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¿Qué nos tiene que decir el storytelling?

Por Catalina Páez, comunicadora multimedia

Storytelling

Siempre fui una apasionada de las historias, independiente del formato en que se presentasen: en libros, en cómics, el cine, la televisión o en el teatro. La estructura variable y omnipresente de la trama, y las acciones que los personajes toman a partir de ella fue (y sigue siendo) un alimento para el alma e intelecto de muchos de nosotros.

Quizás para otros ha sido una vía de escape o un mar placentero en el cual sumergirse por horas. En mi caso, fue mi trabajo el que me permitió descubrir una de las formas más interesantes para construir relatos: me refiero a la Narrativa Transmedia o el Storytelling. Mucho se ha discutido en la web acerca de la historia del Storytelling y básicamente, podemos decir que se trata de un relato que trasciende un sólo medio o se realiza a través de diversos medios. Entonces, podemos observar relatos que se dan a través de internet, celular, textos escritos y de voz, imágenes y redes sociales, incluso, actores en vivo. Uno de los ejemplos icónicos es I Love Bees, realizado por 42 Entertainment, una experiencia transmedia en la cual sus participantes recibían instrucciones online e interactuaban en el mundo real con operadores telefónicos que les entregaban pistas para continuar el juego y que finalmente resultaba en una campaña publicitaria para la promoción del juego Halo 2.

De esta experiencia transmedia, continuaron las variaciones comerciales para productos, series o películas como en el caso de Why so Serious para la película Batman The Dark knight, realizada igualmente por 42 Entertainment.

Experiencias como esta, nos parecen bastante lejanas si consideramos los presupuestos millonarios y recursos tecnológicos con los que cuenta la industria publicitaria en países como Estados Unidos. Sin embargo, en Chile, hemos desarrollado incipientes acercamientos al Storytelling pero desde la perspectiva de la educación. En abril del 2015 se lanzó “Juego de Razones”, el primer juego de rol en el mundo, diseñado para la enseñanza del Pensamiento Crítico, elogiado por la Foundation for Critical Thinking para el área de Pensamiento Crítico en una institución de educación superior.

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Armados únicamente con Moodle, una plataforma de gestión de cursos, una diseñadora gráfica, video y bastante creatividad, logramos crear un mundo online en donde distintas casas reales se enfrentaban en una contienda a través del debate en Terra Ignota, un mundo de fantasía.

La plataforma completa cuenta con una metáfora visual que sumerge a los estudiantes en un mundo medieval donde el contenido se va entregando al alumno como armas para concretar misiones (que son evaluaciones calificadas) y, así, lograr la victoria en la guerra por el trono. Este contenido es entregado a través de textos, video e imágenes que los alumnos van integrando semana a semana y con ellos, co-construyendo su aprendizaje.

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Este juego, se prolonga en el mundo real cada cuatro semanas, cuando los estudiantes se enfrentan cara a cara en un debate presencial en el que pretenden ser elfos, hadas, guerreros o hechiceros según su opción personal y trayendo a cuestas, la historia e interacciones que han experimentado en sus semanas en línea.

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Esta experiencia, nos dio luces acerca de cómo podemos usar el poder de una historia para lograr un aprendizaje significativo, pues en este caso, el estudiante no sólo lee una narración, sino que es parte de ella y, a través de su interacción, puede modificar el desenlace de la misma por medio de la adquisición de conocimiento.

Como resultado, muchos estudiantes nuevos se incorporaron al curso y descendió la tasa de deserción (sin mencionar que muchas veces los encontramos comentando acerca del curso en los pasillos), lo que prueba que una historia puede hacer toda la diferencia al momento de motivar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.

Sin embargo, y a pesar de lo atractiva de la metodología, no podemos dejar de lado elementos cruciales como lo son establecer objetivos de aprendizaje, planificar secuencias didácticas o definir evaluaciones formativas y sumativas, además de cómo retroalimentar a nuestros estudiantes para que progresen aducuadamente. Estos y otros factores son de vital importancia ya que componen la estructura sobre la cual descansa la experiencia transmedia que planteamos y que hará posible determinar en qué medida el estudiante aprende y a partir de esto, realizar los ajustes necesarios para optimizar el proceso.

Si consideramos la rápida tasa de expansión del e-learning en el mundo, gracias a la aparición de nuevas plataformas, dispositivos y proveedores (hablamos de una proyección del 15,2% para Amércia Latina en el periodo 2011–2016), la natural evolución apunta a la creación de nuevas experiencias de aprendizaje. Entonces, el matrimonio del e-learning con el Storytelling se posiciona como el próximo paso a seguir en el contexto educativo.

Sin duda, La gran pregunta que debemos hacernos hoy como educadores, es qué tanto estamos utilizando nuestra creatividad al momento de impartir cursos, tanto online como en el aula, en estos días, en los que contamos con un sinnúmero de recursos accesibles para desarrollar proyectos innovadores y entretenidos que atrapen a los estudiantes y les hagan aprender divirtiéndose. Por esta razón, el Storytelling resulta tan atractivo en el aula. Por lo tanto, aunque la mayoría de las experiencias en este tópico se encuentran en publicidad, ya es hora de que las incorporemos como un recurso gravitante en la educación.

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Bibliotecas Escolares

Red de Lectura en el Sur de Chile

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Logotipo de Leyendo en Red

Con la intención de mejorar la calidad de la formación y educación de niños y jóvenes de nuestro país, el año 2009 Fundación Luksic en alianza con Fundación Había una Vez dieron inicio al desarrollo de un significativo proyecto de fomento lector en sectores rurales de Panguipulli y Villarrica: el proyecto “Leyendo en Red” conformado por nueve bibliotecas pertenecientes a establecimientos educacionales de zonas rurales y urbanas en el Sur de Chile.  La historia partió el año 2009, con la implementación de dos bibliotecas escolares en la Escuela Rural Padre Berger de Melefquen y Escuela Rural Huellahue. Luego, siguió avanzando el año 2011 con tres nuevas escuelas: Escuela La Rinconada de Choshuenco, Escuela Francisco de Asís junto a Escuela Tierra Esperanza, ambas de Neltume. Finalmente, a contar del 2012 se incorporan cinco nuevas bibliotecas: Escuela Básica Pullinque de Panguipulli, Liceo San Agustín y Escuela Epu Kley ambas de Lican Ray,  Escuela Padre Enrique Römer de Coñaripe y Escuela Rayén Lafquén.

El proyecto Leyendo en Red comprende varias etapas de ejecución:

  1. Implementar y poner en funcionamiento la biblioteca escolar para los docentes, estudiantes y padres de cada una de las comunidades educativas.
  2. Potenciar y favorecer el compromiso de la comunidad escolar con la lectura
  3. Crear una estructura que permita establecer un orden y generar un sistema de cooperación,orientado al logro de las metas propuestas dentro del programa de fomento lector.
  4. Sistematizar el programa de fomento lector
  5. Potenciar y favorecer la articulación de la biblioteca escolar y sus proyectos de fomento de la lectura y/o desarrollo cultural
  6. Contribuir en el proceso de autonomía y pertenencia de los proyectos lectores de cada una de las Escuelas.

Actualmente, Leyendo en Red desarrolla tres proyectos:

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Las encargadas de biblioteca ayudan a los estudiantes a seleccionar los libros que se llevarán en la «Mochila Viajera»

La Mochila Viajera: una vez a la semana, un estudiante de cada establecimiento perteneciente al proyecto Leyendo en Red, carga una mochila desde la Biblioteca hasta su hogar. La mochila va llena de libros y otros recursos bibliográficos especialmente seleccionados por él, en conjunto con la encargada de Biblioteca. El objetivo de esta iniciativa es promover la lectura de los estudiantes con sus familias, e incentivar a que cada niño revise el fondo bibliográfico completo, en búsqueda de los libros favoritos para él y sus padres, hermanos, etc.

 

 

Bibliotecas de Aula: conjunto de libros, revistas y material bibliográfico de diversa naturaleza y contenidos, intencionalmente instaladas en la sala de clases, para generar un vínculo cercano entre alumnos(as) y profesores con los libros.

Fortalecimiento de Bibliotecas Escolares: programa que vincula y  articula las actividades de promoción de la lectura con la gestión escolar de los establecimientos educacionales, especialmente en las dimensiones escolares y pedagógicas.

Gracias a este proyecto, se desarrolla un plan de fomento lector con una moderna biblioteca, la que ha sido especialmente diseñada para desarrollar el hábito de la lectura en niños y jóvenes de estas zonas rurales. El fondo bibliográfico está especialmente seleccionado para abarcar las necesidades de niños, jóvenes, apoderados y profesores. Todo ello acompañado de constantes  jornadas de perfeccionamiento para articular el trabajo de docentes y bibliotecarias y asegurar la participación de toda la comunidad.

Reconocimiento Internacional

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El año 2013 Leyendo en Red fue reconocido por el Ministerio de Educación de España con el premio Buenas Prácticas Iberoamericanas en lectura del  Centro Virtual Leer.es por ser una iniciativa de fomento de la lectura en el sector rural. Tal como lo manifiesta Leer.es: “La red acompaña el funcionamiento de las bibliotecas, vinculándolas con distintas instituciones chilenas relacionadas con la lectura en un intento de acercar el mundo de los libros y de la cultura a sectores aislados geográfica y socialmente” 

La importancia de este trabajo radica en la posibilidad de acercar la lectura a sectores aislados geográfica y socioculturalmente mediante actividades de sensibilización a la comunidad educativa.

Entrada principal de la Escuela rural Huellahue, una de las primeras que formó parte de la Red

 

A lo largo de los años, esta Red Lectora ha crecido y se ha ido perfeccionando a través de diferentes iniciativas. Hoy existe un completo equipo de trabajo coordinado entre Santiago y Panguipulli, quienes trabajan coordinadamente para  asegurar su adecuado funcionamiento y proyección en el tiempo.

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Bibliotecas públicas

Fomento Lector en el Centro Nacional de Conservación y Restauración

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Restauración de una colección de estampas japonesas

Hace poco más de tres meses, el viernes 10 de octubre, veinte alumnos de tercero medio de las especialidades Asistente de Geología, Atención de Párvulos, Secretariado, Contabilidad y Electrónica del Centro Politécnico Particular de Conchalí visitaron el Centro Nacional de Conservación y Restauración ubicado en el Centro Patrimonial Recoleta Domínica (Av. Recoleta 963, comuna de Recoleta).
No es fácil acceder a este recinto, habitualmente no es un lugar abierto al público. Desde el año pasado que deseábamos visitar especialmente el Laboratorio de Papel y Libros, enmarcado en las actividades de valoración del libro y la lectura en la asignatura de Lengua Castellana y Comunicación. Esas clases incluyeron exposiciones de los primeros libros de las culturas sumeria, egipcia y china, pasando por el proceso de encuadernación hasta la creación de libros objetos por los alumnos. Finalmente, la visita se gestionó a través de la convocatoria a “Museos, laboratorios y observatorios abiertos 2014” organizados por Explora, programa CONICYT del Ministerio de Educación. Los estudiantes asistentes fueron seleccionados de acuerdo con sus intereses y desempeño en la asignatura, por lo tanto, estaban muy entusiasmados y conscientes de que conocer la labor de los expertos en cada área de trabajo era una oportunidad especial y, probablemente, única.

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Centro Patrimonial Recoleta Domínca

Antes de ingresar al Centro Nacional de Conservación y Restauración, recorrimos los jardines que pertenecieron al Convento de los Padres Domínicos. Algunos alumnos se fotografiaron como si fueran niños en ese delicado entorno. Luego, en el tercer patio, nos recibió Claudia Pradenas, Conservadora del Laboratorio de Papel y Libros, quien nos guió y acompañó durante el recorrido.
Las primeras salas que visitamos fueron las del Laboratorio de Papel y Libros. En una de ellas se restauraban obras confeccionadas a base de papel, por ejemplo, un papiro chino que se trabajaba sobre un papel japonés empleando una carpeta como soporte para evitar la manipulación directa y, además, se evaluaba la posible restauración de una pintura religiosa de una iglesia patrimonial de Chiloé. Luego, ingresamos al taller de encuadernación donde se trabaja con pinturas para reconstruir empastes, agujas e hilos para coser lomos, pliegos de papel similar a los originales, entre otros materiales. Al respecto, una alumna señaló “parece una clínica para el papel”.
A continuación, conocimos uno de las salas de mayor impacto en los jóvenes. Nos referimos al Laboratorio de Arqueología, no sólo por ser una de las salas más grandes donde trabaja un mayor número de expertos sino que también por la antigüedad y la clase de objetos que restauran y conservan. Encontramos, por ejemplo, restos de un fémur de milodón de la Patagonia chilena; una momia de un niño de tres años de San Pedro de Atacama, que aún se encontraba envuelta y acompañado de una radiografía que da cuenta de su postura corporal. También se trabajaba en la conservación de un paño fúnebre y la restauración de una vasija del norte del país. Lamentablemente, no fue posible fotografiar los objetos que se encuentran en el CNCR, debido a que se encuentran en calidad de préstamo y los derechos de autor pertenecen a otras instituciones.
En el Laboratorio de Pintura nos encontramos con la restauración de dos obras pictóricas religiosas de gran tamaño. El trabajo de las expertas consistía en restaurar la tela y la pintura de los fragmentos deteriorados siguiendo el principio de “la mínima intervención posible”. El propósito es que la mirada del espectador se concentre en la totalidad de la obra y no en los defectos que ésta presenta. Es parte del propósito de este laboratorio, que un ojo atento sea capaz de reconocer la intervención de la restauración para distinguirla del trabajo original del autor.
La siguiente área visitada fue la de Documentación Visual e Imagenología formada por dos salas. En la primera se realizan fotografías en tres dimensiones del objeto a restaurar o conservar. La finalidad es registrar el momento de entrada (diagnóstico visual inicial) y de salida al CNCR, es decir, fotografiar “un antes y un después” de la obra. En la segunda, se trabaja con luces infrarroja y ultravioleta, de este modo, se descubren detalles que a simple vista no se distinguen. En esta ocasión, observamos la dedicatoria de un retrato del Expresidente de la República Arturo Alessandri Palma que, sin este procedimiento, era ilegible.

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Parte del equipo de especialistas del CNCR

Más tarde, ingresamos al Laboratorio de Análisis. Un equipo de químicos se dedica a investigar los materiales originales que utiliza una obra, determinando las características físicas y químicas del objeto. Por ejemplo, uno de los científicos se dedicaba a reproducir la intensidad exacta del color rojo de una tela a restaurar. En otra sección del mismo laboratorio, se empleaba un sofisticado mecanismo para eliminar larvas del marco de un cuadro. Se envolvía la obra en nylon y con una máquina se extraía el aire para secar la madera y retirar las larvas con el menor impacto posible sobre la obra original.
El último laboratorio que recorrimos fue el Laboratorio de Esculturas y Monumentos. En una de las salas vimos la restauración de un Buda. Por un lado se trabajaba en restaura la escultura maciza y, por otro lado, en su atavío. En la sala contigua conocimos una virgen con el niño, escultura en madera maciza de una sola pieza y; una estatua de una mujer desnuda de estilo clásico en mármol macizo que se exhibía en un patio exterior del Museo Benjamín Vicuña Mackenna. Ambas tenían, además de un valor artístico, una riqueza histórica.
btcaPor último, nos dirigimos a la Biblioteca Guillermo Joiko. En este lugar se guardan los documentos que acreditan el tránsito de las obras conservadas y /o restauradas por el CNCR. Allí, descasamos y recuperamos energía para dar un vistazo general al resto del Centro Patrimonial Recoleta Domínica. Nos despedimos agradecidos de nuestra guía y de todo lo que aprendimos.
Regresamos al patio de la entrada y otro guía, el Sr. Hugo Castillo, accedió a presentarnos en el escaso tiempo que nos quedaba otros lugares interesantes aunque habitualmente están abiertos al público. Subimos al segundo piso y conocimos detalles del Libro de Las Horas, obra religiosa del siglo en el Museo de Artes Decorativas; luego, joyas y atuendos que utilizaron los Padres Domínicos junto a un mapa, una maqueta de la iglesia y pinturas que ilustran su llegada y presencia en nuestro país en el Museo Histórico Domínico y; por último, la espectacular Biblioteca Patrimonial Recoleta Domínica que alberga miles de libros donados por la congregación. Allí, vimos títulos que hablaban de la mazonería, magia negra, el infierno, entre otros. Algunos de estos libros son sólo de exhibición y la mayoría se presta para lectura en sala.
Nos fuimos con la sensación de haber recorrido un poco de nuestra historia en un lugar que, pese a ubicarse tan cerca de nuestro colegio, no conocíamos. Para algunos de nosotros, fue una valiosa oportunidad que podremos compartir y difundir en nuestras familias y comunidad escolar.

Les invitamos a ver el video de la visita de los alumnos al CNCR:

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Material de Trabajo Videos

YouTube en el aula

Logotipo de Youtube para escuelas
Logotipo de Youtube para escuelas

A todos nos suena de algo YouTube. Muchos hay quienes creen que, en su mayoría, los videos de esta plataforma sirven para distraernos. Sin embargo, (y cualquiera que haya navegado en sus canales lo habrá notado) Youtube es mucho más que un sitio en el que abundan videos de gatos, por el contrario, en él se albergan muchísimos videos que tienen gran potencial didáctico.

Si bien hay muchos videos que nos servirían para tratar temas de todas y cada una de las asignaturas del currículo escolar; encontrarlos y secuenciarlos didácticamente puede resultar, por decir lo menos, complejo. Para nuestro regocijo, se ha desarrollado YouTube para Escuelas que nos permite acceder desde la red de nuestro establecimiento a un sinfín de videos educativos aportados por instituciones educacionales de gran prestigio.

Ahora bien, aunque que mucho del material está disponible en inglés, no deja de ser cierto que en su mayoría cuentan con subtítulos en castellano. Por otra parte, es posible encontrar sólo material en castellano si se activa el filtro de idioma a la hora de realizar la búsqueda.

Finalmente, también ponen a nuestra disposición un canal para profesores en donde podremos encontrar listas de videos organizadas por asignatura y nivel.

Ahora que se aproxima el comienzo del año escolar, los invito a que se registren (el sistema sugiere que no usen su cuenta personal de gmail, sino que creen una asociada a su establecimiento), exploren y saquen provecho de esta ingente cantidad de material que YouTube pone a su disposición de manera gratuita.

Finalmente, les pido que compartan en los comentarios su experiencia empleando YouTube como herramienta educativa. De esta manera podemos responder sus dudas, asesorarlos con el registro o, simplemente, enterarnos de que les ha ido fantástico con los videos en clase.

Y si aún no se convencen, este video resume las ventajas de YouTube para escuelas.:

 

Y si de libros y fomento lector se trata, a modo de ejemplo les dejo dos buenos videos que encontré en Youtube para Escuelas:

La Biblioteca Digital Mundial: video promocional
http://www.youtube.com/watch?v=xhBYGI6Tfzo

Video estrategias lectoras – Lectura diaria (producido por Lee Chile Lee)

 

 

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Entrevistas Proyectos

Conversamos con la ilustradora Pati Aguilera sobre creatividad y lectura

Patricia Aguilera
Patricia Aguilera, en su oficina en AjíColor.

En  AjíColor trabajan Pati Aguilera y Fito Holloway, diseñadores e ilustradores que crearon esta agencia el año 2005.  Ellos también son socios y fundadores de Plop! Galería , otro lugar especial en el centro de Santiago, dedicado a la ilustración y el diseño  que se ganó un espacio en Leamos Más.

El arte de un escritor y el de un ilustrador tiene un vínculo que va mucho más allá del nexo entre el texto y la imagen. Tanto nos ha interesado desentrañar y aprender de este vínculo, que los alumnos del  Centro Particular Politécnico de Conchalí (CPPC) – en el cual desarrollo un proyecto con Leamos  Más-  fueron agasajados con una exposición de libros ilustrados, de la cual aprendimos muchísimo respecto nuevas ediciones de historietas, novelas gráficas, libros álbum, etc. De esta actividad nacieron  las ganas de descubrir más  respecto a la lectura de imágenes y al rol que los ilustradores tienen en el fomento lector. Es por eso que, junto a un grupo de 12 alumnos de Segundo Medio del CPPC fuimos a la “casa-taller” AjíColor para que Pati Aguilera nos contara sobre su trabajo y contestara algunas de nuestras múltiples dudas sobre el tema.

La cita tuvo un lugar un caluroso día de noviembre. Los alumnos y yo estábamos expectantes de conocer a Pati, de quien sólo habíamos leído en algunas entrevistas publicadas en internet. A los saludos de rigor, siguió el descenso por  una escalera de caracol para llegar a la oficina principal de AjíColor, donde Pati y Fito trabajan. El aire antiguo del edificio -ubicado en calle Merced, en el centro de Santiago- y las gruesas murallas de la habitación nos hablaron de una época en que las construcciones eran más resistentes y consideraban otros criterios de calidad y distribución espacial en Santiago.

La escalinata nos invitó a la oficina principal, con un hermoso piso de parquet. En la pared principal, destacaba una repisa de muro a muro, parte de la cual servía de bodega para guardar el material de trabajo y los productos terminados de esta agencia. Otra escalera con rieles sujetos a las repisas permitía alcanzar los tres metros de altura de la repisa. Esta escalera fue, precisamente, uno de los objetos que más llamó la atención de los alumnos, ya que tenía unos diseños al estilo del director de cine Tim Burton. En general, todo invitaba a observar e interesarse: pequeños detalles que delataban a los habitantes de AjíColor:  postales, afiches, trozos de la pared con ilustraciones hechas por Pati, Fito o por algún otro ilustrador amigo, cuadros y un sinfín de objetos que hablan de una vida dedicada al diseño.

La caja del maetín literario permitía, al abrirla, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.
La caja del maletín literario, diseñada por AjíColor,  permitía, armar un escenario para que los lectores echaran a volar su imaginación.

Nos mostraron la caja que diseñaron para “El maletín literario” que entregó el Ministerio de Educación. También apreciamos libros, afiches, autohadesivos, libretas  y otros tantos artículos producidos por AjíColor. Naturalmente nos llamaron la atención  los libros «Geografía de Máquinas» (Pehuén editores) escrito por María José Ferrada e  ilustrado por Fito Holloway  y «Para chuparse los dedos. recetario Ilustrado» (Letra Capital Ediciones, 2013) escrito e ilustrado por Pati Aguilera. Además de eso, observamos los computadores y el equipo especialmente adaptado para el trabajo de un diseñador gráfico.

Tanto los alumnos como yo estábamos inquietos y curiosos. No sabíamos por donde empezar , ya que  los distractores visuales eran muchos. Pero la primera pregunta y surgió en forma espontánea fue: «¿De dónde sacan tanta creatividad? ¿En qué se inspiran?: «La creatividad puede venir de una conversación con mi hija de tres años, de una caminata por el parque, de los sabores y colores que hay en la cocina, de cualquier lugar» nos contesta Pati en forma sencilla. Y agrega que muchas veces una idea no decanta en forma inmediata, sino que se queda en su cabeza dando vueltas, hasta que en cualquier momento la asalta y la motiva a dibujar o armar algo.

El grupo visitante, en pleno
El grupo visitante, en pleno

Ser diseñador, ilustrador y  además participar de la creación de una agencia y de una galería no deben ser roles tan fáciles de manejar. Por eso, le preguntamos por las dificultades que entraña su trabajo, y nos comenta: «Yo diría que lo más difícil es realizar actividades que no son parte de mi profesión. Dirigir, organizar, administrar… ser jefe es muy complejo. Además, Ilustrar y diseñar no es una pega sencilla ni rápida. Nuestro trabajo requiere tiempo para investigar, reflexionar y luego crear. Lamentablemente muchas veces nos encontramos con clientes que nos hacen encargos de un día para otro en donde la presión y el poco tiempo pueden convertirse en factores negativos que influyen en la calidad y desarrollo de un buen resultado, y eso es justamente lo que no queremos.»

Ya avanzada la charla, le pedimos que nos cuente su relación con la lectura. Nos comenta que mientras estuvo en el colegio no era muy buena lectora. Leía por obligación para los controles de lectura y en general no tenía interés en los libros. Años después, cuando ya salió del colegio, descubrió los libros ilustrados, los libro álbum y las novelas gráficas, los cuales comenzaron a formar parte de sus intereses. Esa relación que nació en forma espontánea, siendo más joven, no la abandonado nunca y la ha llevado a cuestionarse y a expresar su trabajo como ilustradora. Hoy tienen una biblioteca en su casa, con libros ilustrados que provienen de distintos autores, con diversos estilos y que hablan del trabajo de la ilustración en distintos países. Además, fomenta en su pequeña hija de 3 años el gusto por la lectura, pero por aquella que tiene sentido y que se vincula con sus intereses. Porque los niños, aunque sean muy pequeños, tienen sus intereses y saben lo que les gusta.

Patricia Aguilera, explicando algunas de sus ideas a los alumnos
Pati, explicándonos algunas de sus ideas

A Pati, la lectura de imágenes le resulta tan natural como respirar. Algo que encuentro natural dada su profesión, y que me deja con la sensación que nosotros, los profesores de Lenguaje, en general no sabemos como enfrentar la gran riqueza en las fotografías, las imágenes y los dibujos  para ayudarnos a acercar la lectura a los estudiantes. Le comento que nuestro sistema educacional lamentablemente no potencia ese aspecto, y que nos prepara más bien para enseñar a comprender y analizar un texto, más que para disfrutarlo y mucho menos para leer sus imágenes. Además de estar de acuerdo, Pati nos comenta que para ella leer imágenes resulta vital para establecer un nexo con lo que se lee. La imagen no sólo acrecienta y enriquece lo que aparece escrito, también lo traduce a una nueva forma.  Hay que fijarse en los detalles, en el hilo de las imágenes desde la primera a la última  página, en los colores y el lugar donde están dispuestos los objetos y las personas, en sus expresiones e incluso en la ropa que llevan puestas. Todos esos elementos gritan cosas que, a veces, el texto deja a contraluz.  Ser capaz de leer una imagen y hacerla conversar con lo que se ha leído requiere adentrarse en la lectura a un nivel muy profundo. Tanto o más que si comprendiésemos al 100% todo lo que está escrito, por que la sutileza de la imagen es muy difícil de reproducir en el texto.

Esta conversación y las reflexiones a las que he llegado me dejan contenta. En especial porque no he sido sólo yo la que ha sucumbido a este ejercicio. Mis alumnos también  han escuchado atentamente y han entendido -de primera fuente- que no sólo hay que  aprender a darle sentido a las palabras escritas. Ir más allá y acercarse a las cosas que parecen no ser tan obvias son una de las principales conclusiones que han sacado de este encuentro.

Queremos agradecer a Pati Aguilera por recibirnos en AjíColor y por mostrarnos una esquina de su mundo.

 

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Cápsulas Lectoras

Cápsula Lectora #4: Habilidades Informacionales en Educación Secundaria

Yasna Catalán, junto a los alumnos que recibieron una de sus capacitaciones
Yasna Catalán -al extremo izquierdo- junto al bibliotecólogo Cristián Nuñez, acompañando a un grupo de alumnos del Liceo Técnico Puente Ñuble

¿Qué son las habilidades informacionales? la respuesta a esta pregunta parece ser muy necesaria para contarles el desarrollo de esta iniciativa, que marca la cuarta entrega de las Cápsulas Lectoras.

La AASL (American Association of School Libraries) señala que son las «habilidades para encontrar y usar información«. Esta clara y breve frase es citada en el documento de la IFLA : «Directrices sobre habilidades informativas» , el mismo que se apura en comentar que “los estudiantes con habilidades informativas acceden a la información efectiva y eficientemente, evalúan la información de manera crítica y competente y la utilizan de manera creativa y precisa”.

Con este marco, podemos agregar que, en Chile, las habilidades informacionales han sido estudiadas y desarrolladas en las bibliotecas universitarias. Las pocas experiencias en educación secundaria han sido desarrolladas por Yasna Catalán, Jefe de la Biblioteca de la Universidad de Concepción, campus Chillán y Magíster en Educación. Para ella y su afán por desarrollar programas de ALFIN (Alfabetización Informacional) va esta Cápsula Lectora.

Para conocer el programa “ALFIN para Cuartos Medios” que Yasna ha implementado, le pedimos una entrevista. De temperamento amable, y conversación llana, Yasna no tuvo problemas en explayarse contando los pormenores de su trabajo, así que partí muy entusiasmada inquiriendo detalles respecto a su inquietud por desarrollar programas de infoalfabetización, y esto fue lo que nos comentó: «La inquietud estuvo siempre. Casi toda mi carrera profesional la he realizado en instituciones de enseñanza superior. Al realizar los `Programas de formación de usuario` durante el primer año de universidad detectaba la enorme falencia que había entre los estudiantes que ingresan a la universidad, en torno al uso de la biblioteca y sus recursos. Aún con todo lo que se habla de ALFIN (Alfabetización Informacional) es lamentable comprobar que muchos estudiantes de enseñanza media no tienen la posibilidad de contar con un programa de infoalfabetización. Además tuve la posibilidad de comenzar a estudiar el área de infoalfabetización con una “Maestra”, con la Dra. Gladys Matus Sepúlveda. Ella fue la primera persona del área de la bibliotecología que escuche hablar de ALFIN, con un concepto distinto a la tradicional ´formación de usuarios´. Bajo este concepto de la Dra. Matus, ALFIN era algo más que enseñar a usar automáticamente las bases de datos u otros recursos«.

En su afán por innovar, Yasna no sólo tocó la puerta de los establecimientos educacionales con los que quería trabajar. También lo hizo con la institución en la que se desempeña: la Universidad de Concepción. De esa forma logró que se autorizara su permiso para trabajar en los colegios y Liceos de la zona, que pusieran recursos a disposición del proyecto y que éste se incorporara a la planificación anual del Sistema de Bibliotecas. «Mi institución me permitió cumplir con un deseo, que para mí era importante: trabajar con la comunidad externa. Creo en las bibliotecas universitarias de puertas abiertas» señala Catalán.

A la fecha, esta emprendedora bibliotecóloga, ha realizado programas de ALFIN en varios establecimientos educacionales en la ciudad de Chillán y en las comunas de San Ignacio y San Nicolás. Empezó trabajando con el Colegio Padre Hurtado, y siguió avanzando con el Colegio Agrícola de Chillán, el Liceo Técnico Agrícola San Rafael, el Liceo Politécnico de San Nicolás, el Liceo Técnico Puente Ñuble y el Liceo Maria Ward. Después de 3 años en esta labor, su percepción ha cambiado: « creo que la experiencia me ha permitido adecuar el programa de habilidades informacionales a distintos niveles educativos, así mismo he aprendido a comunicar las ventajas de este programa de manera dinámica y activa, buscando siempre encantar a los estudiantes.»

Resultados e Impacto

Yasna (en la fotografía) realiza personalmente todas las sesiones de capacitación en ALFIN
Yasna (en la fotografía) realiza personalmente todas las sesiones de ALFIN

Yasna está consciente de la importancia de ir desarrollando estos programas en la educación secundaria.Y no sólo de ello: también de demostrar que este tipo de competencias deben ser abordadas en los programas curriculares. Más que convencer a los alumnos, al parecer el desafío es que los profesores, Jefes UTP y Directivos escolares se entusiasmen y participen de esta iniciativa. Y es que los principales beneficiarios se motivan de inmediato. «Para ellos todo es novedad», comenta Yasna respecto a los alumnos. Y agrega: «Descubren un mundo distinto, donde se les enseña qué es la información. No sólo su definición, también las razones por las cuales la necesitan. Y esto no pasa sólo para hacer sus deberes escolares, sino también para prepararlos como ciudadanos responsables, con opinión. Tratamos que entiendan que las técnicas que les entregamos les van a servir, para toda la vida, para un aprendizaje continuo y lo más importante que aprendan a evaluar esa información (crítica) y la comuniquen en forma ética, con las citas y referencias respectivas.»

Para despertar el interés de los alumnos, Yasna tiene algunas estrategias que comparte con nosotros: «Los asustamos un poquito, y les hablamos de los programas o software que actualmente descubren el plagio, como Docode de la Universidad de Chile o Turnitin. Para los interesados en llegar a la universidad, saber que los pueden descubrir copiando y pegando, no es una buena noticia.»

Paulatinamente, los establecimientos educacionales están considerando elaborar programas y proyectos que desarrollen en el estudiantado sus habilidades, no sólo para buscar la información, también para procesarla y descubrir qué hacer una vez que fueron capaces de llegar a esa información. Al respecto, Catalán señala que no han tenido el mismo éxito en todos los liceos y colegios con los que han trabajado: «cuando invitamos a los liceos a participar, nos preocupamos incluso en ir a buscar y a dejar a los alumnos. Vamos en locomoción que pone a disposición la Universidad de Concepción. A veces nos hemos encontrados con casos en que los alumnos no vienen a cargo de ningún profesor. Eso nos lleva al cuestionamiento respecto al interés que los docentes ponen en estas capacitaciones, ya que si el profesor no participa, ¿de qué forma se va a generar el vínculo con el colegio o liceo?. En este caso los alumnos deben ser nuestros promotores, porque llegan preguntando al liceo por los servicios del CRA»

El uso del laboratorio de computación es impresindible:  cada alumno debe contar con un PC conectado a internet para seguir el curso
El uso del laboratorio de computación es imprescindible: cada alumno debe contar con un PC conectado a internet para seguir el curso

Yasna tiene muy claras las debilidades y fortalezas de este tipo de programas, por lo que se apura en precisar: «No quisiera desanimar a los colegas que quieran emprender un proyecto de este tipo, ya que también hemos tenido casos en que los alumnos han participado con el profesor de una asignatura, el cual inmediatamente se siente motivado y al próximo año nos está ubicando, para trabajar con otro curso. Es en estos casos donde existe un seguimiento, puesto que los profesores nos comunican sus intereses de búsqueda y hacemos trabajos prácticos, que luego ellos evalúan. Igualmente los alumnos aprenden a presentar una bibliografía y a citar correctamente.». La vinculación con los establecimientos educativos es otro aspecto que esta profesional destaca: «ahora sólo falta que más bibliotecólogos se atrevan desde sus universidades. En la medida en que la acreditación y su aspecto relativo a la ´Vinculación con el Medio´ se vaya masificando, será posible que otras bibliotecas universitarias se atrevan con este desafío».

El perfil del profesor que participa de estos programas ALFIN es un aspecto importante, generalmente son docentes «busquillas», que acostumbran usar mucho el computador, internet, aplicaciones, etc. A este respecto, la bibliotecóloga comenta: «generalmente el vínculo se genera con los profesores jóvenes y con aquellos que creen en la estrategia de unión entre la biblioteca y proceso educativo».

Toda iniciativa conlleva una cuota de dificultad. De otra manera, no sería tan sabroso el gusto por los logro en la medida que se van logrando. Este caso, Yasna Catalán tiene muy patentes los aspectos más débiles o complicados del proyecto: «Lo más complicado, al principio, fue ingresar a los liceos a través de la biblioteca escolar o CRA. Las personas encargadas, no entendían nuestra intervención, no comprendían el alcance de nuestro trabajo. En algunos casos creían que sus trabajos corrían peligro con nuestra presencia. No comprendían por qué queríamos trabajar con los alumnos, en un proyecto gratuito». Esto fue rápidamente comprendido por los gestores de este proyecto, por lo que decidieron ingresar a los liceos a través de Dirección del Establecimiento o a través de la Unidad Técnico Pedagógica.

 

Los estudiantes de cuarto medio con los que he trabajado no diferenciaban las secciones de una biblioteca, no conocían lo que es una hemeroteca, y mucho menos sabían de la existencia de una sección de reserva, por ejemplo.

 

En la medida que se desarrollan estas intervenciones y actividades de tipo práctico, tanto profesores como alumnos le van tomando el gusto a aprender. Perciben, en la práctica, los beneficios de manejar adecuadamente las estrategias en búsqueda y uso de la información. Naturalmente eso puede dar pie a seguir profundizando e incluso a desarrollar proyectos de mayor envergadura. Y respecto a esta motivación se nos comenta: «Hay personas motivadas por naturaleza, es posible que en un inicio sólo exista la voluntad, pero poco a poco se va ganado el espacio. El programa “ALFIN para Cuartos Medios” sólo es una de las varias actividades que nuestra biblioteca tiene en beneficio de la comunidad externa. Inicialmente empezamos con los CESFAM (Centros de Salud Familiar) y fue eso lo que nos hizo imaginar otro escenario y atrevernos con los establecimientos educacionales». Yasna aconseja en este sentido: «lo importante es entrar siempre con respeto a la comunidad que se quiere ayudar, no se deben esperar grandes cambios inmediatos. Seguramente los cambios serán paulatinos, sólo se debe pensar en dar la mano a una comunidad que lo necesita».

Difusión en Alfabetización Informacional

“ALFIN para Cuartos Medios” también ha considerado actividades de difusión para ponerlo a disposición de otras instituciones universitarias y darse a conocer en el medio. Para ello, Yasna ha hecho una labor de producción de ponencias y artículos basados en la experiencia que ha ganado en esto tres años trabajando en ALFIN en educación secundaria.

Ha expuesto en congresos y jornadas de bibliotecología, en uno de los cuales presentó la ponencia «Compromiso social y vinculación con el medio. Un aporte a la educación, la inclusión, la comunidad y a la gestión d e la biblioteca universitaria«. Paralelamente el programa «ALFIN para Cuartos Medios» se ha dado a conocer en medios y en noticias locales y también en un artículo, que Yasna publicó en una revista especializada de bibliotecología. Para quienes tengan interés en seguir aprendiendo sobre este tema, les recomendamos leer este artículo titulado: «Informacion científica, bases de datos y alfabetización informacional (ALFIN) para todos«.

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Bibliotecas de Aula #2: Seamos Estratégicos(as)

Se pueden hacer campañas para recolectar libros en cada curso
Se pueden hacer campañas para recolectar libros en cada curso


Hace un mes publicamos la primera parte de este artículo dedicado a las Bibliotecas de Aula. Ahora va la prometida segunda parte -y final- donde profundizo los consejos que señalé anteriormente, especificando qué, cómo, cuándo y por qué en el caso que quieran armar sus Bibliotecas de Aula o deseen mejorar la que ya tengan.

Implementar y mantener Bibliotecas de Aula requiere que cada establecimiento educacional  tenga su biblioteca escolar conformada. De lo contrario será más dificultoso mantener la biblioteca de aula  por mucho tiempo ya que no podrá ir variando  la muestra de libros, y eso podría jugar en contra del entusiasmo de profesores y alumnos.

Respecto a esto, hay dos instancias que pueden ‘revertir’ esta desventaja:

  • Aprovechar los recursos otorgados por las bibliotecas CRA del Mineduc, cuyo material no sólo incluye textos literarios sino también material pedagógico lúdico.
  • Hacer una campaña de recolección de libros entre los mismos alumnos y apoderados. También se puede contar con el recurso de las ferias libres: en ellas, siempre se venden libros usados entonces, se puede pedir a los papás y alumnos que donen libros o hacer alguna actividad como curso para reunir los fondos y designar encargados de comprarlos. Es verdad que los libros se van deteriorando pero es importante reforzar que este deterioro sea por su uso y no por descuido. Aquí también puede apoyar la bibliotecaria, enseñando técnicas de cuidado de libros.

También es fundamental que la sala cuente con un espacio físico determinado para recibir su Biblioteca de Aula. Además, este espacio debe contar con un mural o afiches de colores atractivos que señalen que están esperando por los libros en cuestión. El lugar debe ser visible y alcanzable por los niños del curso.

En esta sala, se ha dejado un espacio en el sector de atrás
En esta sala, se ha dejado un espacio en el sector de atrás

Hay que considerar el tiempo del profesor, lo cual es una inversión que puede rendir muchos frutos si se hace a la par del tiempo que dedica a preparar las clases. Se sugiere distribuir este tiempo en actividades como:

  • Diseñar y aplicar actividades para usar los libros, pero no sólo en actividades aisladas. El objetivo es usarlos en el contexto del programa de su asignatura (lenguaje, biología, química, etc.) conjugando los objetivos de ésta con los contenidos de los textos, logrando que se vayan incorporando en la medida que se avanza y profundiza en la materia.
  • Evaluar semestralmente el uso que se le ha dado a la biblioteca de aula, a los materiales y también al aprendizaje que han tenido los alumnos. Hay muchos criterios en este sentido, y cada profesor puede construir su propia pauta.
  • En función de lo anterior, ir implementando nuevas estrategias que le permitan sacar más partido de este recurso, evaluar nuevos materiales para adquirir a futuro y nuevas habilidades y destrezas que los alumnos deben ir desarrollando respecto a los textos técnicos.
  • Profundizar el nexo con el/la bibliotecóloga de su establecimiento educacional,  ya que  es quien puede colaborar en enriquecer el material de su biblioteca de aula, desarrollar estrategias para infoalfabetizar  (desarrollar estrategias para buscar y usar información) y fomentar la lectura en sus alumnos, a la par de otras actividades que se les puede ir ocurriendo en conjunto.

 

¿Qué otras estrategias puedo usar para motivar a mis alumnos a usar una Biblioteca de Aula?

 

  • Sumado a todo lo anteriormente dicho, es muy importante el incorporar a los niños a esta actividad y que ésta sea incorporada a la rutina de la sala de clases como una actividad más que los involucre. Por esta razón, se recomienda destinar a un par de alumnos para hacerse cargo de la Biblioteca de Aula, revisándola a diario, contando los ejemplares y guiando a sus demás compañeros a cuidar este material. También se puede designar un alumno al día quien, en algún momento libre ya sea al inicio de la jornada o en algún cambio de hora,  le recomiende a sus compañeros algún libro de la misma.
  • Exporar con otros aspectos del libro es una buen aidea. Siempre y cuando éstos hayan sido "dados de baja"
    Explorar con otros aspectos del libro es una buena idea. Siempre y cuando éstos hayan sido «dados de baja». Puede servir para adornar la Biblioteca de aula y coordinar el trabajo con la profesora de artes plásticas

    Respecto a la selección de libros, recomiendo que se prepare un listado variado que comprenda, además de los contenidos curriculares que los niños estén aprendiendo, material literario del gusto de los lectores: mitos, leyendas, cuentos, revistas, cómics, diarios, revistas,  etc.  Esta lista de libros puede ser organizada por el profesor jefe, la bibliotecaria o ambos.

  • Es muy importante es que se conozca el gusto de sus alumnos (después de todos, son ellos y no los adultos los que deben motivarse a leerlos)  y que el resultado final sea variado y atractivo. También pueden participar algunos alumnos en este proceso, como una forma de estímulo.
  • Una vez que el material para la Biblioteca de Aula ha sido seleccionado, se debe hacer un listado  (esto es muy importante ya que esta lista debe ser presentada a los alumnos y quedar en un lugar visible de la sala, diario mural o al lado de la Biblioteca de Aula, para que así todos los alumnos tengan acceso a ella y puedan ayudar a cuidar los libros).
  • Cuando la Biblioteca de Aula sea presentada al curso, éste debe ser un momento importante  en donde cada libro sea presentado de manera individual. Algunas ideas son: la profesora les exhibe los libros encima de su escritorio, mientras le refuerza a sus alumnos la importancia de cuidarlos y disfrutarlos, también puede leer alguno de ellos ha pedido de los mismos niños. Asimismo, resulta muy bien cuando se designan alumnos encargados de la Biblioteca de Aula, quienes deben cuidar que los libros no se caigan al suelo y que, al final del día, estén todos (según el listado ya mencionado).
  • Lo ideal es que sean lo suficientes para que los alumnos los puedan compartir entre ellos pero tampoco demasiados para que genere desorden y desinterés. Dependiendo del espacio físico, alrededor de 15 libros es una cifra buena.
  • Las Biblioteca de Aula evidencian el tipo de alumnos que hay en la sala de clases, y eso podría ser un arma de doble de filo pues nos juega a favor y en contra. Un curso con alumnos poco acostumbrados a estar en contacto  con libros y a cuidarlos, estará expuesta a que los ejemplares sean mal cuidados, se descuadernen o rayen. Esto no es problema de las bibliotecas o de los profesores o bibliotecólogos,  más bien es una demostración de la poca relación que los alumnos han establecido con los libros. Pero también es la oportunidad para trabajar con los niños un aspecto tan importante como el cuidado y la valía del libro como objeto. Hay que estar dispuesto a extraviar y perder -por daños o por exceso de uso-algunos libros.
  • Los indicadores de uso, registros estadísticos u otras mediciones de uso de los libros no son tan fáciles de obtener, ya que cada vez que un alumno saca un libro para leerlo, revisarlo u hojearlo no hay un sistema de préstamo automatizado que contabilice el hecho. Puede que en algunos casos los profesores lleven un registro de los préstamos a domicilio, quizás con un afán de verificar su posterior devolución más que con un espíritu de conteo estadístico. Es verdad que es difícil cuantificar la lectura pero, usando el cuaderno de registro y recogiendo la opinión de los alumnos (mediante encuestas semestrales o anuales, por ejemplo) se puede tener alguna estimación.

La unión hace la fuerza

Sigo reforzando la idea que el fomento lector en toda su dimensión (en este caso aplicado a las Bibliotecas de Aula) debe ser una política de cada establecimiento educacional. Naturalmente un profesor y un(a) bibliotecólogo(a) motivados pueden hacer una gran diferencia, pero si sus acciones no van acompañadas de un clima institucional que evidencie la importancia de la Biblioteca de Aula,  y en general del vínculo de la lectura con la sala de clases, entonces los esfuerzos serán positivos, pero no tendrán la fuerza como para causar un impacto mayor.

Si analizan este punto con detención, se darán cuenta que el uso de las Bibliotecas de aula no  están estandarizadas, ni existe un manual de buenas prácticas o protocolo respecto a su utilización. Más bien éste queda supeditado al criterio del profesor. Por ende, su aprovechamiento es muy dispar entre una asignatura y otra, y entre distintos establecimientos. Esto podría darle el carácter de una herramienta prescindible cuyo resultado queda supeditado al interés de los profesores interesados, y no a las prácticas educativas del establecimiento. Una pésima práctica, si se piensa en resultados a mediano y largo plazo.

Finalmente, no hay que olvidar que, para poder motivar es fundamental estar motivados nosotros primeros por lo que la actitud que tengamos ante las Bibliotecas de Aula serán claves en la actitud que tendrán también nuestros alumnos.

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Bibliotecas de Aula #1: Ideas y beneficios

Los niños pueden leer en la sala, como también llevarse los libros a sus casas
Los niños pueden leer en la sala, como también llevarse los libros a sus casas

Las Bibliotecas de Aulas podrían definirse como ‘un conjunto de diversos materiales bibliográficos y didácticos que están a disposición de un curso o asignatura específica, y cuyo criterio de selección responde tanto a las materias que estén aprendiendo los alumnos como a sus intereses particulares’. A esta sencilla descripción personal es importante añadir que la selección de los textos debe ser variada y comprender, mediante cuentos, adivinanzas, trabalenguas, poesías, enciclopedias, libros de consulta, etc., las áreas de Lenguaje, Matemáticas, Ciencias y Sociedad.

También es importante agregar que estos libros deben ser interesantes y atractivos para los alumnos y que, por esta razón, es importante incluir -según el nivel del curso- cómics, novelas gráficas y libros álbum. Por ejemplo, los Ogú y Mampato que tratan sobre episodios de la Historia de Chile (‘El cruce de los Andes’, ‘La reconquista’) son un gran apoyo en los 3°’s Básicos.

Podríamos agregar, además, que las Bibliotecas de Aula pretenden apoyar el fomento lector en los niños a la vez que lograr cierta transversalidad entre la biblioteca escolar y las distintas asignaturas. Con esto, las Bibliotecas de Aula pueden apoyar a los niños a buscar nuevos momentos de lectura como lo son al terminar una prueba o guía o, incluso, en algunos recreos en los que ellos tengan la posibilidad de quedarse en la sala (como en los días de lluvia, por ejemplo).

¿Cómo nos beneficiamos a través de las Bibliotecas de Aula?

  • Fomentando la lectura desde la sala de clases, logrando un nuevo nexo Aula-biblioteca. Por ejemplo, si quedan 10 minutos de la clase de ciencias, se puede leer algún extracto del contenido recién visto en la Biblioteca. O, en el caso de las pruebas, los alumnos que hayan terminado, pueden pararse en silencio a buscar algún libro de su agrado mientras los demás alumnos terminan la evaluación (por eso es tan importante la variedad de temas y títulos para que cada alumno pueda escoger).
  • Estableciendo cierta transversalidad entre la biblioteca escolar y las distintas asignaturas. Es muy importante, por ejemplo, cuando se escojan los libros que acompañarán a un curso determinado durante un año o semestre, que se observe una directa relación entre las distintas materias vistas por el profesor y los capítulos o partes de los textos, revistas, películas, etc.

Por ejemplo: para niños de 1° Básico que estén aprendiendo sobre animales, se deberían considerar  enciclopedias, además de literatura relacionada (‘Animaletras’,  o los cuentos de la Keiko Kasza de la colección Buenas Noches en donde los animales sean protagonistas). O, como mencionamos anteriormente, los Ogú y Mampato con temas históricos para apoyar los contenidos de Historia y Geografía. Considerando el mismo tema, pero en otro formato, una excelente opción es la revista Super Mascotas.

  • Concientizando a los alumnos en el manejo y cuidado de los libros (ya que cada curso administra y se responsabiliza por su Biblioteca de Aula). Para apoyar este punto, la alianza entre el profesor y el(la) bibliotecario(a) resulta fundamental ya que la persona que dirige la biblioteca es quien puede enseñar a los alumnos sobre el cuidado de los libros y del proceso que éstos pasan antes de llegar a su sala (selección, compra o donación, clasificación, catalogación, tratamiento físico, etc.). Incluso hay algunos kits y accesorios que pueden interesar a los más pequeños en esta etapa, y quizás más de alguno quiera ofrecerse como voluntario para ir a ayudar a ordenar los libros.
Los profesores tienen que entrar a las bibliotecas escolares y buscar a su gusto todo el material que necesiten
Los profesores tienen que entrar a las bibliotecas escolares y buscar a su gusto todo el material que necesiten
  • Apoyando la educación de los niños dentro de la sala de clases ya que la Biblioteca de Aula complementa la información entregada por el profesor y reforzar los contenidos enseñados por el profesor ya que la biblioteca de aula muchas veces es usada dentro de la hora de clase por el docente, para mostrar imágenes, leer noticias o anécdotas relacionadas con la asignatura, enlazar contenidos (por ejemplo: leer una poesía sobre el cuerpo humano en los últimos minutos de la clase de ciencias, aprovechar un cómics de mitos chilenos en la clase de historia, aprovechar la biografía de un pintor famoso antes de empezar la clase de arte, etc.)

Por ahora he querido plantearles algunas ideas y buenas prácticas en materia de Bibliotecas de Aula, basado en mi experiencia de varios años  trabajando en bibliotecas de educación escolar básica. Naturalmente otra cosa es armar una Biblioteca de estas características, para lo cual les dejo la invitación a que esperen la segunda parte de este post, donde precisamente hablaré de ese tema.

Si quieren comentar sus ideas, consejos o dar algunos ejemplos de lo que les ha pasado trabajando con profesores, bibliotecarios, alumnos etc. formando bibliotecas de aula, ¡bienvenidos sean!

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Gamificación: ¿Qué es y para qué nos sirve?

La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende
La gamificación se basa en la entretención que genera el juego: mientras más se juega, más se aprende

Es cierto: queremos que las personas lean más y mejor. Queremos más lectores inquisitivos en las bibliotecas, queremos más preguntas de referencia y queremos un aumento en las estadísticas de uso de los servicios que ofrecemos en los distintos tipos de unidades de información. También es cierto que hemos probado varias formas de hacer atractivo el uso de los libros, las bibliotecas y en general de fomentar la lectura. La tecnología ha estado de nuestro lado: redes sociales, aplicaciones, e-readers, etc. La lista es extensa y variada. La gamificación es una alternativa más que demuestra que la tecnología y las aplicaciones se ponen de nuestro lado para ayudarnos.  En este caso, sin embargo, hay algunas diferencias que han llamado mi atención ya que llevan la entretención a su máxima expresión, y -lo que es más interesante- mezclan el mundo virtual con el real.

La gamificación se ha estado desarrollando desde hace algunos años en las bibliotecas. Para quienes no estén familiarizados con el vocablo, puedo comentar que éste tiene su origen en la palabra en inglés “Game” (juego) de la cual deriva Gamification (que se podría traducir -aunque no es exacto- como ludificación). Desde ese término, los hispanoparlantes usamos  “Gamificación”, lo cual alude a una metodología que se basa en la tecnología y el uso de redes sociales para atraer usuarios o adeptos a un servicio/producto valiéndose del juego como principal atractivo. Utiliza el diseño de juegos y sus mecánicas, así como también mucho diseño e ilustración. A veces la gamificación tiende a confundirse con los videojuegos, pero difiere de éstos ya que sus fines que van más allá de lo lúdico.

Inocentemente, todo comienza con un terrón de azúcar: una dulce tentación que genera un vínculo entretenido con el usuario. Y éste, en la medida que disfruta el dulce, participa y aprende diversos contenidos bajo la forma de una sutil entretención. Lo que el juego pretende es dar respuesta a un requerimiento en especial. Éste puede ser la respuesta a una pregunta, la forma de ejecutar una tarea o de realizar un proceso en la biblioteca. De esta forma, sin siquiera darse cuenta, el usuario que ha probado el terroncito es guiado por un camino en el cual recibe recompensas a medida que avanza y aprende. Las recompensas apelan al espíritu lúdico que hay en todos, y van desde etiquetas, insignias (badges) por avanzar en etapas, e incluso premios tangibles.

La Biblioteca de NY tiene todo un proyecto en torno a la gamificación
La Biblioteca de NY desarrolló todo un proyecto en torno a la gamificaciónm llamado «Encuentra el Futuro» (Find The Future)

El usuario puede ser etiquetado como «mega lector»; «aprendiz de mago»; «lector novato» y una serie de otras calificaciones que le dan reputación respecto a los otros jugadores o lectores que usan la misma aplicación. Veamos como funciona con un ejemplo más concreto: si detecto que los usuarios de una biblioteca universitaria de la Facultad de Ciencias de una determinada Casa de Estudios no usan las bases de datos, puedo usar una aplicación en gamificación para motivarlos a que se acerquen a este recurso y desarrollen gusto por usarlo. Otras opciones para icentivarles sería mostrarles un tutorial, dar una charla en sus salas de clases, citarlos a una demostración en la biblioteca, etc. Pero  generalmente  no sabemos si aprendieron, o si repetirán el ejercicio cuando se encuentren frente a una duda que amerita el uso de bases de datos. Ante esta situación, la gamificación  es una alternativa válida porque desde una perspectiva tecnológica y entretenida enfrenta al estudiante con un tema que le puede resultar árido o incluso aburrido, ya que quizás lo relacione con sus deberes académicos.

Siguiendo con el ejemplo, hago un plan de difusión para dar a conocer a los estudiantes de la Facultad de Ciencias que hay una nueva aplicación para usar bases de datos.  Se les pide que ingresen a un sitio web o plataforma en línea, donde están todas las instrucciones del juego. Una vez «logeados» las fases del juego irán explicando en forma didáctica, con muchas imágenes, y  usando mensajes breves y precisos que hay herramientas diversas para encontrar información, que van desde uso de motores de búsqueda, usar el google académico, buscar en el catálogo de la biblioteca, repositorios o en bases de datos. A medida que explica los distintos medios, se van destacando las ventajas del uso de bases de datos y se da puntaje y recompensas para aquellos que  las usen. Se puede presentar un video introductorio o un tutorial,  luego de lo cual, se le pide al alumno que busque un par de temas en las Bases de Datos. En estos casos, las peticiones no son complejas, la idea es hacer ejercicios simples. Frente a este reto del juego, el usuario puede usar la aplicación para enviar -en línea- algunos papers que haya descargado de la base de datos. Estos resultados llegan a un bibliotecario referencista quien los revisa y asigna puntaje. Todo esto funciona en tiempo real, ya que con una buena logística se puede tener a un referencista evaluando las fuentes que seleccionaron los alumnos en un horario pre definido.  Una vez que el usuario recibe su puntaje, éste puede aparecer publicado en su muro de facebook (si la aplicación y ellos así lo permiten) o simplemente puede aparecer como dato más en la ficha del alumno. De acuerdo al puntaje (que se va sumando al que el jugador ha ido acumulando) el alumno puede tener una nueva categoría, como por ejemplo «investigador» y recibir una insignia u otra recompensa.

Si al final del día todos queremos que los lectores de una biblioteca pidan más libros, que comenten lo que han leído, que sean autónomos y hasta que nos dejen mensajes en el fan page de nuestras páginas en Facebook, creo que es interesante ir descubriendo nuevas artimañas que la tecnología pone a nuestro servicio. Además de adaptarnos al estilo y medios que los usuarios utilizan, estaremos descubriendo nuevas formas de comunicarnos con ellos desde una perspectiva más informal, relajada y amena.

Algunos ejemplos extranjeros

La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego
La expresión de los limones indica el resultado de una fase del juego

En Gran Bretaña, la biblioteca de la Universidad de Huddersfield usa la gamificación para la inducción de usuarios de primer año. Tienen un sistema para bibliotecas universitarias llamado “Lemon Tree” (Limonero) que enseña a los alumnos técnicas básicas para usar los servicios. Mediante un clásico carné de biblioteca que pasa de un azul  congelado a un rojo hirviendo,  el usuario va ganando puntos en la medida que acierta en sus respuestas. También tiene un sistema de rendimiento y resultados por facultad, y una página en Facebook.

Al principio del post les señalé que hay algunos casos interesantísimos donde la gamificación lleva el juego a la vida real: eso fue lo que pasó en Nueva York. El año 2011 la biblioteca pública de la ciudad manzana usó la gamificación para celebrar su centenario, y crearon una aplicación que titularon «Encuentra el Futuro». Lo mejor del caso es que el juego le pedía a los participantes que incluso escribieran breves ensayos en base al tema. Finalmente,  la noche del 20 de mayo, los organizadores del juego citaron a los 500 jugadores con más puntaje para que se encerraran en la biblioteca a desentrañar misterios cual Indiana Jones. Lo que debían descubrir eran 100 objetos que han inspirado a la humanidad, como por ejemplo una carta de Charles Dickens o una copia de la Declaración de la Independiencia de los Estados Unidos.  Lógicamente los que descubían las pistas y avanzaban tenían más puntaje hasta llegar a un gran ganador final. Esta actividad suscitó mucha atención en la ciudad y en los medios. La  revista Wired publicó un artículo titulado «Una noche en la Biblioteca de Nueva York«  que recomiendo leer y ver, porque además viene acompañado de un video muy motivante.

 

Algunos casos que -quizás- conocemos y usamos

La gamificación está presente en nuestras vidas desde hace bastante tiempo bajo la forma de aplicaciones que podemos bajar en nuestros smartphones. Personalmente uso foursquare (para comentar lugares que frecuento), waze (para el tráfico y rutas de manejo) y ahora empezaré a usar Nike+ (para trotar). Eso me ha ayudado a entender mejor como podría funcionar un servicio de gamificación en una biblioteca y a darme cuenta de lo interesante que es jugar en un entorno ficticio. Sólo se ven las etiquetas y avatar de otros jugadores quienes -como yo- buscan un buen restaurant,  quieren motivarse para trotar, o simplemente buscan la ruta más despejada para llegar a sus casas. Los juegos, las insignias y etiquetas no son sólo para los niños: a todos nos gusta jugar, y prueba de ello es que estas aplicaciones son muy bien recibidas por personas de todas las edades. Si les interesa aprender un poco más respecto a como podría funcionar la gamificación en un entorno bibliotecario, les sugiero hacerse fans de estas aplicaciones y darle cuerda a su imaginación y creatividad.


Este artículo fue publicado originalmente, por la misma autora, en Infotecarios el 13 de marzo 2013

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La lectura se toma en serio

Desde que Leamos Más se inició, el año 2010, hemos querido inculcar la idea que trabajar el fomento lector en la biblioteca no es la única -y mejor- vía para lograr más y mejores lectores. Recientemente, un medio local publicó un artículo  titulado «Director de esforzado colegio cuenta cómo logró enviar cien niños «problema» a la U». Uno de los mensajes de este caso, es que si un directivo escolar se toma en serio la educación de sus estudiantes y basa su trabajo en el aprendizaje de la lectura desde los primeros años, sin duda logrará buenos resultados independiente del estrato socioeconómico o el nivel de vulnerabilidad del establecimiento.

Algo que las académicas, investigadoras y actuales miembros de la  Unidad de Currículum y Evaluación del MINEDUC, Loreto Fontaine y Bárbara Eyzaguirre ya nos dijeron el 2008 con el libro «Las Escuelas que tenemos« -tema sobre el cual Leamos Más publicó un post el año 2011-  ya que en esta publicación observaron establecimientos de bajos recursos y con alto nivel de vulnerabilidad social en los cuales, pese a todas sus circunstancias, se lograban resultados SIMCE  por sobre el promedio en base a buenas prácticas de lectura en el aula.

No creo necesario convencerles de la importancia de la lectura, y en especial de enseñarla y transmitirla considerando el  gusto e interés de los lectores. Creo que, con énfasis en distintos aspectos, todos los que compartimos en este medio adherimos a este plangeamiento. Sin embargo, lejos de la teoría y de las citas, es preciso mostrar casos como el de esta escuela. Casos con nombre y apellidos, y lo que es mejor: casos con lectores.

Sin más preámbulo, les dejo con el ejemplo del Colegio Eduardo Martín Abejón.


eduardomaetinvale_193748-L0x0«Yuliano Borís Díaz (54 años) es de aquellas personas que pueden atravesar un muro si se lo proponen. Es el director del Colegio Eduardo Martín Abejón de Constitución, en la Región del Maule, que pese a educar a niños vulnerables ha obtenido destacados resultados en la prueba Simce.

En su calidad de director, no le tirita la voz cuando habla de sus objetivos y reconoce que es exigente y que no le tiembla la mano cuando les debe pedir a sus profesores que no consiguen resultados que busquen suerte en otra institución si no mejoran.

Cuenta que su primera escuela, Santiago Oñederra, la levantó sin plata en un salón de pool de esa ciudad del Maule, al punto que con sus propias manos clavó paredes y aserruchó madera para armar sus salas.

 

Compromiso en medio de la adversidad

La historia de Yuliano Borís Díaz y del Colegio Eduardo Martín Abejón no deja de llamar la atención. Se trata de una institución de estrato socioeconómico medio bajo, enclavado en una de las poblaciones más estigmatizadas de esta ciudad, llamada Manuel Francisco Meza Seca, pero que en los últimos años se ha ubicado entre los cinco mejores establecimientos con puntajes Simce del país.

En los resultados de 2011 de esta prueba –que se dieron a conocer el año pasado–, su colegio promedió 327 puntos en Lenguaje, Matemática y Ciencias Naturales, ubicándose en el tercer lugar a nivel nacional y siendo sólo superada por los establecimientos Francisco Ramírez (San Ramón) y Constitución (institución particular de la VII Región), y empatando con el prestigioso The Grange School (La Reina).

Matrículas no se completan por el estigma

Dice que no le gusta vanagloriarse de sus resultados, pero afirma que nadie «nos pesca». Ni siquiera le dan una medalla o reconocimiento a su colegio en los actos municipales.

El Colegio Eduardo Martín Abejón partió con 40 alumnos. Hoy, además de obtener importantes resultados en el Simce, cuenta con una orquesta infantil y cursos de ajedrez.
El Colegio Eduardo Martín Abejón cuenta, además,  con una orquesta infantil y cursos de ajedrez.

«Eso pasa porque la gente de la ciudad no quiere mezclar a sus niños con mis cabros, con los ‘atorrantes’ de esta población, que es tremendamente estigmatizada por la idea de la droga, el alcoholismo y las pandillas juveniles. Esta población fue una de las primeras soluciones habitacionales de Constitución, que nace a partir de campamentos. Tengo 605 matriculados, pero tengo más vacantes y no los vienen a matricular aunque tenemos buenos resultados», explica. (…)

¿Pero cuál es el secreto de este director? ¿Cómo logró estos resultados? Él dice que no fue espontáneo ni caído del cielo, que todo fue un proceso. Después del colegio Santiago Oñederra, fundó otra escuela cerca del río Maule, terrenos que le fueron expropiados por el Fisco para construir el puente Cardenal Silva Henríquez.

«Era una escuelita de madera, chiquitita, con sólo siete salas, que no valía mucho. Me ofrecieron 80 millones, que pudo ser harta plata hace 10 años, pero no me alcanzaba para hacer otra escuela. Fui a hablar con el subsecretario de Educación de la época, a explicarle que con esa plata no podría seguir enseñando a mis alumnos, que eran pobres. Entendió y me dieron más plata, con lo que tampoco me alcanzaba para hacer el Martín Abejón. Pero como soy autoconstructor, pude abaratar costos y me volví a endeudar», recuerda.

Ya con el colegio construido, pasó el tiempo y Yuliano Díaz empezó a inquietarse. Se tomaba el pelo por los bajos puntajes del Simce. Sintió tocar fondo cuando sus alumnos promediaron 239 puntos en Lenguaje. Fue entonces cuando decidió dejar el canotaje [deporte que practicaba hace años○ y dedicarse tiempo completo a la escuela, confiando en que podía conseguir buenos resultados como el Francisco Ramírez, que también era un colegio para alumnos vulnerables.

Así lo recuerda: «Reuní a los profesores y les dije: ‘Miren, con estos puntajes quién pondrá a sus niños acá. A nosotros nos pagan por esto, hagámoslo bien'». Lo que vino fue modificar el modelo educativo del colegio, aumentando la exigencia y haciendo obligatorio que los alumnos aprendieran a leer en 1° básico.

«También creamos un modelo de lectura, que es un papelógrafo, donde ponemos un texto cualquiera, como la explicación de los puntos cardinales, e interactuamos con los niños. Todos repiten en voz alta hasta que el texto se hace fluido, finalmente el profesor silencia la voz y solo leen los alumnos. Después comienza la interacción en base a las Operaciones del Pensamiento, que es clasificar y ordenar la información. Con eso potenciamos la comprensión de lectura», explica, lo que, a su vez, sirve a los estudiantes para aplicarlo en cualquier materia.

A esto se suma reforzamiento e incluso clases particulares para los estudiantes, los que también formaron en orquesta y tienen clases de ajedrez.  Además, el director lleva en su libreta los registros semanales con los avances de sus estudiantes.

«Mis cabros no tienen nada, aquí estudian gratis. Pero cuando le das realmente las herramientas, pueden avanzar. Antes, la aspiración máxima de mis niños era hacer el Servicio Militar y la de las chiquillas, juntarse con alguien. También representaban el 10% de la población penal de la ciudad. Con orgullo puede decir que tengo cien ex alumnos en la universidad, y muchos de ellos eligieron educar como profesión», cuentas Yuliano Díaz, agregando que el director que quiera lo puede contactar para compartir el método que usa en el Eduardo Martín Abejón».

Fuente: El Mercurio, domingo 3 de marzo 2013