir el boletín de novedades de la biblioteca. Pero para que esto suceda es imprescindible que exista un compromiso desde la Dirección del establecimiento, que facilite y valide el proceso. En el caso de la Escuela Lo Franco ese compromiso no se ha generado del modo que cabría esperar.

Y entonces, ¿Cómo funciona la Biblioteca?

La respuesta es sencilla:   No lo sabemos,  ya  que   desde marzo de este año María Soledad dejó su puesto en la escuela Lo Franco para irse a trabajar a otra unidad de información, esta vez en una institución de educación superior. Por eso, no sabemos si en la biblioteca de Lo Franco seguirá funcionando “El Legado”, si los profesores tendrán a la mano libros interesantes, o si habrá alguien para abrir la reja de fierro de la biblioteca.

Sólo sabemos que si hay algo bueno, hay que cuidarlo y potenciarlo. Y eso no pasa simplemente por tener libros y estantería abiertas. Eso sucede cuando la biblioteca es de todos, y para todos, incluidas  las autoridades escolares.

 

 


masoledad

María  Soledad Álvarez  Correa es técnico en Atención Social Administrativo. Ha trabajado en Centro Abierto Lo Velázquez de Renca,   Colegio Antártica Chilena de la comuna de Vitacura y Escuela Lo Franco de Quinta Normal.   La casualidad y las vueltas de la vida la llevaron a trabajar a una biblioteca escolar, donde  pudo  desempeñarse en el área de cuenta cuentos y animación a la lectura.   Actualmente ejerce funciones como Asistente de la biblioteca en el DUOC  UC,  Sede Plaza Norte.  En sus ratos libres suele leer, ir al cine y disfrutar de sus dos sobrinas.

 

 


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Si al igual que nosotros, quieres conocer un poco más a María Soledad, te sugerimos leer esta entrevista

1.- Equipo Leamos Más: De todas las actividades de fomento lector que realizabas en Lo Franco. ¿Cuál crees que era más del gusto de los alumnos?

María Soledad: En relación a los alumnos la que más les gusto fue el café literario, donde ellos mismos leían sus propias creaciones con los alumnos de  5 a 8 básico.  Y los cuenta cuentos para los más pequeños, aun no se me olvida como los niños después del cuenta cuento  cantaban o recitaban lo que aprendíamos juntos.

2.- Equipo Leamos Más: ¿De qué forma crees que la biblioteca le ayudaba a los alumnos (grandes y pequeños) en su vida escolar?. No me refiero sólo al rendimiento, sino que a la vida que hacían al interior del establecimiento.

María Soledad:  Creo que la biblioteca es importante para los grandes y chicos ya que es un lugar donde los alumnos pueden soñar, viajar por todo el mundo, les abre su propio horizonte, te extiende tu mundo y compartir sus propias vivencias

3.-Equipo Leamos Más: ¿Qué reflexiones nos puedes compartir ahora, que estás en otro trabajo y puedes analizar la situación en perspectiva?

María Soledad: Bueno la experiencia de trabajar en biblioteca escolar es lo más genial que me ha pasado en la vida, lo disfrute mucho, disfruto ver la alegría de los niños y niñas al tomar un libro, o al escuchar un cuenta cuento. Extraño ese disfrute de entregar un libro a un niños que va en busca de el por solo el hecho de que le gusta la lectura.

El ahora mío es aprender a conocer otro mundo de la biblioteca, el mundo de la biblioteca de instituto es totalmente diferente, pero creo que todos en la vida debemos desafiarnos a conocer otros mundo y esa es mi oportunidad hoy

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Gamificación: ¿Qué es y para qué nos sirve?

La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende
La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende

Es cierto: queremos que las personas lean más y mejor. Queremos más lectores inquisitivos en las bibliotecas, queremos más preguntas de referencia y queremos un aumento en las estadísticas de uso de los servicios que ofrecemos en los distintos tipos de unidades de información. También es cierto que hemos probado varias formas de hacer atractivo el uso de los libros, las bibliotecas y en general de fomentar la lectura. La tecnología ha estado de nuestro lado: redes sociales, aplicaciones, e-readers, etc. La lista es extensa y variada. La gamificación es una alternativa más que demuestra que la tecnología y las aplicaciones se ponen de nuestro lado para ayudarnos.  En este caso, sin embargo, hay algunas diferencias que han llamado mi atención ya que llevan la entretención a su máxima expresión, y -lo que es más interesante- mezclan el mundo virtual con el real.

La gamificación se ha estado desarrollando desde hace algunos años en las bibliotecas. Para quienes no estén familiarizados con el vocablo, puedo comentar que éste tiene su origen en la palabra en inglés “Game” (juego) de la cual deriva Gamification (que se podría traducir -aunque no es exacto- como ludificación). Desde ese término, los hispanoparlantes usamos  “Gamificación”, lo cual alude a una metodología que se basa en la tecnología y el uso de redes sociales para atraer usuarios o adeptos a un servicio/producto valiéndose del juego como principal atractivo. Utiliza el diseño de juegos y sus mecánicas, así como también mucho diseño e ilustración. A veces la gamificación tiende a confundirse con los videojuegos, pero difiere de éstos ya que sus fines que van más allá de lo lúdico.

Inocentemente, todo comienza con un terrón de azúcar: una dulce tentación que genera un vínculo entretenido con el usuario. Y éste, en la medida que disfruta el dulce, participa y aprende diversos contenidos bajo la forma de una sutil entretención. Lo que el juego pretende es dar respuesta a un requerimiento en especial. Éste puede ser la respuesta a una pregunta, la forma de ejecutar una tarea o de realizar un proceso en la biblioteca. De esta forma, sin siquiera darse cuenta, el usuario que ha probado el terroncito es guiado por un camino en el cual recibe recompensas a medida que avanza y aprende. Las recompensas apelan al espíritu lúdico que hay en todos, y van desde etiquetas, insignias (badges) por avanzar en etapas, e incluso premios tangibles.

La Biblioteca de NY tiene todo un proyecto en torno a la gamificación
La Biblioteca de NY desarrolló todo un proyecto en torno a la gamificaciónm llamado «Encuentra el Futuro» (Find The Future)

El usuario puede ser etiquetado como «mega lector»; «aprendiz de mago»; «lector novato» y una serie de otras calificaciones que le dan reputación respecto a los otros jugadores o lectores que usan la misma aplicación. Veamos como funciona con un ejemplo más concreto: si detecto que los usuarios de una biblioteca universitaria de la Facultad de Ciencias de una determinada Casa de Estudios no usan las bases de datos, puedo usar una aplicación en gamificación para motivarlos a que se acerquen a este recurso y desarrollen gusto por usarlo. Otras opciones para icentivarles sería mostrarles un tutorial, dar una charla en sus salas de clases, citarlos a una demostración en la biblioteca, etc. Pero  generalmente  no sabemos si aprendieron, o si repetirán el ejercicio cuando se encuentren frente a una duda que amerita el uso de bases de datos. Ante esta situación, la gamificación  es una alternativa válida porque desde una perspectiva tecnológica y entretenida enfrenta al estudiante con un tema que le puede resultar árido o incluso aburrido, ya que quizás lo relacione con sus deberes académicos.

Siguiendo con el ejemplo, hago un plan de difusión para dar a conocer a los estudiantes de la Facultad de Ciencias que hay una nueva aplicación para usar bases de datos.  Se les pide que ingresen a un sitio web o plataforma en línea, donde están todas las instrucciones del juego. Una vez «logeados» las fases del juego irán explicando en forma didáctica, con muchas imágenes, y  usando mensajes breves y precisos que hay herramientas diversas para encontrar información, que van desde uso de motores de búsqueda, usar el google académico, buscar en el catálogo de la biblioteca, repositorios o en bases de datos. A medida que explica los distintos medios, se van destacando las ventajas del uso de bases de datos y se da puntaje y recompensas para aquellos que  las usen. Se puede presentar un video introductorio o un tutorial,  luego de lo cual, se le pide al alumno que busque un par de temas en las Bases de Datos. En estos casos, las peticiones no son complejas, la idea es hacer ejercicios simples. Frente a este reto del juego, el usuario puede usar la aplicación para enviar -en línea- algunos papers que haya descargado de la base de datos. Estos resultados llegan a un bibliotecario referencista quien los revisa y asigna puntaje. Todo esto funciona en tiempo real, ya que con una buena logística se puede tener a un referencista evaluando las fuentes que seleccionaron los alumnos en un horario pre definido.  Una vez que el usuario recibe su puntaje, éste puede aparecer publicado en su muro de facebook (si la aplicación y ellos así lo permiten) o simplemente puede aparecer como dato más en la ficha del alumno. De acuerdo al puntaje (que se va sumando al que el jugador ha ido acumulando) el alumno puede tener una nueva categoría, como por ejemplo «investigador» y recibir una insignia u otra recompensa.

Si al final del día todos queremos que los lectores de una biblioteca pidan más libros, que comenten lo que han leído, que sean autónomos y hasta que nos dejen mensajes en el fan page de nuestras páginas en Facebook, creo que es interesante ir descubriendo nuevas artimañas que la tecnología pone a nuestro servicio. Además de adaptarnos al estilo y medios que los usuarios utilizan, estaremos descubriendo nuevas formas de comunicarnos con ellos desde una perspectiva más informal, relajada y amena.

Algunos ejemplos extranjeros

La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego
La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego

En Gran Bretaña, la biblioteca de la Universidad de Huddersfield usa la gamificación para la inducción de usuarios de primer año. Tienen un sistema para bibliotecas universitarias llamado “Lemon Tree” (Limonero) que enseña a los alumnos técnicas básicas para usar los servicios. Mediante un clásico carné de biblioteca que pasa de un azul  congelado a un rojo hirviendo,  el usuario va ganando puntos en la medida que acierta en sus respuestas. También tiene un sistema de rendimiento y resultados por facultad, y una página en Facebook.

Al principio del post les señalé que hay algunos casos interesantísimos donde la gamificación lleva el juego a la vida real: eso fue lo que pasó en Nueva York. El año 2011 la biblioteca pública de la ciudad manzana usó la gamificación para celebrar su centenario, y crearon una aplicación que titularon «Encuentra el Futuro». Lo mejor del caso es que el juego le pedía a los participantes que incluso escribieran breves ensayos en base al tema. Finalmente,  la noche del 20 de mayo, los organizadores del juego citaron a los 500 jugadores con más puntaje para que se encerraran en la biblioteca a desentrañar misterios cual Indiana Jones. Lo que debían descubrir eran 100 objetos que han inspirado a la humanidad, como por ejemplo una carta de Charles Dickens o una copia de la Declaración de la Independiencia de los Estados Unidos.  Lógicamente los que descubían las pistas y avanzaban tenían más puntaje hasta llegar a un gran ganador final. Esta actividad suscitó mucha atención en la ciudad y en los medios. La  revista Wired publicó un artículo titulado «Una noche en la Biblioteca de Nueva York«  que recomiendo leer y ver, porque además viene acompañado de un video muy motivante.

 

Algunos casos que -quizás- conocemos y usamos

La gamificación está presente en nuestras vidas desde hace bastante tiempo bajo la forma de aplicaciones que podemos bajar en nuestros smartphones. Personalmente uso foursquare (para comentar lugares que frecuento), waze (para el tráfico y rutas de manejo) y ahora empezaré a usar Nike+ (para trotar). Eso me ha ayudado a entender mejor como podría funcionar un servicio de gamificación en una biblioteca y a darme cuenta de lo interesante que es jugar en un entorno ficticio. Sólo se ven las etiquetas y avatar de otros jugadores quienes -como yo- buscan un buen restaurant,  quieren motivarse para trotar, o simplemente buscan la ruta más despejada para llegar a sus casas. Los juegos, las insignias y etiquetas no son sólo para los niños: a todos nos gusta jugar, y prueba de ello es que estas aplicaciones son muy bien recibidas por personas de todas las edades. Si les interesa aprender un poco más respecto a como podría funcionar la gamificación en un entorno bibliotecario, les sugiero hacerse fans de estas aplicaciones y darle cuerda a su imaginación y creatividad.


Este artículo fue publicado originalmente, por la misma autora, en Infotecarios el 13 de marzo 2013

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Fomento lector

Subes al metro y llegas directo a la Biblioteca

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Es una biblioteca con estanterías y exhibiciones de libros, tal como en una biblioteca común y corriente, salvo que en este caso es virtual y está ubicada en el metro de Nueva York. Ya hemos comentado en otra oportunidad sobre el fomento lector en  las líneas del metro de la ciudad manzana, pero esto considera aspectos que nunca antes había visto.

 

Así lucen los libros en la estantería virtual
Así lucen los libros en la estantería virtual

El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro
El usuario debe acercar su smartphone al afiche ue se encuentra al lado de las puertas del metro

El proyecto se llama «Underground Library» (biblioteca subterránea) y funciona de la siguiente forma: los pasajeros del metro tienen la posibilidad de «cargar» un libro en sus smartphones o tablets, y «hojear» sus primeras 10 páginas para ver si les gusta. Si es así, el sistema les indica la sucursal de la biblioteca pública más cercana, para que puedan pedir la versión impresa o la película en el caso que  la historia haya sido llevada al cine. El objetivo del sistema es propiciar el uso de las  bibliotecas públicas de Nueva York, y para eso se valen de brindar al lector la oportunidad de asegurarse y pedir  justo el libro que descargó en su celular, el mismo del cual ya leyó las primeras 10 páginas. ¿Y por qué sólo 10 páginas? porque se pretende que el  pasajero se entretenga mientras viaja en el metro y 10 páginas es suficiente. Si lo quiere seguir leyendo, se dirige a la biblioteca y lo pide. de esa forma se logra el objetivo: aumentar las visitas presenciales a la biblioteca. Esto no es antojadizo: la red de bibliotecas públicas de Nueva York es de las mejores en el mundo, ofrecen no sólo una variada colección en diversos formatos, sino que también acceso a exhibiciones, galería, cine y una serie de actividades culturales. En teoría, si una persona va a la biblioteca, seguro se encontrará con otras actividades y recursos que no sabía que estaban disponibles para él, y de esa forma podrá consumir no sólo libros, sino que también cultura en otros ámbitos.

Por ello, la selección de libros disponibles a través de este sistema ha considerado las lecturas  best-sellers y títulos que puedan ser de gusto de muchos. Después de todo, se debe considerar que el metro es un servicio utilizado por una enorme variedad de pasajeros. por lo que el sistema tenía que seleccionar los libros que pudiesen ser más populares.

Quienes trabajamos en bibliotecas estamos acostumbrados a recibir visitantes que llegan gracias a un «empujoncito» extra para ir a la biblioteca, ya que la mayoría va porque necesita algo específico. «Pues bien», se dijeron los gestores de este proyecto:  «crearemos la necesidad para que vayan a buscar un libro».

El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen
El libro se descarga en los celulares de los pasajeros para que lo revisen y decidan si les gusta

El proyecto surgió en conjunto con tres estudiantes de la Miami Ad School (autodefinida como la Escuela de la Cultura Pop y la  ingeniería). El director de Arte,  Keri Tan, Max Pilwat y Ferdi Rodriguez  trabajaron crear esta estantería virtual para los pasajeros del metro, quienes sólo deben acercarse a una suerte de afiche dentro del carro del metro, para acceder a los libros usando sus celulares. Una prueba más de la forma como la tecnología nos ayuda a difundir la cultura y educación. El proyecto es parte de una campaña de ficción que los estudiantes debían armar como parte de su trabajo académico, para lo cual ellos escogieron como tema un plan para fomentar la lectura y llenar de lectores las bibliotecas. La idea se les ocurrió mientras realizaban una pasantía en Brooklyn (NY), tal como se explica en el blog de la universidad. Otro medio que se encargó de difundir la noticia fue la clásica revista The New Yorker la   cual le dedicó un extenso artículo titulado Empty libraries, captive subway audiences (Las bibliotecas vacías captan audiencia en el metro) en el cual se plantea: «Podría ser idealista pensar que a través del recordatorio digital de la existencia de las bibliotecas, la tendencia a verlas vacías irá en reversa. Pero quizás es un paso adelante que propicia el diálogo público respecto a los espacios cívicos en nuestra era digital»

La red del metro no tiene conexión Wi-Fi, pero usando la tecnología NFC (Near-Field Communication)  encontraron una manera para que los celulares pudiesen descargar, al menos, las primeras 10 páginas de un texto, sin costo alguno. La tecnología NFC  usa un sistema de radiofrecuencia electromagnética para transferir datos entre dos dispositivos, estando a centímetros de distancia.

El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo
El sistema se encarga de informar dónde puede encontrar la biblioteca más cercana para seguir leyendo

Pero la novedad no termina ahí, ya que cuando el lector interesado se baja del carro del metro (gracias a lo cual puede acceder a 3G), automáticamente el sistema se comunica con su celular indicándole en un mapa el punto donde se localiza la biblioteca más cercana con una copia del título disponible, para que no se pierda en el camino.

Es interesante como el sistema de bibliotecas públicas de Nueva York quiere darle a los Neoyorkinos la posibilidad de hacer de su viaje algo más interesante y entretenido.  Algo que en Chile se hace hace tiempo, pero focalizado en campañas comerciales.

 

 

 

 

 


Publicado originalmente el 8 de marzo 2013 bajo el título «The Underground Library»  en Dezeen Magazine

 

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Columnas y artículos

Las novelas policiales y el fomento lector

Las portadas atractivas son sólo el preámbulo de una historia aun más entretenida
Las portadas atractivas son sólo el preámbulo de una historia aun más entretenida

A partir de los diez años, muchos niños poseen las capacidades cognitivas y emocionales para disfrutar las novelas policiales y entender su trama.  Tienen la capacidad para inferir, analizar y observar detalles, lo que les permitirá plantearse hipótesis que los ayudarán a descubrir quién es el culpable, descartando a los que son inocentes.

Tener que desentrañar un misterio resulta desafiante, entretenido, y de paso, constituye una excelente manera de incentivar la lectura en los niños, especialmente cuando se trata de una saga, porque al terminar un libro se quiere continuar con el siguiente.  Sin duda tratar de comprender los misterios y buscar resolver las incertidumbres es una característica de la inteligencia humana.  Es por eso que el género policial tiene tantos adeptos entre jóvenes y adultos, lo que se ha incrementado en el último tiempo con la irrupción de la novela policial nórdica, con notables escritores como Stieg Larsson y Henning Markell.  Los entrañables personajes de Agata Christie han acompañado a generaciones de adultos y jóvenes con numerosas obras, que escribió hasta los 85 años.

En Chile, las autoras Jacqueline Ballcells y Ana María Güiraldes, en un concierto a cuatro manos, se han dado a la tarea de describir tramas policiales que fascinan a los niños.  El personaje central creado para esta saga de novelas policiales, es el detective Heriberto Soto, quien se encuentra siempre en el lugar preciso para desempeñar su rol con gran acierto.  Escribir en forma cooperativa constituye un excelente modelo en una sociedad en que la competencia supera con creces a la cooperación.

Lo novedoso en la creación de las autoras es una especie de final abierto, en el cual se puede conjeturar quién es el culpable entre varios personajes, todos posibles pero a la vez bastante improbables. La respuesta al enigma policial está escrito de una manera ingeniosa al final del libro, lo que lo hace más interesante aún, ya que es necesario un espejo para leer la respuesta correcta, que está escrita al revés.

La mítica figura del detective es atractiva en si misma, pues un halo de misterio le rodea siempre, además de un pasado tormentoso
La mítica figura del detective es atractiva en si misma. Un halo de misterio le rodea siempre, además de un pasado tormentoso

El hecho de que sean cuentos cortos incentiva la lectura y atrae la curiosidad, no sólo de los niños, sino también de los adultos, y como dice Heriberto Soto, en el caso de los tres colores (corresponde a un cuento de la novela «Nuevos Casos Misteriosos») “Nada es tan difícil, si uno sabe mirar”.  Lo complejo de la trama es que nadie está libre de sospecha.  Al develar el misterio, se aprende que las aparicencias engañan y personas que se presentan como muy respetables pueden cometer delitos, y que el culpable siempre entrega una pista que lo delata.La lectura conjunta con los padres es posible en la medida que son cuentos cortos.  Como la resolución del enigma se da al final del libro, se puede jugar a encontrar al culpable y a defender con argumentos la elección hecha.  Lo mismo podría hecerse en la sala de clases, desarrollando así las habilidades de pensamiento de los alumnos.

Si quiere pasar un buen rato con sus hijos y desarrollar la motivación por leer, les aconsejo la lectura de “Nuevos casos misteriosos”.  Muchos buenos lectores se inicaron con las novelas policiales.

 

 

Artículo escrito por la psicóloga  y escritora Neva Milicic, y publicado originalmente en la Revista YA  de «El Mercurio»

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Columnas y artículos

La lectura se toma en serio

Desde que Leamos Más se inició, el año 2010, hemos querido inculcar la idea que trabajar el fomento lector en la biblioteca no es la única -y mejor- vía para lograr más y mejores lectores. Recientemente, un medio local publicó un artículo  titulado «Director de esforzado colegio cuenta cómo logró enviar cien niños «problema» a la U». Uno de los mensajes de este caso, es que si un directivo escolar se toma en serio la educación de sus estudiantes y basa su trabajo en el aprendizaje de la lectura desde los primeros años, sin duda logrará buenos resultados independiente del estrato socioeconómico o el nivel de vulnerabilidad del establecimiento.

Algo que las académicas, investigadoras y actuales miembros de la  Unidad de Currículum y Evaluación del MINEDUC, Loreto Fontaine y Bárbara Eyzaguirre ya nos dijeron el 2008 con el libro «Las Escuelas que tenemos« -tema sobre el cual Leamos Más publicó un post el año 2011-  ya que en esta publicación observaron establecimientos de bajos recursos y con alto nivel de vulnerabilidad social en los cuales, pese a todas sus circunstancias, se lograban resultados SIMCE  por sobre el promedio en base a buenas prácticas de lectura en el aula.

No creo necesario convencerles de la importancia de la lectura, y en especial de enseñarla y transmitirla considerando el  gusto e interés de los lectores. Creo que, con énfasis en distintos aspectos, todos los que compartimos en este medio adherimos a este plangeamiento. Sin embargo, lejos de la teoría y de las citas, es preciso mostrar casos como el de esta escuela. Casos con nombre y apellidos, y lo que es mejor: casos con lectores.

Sin más preámbulo, les dejo con el ejemplo del Colegio Eduardo Martín Abejón.


eduardomaetinvale_193748-L0x0«Yuliano Borís Díaz (54 años) es de aquellas personas que pueden atravesar un muro si se lo proponen. Es el director del Colegio Eduardo Martín Abejón de Constitución, en la Región del Maule, que pese a educar a niños vulnerables ha obtenido destacados resultados en la prueba Simce.

En su calidad de director, no le tirita la voz cuando habla de sus objetivos y reconoce que es exigente y que no le tiembla la mano cuando les debe pedir a sus profesores que no consiguen resultados que busquen suerte en otra institución si no mejoran.

Cuenta que su primera escuela, Santiago Oñederra, la levantó sin plata en un salón de pool de esa ciudad del Maule, al punto que con sus propias manos clavó paredes y aserruchó madera para armar sus salas.

 

Compromiso en medio de la adversidad

La historia de Yuliano Borís Díaz y del Colegio Eduardo Martín Abejón no deja de llamar la atención. Se trata de una institución de estrato socioeconómico medio bajo, enclavado en una de las poblaciones más estigmatizadas de esta ciudad, llamada Manuel Francisco Meza Seca, pero que en los últimos años se ha ubicado entre los cinco mejores establecimientos con puntajes Simce del país.

En los resultados de 2011 de esta prueba –que se dieron a conocer el año pasado–, su colegio promedió 327 puntos en Lenguaje, Matemática y Ciencias Naturales, ubicándose en el tercer lugar a nivel nacional y siendo sólo superada por los establecimientos Francisco Ramírez (San Ramón) y Constitución (institución particular de la VII Región), y empatando con el prestigioso The Grange School (La Reina).

Matrículas no se completan por el estigma

Dice que no le gusta vanagloriarse de sus resultados, pero afirma que nadie «nos pesca». Ni siquiera le dan una medalla o reconocimiento a su colegio en los actos municipales.

El Colegio Eduardo Martín Abejón partió con 40 alumnos. Hoy, además de obtener importantes resultados en el Simce, cuenta con una orquesta infantil y cursos de ajedrez.
El Colegio Eduardo Martín Abejón cuenta, además,  con una orquesta infantil y cursos de ajedrez.

«Eso pasa porque la gente de la ciudad no quiere mezclar a sus niños con mis cabros, con los ‘atorrantes’ de esta población, que es tremendamente estigmatizada por la idea de la droga, el alcoholismo y las pandillas juveniles. Esta población fue una de las primeras soluciones habitacionales de Constitución, que nace a partir de campamentos. Tengo 605 matriculados, pero tengo más vacantes y no los vienen a matricular aunque tenemos buenos resultados», explica. (…)

¿Pero cuál es el secreto de este director? ¿Cómo logró estos resultados? Él dice que no fue espontáneo ni caído del cielo, que todo fue un proceso. Después del colegio Santiago Oñederra, fundó otra escuela cerca del río Maule, terrenos que le fueron expropiados por el Fisco para construir el puente Cardenal Silva Henríquez.

«Era una escuelita de madera, chiquitita, con sólo siete salas, que no valía mucho. Me ofrecieron 80 millones, que pudo ser harta plata hace 10 años, pero no me alcanzaba para hacer otra escuela. Fui a hablar con el subsecretario de Educación de la época, a explicarle que con esa plata no podría seguir enseñando a mis alumnos, que eran pobres. Entendió y me dieron más plata, con lo que tampoco me alcanzaba para hacer el Martín Abejón. Pero como soy autoconstructor, pude abaratar costos y me volví a endeudar», recuerda.

Ya con el colegio construido, pasó el tiempo y Yuliano Díaz empezó a inquietarse. Se tomaba el pelo por los bajos puntajes del Simce. Sintió tocar fondo cuando sus alumnos promediaron 239 puntos en Lenguaje. Fue entonces cuando decidió dejar el canotaje [deporte que practicaba hace años○ y dedicarse tiempo completo a la escuela, confiando en que podía conseguir buenos resultados como el Francisco Ramírez, que también era un colegio para alumnos vulnerables.

Así lo recuerda: «Reuní a los profesores y les dije: ‘Miren, con estos puntajes quién pondrá a sus niños acá. A nosotros nos pagan por esto, hagámoslo bien'». Lo que vino fue modificar el modelo educativo del colegio, aumentando la exigencia y haciendo obligatorio que los alumnos aprendieran a leer en 1° básico.

«También creamos un modelo de lectura, que es un papelógrafo, donde ponemos un texto cualquiera, como la explicación de los puntos cardinales, e interactuamos con los niños. Todos repiten en voz alta hasta que el texto se hace fluido, finalmente el profesor silencia la voz y solo leen los alumnos. Después comienza la interacción en base a las Operaciones del Pensamiento, que es clasificar y ordenar la información. Con eso potenciamos la comprensión de lectura», explica, lo que, a su vez, sirve a los estudiantes para aplicarlo en cualquier materia.

A esto se suma reforzamiento e incluso clases particulares para los estudiantes, los que también formaron en orquesta y tienen clases de ajedrez.  Además, el director lleva en su libreta los registros semanales con los avances de sus estudiantes.

«Mis cabros no tienen nada, aquí estudian gratis. Pero cuando le das realmente las herramientas, pueden avanzar. Antes, la aspiración máxima de mis niños era hacer el Servicio Militar y la de las chiquillas, juntarse con alguien. También representaban el 10% de la población penal de la ciudad. Con orgullo puede decir que tengo cien ex alumnos en la universidad, y muchos de ellos eligieron educar como profesión», cuentas Yuliano Díaz, agregando que el director que quiera lo puede contactar para compartir el método que usa en el Eduardo Martín Abejón».

Fuente: El Mercurio, domingo 3 de marzo 2013

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La lectura en el metro de Nueva York

Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto
Ourit Ben-Haïm, artista marroquí a cargo del proyecto

Seguramente a usted -tal como a mí- le ha llamado la atención ver gente leyendo en el transporte público: el metro, los buses, las «micros» e incluso en los paraderos mientras esperan su bus de turno.

Es atractivo ver a alguien sumerjido en las páginas de un libro. ¿Qué trama le tiene tan absorto? ¿Será bueno el libro? ¿Por qué lo está leyendo?. Quizás esas preguntas se multiplican cuando la persona en cuestión va frente a nosotros en un carro del metro, y no tenemos más entretención que mirar en derredor. Es ahí cuando nuestros ojos tratan de captar desesperadamente, al menos, el título del libro. Como ven, somos varios los que hemos caído en la tentación de observar lectores. Pero hay algunos que han ido más allá en sus ganas de curiosear.

Ese es el caso que les presento ahora:  Ourit Ben-Haïm,  una marroquí avecindada en Nueva York, quién de tanto atisbar en las lecturas de otros, se tomó tan en serio su curiosidad, que armó un proyecto a partir de ello. La idea no es nueva, ya que en otros países la han desarrollado de diversas formas. Por ejemplo en España, funciona «Zaragoza Lee» liderada por un entusiasta quién, además de sacar algunas fotos, registra una ficha del libro, con reseña e incluso lugares donde se puede adquirir la obra en cuestión.  » En Buenos Aires la campaña «La gente, en el metro, lee» (organizada por una editorial) insta a los viajeros del metro a leer en el «subte».  Respecto a Chile, no hay mucha información de lecturas en el metro de Santiago. Aunque la revista Terminal tiene una sección completa para el tema, llamada «lecturas en tránsito» donde muestra las aficiones literarias de los capitalinos en el metro o en el Transantiago (serivicio público de buses). Personalmente me ha tocado ver a muchos lectores -de libro impreso y digital- viajeros en Santiago. Cuando puedo, los fotografío y dejo el registro en la cuenta instagran de Leamos Más.  Pero sin duda lo que les presento a continuación va más allá de lo que se ve comúnmente, ya que su creadora no está patrocinada por ninguna campaña institucional, y realiza un trabajo diario en los vericuetos del metro de Nueva York. Conozca su historia:

 


The Underground New York Public Library (traducido como «El subterráneo de la Biblioteca de Nueva York») retrata qué leen los usuarios del metro neoyorquino, y con ello, cómo son los usos y costumbres del lector de la ciudad que nunca duerme. A la calidad técnica de las imágenes se une un especial buen gusto tanto en elaboración del propio concepto del proyecto como en el diseño del sitio web. que reúne fotos de gente anónima que lee en los andenes o el interior de los vagones del metro neoyorkino.

Así luce el sitio web
Así luce el sitio web

The Underground New York Public Library partió el año 2008, y desde entonces publica cada día una nueva fotografía, en la que no solo vemos al lector en el metro, sino que se nos muestran qué título está leyendo (por si no lo conseguimos apreciar bien en la foto). Pero, además, UNYPL tiene una serie de eventos semanales, que vendrían a ser los “horarios” de la biblioteca: los martes, un libro en lengua no inglesa (del que se averigua el título traducido gracias a la comunidad de internautas de UNYPL); los viernes se cuelga una foto de la que Ben-Haïm no sabe el título del libro, haciendo una llamada a la colaboración de los lectores para averiguarlo, algo que casi siempre se logra; los sábados cierra y, los domingos, el lector fotografiado tiene siempre una Biblia en sus manos. El proyecto tiene, además, espacio en las redes sociales  (TumblrFacebookTwitter, Google+) para fomentar la difusión.

La gracia del trabajo de esta artista, es que sus fotografías son de muy buena calidad y tomadas con tal maestría (ya sea por el tipo de lector, por el entorno que le rodea en el vagón, por la expresión que tiene, etc.), que dan ganas de saber más detalles de esa persona, como por ejemplo ¿por qué le gusta leer? y ¿qué le motivo a escoger ese libro?. Creo que es de ese tipo de cuestionamientos de los que se vale esta artista para fotografiarlos en ese instante íntimo, en el que sólo cuenta el lector y su historia.

En el sitio tiene una sección de preguntas frecuentes, donde se cuentan una serie de detalles respecto al proyecto, como por ejemplo el hecho de tomar fotos sin el consentimiento de las personas, el tipo de equipo que Ourit Ben-Haïm usa, y unos cuantos detalles más. Hay, además, una breve sección de poesía y algunas cuentas tumbler  de fotógrafos y escritores a quienes Ben-Haïm sigue y recomienda. Por si alguien tiene dudas respecto a la verosimilitud de las fotografías, su autora explica en la web que algunas de ellas se toman sin que el lector lo perciba; otras no, pero en ningún caso se trata de simulaciones.

Sin duda la lectura en un metro tan famoso como el de Nueva York atrae el interés de muchos. Tanto así, que el New York Times le dedicó un reportaje completo titulado What Are You Reading on the Subway? The Results. (Qué estás leyendo en el metro? Los resultados») donde entrevistaron a más de 8.000 mil lectores. El resultado se puede ver en este artículo «Lecturas de Metro» , que el blog de Lecturalia publicó el año 2009.

 

El placer de observar a un lector

Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste
Los lectores pueden ser captados en los andenes, en el metro o en la entrada de éste

Porque nos gusta ver leer no solo a personas bellas, sino a toda clase de gente: mujeres y hombres, jóvenes y viejos, gordos y flacos, blancos y negros. Puede que Marilyn Monroe o Paul Newman sean sexies leyendo el Ulises o el New York Times, pero no necesitan de la lectura para serlo.

Lo que nos gusta de una persona que lee es verla sumida en un mundo extraño, que no tiene nada que ver con el entorno que la rodea, mundo del que apenas podemos obtener mínimos indicios a través de su cara, sus expresiones, sus microgestos. Es decir, la cara de un lector es una suerte de ventana al mundo creado por el libro. Mejor dicho: el mundo creado por la conexión entre el libro y él.

 

 

Fuente: Estandarte. Pasión por leer, pasión por escribir. Publicado en Agosto 2012.

 


¿Y a ustedes?  ¿Qué les llama la atención cuando ven a un lector en el metro o en el bus?.